Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 115.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el planeta a Mis Pies, siendo irradiado por los Rayos de Mi Corazón Misericordioso.

He aquí las almas en este planeta azul, en la escuela de la redención y del perdón.

Yo Soy parte de este sagrado planeta, Soy parte de la humanidad porque nací entre ustedes, viví entre ustedes, prediqué para ustedes y sufrí por ustedes, por una sola causa, por causa del Amor de Dios.

Por eso, quiero que, en esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, contemplen ante ustedes al planeta y todo su sufrimiento; para que los Rayos de Mi Insondable y Divina Misericordia, que brotan de Mi Corazón, puedan abrazar aún más al mundo y a las almas, especialmente a las condenadas al fuego del infierno.

Por eso, hoy les hablo y Me presento a todos Mis compañeros, a todos Mis discípulos y discípulas, desde el Sagrado Montserrat, desde donde hace eco la Voz de Dios, a través de los planos internos de los que tienen el corazón abierto para poder escuchar y reconocer la Presencia del Señor.

Hoy, estoy una vez más aquí con ustedes, por todo el planeta, por sus océanos y Reinos, por sus florestas, sierras y montañas, por toda la vida y por toda la Creación, gravemente ultrajada en este tiempo por la mano del hombre, por la inconsciencia de los que ambicionan el poder.

Pero, He aquí Mi Corazón Insondable que no deja de derramar Sus Gracias sobre el mundo y sobre todo el universo.

He aquí el Corazón silencioso de Cristo, que padece los martirios y los pecados de la humanidad. El Corazón de Cristo que se ofrece una vez más por las almas; el Corazón que se abre como una gran puerta para que todos la puedan cruzar, sin excepción.

Mis Rayos, los Rayos de Mi Corazón, necesitan llegar aún más al planeta, a toda la esfera terrestre. Graves son los errores que se cometen en este tiempo y ustedes ya lo saben. Pero aún el cambio de la consciencia no está sucediendo; no en la mayoría, sino en una minoría.

Es necesario seguir orando de verdad y comprometerse con la fuerza y el poder de la oración, porque mientras esto no suceda, mayores serán los ultrajes del mundo, mayor será el peso de la Ley y sus consecuencias.

Es momento de que puedan ser irradiados por la Luz de Mi Corazón, como muchas veces lo hice por Amor y Misericordia.

No permitan que las puertas de Mi Gracia se cierren. Abran esas puertas de par en par a través de su consagración y de su servicio no solo al Reino Humano, sino también a todos los Reinos de la Naturaleza, para que el dolor de los más inofensivos Reinos de este mundo sea aplacado y aliviado, aunque sea un acto pequeño o anónimo. Esto ya aliviará mucho el sufrimiento del mundo y de los Reinos.

Para que nazca una Nueva Humanidad, para que surja un nuevo planeta, es necesario que invoquen, a través de la oración, la Ley de la Cura; porque muchas heridas aún deben ser sanadas, muchos acontecimientos dolorosos deben ser disueltos para que triunfe el Amor de Dios en todas Sus Criaturas.

En esta Maratón y antes del importante mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual tomará nuevas decisiones sobre este Proyecto Humano, vean aquí a Mi Corazón Misericordioso, derramando la Sangre y el Agua, a través de Sus Rayos, sobre este planeta herido y ultrajado.

Que se levanten de los abismos.

Que se levante de los abismos el pueblo de Israel, caminante incesante del desierto en la búsqueda de la Tierra Prometida, que ya no es una promesa, sino una realidad.

Esta es la Tierra, este es el planeta prometido por Dios a Sus Hijos y Criaturas. Den valor, reverencien y respeten sus riquezas naturales y espirituales; porque muchos son los tesoros que se guardan en los mundos internos, son las llaves de la redención para toda la humanidad, son los nuevos atributos que emergerán de los Reinos Internos hacia la superficie, a fin de reconstruir, en Mi Retorno, todo este planeta.

Que venga a Mí el antiguo pueblo de Israel y que camine en confianza, sin perder la esperanza ni la fe. Aunque vean en este mundo cosas increíbles o hasta inexplicables, no se detengan.

Que la luz de la oración guíe sus pasos y que este sendero, que les manifiesta la luz de la oración, los lleve a encontrar el Propósito en lo más profundo de su ser. Allí, estarán en comunión Conmigo y con el Padre, porque en lo más profundo está el Templo de Dios, Su Casa, en las esencias de Sus Hijos de toda la vida.

Que nadie más tenga la intención de abortar la vida.

Que nadie más tenga la intención de levantar un arma para herir y lastimar.

Que ya no se escuchen las bombas y las armas entre hermanos de un mismo pueblo y una misma raza, porque vendré a detener todas estas cosas, así como lo hice en el tiempo pasado.

Pero Mis señales no serán simbólicas, sino contundentes. Marcaré en el suelo una línea entre el pasado y el futuro, entre el viejo tiempo y el Nuevo Tiempo, y todo comenzará de cero. Por eso, sigan caminando a través de Mi Luz en este tiempo crucial de desafíos y de nuevas experiencias.

Aunque Mi tiempo con ustedes ya está terminando, que Mis Palabras resuenen por siempre, para que puedan reconocer la Voz del Retorno del Señor que será escuchada en todo el universo, así como la tormenta es escuchada en el cielo.

Así, los preparo para el último y gran tiempo. Y, a través de la Presencia de Mi Padre, los renuevo, y les vuelvo a dar y a entregar Mi Paz.

Que esta Maratón no sea vivida bajo un sentimiento de obligación, sino de responsabilidad espiritual, de quien está despierto y consciente de que estamos en la última hora y en el último tiempo, y de que una cuenta de la oración podría detener una guerra y la destrucción de pueblos enteros, de vidas enteras.

Que todos los que se consagraron a Mí sean responsables. Han de representarme en el fin de estos tiempos, así como Mis apóstoles del pasado Me representaron cuando Yo ya no estuve más físicamente con ellos.

El Espíritu de Dios no faltará, vendrá como en Pentecostés, como una flameante llama sobre sus cabezas para darles el Discernimiento y la Sabiduría de Dios, para que ayuden a otras almas y se donen por ellas.

Así el gran cambio será una realidad y no una promesa. Así todo será transfigurado, como el Señor fue transfigurado en el Monte Tabor.

Sean valientes y persistan. Mi Corazón está cerca de los consecuentes.

Les agradezco por escucharme y por reconocer al Señor en lo más íntimo del corazón, en donde existe la vida divina para todas las almas.

Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 113.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Segundo Mensaje

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí Mi Tierra Prometida, la Tierra de Galilea, el llamado interior de Cristo que resuena a través de los tiempos y es inextinguible.

Escuchen este Llamado, que resuena desde el corazón del universo, de la gran civilización de Andrómeda que prepara, en los mundos internos, la próxima llegada del Señor, Su esperado Retorno.

Hoy, Me alegra poder estar aquí. Ansiaba este momento de encontrarme con aquellos que siguen Mis Pasos, a pesar de sus dificultades y de sus pruebas.

Me alegra encontrarme con los Míos, con aquellos que no se cansan de decirme sí. Aunque no comprendan lo que esto significa, ese sí mueve a todo el universo y a la Creación.

Por eso, hoy, estoy aquí para volverles a presentar Mi Retiro Espiritual latente en el corazón de Tierra Santa, al cual hoy los invito a ingresar internamente en espíritu, en esencia y en alma, para que puedan recibir los códigos que Yo sembré y deposité en ese lugar a través de cada uno de Mis hechos y de Mis pasajes.

Lo más importante de todo esto, compañeros, es que hoy sus mundos internos vuelven a recordar lo que muchos vivieron en esas tierras lejanas, a través de la Palabra del Señor, a través de la Presencia del Señor, a través de la cercanía del Señor. Cada uno de esos momentos, hoy vuelve a despuntar en el horizonte del corazón de cada uno de los Míos.

No podía esperar mucho tiempo sin volver a Brasil, porque este lugar fue digno al recibirme y al aceptarme, al reconocer Mi Llamado y al seguirlo, desde la fundación de esta Comunidad-Luz Figueira.

He aquí el Señor del Árbol de la Vida que viene a renovar el Árbol de Figueira, que viene a traerles en este momento sus orígenes y sus principios, las bases que fueron fundadas a través de los autoconvocados, de los que escucharon el llamado y el mensaje a través de la Instrucción y que ha resonado permanentemente a través de los tiempos, y aunque no lo sepan esto ha hecho eco en las estrellas desde la ascensión de su instructor y maestro José.

Hoy, Él está aquí presente Conmigo, para que puedan vislumbrar y contemplar internamente que es posible vivir la transformación y la redención.

A través de José, Yo estuve presente aquí durante mucho tiempo, en cada momento de Instrucción como en cada momento de manifestación de esta Comunidad-Luz y de otras, en cada labor diaria y en cada momento compartido.

Hoy, compañeros Míos, Mi Retiro Espiritual en Galilea se une al Retiro Espiritual de este lugar, bendecido por las Gracias del Padre Eterno, para que sus almas y las almas de sus hermanos del mundo entero vivan una síntesis interior y un momento de renovación.

Por eso, Yo les digo que aún no todo terminó. En esta Obra de la Jerarquía, que se ha expandido en el mundo a través del servicio y de todas las misiones humanitarias, en este momento ustedes están vislumbrando los frutos del esfuerzo de muy pocos, pero esfuerzos verdaderos que solo Dios conoce en Su Corazón.

Por eso, Yo los invito a no temer más. Los tiempos, que ustedes y sus hermanos están atravesando, son tiempos complejos y tiempos dolorosos; pero no se olviden de que Yo estoy aquí y siempre estaré en sus vidas cuando Me llamen, cuando Me busquen, siempre que Me quieran encontrar.

Este lugar para Mí siempre será un Templo Sagrado en donde Dios, a través de Sus Jerarquías y de todas Sus herramientas, depositará la esperanza para el mundo, una esperanza que trae el Amor de Dios, el consuelo y la renovación para las almas.

Por eso, deben estar abiertos para recibir a todos los que llegan. Nunca le cierran la puerta a nadie, porque Yo podría estar detrás de cada uno de ellos.

Sean compasivos y la Sabiduría de Dios no les faltará.

Sean misericordiosos y la paz no acabará, porque el triunfo de Mi Amor aún está cerca.

Antes de Mi Retorno, esa victoria de Mi Amor se debe completar en ustedes y en sus hermanos. Recuerden que Yo les dije que se amaran los unos a los otros, así como Yo los amo sin condiciones.

Yo vengo aquí para traerles Mis más preciosas Reliquias Espirituales, las Reliquias que Yo deposité, por cada uno de los Míos, en Tierra Santa, y que hoy les presento a ustedes, espiritualmente, para darles la fuerza de la renovación, el poder de seguir adelante, superando estos tiempos, trascendiendo las formas, profundizando en los grados de amor.

En esta segunda visita, que hoy les hago, vengo por el Propósito Espiritual de este país y de las demás naciones, para que el Propósito de cada nación sea contenido, y los pueblos, de cada parte de esta región del planeta, encuentren el sentido de estar aquí, en este mundo, y la razón por la cual están aquí.

Lo que más quería en este día, compañeros, es poder estar aquí con aquellos que Me escuchan, con aquellos que reconocen Mi Voz, con aquellos que siguen Mis Pasos, superándose a sí mismos para dar testimonio de la cristificación, que comienza dentro de cada uno, en lo más pequeño, en lo que nadie puede ver. Es allí en donde Mi Obra comienza a realizarse, en la transformación de los corazones valientes, en el ánimo de los consecuentes, en la esperanza de los que viven Mi Llamado.

Recuerden que Conmigo ha venido el Arca de la Santa Alianza, reverentemente depositada en este lugar, en el corazón de esta Comunidad-Luz. Porque en esa Sagrada Arca está todo guardado, el pasado, el presente y el futuro, todos los códigos de la Creación vividos a través de los tiempos y de las civilizaciones en el universo y en la Tierra, en la entrega y en la vida interior de todos Mis compañeros.

Celebremos este momento con alegría y júbilo. Quiero ver en sus rostros la sonrisa de este momento sagrado, por todos aquellos que en el mundo no lo pueden vivir, por aquellos que en el mundo no Me pueden recibir.

Que esta comunión interna con el Maestro y Señor del Universo se pueda multiplicar en bendiciones y Gracias, no solo para ustedes, sino también para sus hermanos del mundo, especialmente para aquellos que viven la persecución, la guerra y los conflictos.

Quiero que esta Maratón sea una Maratón hacia dentro de ustedes, hacia la búsqueda incesante de su Cristo Interno.

Deseo que en esta Maratón puedan estar en su Cristo Interno, para que puedan estar en unidad Conmigo, por todo lo que su Redentor realizará durante este mes de mayo, junto con los demás Sagrados Corazones.

Les agradezco que presten atención a este pedido y que puedan seguir los impulsos del universo, impulsos espirituales que los colocarán en la sintonía correcta y en el momento correcto para poder comprender todo lo que hará la Jerarquía. Ya saben cómo hacerlo, es solo comenzar.

Hoy, quiero entregarles un mérito que no estaba previsto en Mis Planes, porque He visto la dedicación y también el esfuerzo verdadero que le han ofrecido a Mi Corazón durante la última Sagrada Semana, aun atravesando todas las tribulaciones.

¿Comprenden que estando en Mi Amor todo es posible?

Hoy, todos están aquí sanos y salvos, escuchándome, y tienen la Gracia de estar delante de Mí, así como Yo tengo la Gracia de estar delante de sus mundos internos.

El mérito que quiero concederles es una consagración especial para que, a partir del comienzo de esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, puedan ingresar con mayor profundidad en todo lo que hará la Jerarquía, sabiendo que en estos tiempos están aprendiendo a sostener  lo que el mundo no puede sostener por sí mismo, que están aprendiendo a apoyar lo que el resto de la humanidad no consigue apoyar conscientemente y que, especialmente, están aprendiendo a amar lo que el resto del mundo no ama ni considera.

Por eso, en esta Maratón reconozcan que es la hora de que se decidan a vivir Mi Escuela Crística, porque ya no hay tiempo. Y en Mi Escuela de Cristificación y de Amor aprenderán rápidamente si la aceptan; crecerán en dones, virtudes y santidad, y sus miserias ya no serán un problema, sino que su objetivo y propósito será servir a los demás, a los que están cerca y a los que están lejos, en la vida incesante de la oración para que este mundo se vuelva a equilibrar y pueda reencontrar la paz.



Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cristo dice que, con el permiso del Consejo de esta Obra, convoca aquí, a los pies de este altar, a las postulantes a auxiliadoras.

Vamos a traerle a Cristo los elementos de la consagración: las alianzas y los velos.

Nos mantenemos en sintonía y en unidad delante del Señor.

Y vamos a acompañar este momento, a pedido de Cristo, a través de la canción "Consagración".

Sirviéndonos de este momento, que nos ofrece Cristo para renovar nuestros votos, con la sagrada ley de la consagración y de la vida del espíritu. Sirviéndonos de este momento para que, delante del Corazón de Jesús, nos renovemos en nuestros votos, en nuestros principios y, sobre todo, en el servicio a Su Plan de Amor.

Nos preparamos
.

 

Padre Celestial,
que Has concebido la vida en este universo,
para que Tus Hijos y Criaturas
Te reconocieran en su interior
y Te alabaran.

Te pido,
Altísimo Señor del Universo y de la Infinita Misericordia,
que bendigas estos elementos que a partir de este día
 representarán la renovación para estos corazones,
que se postran delante del Rey Universal,
para servirlo incondicionalmente hasta sus últimos días,
a través de los votos que han sido concedidos
para todas las auxiliadoras.

Que estos elementos representen la unión Conmigo;
pero, sobre todo, que los mundos internos de estas almas
puedan restablecer su alianza Conmigo,
desposándose con el Cristo Redentor.



En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Canción: “Consagración”.

 

Hoy, Cristo está consagrando a esta hermana con el nombre de: Bethlehem.

Cristo está consagrando a esta hermana como: María de Judá.

Cristo está consagrando a esta hermana como: Sinaí.

Cristo está consagrando a esta hermana como: Betania.

Cristo está consagrando a la hermana como: María del Cenáculo.

Cristo está consagrando a la hermana como: Qumran.

Cristo está consagrando a la hermana como: María de Betsagé.

Cristo está consagrando a la hermana como: Eloheinuh.

Cristo está consagrando a la hermana como: Consuelo de Jesús.

Cristo está consagrando a la hermana como: Estrella de Israel.

 

Y tú que Me has sido fiel desde el principio y lo serás hasta el fin, que has agradado a Mi Corazón con tus obras, que has alegrado el Corazón de Mi Madre con tu generosidad, hoy quiero darte el nombre en esta consagración, un nombre muy sagrado para Mí y para Mi pueblo de Israel: Menorah.

Tu nombre para Mí, hoy será: Emmanuelle, en nombre al Creador.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y para consumar esta Consagración de las hermanas, vamos hacer la oración del Advenimiento de la Nueva Raza:
 

Señor,
que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la Palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.



¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, pueden estar más cerca de Mí, en lo alto de estas montañas de los Alpes, en donde Mi Sagrado Corazón reúne a todas las Jerarquías en solemnidad y devoción.

Hoy, pueden estar más cerca de Mí para acompañar el sentimiento profundo de su Maestro y Señor, Quien desde lo alto de estas montañas de los Alpes atrae hacia el mundo el Reino de Dios; ante un planeta ultrajado y herido, ante los Reinos de la Naturaleza violados, maltratados y lastimados por el hombre de superficie.

Desde lo alto de estas montañas de los Alpes, Mi Sagrado y Eterno Corazón hoy viene a contemplar a los heridos en la guerra, a todos los que escapan del terror y de la persecución.

Por eso, coloco a todos en Mis Brazos, principalmente a aquellos que están heridos por la guerra, lastimados por las armas; porque sus almas se pierden al estar luchando por algo que no tiene sentido; y esto trae consecuencias graves por la falta de paz, dejando a una gran parte de la humanidad en una dimensión incierta.

Pero hoy, confíen. Todas sus oraciones pronunciadas y ofrecidas a Mi Sagrado Corazón llenan el Reino de los Cielos, oraciones buenas de Mis discípulos y amigos, para que este mundo reciba una última oportunidad, una Gracia extraordinaria pero no merecida.

Porque aquí, sobre la superficie de este planeta, Mis compañeros, el Padre Eterno sabe que existen muchas almas inocentes y buenas que vinieron a este mundo para encarnar y vivir la experiencia del amor y del perdón, que vinieron a formar parte de la Tierra Prometida, aquella Tierra que fue anunciada por Mi propio Padre Eterno al pueblo de Israel.

Por esa razón, hoy estoy aquí, no solo como el Señor de la Noche, sino también como el Señor del Atardecer, Quien los invita a recogerse en el Templo de Mi Corazón Sagrado para implorar Conmigo al Padre Eterno, para que Sus altísimos ángeles y arcángeles, así como todos los ángeles de la guarda que sirven incansablemente a las almas de este planeta, puedan intervenir en los planos internos de la consciencia para disolver y destruir los planes del mal.

Aún Mi Sagrado Corazón, aún Mi Mirada amorosa y humilde, sienten y contemplan el sufrimiento de este planeta y de esta humanidad en su diversidad y, en este tiempo, este sufrimiento hunde a muchas almas; porque no solo se alejan de Dios, sino también se sumergen en un sufrimiento más profundo y difícil.

Pero hoy, desde lo alto de estas montañas de los Alpes, Yo les traigo la tabla de la salvación, la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia para el mundo entero a través de la expresión de los Rayos de Mi Corazón Sagrado, para todos aquellos que deseen y aspiren a colocarse debajo de ellos, para poder estar en comunión Conmigo y así, estando en comunión Conmigo, podrán estar en comunión con la Fuente, la Sagrada Fuente del Padre Celestial.

En este invierno frío que vive el planeta, desde los Recintos Internos de este lugar, en donde la Jerarquía también sostiene el equilibrio del planeta, comienza a nacer y a emerger desde lo profundo del planeta el sol de la esperanza y de la fe, un estado de consciencia divino y cósmico que la Jerarquía Espiritual les otorga a las almas que creen en Mi Misericordia, para que todos los corazones tengan la Gracia de superar el fin de los tiempos y la transición planetaria, sabiendo que aún deberán superar muchas barreras y obstáculos en esta vida material, sabiendo que deberán vivir con una paciencia más amplia y profunda para que, ante de cada acontecimiento planetario, sus consciencias no pierdan de vista la Ley de Mi Compasión.

En verdad les digo, compañeros, no hay otra solución para todo lo que sucede en esta humanidad. Este es el tiempo de que Mis apóstoles vivan y expresen el Amor Crístico que les permita superarse a sí mismos todos los días; que les permita colocar al otro primero como algo más importante y esencial; que les permita comprender el sufrimiento del otro, sin juzgarlo ni condenarlo; que Mi Amor Crístico les permita estar cerca de aquellos que son negados y rechazados por sus hermanos.

Por eso, les vuelvo a decir que no hay otra salida. En la Fuente de Mi Amor Misericordioso, ustedes encontrarán la fuerza espiritual e interior para poder hacerlo y, algún día, así como fue con Mis apóstoles del pasado, se darán cuenta de que del amor fraterno emergerá espontáneamente el Sagrado Espíritu de la Hermandad.

Desde lo alto de estas montañas de los Alpes y en este último Mensaje, que emito para el mundo entero, en esta fría tarde de invierno de Europa, Yo vengo a implorarles y a pedirles, Hijos de Mi Padre, que vivan en el Amor Crístico definitivamente, porque muchas almas conocidas y desconocidas por ustedes, corazones sufridos, vidas doloridas, necesitan de perdón, de amor y de redención.

Que en esta noche oscura que atraviesa la Tierra, sepan sostener la llama incandescente del Propósito Divino; sepan expresar verdaderamente el espíritu de Mi Paz, a fin de que más regiones en el mundo no sean tocadas por la oscuridad. Que la humanidad no se siga sumergiendo; porque en verdad les digo que ya no lo soporto más.

En un lugar semejante a este, en una montaña semejante a esta, su Maestro y Señor fue crucificado, muerto y sepultado, entregando hasta Su última gota de Sangre para que este planeta y esta humanidad fueran consideradas por el Proyecto de Dios, como un Proyecto posible para esta Creación y este Universo.

Unidos como hermanos, unidos como servidores, unidos como miembros de esta Orden de la Hermandad, les otorgo la protección, el cuidado, la sustentación y la unión interna con los sagrados tesoros de la Jerarquía para que este mundo ya no pierda la luz ni el amor y, más aún, les otorgo los méritos de Mi Dolorosa Pasión a fin de que en este mundo no se pierda la paz y no se olviden de que son hermanos de un mismo pueblo, hermanos de esta humanidad, proyecto sagrado del antiguo pueblo de Israel.

Ahora, Me recojo en el Padre Eterno, así como ustedes se pueden recoger en el Señor para seguir orando Conmigo, en los próximos tiempos, por todo lo que la Jerarquía aún deberá realizar en el hemisferio norte y en el resto del mundo.

Les agradezco a Mis hijos misioneros por estar abriendo las puertas en Asia, a través de Tailandia, para que más naciones de esa región del planeta reciban Mi Misericordia, tan solo a través de aquellos que Me dicen sí y caminan como Mis últimos apóstoles en este mundo; para que, a través del amor y del servicio, anuncien Mi Retorno al mundo, que está cerca.

Yo los amo, los bendigo y les vuelvo a entregar Mi Paz para que, a través de Mí, del sacrificio del Hijo del Padre, comulguen con Dios en unidad, amor y hermandad.

Agradezco a todos los que hicieron posible esta sagrada tarea en los Alpes, respondiendo al pedido de Mi Madre Celestial.

Invito a todos a acompañar de corazón la sagrada tarea de la Madre de Dios en Garabandal; así, todos los Centros Internos del hemisferio norte se encienden y se expanden en su emblemática presencia espiritual y sideral, a fin de que las almas reciban los tesoros espirituales de la Hermandad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 108.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.

Amén.
(tres veces)

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y verán venir la Luz en la peor noche del mundo, cuando todo parezca perdido. 

La Luz llegará al mundo para poder salvarlo, para poder redimirlo y así, poder rescatarlo.

Esa Luz traerá entendimiento y sabiduría, restablecerá las Leyes en el planeta, guiará a los corazones perdidos, para que todos, absolutamente todos, tengan la Gracia de reencontrar la Tierra Prometida.

Pero esto aún está por suceder, porque las naciones del mundo, es decir los pueblos, ya tomaron las decisiones de los próximos pasos a seguir, decisiones que no está unidas a Dios en muchos de los casos.

Por eso, Yo vendré como esa Luz, en la noche más oscura del mundo, para traerles a las consciencias el restablecimiento del Amor y de la Paz, del Poder que Dios Me ha dado desde el principio, por medio de Su Misericordia y de Su Compasión.

Yo vengo, con este Mensaje y en esta hora, a prepararlos. Hoy, no puedo decirles más que esto, compañeros; porque, en este tiempo definitivo, las naciones y los pueblos toman sus decisiones, y esto no le corresponde a Dios, sino a la elección de las almas, elecciones que son conscientes ante el universo y que, tarde o temprano, repercuten en toda la humanidad.

Por eso, en esta Maratón de la Divina Misericordia, Yo los llamo más que nunca al recogimiento, a silenciar sus mentes y sus ideas, a silenciar sus palabras y a ingresar conscientemente en el universo de la oración, para que la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia pueda trabajar en este mundo y, más aún, pueda disolver los acontecimientos que se aproximan en el próximo ciclo.

Por eso, deberán estar muy fortalecidos y a través de este recogimiento espiritual, que Yo les ofrezco, sus almas tendrán la chance de prepararse conscientemente para lo que llegará.

Deben fortalecerse conscientemente, buscar más que nunca la alianza con Dios, colocarse todos los días ante la Llama del Divino Propósito y preguntarse a ustedes mismos: 

¿Qué estoy haciendo?

¿Coopero con el Plan?

¿Trabajo por la paz y por el bien?

¿Soy consciente de todo lo que recibo del Universo?

¿Respondo conscientemente por todo lo que he recibido como Gracia?

En esta Maratón de la Divina Misericordia, Mis queridos compañeros, deberían replantearse la actitud de sus vidas, a través de estas preguntas; porque, tarde o temprano, a cada uno de ustedes les llegará el momento de dar el gran y último paso, para que la indiferencia, la mezquindad y hasta la ignorancia de esta humanidad se disuelva de una vez y para siempre, a través de seres conscientes y despiertos que comprenden internamente, y más allá de la vida material, lo que significa participar y corresponder al Plan de Dios.

Por eso, Yo les pido que oren por aquellos que no darán el paso. No esperen que la humanidad sea consecuente con el Plan Divino, no se ilusionen ni tengan expectativas. No busquen realizaciones en la vida material, busquen realizarse en el camino espiritual, para que sus almas estén dentro de la senda crística, despertando los dones y las virtudes, los Sagrados Impulsos que Cristo les enviará a todos Sus apóstoles de los últimos tiempos.

Por eso, tomen una postura inmediata, una postura consecuente y responsable que dé señales de entendimiento y no de incoherencias, de una madurez espiritual que la Jerarquía necesita de cada uno, sabiendo que el mundo está sufriendo completamente y que son pocas las Islas de Salvación en la superficie de la Tierra.

Por eso, decídanse, de una vez y para siempre, a ya no darle trabajo a la Jerarquía Espiritual, sino que sus vidas sean una solución viva para lo que el Plan necesita concretar y llevar adelante.

Por eso, planifiquen sus vidas conforme al Plan de la Jerarquía. Mientras mantengan el Plan de la Jerarquía en un estado secundario, no lo comprenderán y tendrán grandes dificultades para poder vivirlo y llevarlo adelante.

Por eso, redimensionen sus prioridades, y comiencen así a redimensionar sus actitudes y todas sus preferencias, porque la gran noche oscura llegará al mundo y no pasarán muchos años para que esto suceda.

Hoy, con Mi Mirada hacia el suelo, con Mi Rostro hacia Dios, con Mi Espíritu en recogimiento, les hago comprender y sentir la gravedad de estos tiempos; porque hoy Mi Corazón no se puede encender, muchos son los pecados y las faltas del mundo. Grande es Mi Misericordia por las almas y pocos son los que se deciden a poder vivirla.

Mi Vida, en este planeta, tuvo un gran significado. Den valor, en estos tiempos, a la dolorosa Pasión de Jesús, para que las almas que ya se condenaron tengan una oportunidad de redención.

¿Ahora, comprenden, compañeros Míos, el momento y el paso que están siendo llamados a vivir? La escuela cambió, ¿lo percibieron?, ¿lo comprendieron?, ¿ya lo están viviendo?

La Jerarquía no se detendrá. Muchos son los desafíos en el fin de estos tiempos, grandes son los sufrimientos que existen en esta humanidad.

¿Quién aplacará, junto con Cristo Jesús, todos los dolores del mundo, a través de una vida de entrega y de amor?

Yo los vengo a hacer madurar como Mis apóstoles, y esto ya no son solo palabras, necesito que sea una realidad en ustedes. Necesito instrumentos de paz y de bien, porque son pocos los buenos instrumentos que Yo tengo en la superficie de la Tierra.

No permitan que la Fuente de Mi Divina Misericordia se cierre. No permitan que el mundo ostente la Justicia Divina, porque no la conoce; grande es la ignorancia de la humanidad y grande es el sufrimiento de muchos corazones. Aún hay mucho que hacer por este mundo y por esta humanidad.

¿Quién tomará de Mis Manos la Sagrada Corona, la Corona de Espinas de Jesús, y la hará parte de su consciencia, para madurar Conmigo en estos tiempos y vivir la verdadera tarea planetaria que el Padre los llama a vivir?

Piensen, por un momento, en todo lo que les digo.

El mundo busca vivir en las puertas inciertas, sumergirse en el océano de la ilusión y hasta olvidarse de Dios. Por eso, más que nunca, comenzando por ustedes, deben replantear sus vidas, deben definir el camino a seguir.

Mi Corazón siempre está abierto a todos, a los que buscan la paz.

Que este encuentro sea un momento de reflexión y no un Mensaje más; que sea la base espiritual que todos necesitan para poder dar el paso, porque una vez más Yo Me ofrezco al Padre por ustedes, para que sean instrumentos de Mi Misericordia, pacificadores del Cristo Redentor.

Por último, quiero decirles que ya no hay tiempo. Deben fortalecerse en Mí, a pesar de lo que suceda o a pesar de lo que vean. Su esperanza no puede estar conmovida, debe estar fortalecida en Mí a través del Fuego del Amor que Yo les ofrezco para hacerlos libres, algún día, de ustedes mismos y de las maldades del mundo.

Yo les agradezco por escucharme y por ser conscientes de todo esto. Reciban en sus manos y, sobre todo, en sus corazones las llaves que Yo les entrego para esta transición planetaria, para que cada día estén más maduros en Cristo, porque es necesario y urgente.

No permitan que los pilares de la Obra de Dios desaparezcan de la superficie de la Tierra. 

Yo les prometí retornar al mundo y así lo haré. Por eso, los preparo para ese gran momento, para que atraviesen la noche oscura y encuentren Mi Luz en el abismo, la Luz Eterna del Amor de Dios que no cambia, que no se transfiere, sino que se multiplica en Gracia, Unidad y Sabiduría para todas las almas.

No se olviden de que tengo sed. Sacien Mi sed en esta Maratón. 

Ahora, llegó el momento de que en verdad los vea reunidos y unidos en el Propósito, a pesar de las distancias y de los acontecimientos.

Esta es la hora de su gran prueba, de que estén Conmigo o de que no estén Conmigo. Hoy, esta es Mi Verdad para aquellos que aspiran a vivir la escuela crística, aunque no la comprendan, pero sí la acepten.

Les doy Mi Paz y, a través de Mi oración. Los bendigo en esta próxima jornada orante de la Misericordia. No se olviden de Mis Palabras, a través de ellas les dejé el próximo paso, el próximo camino a seguir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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