Martes, 25 de junio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, EN MANANTIALES, DEPARTAMENTO DE MALDONADO, URUGUAY, A MADRE SHIMANI

¡Alabado sea Cristo Jesús en el corazón de todos los hombres y mujeres de este mundo!

¡Alabado sea el Santo Nombre de Dios Todopoderoso que resuena en la consciencia de esta humanidad!

En este día bendito, en el que Mis soldados marianos están bajo Mi Manto de luz y protección, quiero transmitirle a toda Mi amada humanidad que, como Reina del Cielo y de la Tierra, enviaré un impulso de amor y conversión para todo este mundo; porque a través de Mis servidores, que tan fielmente Me siguen y responden a Mi llamado, he podido transmitir Mi verbo de Amor y de Paz en los últimos 32 años.

En este tiempo, en donde Mi tarea de paz, cura y reconversión une a Medjugorje y Aurora, quiero que Mi amada humanidad sepa que la Reina de la Paz y la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad son una sola; una Faz trajo al mundo la paz para el corazón de la humanidad y la otra Faz, la de la Mujer vestida de Sol, trae para todos en este tiempo al Espíritu de Dios, al Espíritu Santo.

Yo soy la misma de Nazaret, aquella que siendo Madre del Redentor aprendió del amor y de la entrega absoluta a la Voluntad Divina y que cuando ascendió al Reino del Padre en cuerpo y alma, comenzó otros aprendizajes; mediante los cuales conoció el vasto Universo del Padre, en donde muchos misterios se encuentran prontos para ser revelados a la humanidad cuando abra su corazón y esté dispuesta a saber.

En esas escuelas universales de amor y redención, de paz y de luz divina, la Virgen María desarrolló aquellos talentos espirituales que Dios colocó en Su Corazón, y se preparó para unirse en espíritu al Espíritu de Dios para volver así, de tiempo en tiempo, a la Tierra a preparar a la humanidad para su transformación definitiva y para el gran momento en el que el Redentor, en Su Gloria y Misericordia, vuelva al mundo.

Hoy estos tiempos se cumplen y la Reina del Cielo y de la Tierra, la Madre de este mundo y protectora de este universo, llega con todo Su Amor hasta ustedes, Mis pequeños y amados hijos. Llego para resguardarlos a todos en Mi regazo de Amor universal y decirles que deberemos estar todos preparados para cuando el enemigo intente dar un gran golpe y quiera impedir que los hijos de la Luz cumplan con los Planes del Padre en esta etapa de la humanidad.

Por eso, hijos Míos, con todo el poder que Dios me ha dado para proteger a Sus criaturas, los convoco hoy, para gloria de Nuestro Señor Cristo Jesús. Los convoco a unir su amor, aquel que profesan por Dios Padre, por Cristo y por Mí, con el que Yo tengo por esta humanidad; para que unidos en el poder del Amor universal, a través del verbo de luz de la oración del corazón, traigamos a este mundo la Luz celestial, el poder del Espíritu Santo. Este poder limpiará los corazones, fortalecerá las almas y permitirá que las consciencias lleven adelante las tareas que, como hijos de Dios, vinieron a cumplir. 

Quiero hacer descender toda la purísima Paz que existe en el Cielo y que está disponible para la Tierra. Para eso, necesito que todos Mis hijos clamen, con toda la fuerza de su amor, por esa Paz; que oren incansablemente para que por medio de esa oración, descienda permanentemente hacia el mundo y su caos.

Bendigo a Medjugorje y bendigo a Aurora, porque Me abrieron la puerta de los hemisferios de este planeta, Mi amado planeta azul, perla preciosa del collar de Dios.

¡Salve Medjugorje! ¡Salve Aurora! ¡Salve Tierra Sagrada, en donde el Redentor colocará nuevamente Sus Pies y definirá para siempre el destino de esta humanidad!

Estoy con todos Mis hijos del mundo eternamente en el corazón.

Los amo, los protejo y los guardo siempre.

Gracias por estar hoy Conmigo.

María, Reina de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad