Martes, 25 de junio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE MANANTIALES, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis pequeñísimos hijos:

Con el rosario entre Mis manos, oro incansablemente, cuenta a cuenta, por toda la humanidad, para que Mis tan pequeños hijos puedan madurar para percibir delante de sus vidas la Presencia de Dios.

Veo que el mundo se olvida, día a día, de este Dios que los observa permanentemente y aguarda, con eterna Misericordia y Amor, que Su creación pueda finalmente volver los ojos y el corazón hacia lo Alto y retornar a la Morada Celestial.

Hoy les hablo a todos los corazones del mundo, como el llamado de una Madre que busca a Sus hijos para traerlos, uno a uno, a Su Corazón.

Mis queridos, el motivo de Mi Presencia en este tiempo es solo traer Paz, Paz que Mi Corazón irradia hace tantos siglos al mundo, intentando penetrar en los corazones de los que no Me escuchan.

Mi llamado a la vida de oración tiene el motivo espiritual de despertar a la vida divina a aquellos que solo se sumergen en la vida de la materia.

Mis queridos, Yo vengo de los Cielos para alertarlos de que el mundo es mucho más que lo que sus pequeños ojos pueden ver y que la vida es algo mucho más amplio y sagrado que lo que sus pequeñas consciencias pueden concebir.

Mi Corazón jamás se cansará de alertar al mundo para que despierte, porque la ignorancia crece en el corazón de los hombres y hoy la oscuridad parece tener más espacio que la Luz.

Los que hoy escuchan Mi voz deben responder a Mi llamado por todos aquellos que no Me escuchan; porque muchos tienen conocimiento de Mi Presencia, pero pocos confían en Mis Palabras porque temen al Amor de Mi Corazón por no saber de la grandeza infinita de ese Amor y del poder de transformación que él trae a sus vidas.

Los que Me escuchan y Me siguen con amor deben ser perseverantes, porque el dragón ya persigue a la Mujer vestida de Sol e intenta quitarle al Hijo de los brazos. Pero si sus corazones se aseguran firmemente a Mi Corazón, por medio de la oración diaria hecha con absoluto amor, los podré asegurar con fuerza, cubriré a Mis pequeños hijos con Mi manto de protección y aunque vengan las pruebas, jamás permitiré que se caigan de Mis brazos.

Solo quiero que comprendan que aquellos que realmente Me escuchan deben hacer mucho más que lo que hacen hoy; deben donarse mucho más que lo que hoy se donan por medio de la oración, del servicio, del amor, del ayuno y de la fraternidad, como una oferta de sus corazones para equilibrar el mundo. 

Los corazones de Mis soldados deben vivir para equilibrar las faltas de la humanidad que hiere el Corazón de Dios y de Su Hijo, que se olvida de la vida divina y que ignora completamente la vida universal. 

Sé que las pruebas están llegando para muchos de Mis hijos y hoy solo les digo que está próximo el tiempo de Mi reinado, pero en este período sus corazones deben vivir la trascendencia de todos los límites y perseverar fielmente en la oración hecha con el corazón. 

Vivan la paz, luchen contra las resistencias de sus propios corazones para que la paz vuelva a reinar en el mundo. No escuchen solo Mi llamado, sino vívanlo en el amor más puro que está guardado en sus corazones. 

Mis pies caminan al lado de los suyos para guiarlos en eterno y profundo amor.

Perseveren, perseveren, perseveren siempre en Mi Corazón.

Yo los amo y los amaré siempre.

María, Madre y Reina de la Paz