Sábado, 1 de junio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA APARICIÓN DE LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN CARLOS, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Hoy, por una vez más, Mi Corazón Inmaculado se une al corazón de cada peregrino presente en el mundo y este puente de luz que nos une es la unidad y el amor que manifiesta la oración del Santo Rosario. El Santo Rosario son las cuentas y las decenas que revelan un precioso misterio de amor para cada peregrino.

Ese Amor Divino, que proviene del Padre, se une a cada esencia que ejercita esta predilecta oración Mía, que los unirá a Mí en cada momento. Cada cuenta está unida a un hecho, a una realización del Plan de Dios alcanzada a través de la donación de los Sagrados Corazones a todos los corazones de la Tierra.

Cada vez que un alma peregrina ora Conmigo, un nuevo Portal de Paz se abre al mundo, porque se logra expresar el verdadero Amor de Dios, que une a las esencias con Mi Hijo y con Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos de San Carlos y de todo el estado de San Pablo, una vez más y en este mes de junio de 2013 se cumplen 32 años consecutivos de Mi Presencia en Medjugorje y en el mundo. En este mes de junio se cumple un año de la Presencia de la Reina de la Paz entre los corazones simples y los corazones inmaduros, los que aún no conocen a Dios.

Por eso, con alegría y gozo, hoy llego a San Carlos para cerrar un ciclo de bendiciones que he dado durante todos estos últimos meses y para iniciar así un nuevo ciclo con todos Mis queridos hijos.

Medjugorje, y su mensaje de paz, será lo que renovará la fidelidad de los corazones a Dios Padre, en el nuevo tiempo. Medjugorje despertará la devoción profunda en las consciencias que se han apartado de la vida de oración, y aquí Mi Luz Divina se une en la tarea con las Américas, en Mis Apariciones, que suceden desde hace ya algunos años con todos ustedes; porque así, queridos hijos, se crea el puente entre Medjugorje y Aurora.

Como Madre de la humanidad, durante este mes de junio, los estoy invitando a renovarse en la paz y a vivir en Mi Paz. Por este motivo, Yo Me presenté al mundo como María, Reina de la Paz, para demostrarles a todos Mis hijos que están faltando al atributo de la paz, lo que ha generado grandes conflictos en el mundo entero.

A través del Santo Rosario, recitado con el corazón todos los días, la paz se sembrará en todos aquellos que la han perdido y se reflejará como un espejo de luz en todas sus familias, naciones y el mundo. Cuando hay ausencia de paz, es porque existe falta de oración interna. Así ningún alma, en estos tiempos, puede perder la paz y la esperanza.

Por eso, vengo al mundo y a todos ustedes, durante este mes de junio, para reafirmar Mi Presencia de eterna Paz en Medjugorje y en Aurora, América del Sur.

Queridos hijos de San Carlos y de todo el estado de San Pablo, Brasil tendrá la preciosa Gracia de recibir al Santo Padre, el Papa Francisco, como un mensajero de la paz y de la reconciliación en este tiempo. Esto es posible por Mi Presencia maternal en el mundo y por la aspiración de que, a través de los Mensajeros e instrumentos del Padre, ustedes encuentren a Mi Hijo Jesús.

Que hoy sus corazones puedan agradar a Dios Creador, mediante la donación de sus vidas a la perpetua oración.

Queridos hijos, que sus almas, unidas a la Reina de la Paz, los prepare en el amor y en la caridad para el encuentro que sucederá en el Brasil con el sucesor de San Pedro, el Papa Francisco; porque este tiempo es un tiempo de ecumenismo y de fraternidad, es tiempo de que al fin se establezca la unidad entre las criaturas y la fraternidad entre las consciencias.

Hijos Míos, Dios les dona y les entrega todo lo mejor que guarda en los Cielos. Esto es por la gran necesidad de paz y de conversión de las almas, para que así siempre se manifieste su constancia Conmigo.

El tiempo actual amerita que todos Mis hijos estén unidos bajo el sabio espíritu de la oración.

Amados hijos, cuando Yo recorro en Paz cada una de las ciudades de su nación, es para despertarlos en consciencia al llamado de la fraternidad y de la oración por la paz en el mundo. Siempre que ustedes estén en Mí, Yo los guardaré en el Templo del Corazón de Cristo, allí estarán en la eterna Paz.

Queridos hijos de San Carlos, espero ver en este día la alegría reflejada en sus rostros por recibir a la Madre del Cielo.

¡Les agradezco, queridos hijos, por abrirme la puerta del corazón!

Los ama y los bendice,

María, Madre y Reina de la Paz

 

Oración de Unión con la Esencia de la Paz de Dios

Madre María,
Madre mía,
Reina de la Paz,
que Tus rayos sublimes
se irradien al mundo,
que Tu inmaculada Paz
brote como un manantial inagotable
en nuestras almas,
que el corazón de cada hermano
alcance la eterna Paz;
para que junto a Cristo,
Nuestro Señor,
la humanidad se redima
y abra la puerta al perdón y al amor,
en honra al Padre Creador
y por muchos años de Paz
 que vivirá la Tierra.

Que así sea.

Amén.