Jueves, 30 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL MAR DE GALILEA, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 9 DE ABRIL, OCTAVO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En este día de la Resurrección del Señor, el Padre Eterno le concede a Su Hijo la Gracia de nutrir la vida espiritual de cada ser con los códigos alcanzados por el Señor en cada hecho y en cada paso por este mundo.

Esta es una Gracia desconocida, por la cual las almas pueden venir a beber de Mi Fuente, una Fuente Espiritual hoy abierta a través de la luz y del poder de las Cinco Preciosas Llagas de Jesús.

Para que esta Fuente de oportunidades pueda descender al mundo, los elementos y Reinos de la Naturaleza, creados a imagen y semejanza de Dios, hoy comulgan de este momento y acompañan la sagrada tarea interna del Redentor; completando, en este octavo día de la Sagrada Semana, una serie de impulsos espirituales específicos, que en los próximos meses llevarán a las almas a tomar su última decisión de optar por formar parte o no de la Nueva Tierra, sabiendo que aún sobre la superficie de este planeta, los seguidores y discípulos de Cristo aún deberán vivir muchas experiencias que ennoblezcan el espíritu y la consciencia, que despierten en ustedes el sagrado amor al sacrificio.

Porque así sus vidas se completarán, no por lo que la ilusión del mundo les ofrece ni tampoco viviendo sus experiencias mundanas y retrógradas; sus vidas se completarán a través de la vida interior, tomando consciencia en este momento de la importancia de responder al llamado interior que cada uno de ustedes puede vivir.

Un llamado que ya ha tocado a muchos corazones a través de los tiempos, a través de las generaciones o a través de las civilizaciones que han pasado por esta superficie para poder aprender algo, y no irse de este mundo y de esta experiencia del planeta con las manos vacías, sino con el corazón lleno de Dios, de las lecciones de la vida que Él les proporciona para que puedan crecer interiormente.

Por eso hoy, el Mar de Galilea hace resonar sus olas en este ambiente, para que las almas y, en especial, los mundos internos del planeta sepan que el Señor del Universo, el Hijo de Dios, está entregando Su último y definitivo Llamado en este último día de la Sagrada Semana, en el que las almas, que tendrán la Gracia de recibir los Sacramentos, volverán a ser bendecidas por Mi Espíritu; así como el Cuerpo del Señor en el Sepulcro fue bendecido por los ángeles de Dios, en eterna vigilia y oración; así como el Cuerpo Santo de Cristo fue ungido por las manos de las santas y humildes mujeres.

Por este mérito alcanzado por las santas mujeres de Jerusalén, hoy, vengo a retribuirle al mundo, la bendición de Mi Espíritu y la Gracia de ser bendecidos por Mí, para que sus vidas se vuelvan a definir en estos tiempos de interferencias y de persecución.

Que sus vidas se puedan definir por Cristo y para Cristo, sabiendo que existe un Plan perfecto que ya fue escrito antes de sus existencias, para que ese Plan se pueda cumplir a través de ustedes y de sus hermanos y hermanas del mundo.

¿Será que, en este octavo día de la Sagrada Semana especial en Israel, le han dado paso a sus almas para que sepan si están cumpliendo la Voluntad de Dios? 

¿Cuál fue el camino recorrido hasta el presente?

Y en ese camino, ¿cuál es el resultado para ustedes?

¿Será que Mis Palabras permanecerán?

¿Será que el cielo y la Tierra pasarán?

¿Dónde quedará guardado todo lo que les He entregado en estos ocho días? 

¿Y dónde está guardado todo lo que les entregué, desde el año 2013 hasta ahora?

No deseo que se condenen ni tampoco quiero que se justifiquen. A través de la consciencia crística madura, observen los resultados, contemplen los aciertos y aprendan de los errores. Porque así, se darán cuenta, por ustedes mismos, hasta qué punto llegaron en el camino hacia Mí, y si han conseguido verdaderamente seguir Mis Pasos firmes y determinantes hacia la meta de concretar el Plan del Creador. 

Pero, en verdad, les digo que no se sientan solos porque todos son llamados a vivir este Plan, los que están en el Cielo y los que están en la Tierra, los que están presentes en la superficie y los que están presentes en el cosmos. Cada uno se encuentra dentro de esta escuela, a través de su entrega a Cristo, porque es esa entrega que les permitirá darse cuenta hasta dónde han llegado. 

De esta síntesis y reflexión surgirá la respuesta que el universo necesita en este momento de transición planetaria; porque esta respuesta, que debe nacer de sus corazones y no de sus mentes, determinará los próximos pasos de la Jerarquía Espiritual. 

Espero que no salgan de esta Sagrada Semana habiendo solo escuchado al Señor. Espero que salgan de esta Sagrada Semana renovados y bendecidos, un poco más conscientes y un poco más disponibles; sabiendo que, en el resto del mundo, la mayoría de las almas encarnadas está absolutamente distraída y ni siquiera puede percibir Mi Amor.

Pero, ustedes han tenido la dicha de escucharme y de reencontrarme, y de recibir directamente de Mí todos los tesoros del Cielo. Una vez más apelo a que sus almas no desperdicien estos momentos; y que estén concentradas y atentas, para leer a través de Mis señales y de las señales del tiempo, todo lo que ha de venir al mundo.

Con espíritu de regocijo y de alegría, el Señor de Israel finaliza Su tarea alcanzando las metas máximas previstas y los resultados esperados por el Creador.

Espero que esta no sea la última vez que la Voz del Maestro sea escuchada desde Israel o desde otros lugares del mundo; porque la Voz del Señor resuena en el desierto, así como Su Voz hace eco en todo el universo.

Agradezco la valentía de los que siguieron hasta aquí y el amor que pudieron expresarme algunos corazones. Esto solo les fortalece la confianza en Mí, porque Yo tengo el poder sobre ustedes de cambiar sus vidas, como de cambiar los elementos.

No se olviden de que Soy el Señor Dios del Universo, la expresión inagotable del Amor-Sabiduría que siempre aspira y espera morar en el corazón humano.
 

Señor Dios,
bendice a Tu pueblo de Israel,
hoy expandido en toda la superficie de este planeta.

No mires a Tu pueblo sagrado con Justicia,
sino con Misericordia.

Que, a través del Corazón
de Tu Amadísimo Hijo, Jesucristo,
se abran las puertas de Tu Gracia,
de Tu Piedad y de Tu Perdón;
para que Tu Corazón, a través de las almas buenas,
sea reparado.

Oh, Señor Dios del Universo,
Suprema Consciencia de Amor y de Vida,
haz descender los Rayos de Tu Corazón a través de Tu Hijo,
sobre la superficie de este mundo
e impregna con Tu Código de Amor
todas las causas imposibles;
para que, una vez más,
todo sea renovado
en gloria a Ti, Creador.

Amén.
 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Miércoles, 29 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL MAR DE GALILEA, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 8 DE ABRIL, SÉPTIMO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

Si en verdad, la humanidad entera conociera el verdadero Amor de Dios, Yo les aseguro que no existiría sufrimiento ni tampoco motivo para ninguna perdición.

Por eso, hoy He comenzado a través de un profundo silencio interno, para que las almas, que Me corresponden y están despiertas, puedan sentir lo mismo que siente el Señor de Israel, Quien una vez más está aquí, con ustedes y por todos sus hermanos y hermanas del mundo entero, para bendecirlos a través de Mi Espíritu y para animarlos al camino del apostolado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En este camino que Yo les ofrezco existen desafíos, pero también existen peligros. Pero si están en confianza unidos a Mí, ¿qué habrán de temer? ¿No estoy Yo aquí y Soy su Maestro? Aquel que los conoce por dentro, no solo de este momento, sino también de otros.

Sé que parece un desafío inalcanzable; pero, en este tiempo final, Yo necesito imperiosamente preparar Mis bases espirituales a través de las almas; para que, Mi Retorno se dé primero en los corazones, para después concretar Mi Retorno al mundo, conforme está pensado por el Padre Eterno a través de la expresión de Sus Sagradas Leyes y Corrientes Universales, que colaborarán y prepararán el escenario planetario para ese momento.

Por eso, estamos en un momento de transición planetaria, en el que muchas almas y consciencias parecen no encontrar una salida o aun una explicación de lo que les sucede en sus vidas. Pero todo tiene una respuesta y, aunque no parezca, todo tiene un sentido.

Las almas se han olvidado de comulgar con las Leyes Superiores. Por eso, existe desequilibrio y desarmonía planetarios, porque desde que las Leyes básicas de los Mandamientos fueron reveladas a Moisés en el Sagrado Monte del desierto del Sinaí, el Señor del Universo, el Padre Eterno, quiso enseñarles a Sus Criaturas, Sus más pequeñas Criaturas de este universo material, cuál era el camino y la dirección a seguir para que los diferentes pueblos y culturas no se perdieran en todo lo que es superficial y mezquino.

Esas Leyes de los Mandamientos no fueron atendidas, porque no fueron aceptadas ni reconocidas y, ahora, el Señor del Universo y sus corazones contemplan la grave situación planetaria actual en la superficie, y esta cruz del tiempo final es más pesada que la que Yo cargué.

Por eso ofrezco, en estos tiempos finales, que las almas se postulen espiritualmente a ser víctimas de Mi Amor; una experiencia compleja de comprender, porque no es una experiencia mental, sino espiritual, profundamente silenciosa, anónima e imperceptible.

Esto es lo que Yo vengo a buscar por medio de estas últimas Apariciones de Cristo, no solo a preparar a los corazones y a las almas para Mi esperado Retorno al mundo, que está cerca; no solo a preparar a la humanidad para el día del Gran Juicio Final, que no será como ustedes creen o dicen por ahí; sino también vengo al mundo a través de estos Mensajes, de Mis últimos Mensajes preparatorios, a pedirles a los corazones a que se postulen para ser víctimas de Mi Amor; una experiencia real y viva, que fue parte de la vida de muchos santos y bienaventurados que estuvieron encarnados en este mundo, desde el año cero de Cristo hasta el presente.

¡Cuántos bienaventurados y víctimas de Mi Amor fueron despertando y manifestándose a través de los tiempos y de las generaciones!

¡Cuánto esas almas vivieron por Mí, dolorosamente!, no para reflejar su propio victimismo, sino para entregarse por medio del silencio y del anonimato a vivir los Sagrados Dolores del Señor, que en este tiempo necesito disolver de Mi Corazón para siempre.

La oportunidad es para todos los corazones sin excepción. Ser víctimas de Mi Amor es aún una Ley desconocida, porque es vivir en la esencia de la Ley del Amor-Sabiduría; es entregarse a Mí, sin reclamos ni condiciones, por la redención de toda la humanidad y del planeta, a fin de que algún día esta superficie se vuelva un suelo sagrado en todos los continentes y en todas las naciones; a fin de que las Leyes Superiores puedan descender y reconstruir el éter del planeta, a través del ofrecimiento de las almas víctimas de Mi Amor.

Todo esto, que hoy les digo y les presento, no es una poesía ni tampoco nada emotivo. Solo su Maestro y Señor puede aceptar y confirmar a las almas que se ofrezcan a ser víctimas de Mi Amor; porque esto significa y representa, en este tiempo final, no solo un compromiso maduro y perpetuo, sino que también representa para las almas que están encarnadas en la superficie de este planeta, que acepten vivir conscientemente su propio despojamiento interior y el absoluto vacío de ideas propias, de voluntades personales y mundanas, y que acepten vivir constantemente su purificación bajo la Ley poderosa de la Gracia del Señor, sin buscar ningún rasgo de protagonismo, aceptando trabajar y servir secretamente en constante oración.

Que esta aspiración toque el corazón de Mis compañeros, porque aún no tengo muchas víctimas de Mi Amor, solo tengo muchas almas que Me adoran y que Me aman.

Pero este paso de las almas, que se pueden postular a ser víctimas de Mi Amor, representará en este tiempo final algo único y nunca antes visto, porque podría cambiar el rumbo de esta humanidad para siempre.

Las primeras víctimas de Mi Amor fueron los apóstoles, que fueron llamados por su nombre a las orillas del Mar de Galilea y hoy, de forma semejante y no tan simbólica, sus almas están a las orillas de este Sagrado Mar de Galilea, para escuchar el llamado interior del Redentor y para que sus hermanos y hermanas del mundo entero también lo escuchen, resonando como un eco profundo en la consciencia de este Mar, que se ofrece, a través de la Madre del Mundo, como un vientre inmaculado y puro para la purificación de sus vidas y para su gran momento de consagración final.

Hoy, les dejo a ustedes este Mensaje interno que proviene de Mi Corazón; mientras que, una vez más sobre las aguas de este mar, ven pasar a Mi Barca, austera, simple y humilde, buscando llamar a las almas para cumplir Mi Aspiración, la Aspiración que es de Dios a través de su Divino Hijo.

Por eso, una vez más, a las orillas del Mar Sagrado de Galilea y, por última vez, en este tiempo final, las almas vuelven a escuchar Mi Llamado, un llamado que resuena a través del Amor, de la Vida y de Mi Camino, el camino ofrecido para los Nuevos Cristos.

Por eso, en Mis Manos, hoy llevo el Libro de la Vida, aquel libro que está formado a través de la Consciencia Sublime de Dios; porque el Padre Eterno espera escribir, a través de Su Hijo, este momento, y aguarda silenciosamente y secretamente la oferta de los corazones.

 

Una vez más, tú, Sagrado Mar de Galilea,
consciencia que refleja
la esperanza prometedora al mundo entero,
que guardas en tu profundo silencio
el Dolor de tu Maestro y Señor;
vuélvete a ofrecer en servicio incondicional por las almas
y que, en este día de aleluya,
las almas vuelvan a ser purificadas
por la Sagrada Ciencia de los Sacramentos.

Oh, Sagrado Mar de Galilea,
que te ofreces en silencio y en abnegación,
que eres testigo de las Huellas de Cristo
y has contemplado muchas veces el amor vivido
por Mis compañeros y compañeras;
vuelve a ser testigo de este sagrado momento junto a Cristo Jesús,
para que los corazones reciban la liberación que necesitan
y el despertar cada vez más consciente
a un servicio mayor, por un solo fin,
el triunfo de Mi Amor Redentor.

Que así sea.

Amén.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Martes, 28 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL MAR DE GALILEA, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 7 DE ABRIL, SEXTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Hijo de Dios se dejó morir en la Cruz para que naciera el Árbol de la Vida y las doce tribus de Israel, hoy expandidas por todo el planeta en los cuatro puntos cardinales, pudieran volver a recuperar los atributos primordiales del Proyecto Sagrado de Dios.

Después de la entrega de Cristo en la Cruz, después de haber sido traspasado Su Costado y haber derramado Agua y Sangre por las almas, después de haber derramado Su Preciosa Sangre en cada paso del Calvario, aún en este tiempo presente de la humanidad es necesario corregir a la raza de superficie. Porque, a través de estos tiempos definitivos y caóticos, el antiguo pueblo de Israel, a través de sus doce tribus, ha perdido los valores espirituales que lo formaron y lo constituyeron como un sagrado pueblo original.

Por eso, hoy, llevo sobre Mi Pecho, en el centro de Mi Cardíaco Espiritual, la Sagrada Estrella del Rey David, que es la revelación cósmica de la unión de Dios con el hombre y del hombre con Dios, en perfecta alianza, armonía y paz. Y en el centro de esta Sagrada Estrella cósmica y espiritual, el Señor de Israel lleva los doce principales atributos de las tribus de Israel guardados en Su Corazón, los que en estos tiempos precisan ser reconfigurados y precisan ser redimidos a través de las almas que necesitan retomar su camino espiritual y de evolución.

Por eso, hoy, una vez más, el Señor de Israel se presenta a ustedes y al mundo entero para reconstruir todas las cosas que están perdidas, para redimir a las almas que están distantes de Dios, para renovar la matriz espiritual de este Proyecto Genético, un Proyecto que fue una vez pensado por el Padre Eterno a través de los Elohim.

Proyecto que, como ustedes saben, comenzó en el Génesis y que, desde el Génesis hasta el presente, después de tantos errores y acontecimientos vividos por las diferentes civilizaciones humanas, en este tiempo presente ha llegado la hora, ha llegado el momento, que este Proyecto Original sea reconfigurado y redimido, a través de la sincera conversión de los corazones a la Fuente Purísima del Amor-Sabiduría de Cristo.

Por eso, hoy, desde los cielos de Israel y a través de Mi Iglesia Espiritual, el Señor vuelve a consagrar al mundo, el Señor vuelve a abrirles la puerta de la redención a las almas que lo necesitan y, ante la Ley de la Justicia Divina y Universal, los ángeles y las huestes que hoy Me acompañan sobre Israel, desde Jerusalén hasta el Mar de Galilea, estos ángeles de Dios, benditos siervos incansables del Padre Eterno, escriben en sus libros de Luz, este momento de síntesis que todos los mundos internos del planeta están viviendo ante el Señor de Israel.

Mundos internos que son llamados a vivir una síntesis a través de tres atributos: el atributo de la redención, el atributo de la reconciliación y el atributo de la consagración; escuelas internas que, en esta hora, son ofrecidas por última vez para que las almas aprendan a dar el paso seguro hacia Mi Corazón, para que la matriz cósmica que constituyó este Proyecto Genético en la superficie sea renovada por el Señor del Árbol de la Vida, y los frutos de la redención y de las virtudes de las almas buenas sean ofrecidos a los Tronos del Padre Eterno, a fin de que el castigo que debería recibir el mundo, debido a la acción de la soberbia, de la indiferencia y de la crueldad, se detenga.

Pero, hoy, las almas, en los mundos internos de Mi Iglesia Espiritual, desde el sagrado cielo de Israel, tienen la Gracia y la última oportunidad de vivir su juicio espiritual antes de que lleguen el tiempo y la hora del Retorno de Cristo.

Porque así como las doce tribus de Israel fueron llamadas a reconocer y a adorar al Dios Vivo a través del Arca de la Santa Alianza; así, el Señor del Árbol de la Vida convocará y llamará a las almas de los cuatro puntos de la Tierra en lo alto del sagrado monte de este mundo para vivir el gran momento que fue anunciado por Mí; en el que la Misericordia separará la paja del trigo para que este planeta y este Proyecto comiencen de cero, llevando en sus esencias los aprendizajes vividos, pero también los momentos compartidos con el Señor.

Hoy, las doce últimas tribus del planeta, emanaciones de las principales tribus de Israel, a través de sus insignias sagradas, de los símbolos sagrados que identifican y que reconocen a cada una de las tribus, símbolos reflejados en el centro de Mi Cardíaco, en el Centro de la Sagrada Estrella Cósmica y Universal; como humanidad tienen la Gracia de retomar el camino hacia la Casa del Padre Celestial, para ofrecerse incondicionalmente para que este Proyecto Humano siga adelante y no sea descartado, sino que sea rescatable y dé continuidad a lo que aún no cumplió ni vivió.

Por esa razón, Yo morí en la Cruz. Esto es parte de uno de Mis grandes misterios espirituales: que el Señor del Árbol de la Vida se dejó morir en la Cruz para que el Proyecto y la matriz de esta humanidad resucitaran al tercer día y, a partir de ese momento y en adelante, todo fuera renovado y redimido.

Y aunque el mundo en estos tiempos está lleno de errores, de injusticias y de indiferencias; el Señor de Israel se sirve de las almas buenas y devotas, de las almas que reconocen al Padre Eterno a través de Su Hijo Amado en el Santísimo del Altar, como en la esencia oculta de los Sacramentos.

Allí están las llaves que ustedes necesitan para que el mundo comience de nuevo. El Legado que les dejó su Maestro y Señor no fue en vano. Este Legado y esta Gracia inexplicable e inextinguible se perpetúan a través de las almas que viven y aceptan los Sacramentos.

Hoy, le pido al mundo entero y en especial a las almas despiertas que contemplen la Sagrada Estrella en el Centro Cardíaco del Señor, que vean dentro de ella los doce atributos de las tribus de Israel y que reconozcan en este momento el sagrado impulso cósmico que Yo les traigo, para que sus orígenes sean reconfigurados y reciban a través de Mi impulso espiritual la Gracia de comenzar de nuevo como una humanidad más justa y fraterna, equitativa y pacífica que esté en comunión con las Leyes Superiores para poder estar en comunión con los Cielos.

Así, Yo les hago reconocer el valor de su cruz interior; así, como el Señor de Israel que, en cada paso del Calvario, reconoció la Cruz de los pecados y no reclamó en ningún momento, sino que la besó, la abrazó y la aceptó como la propia Cruz.

Así, en esta hora, Yo los invito a aceptar la cruz que no les pertenece; esta pesada cruz planetaria que muy pocos quieren cargar por miedo, por ignorancia o por indiferencia.

Pero si confían en Mí, les aseguro que sabrán llevar esa cruz silenciosamente y anónimamente; porque nunca serán héroes a los Ojos de Dios, sino abnegados servidores en la superficie del planeta que encuentran su fuerza espiritual e interior en las Llagas de Cristo y, especialmente, en la Llaga de Su Costado, afluente incansable de la Misericordia Cósmica, Rayos de Agua y de Sangre que justifican y consagran a las almas. Rayos de Gracia que una vez más se donan al mundo en esta hora, para que el Proyecto Genético de esta antigua civilización humana vuelva a ser considerado por los Señores de la Ley, aquellas Sagradas Consciencias que son la Ley en sí mismos, y que guardan y resguardan, con amor, los Principios del Padre Eterno.

Por eso, es hora de que contemplen el descenso de las Leyes Superiores porque, en un momento inesperado, esas Leyes se detendrán, para que den paso al Retorno de Cristo, el Señor de Israel; y así, Yo pueda volver a encontrarme con los Míos.

Les dejo este Mensaje como una sagrada enseñanza de Misericordia, de Amor y de Perdón.

Les dejo este Mensaje a los corazones valientes, porque Yo no solo Me ofrezco como el Árbol de la Vida para que, a través de Mí, ustedes den frutos en abundancia; sino también Me ofrezco como Puente de Luz Celestial para que las almas lo crucen a pesar de los abismos planetarios y, así, ingresen a la nueva Consciencia Mayor que será revelada por el Padre Eterno, a través del Retorno de Su Hijo.

Aún estamos a tiempo de poder recuperarlo todo, aún estamos en tiempo de Misericordia.

Hoy, desde el Sagrado Monte Calvario donde, en los planos espirituales, se enciende y se ilumina la Estrella de la unión entre el hombre y Dios; en este Monte desde donde se expande la Consciencia Crística, a través de la presencia de la Sagrada Cruz del Redentor; bendigo, en el nombre de Israel, todas las cruces que Me han traído, para que ellas sean un símbolo de fortaleza en las almas, de amor al sacrificio y de un servicio resignado por Cristo, a fin de que triunfe el Amor Consolador en ustedes y en el mundo entero.

Que la cruz no sea un símbolo de temor. Que la cruz sea el símbolo de la trascendencia y del amor, de la superación de ustedes mismos en estos tiempos finales.

¡Alabados sean Israel y el mundo!

Que las almas despierten a esta Gracia que hoy les he traído, para que todo sea renovado y reconsagrado, a fin de preparar a los corazones para los Mil Años de Paz.

En este nuevo día de la Sagrada Semana, les agradezco por estar Conmigo en honestidad y, sobre todo, por estar Conmigo de corazón.

Dios les conceda siempre Su Paz, a través del Sacratísimo Corazón de Jesús.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Lunes, 27 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN UN BARCO, EN EL MAR DE GALILEA, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 6 DE ABRIL, QUINTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Al fin, han llegado aquí, a Mi sagrado Mar de Galilea, en donde Mi vida pública comenzó con ustedes, en donde el Redentor pisó con Sus Pies esta sagrada tierra para llamar a Sus amigos por su nombre.

Este es el Mar que refleja el Amor de Dios, el Amor de Adonai por todas Sus Criaturas.

Aquí, Yo vine a buscar a los que Me amaban. Vine a llamar a los que Me buscaban y a todos los reuní en el nombre de Adonai para que, a través del Mar de Galilea, el Pescador de almas y de corazones comenzara Su Obra de Misericordia y de Redención en el mundo, preparando a los apóstoles para dar continuidad a Mi Mensaje y a Mi Palabra.

Hoy, están sobre este Mar de Galilea, siendo acogidos por el Amor de Dios, por Su Gran Consciencia Cósmica, por esa misma Consciencia de Amor Universal que trajo al Redentor a la Tierra; el que fue anunciado por los profetas; el que fue adorado por las santas mujeres; el que fue buscado por multitudes y pueblos con el fin de que aliviara el sufrimiento, la enfermedad y la miseria humana.

En este Mar de Galilea, Dios Me presentó, por primera vez, el sacrificio que viviría por el mundo entero. Esta fue la primera iniciación de Mi Corazón ante este mundo material.

Fue aquí en donde todo comenzó para su Maestro, porque un buen Maestro siempre necesita de Sus discípulos, así como Sus discípulos necesitan de su Maestro.

Aquí, en el Mar de Galilea, está guardada la historia de Mi ofrecimiento por la humanidad, por la salvación de este Proyecto Humano.

Aquí, a través de este mar, está la Presencia de Dios y de Su Suprema Voluntad para Sus Criaturas. Este es el gran espejo de todas Sus Leyes Universales. Este es el océano de la Compasión de Dios por Sus Hijos, a través del sacrificio del Señor, Cristo Jesús.

Ahora, por un instante, recuerden lo que aquí vivieron Conmigo en Galilea, en Cafarnaúm y también en el río Jordán, donde fue anunciado el Bautismo a través del Espíritu Santo.

¡Cuántas almas, que están presentes en estos tiempos, siguieron las Huellas del Señor, por tan solo querer tocar por un momento Su Túnica, para ser curados por Cristo!

¡Cuántos aspiraron a ser tocados por el Señor, por la imposición de Sus humildes Manos, al descender la Energía Suprema para la liberación de la esclavitud humana!

¡Cuántos caminaron desde diferentes regiones y lugares para escucharme, para reconocer en sí mismos la Presencia de Dios!

¡Cuánto He vivido aquí, por ustedes y con ustedes!

¡Cuántas veces, al lado de este mar, en el silencio del Señor, He podido contemplar al Padre a través de la naturaleza y, así, poder reconocer Su Voluntad para las almas!

Este es el Mar de la Consciencia de Dios. Él escogió este humilde lugar para todo el mundo, espacio que se completaría espiritualmente con la Pasión y Muerte de su Señor en Jerusalén.

Están aquí, en este día, ante los códigos de vida, de una vida digna, evolutiva y suprema.

Están delante de uno de los espacios internos del Arca de la Santa Alianza, que guarda la experiencia más importante de la vida pública de Jesús por la redención de todo el género humano.

Y hoy, ustedes, en nombre de sus hermanos y hermanas del mundo, al igual que los apóstoles del pasado y que tantas multitudes que Me siguieron, están sobre Mi Barca; la barca de la salvación, que una vez más vuelvo a ofrecerle al mundo para que la Justicia Divina no descienda; para que descienda, así como desciende sobre este mar, la Misericordia de Dios, la Misericordia Divina que renueva todas las cosas.

Por esa razón, Yo estoy aquí con ustedes y por ustedes; volviendo a escuchar al Maestro en el Mar de Galilea; volviendo a contemplar Su mirada de servicio incondicional; sintiendo palpitar Su Corazón Misericordioso, en amor y en aspiración ardiente por las almas de las cuales tengo sed.

En esta Paz de la Consciencia de Dios, que los abraza, renueven los votos internos en esta Sagrada Semana y siéntanse parte Conmigo de este gran momento en Israel; vívanlo en nombre de toda la humanidad y del planeta para que el sufrimiento y la miseria humana sean trascendidos, para que la Misericordia del Redentor vuelva a triunfar en las almas en estos días, en todos aquellos que buscan Mi Paz.

Hoy, dejo aquí grabado este momento con ustedes, para que en los tiempos que vendrán, antes de Mi esperado Retorno al mundo, Yo pueda volver a contemplar, cuando lo necesite, este momento, así como Yo contemplo cada momento compartido con Mis apóstoles y las multitudes que venían a escuchar al Señor de Israel.

Esto es muy especial para Mí y sé que no lo comprenderán. Aunque no lo parezca, de este momento sagrado vivido con los Míos, con cada uno de sus corazones, el Señor retira la fuerza interior que necesita para seguir adelante en esta Obra de la salvación y de la redención del mundo.

Hoy, irradio este Mensaje a toda la humanidad desde el Mar de Galilea y, como les dije la última vez, ahora sí deben caminar con fe sobre las aguas, así como Pedro caminó; pero ahora serán ustedes los que deberán caminar hacia Mí en confianza, en fortaleza y en fe, para que sus miedos más profundos se disuelvan para siempre, así como los apóstoles disolvieron sus miedos internos en aquel tiempo.

Yo Soy el Señor de la Barca de la Salvación y recibo a todos sin condiciones ni reglas, porque es el Amor y la Compasión del Padre Eterno que los recibe.

Y, a través de este día en el Mar de Galilea, Yo los vuelvo a bendecir y a darles Mi Paz, la Paz que debe confortar al mundo, la Paz que debe fortalecer a las almas en estos tiempos de transición, la Paz que les debe hacer sentir que ustedes están Conmigo y Yo estoy con ustedes, en confianza y en fe, en amor y en esperanza.

Así, abro las puertas de Mi Iglesia Espiritual y Celestial para que, a través del Mar de Galilea, sus corazones vuelvan a ser bendecidos y reciban Mi Cuerpo y Mi Sangre como la última alianza definitiva con su Señor y Redentor.

Celebren este momento, así como lo celebra su Señor y Maestro, en un profundo gozo espiritual y divino por la redención de la humanidad, por el establecimiento de la paz, por el descenso del Reino Celestial en este planeta.
 

Amado Mar de Dios,
océano profundo de la Misericordia Divina,
expresión perpetua de la Compasión de Dios,
testigo fiel de la redención y de la conversión de las almas.

¡Oh, sagrado Mar de Galilea!,
reflejo de la Presencia del Único Dios,
irradia tus códigos crísticos de vida,
ofrecidos por amor en cada paso vivido por el Maestro,
reúne en este océano a todos los que tienen sed de ti.

¡Oh, sagrado Mar de Galilea!,
 reflejo de la Esperanza de Dios,
haz renacer a todas las almas del mundo,
cicatriza las heridas del sufrimiento y del error,
concédeme la Gracia de purificar a los Míos con esta agua,
para volver a bautizarlos
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Sagrado Mar de Galilea,
haz que las almas encuentren
Mi Presencia Eterna de Amor.

Amén. Amén. Amén.
Que así sea.

 

En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sábado, 25 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN JERUSALÉN, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 5 DE ABRIL, CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mantengan la serenidad y la calma en estos tiempos. No habrá otro camino, no habrá otra respuesta ante todo lo que vivirán en esos tiempos finales, sino encontrar dentro de ustedes mismos el camino de la pacificación.

Porque así se sentirán más seguros, se sentirán más confiados y conseguirán atravesar los desafíos de estos tiempos; aunque en la mayoría de las situaciones y de las experiencias no sepan cómo hacerlo, porque estos son tiempos desconocidos.

Este es el tiempo del Armagedón planetario, algo que la civilización de esta superficie está atravesando y con el cual nunca tuvo contacto ni conocimiento, aunque este tiempo ya estaba escrito. El Corazón de Dios ya lo sabía, así como también lo sabía el Corazón de Su Amadísimo Hijo.

Por eso, hoy, estoy aquí en este nuevo día de la Sagrada Semana, para seguir ayudándolos espiritualmente a aprender a atravesar el fin de estos tiempos, todo lo desconocido que hay dentro de ustedes y fuera de ustedes.

Por eso, Yo les pido que no se queden en el victimismo, que no vivan en la soberbia ni en la arrogancia; que aspiren a encontrar, en cada momento de la vida, los sagrados atributos de la resignación y de la fe para que aprendan a atravesar cada aprendizaje, cada aprendizaje que se presentará en la vida de ustedes y en la vida de sus hermanos.

Para poder aceptar todo esto, es necesario vivir en recogimiento. No significa aislarse de los demás, sino significa vivir con discernimiento cada paso, apelar a la Sabiduría Divina para que se presente y guíe a los corazones.

Estos tiempos finales serán los más fuertes para todos, pero no deben tenerles miedo, deben tener fe y confianza en Cristo.

Por esa razón, Yo estoy aquí, con ustedes y el mundo, para guiar a Mis ovejas; así como intenté una y otra vez guiar al sagrado pueblo de Israel para que nunca perdiera de vista el camino de la consagración, que los llevará a vivir la trascendencia y la ascensión para entrar en comunión con el Padre Eterno, Adonai.

Por eso, vivan cada experiencia como algo único, de la que deberán retirar una síntesis, pero también una respuesta de lo que vivieron y de lo que aprendieron. Así, no estarán confundidos y tampoco se engañarán a ustedes mismos, podrán tener luz en sus caminos para tomar decisiones sabias y correctas, para salir de esa energía que vive la humanidad en este tiempo, de lo que es impulsivo y superficial.

Por eso, deben estar siempre en comunión con el Espíritu Santo, invocar Su Presencia, invocar Sus dones y así todo se solucionará.

Pero no se olviden de que están en un tiempo de purificación y que la Ley de la Purificación, desde 1988, está activa y que aún esa Ley sigue trabajando en todo el planeta y en este universo solar.

Eso significa, compañeros, que no solo ustedes están viviendo este momento de Armagedón, concepto que las almas muchas veces comprenden incorrectamente, porque les genera perturbación o hasta desconfianza.

Así como existieron diferentes ciclos y etapas en otras humanidades del planeta, así existe el ciclo del Armagedón que es una etapa de purificación y de trascendencia. No hay nada que esté fuera de lugar, pero el Armagedón podría ser más pasajero y liviano si las almas, es decir la humanidad, no se hubiera comprometido con las fuerzas del mal tan fuertemente.

Ahora, en el tiempo actual, a través del grito de la consciencia del planeta y del conflicto en las naciones del mundo, están viendo el resultado de lo que sembraron. Y sé que, muchas, pero muchas almas no tienen nada que ver con esto, pero no se olviden de que son parte de una única raza y de un único Proyecto, y lo que una consciencia no hace bien repercute en todas las demás. Esto también es parte de una de las Leyes Universales, la Ley de Causa y Efecto.

Por eso, Yo los invito a Mis compañeros más despiertos y disponibles, a todos los peregrinos del mundo que escuchan Mis Mensajes desde hace tiempo, a que puedan replantear sus vidas todos los días, a que puedan estar alineados con las Leyes Universales y Cósmicas; porque la Ley de la Purificación seguirá actuando ampliamente, aunque no es un castigo.

La raza humana actual precisa purificarse. No podría ingresar al Reino de los Cielos sin purificación. No podría contactar los niveles superiores sin purificación. Recuerden que su propio Maestro y Señor vivió la Ley de la Purificación en el Templo, y que es algo pensado por Adonai, desde el antiguo pueblo de Israel hasta el presente.

El Mensaje del Padre Eterno siempre fue interpretado y, a través de las diferentes generaciones de la humanidad, esa interpretación del Mensaje ha producido confusiones y desvíos; porque la vivencia de las Leyes no es algo rígido ni severo, aun las Leyes que rigen a este planeta.

No hablo de las leyes humanas que fueron creadas por los hombres, que colocan a muchas almas del mundo en un proceso de perdición y de cautiverio; leyes humanas que han generado la desigualdad y el espíritu malvado de la indiferencia.

Por eso, Yo tuve que encarnar aquí, en Tierra Santa. Tuve que encarnar en el centro del pueblo de Israel para que la Ley del Amor renovara todas las leyes que ya se vivían aquí. Y el único camino para que esto fuera renovado, era el sacrificio y la entrega del Señor en la Cruz. Y aun habiendo sucedido este hecho tan importante para el mundo, antes y después de la Muerte de Cristo, la humanidad todavía sigue caminando hacia la perdición por su compromiso con las fuerzas retrógradas del mundo.

Pero, aun esas energías disociativas que hacen que el mundo sucumba, es decir los infiernos terrestres del planeta, ya saben que se les terminará el tiempo y que Mi hora de retornar al mundo está llegando, en la que volveré a reconstituir todas las Leyes Universales, a través de la implantación de Mi Gobierno Espiritual en la humanidad. Aquel Gobierno Espiritual que sutilmente el pueblo de Israel sintió en los momentos de predicación y también en los momentos de milagros inexplicables, que el propio Padre San Miguel Arcángel concedía a las almas a través de Cristo.

Pero ahora, cuando Yo retorne, vendré con la revelación del Hijo de Dios. Vendré a mostrar Mi verdadera Faz, aquella Faz que algunos de Mis apóstoles pudieron conocer en la Transfiguración en el Monte Tabor, oportunidad que ustedes tendrán aquí, en Israel, de poder conocer el Monte Tabor y de tomar contacto interno con la Ley de la Transfiguración Divina.

Pero, antes de que eso suceda, de que este impulso también lo reciba la humanidad por medio de la obra que su Señor está realizando en Israel y en Medio Oriente, Yo les pediría que se pregunten a ustedes mismos si están prontos para tomar contacto con la Ley de la Transfiguración y no resistirse ni tener miedo de que sus aspectos no evolutivos sean liberados.

Porque el contacto con los grados de amor, para quien se anima a vivirlo y quien lo tiene como regla y como determinación, representa para las almas encarnadas en la superficie actual de este mundo también desprender de sí mismas los códigos corruptos de mal, es decir, lo que el mundo llama pecados capitales.

Por eso, deben ser bien conscientes de lo que vivirán y, sobre todo, por donde pasarán, como lo es el Monte Tabor; para que cuando pasen por esa experiencia lo recuerden y se hagan responsables de lo que están haciendo.

Porque ahora, en este mismo momento, en estos primeros días que han vivido Conmigo en Israel, fuertes impulsos cósmicos se han presentado, cruces inexplicables de corrientes universales se dieron, y esto ha interceptado desde sus espíritus hasta sus cuerpos materiales, porque es algo único lo que están viviendo en nombre de todos sus hermanos.

Por eso, deben tener muy presentes la fe y la oración consciente para sostener este momento y todo lo que llegará.

De la misma forma, esto repercutirá, en esta Sagrada Semana, en los mundos internos del resto de sus hermanos y hermanas, porque la Presencia del Señor de Israel en Tierra Santa es algo único.

Piensen, por un momento, que después de Mi Ascensión, Yo nunca más retorné aquí. Y esta Sagrada Semana, en Israel, es el puente entre el pasado y el futuro de la Vida Crística que su Señor vivió aquí. Este puente es un impulso para lo nuevo que llegará y forjará, en las almas, una definición.

Mientras tanto, sigan confiando en Mí, siguiendo las Huellas del Maestro, las huellas internas de la Luz, y así todo estará bien.

Y aunque sé que una parte de sus consciencias y de la consciencia de sus hermanos no comprende absolutamente lo que significa estar aquí, en Israel, manténganse unidos a Mi Corazón Misericordioso para que siempre sean bendecidos y protegidos, y cada impulso que reciban en Tierra Santa no solo sea para ustedes, sino también para el mundo entero que tanto lo necesita.

Sigamos caminando a través de esta Sagrada Semana, preparando sus corazones y el Corazón del Maestro para el Jueves Santo, momento en el cual, una vez más, las almas del mundo podrán imitar al Señor en Su entrega, pero también en Su verdadero y sincero ofrecimiento por los demás; reviviendo la institución de la Eucaristía, el legado crístico del Amor y de la Redención, como preámbulo antes de ingresar en el Huerto Getsemaní, donde una vez más los cálices del sacrificio serán ofrecidos a los corazones.

¿Quién beberá sin temor?

Mis Gracias son para todos. Mi llamado es para todos.

La respuesta consecuente depende de Mis apóstoles para que Mi Plan se pueda concretar en este tiempo de transición planetaria.

Una vez más, bendigo estos elementos que se ofrecerán como Comunión Espiritual, así como bendigo a cada una de sus vidas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Viernes, 24 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN JERUSALÉN, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 4 DE ABRIL, TERCER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En verdad, en verdad les digo que quien no siga el camino de Mi Amor, no lo imite y no lo viva, no podrá superar el fin de estos tiempos.

Por eso, hoy dejo a Mis Pies las Sagradas Reliquias del Redentor, guardadas preciosamente en el Arca de la Santa Alianza, para recordarles a todos Mis seguidores que este es el camino que Yo les ofrezco, un único camino hacia el Amor de Mi Corazón.

Si en estos tiempos no viven ni practican el Amor Divino, hasta en las cosas más pequeñas e insignificantes, en verdad les digo que no podrán superarse y sus propias resistencias y amarguras los harán perecer.

Pero antes de que esto suceda, y ya no sea culpa o responsabilidad de nadie, Yo vengo a recordarles este sagrado atributo del Amor, por medio de las Sagradas Reliquias que hoy expongo al mundo; Reliquias que He retirado del Arca de la Santa Alianza para que las almas contemplen las experiencias crísticas del Señor y no se olviden de cuál es el camino que Yo les ofrezco para poder madurar y crecer interiormente.

A medida que los acontecimientos se presentan en la actualidad, las naciones y los pueblos sufren el caos de estos tiempos.

A medida que el cambio climático avanza de una forma inesperada para todos y que la impunidad somete a muchas consciencias, esta raza de superficie se aleja rápidamente del verdadero Amor de Dios.

Por eso, Yo les traigo este camino que siempre les presento una y otra vez, el camino del sacrificio y del amor maduro, para vivirlo y experimentarlo en nombre de la humanidad y del planeta, en nombre de la realización del Proyecto del Padre Eterno a través de esta civilización de superficie.

Por eso, ustedes deberán enfrentar situaciones y aprendizajes que tal vez nunca antes vivieron, para que cada lección vivida les permita despertar a lo que es real y verdadero, al verdadero sentido de vivir este camino que Yo les ofrezco hacia la cristificación.

¿Será que están dispuestos a vivirlos por Mí?

Hoy, debo volver a preguntarles lo mismo; porque sé que algunos mundos internos no Me están comprendiendo y todo lo que Yo les He ofrecido a través de los años no puede haber sido en vano. Todo tiene una razón y un propósito desconocido para ustedes.

Quiero que tengan muy claro que Yo llamo a cada uno de ustedes a vivir el mismo camino que vivieron Mis apóstoles del pasado, pero ahora con una intensidad y un desarrollo nunca antes visto, con una transformación segundo a segundo, a través de un acontecimiento que tal vez nunca antes vivieron o experimentaron. Esto es debido a la aceleración del fin de los tiempos y por todo lo que la humanidad debe enfrentar en este ciclo.

Porque está escrito, desde el principio, que esta última raza de superficie viviría los acontecimientos del Armagedón y, a través de estos acontecimientos, debería aprender a crecer por medio de las lecciones aprendidas; sin perder la oportunidad de crecer interiormente, de comprender y de amar el Plan más allá de cada uno de ustedes, y de ayudar a concretar ese Sagrado Plan que aún deberá cumplirse.

Por este motivo y en este nuevo día de la Sagrada Semana, les dejo las Reliquias del Señor a los núcleos internos, porque en ellas están guardadas las experiencias que Yo viví en esta superficie y, sobre todo, los códigos que ustedes necesitan para redimirse y trascenderse, para que se puedan purificar y así se puedan consagrar paso a paso.

Algo que las almas a veces no comprenden es que la consagración es gradual, no solo termina en una consagración monástica o civil. La consagración es en cada etapa de sus vidas y, diría, hasta los últimos días de sus vidas, y continúa después de esta vida.

Así, podrán comprender que aún hay un largo camino a recorrer, un largo camino para que sus almas atraviesen los aprendizajes y las lecciones de la vida, para que no solo sean mejores personas, sino también sean servidores más conscientes y disponibles para el Plan Mayor.

Porque esa consciencia sobre el Plan Mayor no solo los hará madurar, crecer y responsabilizarse; sino que aprenderán a sostener ese Plan, cueste lo que cueste, y no oscilarán ante cualquier embate o movimiento que primero pueda estar sucediendo dentro de ustedes.

¿Comprenden que el Plan no puede quedar supeditado a sus oscilaciones internas?

Es necesario colocar la Voluntad de Dios en el lugar que ella merece estar y, a partir de allí, confiar plenamente que esa Voluntad Divina se cumplirá.

Por eso, como He dicho en muchas Sagradas Semanas, vuelvo a recordarles que no pueden perderse en las cosas superficiales, en todo aquello que los aparta de su verdadero Propósito.

Si confían en Mí, se liberarán de ustedes mismos; y el camino, que ya está escrito, será trazado por el propio Padre Eterno y, así, se cumplirá en cada paso el sagrado impulso de Su Aspiración.

Hoy, les traigo estas Sagradas Reliquias del Señor, no solo para que sus almas las contemplen, las sientan, las acepten, sino también para que sus espíritus se fortalezcan, maduren, se responsabilicen de esta encarnación y comprendan que tienen parte Conmigo en todo este Plan de Amor y de Redención.

Mientras tanto, en cuanto no dan el paso definitivo que aún Yo estoy esperando en el sagrado silencio de Mi Corazón, estaré orando por los Míos; para que, algún día, y que sea pronto, comprendan que el Plan debe cumplirse y que no han venido a este mundo por casualidad, sino por un Propósito Mayor que todo el universo conoce.

Hoy, los instruyo a todos, así como He instruido en el Templo de Jerusalén; porque el Padre Me Ha pedido prepararlos y también advertirles, así como lo preparé y le advertí a todo el pueblo de Israel en aquel tiempo, sobre todo lo que iría a suceder después de la Pasión y Muerte de su Maestro.

Ahora, están en un tiempo semejante. ¿Cuál será la respuesta de Mis apóstoles?

Les dejo esta reflexión, porque aún su Maestro tiene mucho por hacer en la sagrada obra de los planos internos, en donde todo comienza y en donde todo termina.

Pidan la Gracia de poder ser consecuentes Conmigo, y la Gracia de Dios será concedida, aun a aquellos que no lo merecen.

Es tiempo de madurar, antes de que todo se desencadene en el mundo.

Seguiré rezando por ustedes y por sus hermanos, a través de Mi Iglesia Espiritual sobre Israel y el planeta.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jueves, 23 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN JERUSALÉN, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 3 DE ABRIL, SEGUNDO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ven aquí, a Mi lado, y acompáñame a Mi Iglesia Celestial; hoy, expuesta sobre Israel, en la cúpula más elevada de este universo, en donde las almas pueden percibir y sentir las puertas abiertas del Amor de Dios para el mundo entero, aunque esta humanidad aún no haya cumplido el Proyecto.

Mi Iglesia Espiritual y Celestial hoy se expone al mundo en los planos internos; para que, en el Altar Mayor del Señor, en este segundo día de la Sagrada Semana, las almas hagan su ofrecimiento al Creador.

Pero, Yo no necesito de bienes ni tampoco de frutos, no necesito de pan ni de vino; Yo necesito de ustedes, lo que verdaderamente cada uno Me podrá ofrecer en esta Sagrada Semana.

Porque esta es la Sagrada Semana más emblemática de todas, ya que el Señor de Israel se encuentra en Su tierra y, junto a todos Sus seguidores, discípulos y apóstoles, realiza Su gran tarea espiritual y planetaria por el bien de la humanidad y del planeta, por el fin de la oscuridad en este mundo, por el fin de la perdición de las almas buenas.

Por eso, no hay otro camino ni hay ninguna otra respuesta para el Señor de Israel que poder retornar a Su Sagrada Tierra; en donde Su Preciosa Sangre fue derramada en cada paso del camino del Calvario; en donde el Amor de Dios, a través de Su Hijo, fue irradiado, compartido y entregado a los Suyos en cada momento compartido en este lugar y dentro de la consciencia de Israel.

Por eso, hoy les traigo a ustedes Mi Iglesia Espiritual. Aquella Iglesia Inmaterial y Divina, fundamentada en los pilares de la lealtad, de la verdad, de la transparencia y del amor, regidos en su centro mayor por la Voluntad del Padre Eterno.

Por eso, peregrinen internamente hacia Mi Iglesia Espiritual en esta Sagrada Semana. Dejen que sus espíritus puedan volar alto, así como las aves vuelan en los cielos. Así, perderán las amarras, se liberarán de los sufrimientos y de las agonías, y a través del Amor Crístico, que hoy les traigo a todos en la solemnidad de esta Sagrada Semana, se renovarán por dentro y por fuera.

Por eso, una vez más, los invito a confiar en Mí y a seguir las señales que Yo les indico en esta sagrada peregrinación por Israel, dejando que la mente humana sea expandida por la Mente Divina, dejando que el corazón profundice en los grados de amor, a través del Amor Divino; así como en este momento, su Maestro y Señor, solemnemente, siente júbilo, gozo y alegría por volver a estar en Israel después de 2000 años, ahora llevando adelante una Misión Universal a través de las almas que en este momento se encuentran Conmigo en Israel. Almas que representan a muchas almas más en el mundo entero, en los cinco continentes, que representan a los pueblos, etnias y culturas que forman parte de este sagrado Proyecto de Dios que se renueva en esta Sagrada Semana, a través de Mi Código Crístico Transfigurador.

Por eso, los coloco delante de Mi Iglesia Espiritual, para que contemplen, por un momento, los méritos alcanzados por su Maestro y Señor en Tierra Santa; méritos que el Padre Eterno ya conoce profundamente.

En humildad y en servicio, abro las puertas de Mi Iglesia Espiritual para que sus ángeles de la guarda eleven el ofertorio hacia el Altar Mayor del Señor, en donde los ángeles depositarán su oferta interna.

Esto significará algo importante para el Creador; porque, a pesar de que la humanidad atraviesa el final de los tiempos y el auge del Armagedón, milagrosamente existen almas que son llamadas por Mí para dar testimonio de Mi Presencia y de Mi Palabra, a través de la cristificación de los corazones. Por esa razón, hoy estoy aquí de forma especial y He esperado este momento desde hace mucho tiempo.

Imaginen, por un momento, cuánto tiempo pasó para que esto sucediera. Después del primer impulso emitido por Mí, en Tierra Santa, a este grupo de almas, hace más de diez años; todos ustedes, en los planos internos, fueron preparados para este momento Conmigo; así como fueron preparados sus hermanos de la Obra. Todo ya estaba escrito y todo ya estaba pensado.

Por eso, hoy, ingresen en Mi Iglesia Espiritual y no solo profesen su fe en Cristo, sino entreguen su oferta espiritual y única; oferta que, en los planos internos de la Creación, definirá los próximos pasos de la misión de la Jerarquía Espiritual en el planeta.

Esto preparará, aunque no lo parezca, el Retorno de Cristo al mundo. Porque, cuando Yo vuelva aquí físicamente, deberé encontrar a través de Mis apóstoles, a través de Mis almas, a través de todos Mis seguidores, pilares firmes del Plan en la superficie, almas decididas y confirmadas en el Señor.

Que sigan dando los pasos hacia Cristo, así como su Maestro y Señor dio los pasos en cada momento con la Cruz. Esto le concederá al mundo, de forma inexplicable, que los méritos perpetuos del Sagrado Corazón de Jesús sean entregados a las almas más necesitadas del Amor de Dios; y que esto les conceda a las naciones del mundo una amnistía espiritual que justifique los horrores de la guerra y de los conflictos, que enmiende la tragedia y el trauma que han vivido muchos corazones y que le conceda una nueva oportunidad al mundo entero.

Todo esto, les vuelvo a repetir, dependerá de su oferta interna. Es necesaria una respuesta consecuente de la humanidad; así, la Ley sentirá que no son indiferentes a lo que les pido. Así, la Sagrada Ley del Amor Universal intercederá, actuará y le señalará a la raza de la superficie los próximos pasos para la reconstrucción espiritual y física de este planeta.

Cuando suceda, esto ayudará al alma del planeta y, más allá del planeta, aliviará al resto del universo de todas las energías de disociación que vive la humanidad de este tiempo.

Por eso, es el gran momento, de que cada uno de ustedes fortalezca la fe y ame el conocimiento que Yo les He entregado en estos últimos años, sin perder de vista todo lo que les He dicho, a fin de que aceleren su proceso de redención e ingresen conscientemente en su camino de consagración.

En estos días de la Sagrada Semana, dejaré Mi Iglesia Espiritual levitando en los espacios internos del planeta.

Recuerden que dentro de Mi Iglesia Espiritual está guardada el Arca de la Santa Alianza y que, en cada momento de oración o en cada tarea diaria, en esta Sagrada Semana, deben recordar esta expresión espiritual de Cristo, que será como un Gran Terafín de la Fuente Divina, que intercederá por este mundo y por la humanidad, así como la sagrada consciencia de la Estrella de Belén bendijo al mundo entero y lo transmutó durante los tres días previos al Nacimiento de Cristo.

Por eso, no desaprovechen este impulso que Yo les traigo.

Que sus oraciones se eleven a Mi Iglesia Espiritual y Celestial.

Que sus cantos sagrados se eleven a Mi Iglesia Espiritual; para que los ángeles, que guardan Mi Iglesia Espiritual, derramen los códigos que ustedes alcanzan a través de su amor por Mí; para que, en este mundo y su superficie, la sociedad sea más justa y fraterna, y la indiferencia y la impunidad sean erradicadas del consciente humano; para que las Leyes Universales puedan intervenir en este momento.

Mi Iglesia Espiritual, que estará suspendida en los planos internos del mundo durante esta Sagrada Semana, representa la sabiduría, la justicia y la voluntad, tres importantes atributos que la humanidad necesitará en la próxima etapa.

Oren, para que esta Iglesia Espiritual pueda irradiar sus principios, atributos y códigos; y sepan que, todos aquellos que con amor y reverencia se unan a Mi Iglesia Espiritual en cualquier lugar del mundo, sus almas serán fortalecidas con códigos especiales para estos tiempos, a través del atributo de la resistencia espiritual, a través del atributo de la vigilancia ardiente y a través del atributo del amor obediente, pilares ocultos que Cristo alcanzó en la Cruz para derrotar al adversario.

Celebren este momento con amor y con júbilo. Están junto al Señor de Israel, en Israel.
Que la Sagrada Estrella de seis puntas se encienda en sus corazones y mentes, y se selle esta alianza divina con Mi Corazón, a través de la presencia de Mi Amor Consolador.

Una vez más, los bendigo para que sigan los pasos en esta Sagrada Semana, los pasos hacia una nueva etapa y hacia un nuevo tiempo, hacia un nuevo ciclo de confirmación.

Les agradezco por estar Conmigo aquí, en Tierra Santa.

Valientes serán los que aprendan a superar los abismos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Miércoles, 22 de marzo de 2023

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN JERUSALÉN, ISRAEL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL 2 DE ABRIL, PRIMER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el pasado, llegué a estar delante de la antigua Jerusalén, por la cual lloré al vislumbrar su destrucción. Era el símbolo real, pero también interno, de la destrucción de la condición humana a través de la soberbia, de la arrogancia y de la indiferencia de los hombres y mujeres de la Tierra que no creían en la Presencia del Mesías.

Pero hoy, estoy ante la Nueva Jerusalén, la sagrada ciudad espiritual que descenderá en los próximos tiempos al planeta, junto con el Retorno de Cristo, para anunciar un nuevo tiempo, para establecer una Nueva Humanidad, libre de esas energías capitales que hacen sepultar, una y otra vez, a la consciencia humana.

Pero, en este tiempo actual, vemos una destrucción planetaria no solo de los valores que el Padre Eterno les Ha enseñado a través de los tiempos, sino también de los principios sagrados que fueron violados y ultrajados por el hombre, perdiendo el verdadero sentido y el objetivo del Propósito Espiritual, de la razón por la cual están aquí, en este planeta y sobre esta superficie.

Aunque el propio Dios encarnó a través de Su Amadísimo Hijo, y después se entregó en la Cruz, aun después de todos estos hechos y acontecimientos vividos aquí, en Israel, el hombre actual de esta superficie perdió el Propósito Espiritual.

Pero Yo vengo aquí, una vez más y a las puertas de esta nueva Sagrada Semana, para anunciarle al mundo Mi cercano Retorno.

Mas, para que esto suceda de manera concreta, aún necesito que las almas Me abran la puerta del corazón, para que Yo pueda morar y hacer nuevas todas las cosas, pudiendo purificar sus consciencias y almas de las corrientes contrarias de estos tiempos, pudiendo abrir la puerta definitiva de la redención para toda la humanidad.

Por esa razón, Yo estoy aquí, abriendo esta nueva Sagrada Semana para el mundo entero.
Aún estoy aquí, por un motivo desconocido para muchos, para poder depositar en la consciencia humana y, a través de la consciencia humana, en todo el planeta, los Códigos Crísticos que Yo alcancé aquí con tanto esfuerzo y esmero. Porque, por más que sea el Hijo de Dios, Yo Soy parte de ustedes, Soy un ser humano que se transfiguró y se iluminó, que se trascendió a Sí mismo a través del Amor que, en cada paso vivido sobre la superficie de este planeta, Yo sentí por el Padre Eterno.

Yo necesito que, algunos de los Míos, aprendan de la misma escuela. Mis Palabras no pueden quedar perdidas en el espacio de este mundo ni pueden quedar perdidas en el olvido.

Este es el tiempo en el que Yo llamo a Mis apóstoles y seguidores para que ingresen en el primer paso de la escuela de la cristificación. Pero, para que esto sea posible, primero dependerá de que cada uno de ustedes haga un profundo examen de consciencia y de reflexión, preguntándose a sí mismos:

¿Estoy dispuesto a dar la vida por Cristo, a pesar de lo que signifique o a pesar de lo que represente?

¿Estoy disponible para llevar adelante el Plan del Redentor?

¿Ante los embates del fin de los tiempos, yo fracasaré?

¿Me dejaré arrastrar por aquello que no tiene consistencia dentro de mí?

¿Cuál será mi actitud delante de la batalla del final de los tiempos?

Todas estas preguntas deberían ser parte de una profunda reflexión para cada uno de Mis compañeros y seguidores, especialmente para aquellos que dicen ser Mis apóstoles, los últimos apóstoles del fin de los tiempos.

Con esto, quiero decirles que ya pasó el tiempo de solo escuchar Mi Mensaje y de no hacer nada. Este es el tiempo, el último tiempo antes de Mi Retorno al mundo, de que Mis apóstoles vivan Mi Palabra y sean Mi propio Mensaje; amando cada día más el sagrado sacrificio que el Padre les ofrece, para hacer triunfar Mi Sagrado Corazón en este mundo; para que, a la Sangre derramada por su Maestro y Señor, sobre este suelo de Israel, se le dé el valor que ella tiene y que reverbere este Sagrado Código del Redentor hasta la próxima humanidad.

Pero, para que esto sea posible, deberán estar presentes Mis últimos apóstoles, sosteniendo con firmeza y dedicación el final de los tiempos, atendiendo a las emergencias del planeta y de la humanidad con convicción y fe, sin dejar que nada opuesto a Mi Plan les haga enfriar el corazón; porque Yo los necesito más conscientes, los necesito más sensibles y más disponibles.

¿Acaso cuando la cruz pese un poco sobre sus espaldas, ustedes retrocederán?

¿Qué fue lo que Yo hice por ustedes hasta lo alto del Monte Calvario?

¿Acaso Mi Cuerpo ya no estaba desfigurado?

¿Acaso en Mi Cuerpo ya no se guardaba ni una gota más de Sangre o partes de Mi Cuerpo no cayeron por el camino del Calvario?

¿Cuál es la profundidad del Amor Superior que es capaz de ir más allá de la ley física?
Porque cuando fui crucificado, estuve solo como hombre y como consciencia; por eso, dije: “Elí, Elí, ¿por qué Me has abandonado?”.

El Señor nunca Me abandonó. Él dejó que Yo Me cristificara como hombre encarnado en esta humanidad y en este planeta, nacido de una Purísima y Humilde Virgen, gestado a través de una Ley Suprema y desconocida aún para el mundo.

Yo los hago meditar sobre todas estas cosas porque ya no hay tiempo y, antes de Mi Retorno, aún hay mucho por hacer a través de Mis apóstoles y seguidores.

A través de su llegada a esta Tierra Santa, en este primer día de la Sagrada Semana, Mis Ojos contemplan a un grupo de consciencias representativo de la humanidad, proveniente de los continentes del mundo, representando a las diferentes razas, culturas y etnias; para que así, el Proyecto Genético sea renovado a través de los que se adhieren al camino crístico, a través de los que se unen al Corazón del Maestro.

Sé que, en este momento, no comprenderán todo lo que les He dicho; pero en esta Sagrada Semana sigan orando de corazón y dejen que Mi Mensaje se profundice en el espíritu de cada uno de ustedes, porque la Nueva Jerusalén hoy desciende junto con el Rey del Universo y abre sus puertas celestiales para que las almas ingresen en Mi Iglesia Celestial y, una vez más, comulguen conscientemente de los Códigos Crísticos que Yo alcancé en esta nación, a través del sagrado pueblo de Israel.

En este día, el primer día de la Sagrada Semana, cuando el Señor entra triunfante en Jerusalén, todas las Jerarquías, y ustedes también, viven una síntesis espiritual de la historia de esta humanidad, a través de las diferentes civilizaciones, pueblos y culturas que han pasado por este planeta.

¿Cómo todo este misterio transfigurará a la humanidad?

¿Cómo todo este misterio convertirá a los hombres y mujeres del planeta?

A través de una única y noble Ley, la Ley del Amor Crístico que, en cada pasaje por esta Tierra Santa, Yo les revelaré y les presentaré con alegría, gozo y júbilo, a través de la celebración de esta nueva Sagrada Semana.

Por eso, que sus corazones y consciencias ya no retengan nada más; que los oídos del corazón se abran para escuchar el sagrado canto de los ángeles de Israel, de los ángeles que anunciaron la Encarnación del Mesías, de los ángeles que anunciaron la Resurrección de Cristo, y que muchos de los Míos escucharon conscientemente en este lugar.

¿Acaso se han dado cuenta, en este momento que, en los planos internos de este país, del sagrado pueblo de Israel, están delante del Retiro Espiritual de Cristo Jesús, donde las Reliquias más preciosas y espirituales se guardan en este lugar?

Retiro concebido por la Sangre del Señor derramada a través del Camino del Calvario, al cargar con la Cruz de los pecados del mundo, para que ustedes no perdieran la oportunidad de recibir el Amor de Dios, y tuvieran la Gracia de aprender a amar, así como Yo los amo.

Con estas primeras Palabras, en este primer día triunfante de la Sagrada Semana, a las puertas de la antigua Jerusalén y ante el descenso de la Nueva Jerusalén, su Maestro y Señor los prepara para que todos conscientemente sigan los mismos pasos que Yo di en Tierra Santa; y así, recojan, a través de la simple y humilde oración del corazón, los Códigos Crísticos que Yo deposité en este lugar.

Para que puedan vivir esto, verdaderamente, Yo debo bendecirlos una vez más a ustedes y a todos sus hermanos. Y pidan la Gracia al Universo de Dios de que, después de todos estos impulsos que recibirán en esta Sagrada Semana, sean consecuentes con lo que han recibido de Mi Corazón Misericordioso y Redentor.

Abriendo las puertas a este sagrado evento de la Semana Santa, que el Padre Eterno los renueve y los bendiga a través de Su Amadísimo Hijo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Domingo, 12 de marzo de 2023

El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL 17 DE MARZO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Cena está servida, pero muy pocos quieren venir a servirse de Mi Banquete Espiritual.
Yo les ofrezco a los Míos todo lo que tengo. Yo les ofrezco a los Míos todo lo que Soy y, en verdad, les digo que no les pido nada a cambio.

Así, espero que los Míos respondan igual, que siempre lo puedan dar todo sin nada a cambio; porque esta es la sabiduría de la Ley del Amor, de aquel corazón que vive en su propio vacío, de aquel corazón que se despoja de sí mismo y que no teme dar los pasos en confianza hacia Mí.

Porque lo que Yo tengo preparado para cada uno de los Míos, aún nadie lo conoce ni lo sabe. Yo tengo guardado en el Paraíso las maravillas más perfectas y sagradas para Mis apóstoles.

Por eso, sé de la hora de cada uno de ustedes. Sé de la hora en que subirán a los Cielos para encontrarse Conmigo, para que Me entreguen el triunfo de su corona de espinas, de cada momento y de cada experiencia vivida en la Tierra como los frutos más perfectos para Dios, los frutos de la donación.

Hoy, He venido aquí de forma extraordinaria. Han preparado la casa para recibirme y una vez más les digo: “Aquí estoy, recibiendo la oferta de su consagración; porque en lo profundo de Mi Corazón sabía que esta hora y este día llegarían”.

Y, así, quiero que hoy comprendan el significado de los ciclos; el tiempo sagrado de las oportunidades; el momento único de la entrega interior, en el que Dios contempla atentamente sus pasos, en el que Dios conoce en el silencio sus sufrimientos y pruebas. A pesar de todo lo que el Padre Eterno ve de este mundo, todo, absolutamente todo, está bajo Su Mirada Paternal.

Por eso, en este día, Él Me Ha enviado aquí, de forma extraordinaria, para comulgar con aquellos que comienzan a subir los escalones de la consagración; que, en confianza a su Señor Jesucristo, caminan rumbo a lo que es desconocido e inmaterial, en donde Dios tiene un espacio y un lugar para cada uno de ustedes, para que algún día se puedan fundir en Su Absoluto Vacío y, así, no quieran ser nada más, pero sí quieran serlo todo en el Creador.
Hoy, He recibido la Gracia de tener este tiempo con ustedes; de poder reaparecerme a ustedes, así como Me reaparecí a Mis apóstoles en Jerusalén.

Y ante las puertas de Israel, de la sagrada misión espiritual que su Maestro compartirá con ustedes, quiero que hoy puedan sentir, interna y espiritualmente, lo mismo que Yo sentí cuando su Maestro y Señor entró en Jerusalén, y el mismo Dios Vivo fue reconocido, adorado y alabado por los hombres. Y, en ese día, nadie murió en la Tierra, porque la Gracia de Dios descendió en abundancia y en Misericordia en las almas, estableciendo Sus más preciados Dones y Virtudes en los corazones.

Tomando este ejemplo y este hecho, de la entrada triunfante de Cristo en Jerusalén, Yo los preparo, a partir de este momento, para Mi sagrada tarea en Israel y en Medio Oriente, como también en Turquía y en Siria.

A partir de este hecho y de este ejemplo, quiero compartir con ustedes una síntesis y también una reflexión sobre este ciclo de fructificación, de todo lo que Yo mismo He acompañado de cerca, aunque no lo parezca.

Y en esta tarde, en la que almas se consagran a la vida crística y misionera, quiero expresar un gesto fraterno de amor y también de protección a aquellos que se animan a caminar hacia Mí en confianza, respondiendo a Mi Voluntad Suprema, por más que no la conozcan profundamente, uniéndose a Mi Amor Eterno para aliviar el sufrimiento del planeta, para que el amor pueda curar el dolor.

Por eso, hoy, Aadrika, Tissianie y Timóteo reciben de Mis Manos Mi Sagrada Corona de Espinas, el símbolo de la sagrada resignación ante el Señor.

Porque, así como hoy están Conmigo en esta solemne tarde de consagración, así también estuvieron en otros tiempos Conmigo, en Israel; solo que hoy vuelven a recordarlo en lo más profundo del alma y del espíritu, en comunión con la Vida del Maestro y Señor.

Después de más de quince años de esta Orden consagrada por Mí, en estos últimos siete años transcurridos hasta el presente, a través del Mensaje y de la Palabra de la Madre de Dios, las almas fueron llamadas y convocadas a servir en las Misiones Humanitarias. Fueron llamadas a vivir un desafío mayor que sus consciencias; fueron llamadas a ser embajadoras del servicio abnegado y de la caridad; fueron convocadas a ser chispas del Amor de Cristo en la oscuridad; para que, a través del servicio a los más necesitados y vulnerables en cualquier parte de este mundo, ustedes pudieran estar delante del sufrimiento del Señor a través de los inocentes, en el llanto del niño que está perdido, en el dolor de los huérfanos y de los descartados, en la enfermedad de los que no son acogidos, en la desesperación de los que escapan de las guerras y de los conflictos.

Estuvieron ante Mí en los que son olvidados y repudiados, en los que son esclavos de los sistemas corruptos de este mundo. Muchas veces estuvieron ante Mí delante de los que sufren los desastres naturales y migratorios; pero también, Conmigo, estuvieron delante de los que son indiferentes y malvados.

Muchas veces pasé delante de ustedes y de sus hermanos, y pocos aun pudieron reconocerme.

Vean cuántos son ustedes, y podrán darse cuenta de cuán pocos respondieron a Mi Llamado. A todos les ofrecí las Gracias más profundas de Mi Corazón, pero pocos pudieron apreciarlas y reconocerlas.

Pero hoy vengo aquí por aquellos que siguen adelante y confían en Mí; porque, como hace dos mil años, se vuelve a cumplir Mi Sagrada Profecía.

Los enviaré de dos en dos a los lugares más sufridos del mundo, en donde no solo falta el alimento, sino falta el amor; en donde no solo falta un hogar, sino también falta la compasión; en donde no solo falta el agua, sino también falta la Fuente Suprema de Dios en cada corazón.

Delante de la próxima misión espiritual a Israel y a Turquía, vengo a rogarle al mundo que escuche Mi Voz, y que sepa que tengo sed. Aún sigo por este mundo, esperando a que Me ayuden a través de los necesitados.

¿Hasta dónde llegará la indiferencia de los hombres?

¿Dónde está la sensatez de la humanidad?

¿Por qué el corazón está siendo endurecido por la indiferencia, después que el propio Dios Vivo derramó Su Sangre en cada paso del Calvario?

¿Dónde está la esencia de la caridad?

Dios no hizo este mundo para los indiferentes. Dios no creo el universo para los egoístas. Él no se dejó flagelar y morir en la Cruz por los ingratos.

¿Qué más debo hacer para que el mundo cambie?

Pero sí, Me consuelo con la voz de los inocentes de África y de otras partes del mundo que, sumergidos en la grave necesidad, no pierden la fe en Mí; porque la fe que surge y que nace de sus corazones es su propio alimento e inexplicablemente supera toda condición humana.

Aun siendo seres encarnados en este mundo, la fe de los pequeños y de los inocentes renueva todas las cosas y, a pesar de las guerras, le concede al mundo un tiempo inexplicable de paz. La fe de los descartados y olvidados le concede al planeta el equilibrio de su eje; porque ellos viven en Dios y Dios vive en ellos, así como Dios vive en Su Hijo y Su Hijo vive en Dios.

Con el grito más profundo de Mi Corazón, les digo a los que aún no dieron el paso que respondan y escuchen a Dios; porque la hora más difícil se aproxima, así como el Señor vivió Su hora más difícil en el Huerto Getsemaní.

No tengo nada más que ofrecerles, sino esta realidad.

¿Quién será capaz de no perder ya más tiempo?

¿Quién se decidirá a ser una pieza dentro del gran puzle del Plan?

Una Nueva Tierra no puede ser construida con inconsecuentes.

Ya ha sido todo dicho. Por eso, hoy Me arrodillo delante de los que se consagran; porque solo Dios sabe sobre la realidad de cada corazón, que se esconde en lo profundo del espíritu y del alma.

Después de estos años honestos de esfuerzo con los sufridos hermanos de Venezuela, a través de la Misión Roraima Humanitaria, ahora llega el ciclo de recoger los frutos de la entrega, permitiendo que Mi Amor Redentor y Consolador descienda sobre África, Polonia, Turquía y el mundo entero, permitiendo que las almas descartadas y desconsideradas por el mundo formen parte de Mi Reino Celestial.

Eso es para Mí algo inexplicable, es un Misterio de Dios, en el que Él puede obrar a través de Sus Hijos, de los que le dicen sí al servicio y a la donación, sin nada a cambio, solo con el fin de consolar Mi Corazón. Por eso, hoy, bendigo a los que son valientes, más allá de sus imperfecciones o de sus miserias.

Yo no vengo a señalar lo que no está bien. Yo vengo a buscar lo que les dejé como talentos hace dos mil años. Es así que se cumple la Palabra del Señor, la Sagrada Profecía revelada por el Ángel de Dios en el Huerto Getsemaní; que, a pesar de la oscuridad que rodeaba al Maestro, las visiones de los Nuevos Cristos del fin de los tiempos que erguirían Mi Iglesia Celestial a través de su vida y de su consagración, en la hora más dura del Señor, en la que el Cáliz de los pecados debía ser bebido por Mí, el despertar de los Nuevos Cristos Me consoló y Me dio la fuerza para decir sí.

Hoy, vengo a reconocer lo que nadie ve; por eso, estoy aquí.

Y los bendeciré a través de los Sacramentos, como señal inextinguible de Mi Presencia, de la Presencia del Amor Eterno de Dios en Sus Hijos. Que todo esto sea por el bien de la humanidad y del planeta, para que ya no se derrame más sangre inocente en este mundo, para que la guerra no se precipite sobre la humanidad, porque la Mano del Hijo de Dios lo detiene a través de los que aceptan la Corona de Cristo.
 

Elohenu, Adonai, Eli,
guarda en Tu Corazón este sagrado momento,
una de las tantas promesas que Me diste
en el Huerto Getsemaní.
Y hoy, ante los que aspiran a vivir
el camino de la simplicidad y de la entrega,
Mis Ojos se iluminan por poder ver este momento
que Tú, Señor, cuidadosamente has preparado
para Tus Hijos y para Mí.
Por eso, Te alabo, Adonai,
y Te agradezco, Sagrado Padre,
porque ante un mundo tan confuso y oscuro,
Tu Reino Celestial despierta en los corazones simples.



Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, les vamos a pedir que se aproximen aquí a Tissianie, Aadrika y Timóteo.

 

Queridos hijos y apóstoles, misioneros del Amor de Mi Corazón, en el nombre de Nuestro Señor, Adonai, Elohenu, Abba, vengo una vez más para bendecirlos, y con plenitud y Amor consagrarlos en esta sagrada misión de dar la vida por Mí.

Aadrika, hoy te consagro, en el nombre de Mi Madre Celestial, con el nombre de Shalom.

Timóteo, tú tienes ya un nombre especial para Mí, muy significativo para esta encarnación.

Tissianie, Yo te consagro con el nombre de Aajhmaná, para que el alimento espiritual de los Cielos sea el que nutra tu espíritu y vida.

¡Gracias por esta animada respuesta, rumbo al encuentro del Amor desconocido!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.     

Domingo, 5 de marzo de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN NERJA, MÁLAGA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 112.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo los invito, una vez más, a caminar sobre las aguas y a seguir Mis Pasos sin temer que sus pies puedan fallar; porque por donde Yo los invito a caminar es sobre la Consciencia Sublime del universo, en donde sus seres se podrán expandir y realizar, a través de la honesta unión Conmigo.

Por eso, hoy, vengo caminando sobre las aguas, para que tengan fe en el momento de caminar sobre los océanos, sin temor a fallar o a hundirse, porque Yo los vengo a rescatar en este tiempo. Vengo a llamarlos por su nombre para que sigan Mi Camino hacia la Luz de Dios.
Porque después de toda esta trayectoria vivida y realizada en el planeta, como ya les dije una vez, sus almas y consciencias deberán fundirse en la Fuente Inmaterial para que, finalmente, este Proyecto Humano se pueda renovar, y así la Nueva Tierra se pueda concretar en la superficie, libre del pecado, de la indiferencia y de la soberbia.

Por eso, caminen sobre las aguas, así como Pedro también caminó, siendo el apóstol más imperfecto de todos y, aun así, él se superó al ver al Maestro caminando sobre las aguas.

¿Qué fue lo que sostuvo a Pedro sobre el océano?

No solo fue ver al Señor de la Noche, sino fue haber despertado su fe profunda e interna, que lo ayudó a superar sus propios límites de la consciencia y de la vida material. Su fe, impregnada del amor por el Maestro, fue lo que le permitió a Pedro, el apóstol, llegar hacia Mí sobre las aguas. Por eso, Yo le dije: “Ten fe”.

Y hoy, les digo a ustedes que tengan fe y que confíen en todo lo que Yo les digo y les pido, porque llegarán tiempos en los que no solo deberán aprender a caminar sobre las aguas de la consciencia para aprender a sostenerse y a no hundirse, sino que también llegará el tiempo de que ustedes aprendan a sostener a sus seres queridos y familias; a fin de que al menos un grupo menor de consciencias y de almas resguarde el Sagrado Proyecto de la familia universal en este planeta.

La misión de esta Obra, fundada por Mí, a través de las familias es la más importante, porque ustedes no deben ayudar a cambiar los modos de las familias, sino deben expresar a través de sus ejemplos los valores de la familia espiritual; valores que en las familias se están perdiendo en este tiempo final por diferentes razones y motivos, por la interferencia de las modernidades y por las almas vivir alejadas de Dios.

Yo, como miembro de la Sagrada Familia de Nazaret, los invito a rezar Conmigo, para esta próxima Semana Santa, por las familias; para que la célula principal del Proyecto de Dios en este planeta se pueda seguir expresando a través de una familia evolutiva, que estará en comunión con la Creación y con la naturaleza.

Por eso, hoy, les traigo los valores de la Sagrada Familia de Nazaret porque los necesitan, los hechos más importantes que Yo viví junto con Mi Madre y San José, intentando dejar expresados en esta superficie los valores de la Espiritualidad Divina.

Si esta situación espiritual no es atendida, ante la necesidad que tienen las familias en este tiempo, el Proyecto Humano no se podrá realizar.

Por eso, cuando Yo retorne al mundo también llamaré a sus familias y a las familias del mundo entero, que estén presentes físicamente en Mi Retorno, para que reciban Mi Mensaje y también Mi Bendición Paternal, para que el núcleo más profundo de las familias del mundo sea liberado de la esclavitud espiritual y, así, cada miembro de la familia pueda realizar finalmente su Propósito, la misión que cada miembro de la familia vino a vivir en el fin de estos tiempos.

Para que todas esas aspiraciones se cumplan, ustedes deberán animarse a caminar sobre las aguas, superar los propios límites de su consciencia, disolviendo sus miedos y angustias, renaciendo una y otra vez, a través de Mi Llamado.

Por eso, hoy, los coloco una vez más ante el Universo de la Consciencia de Dios, a través de este Mar Mediterráneo, para que las heridas más profundas sean cicatrizadas, especialmente en aquellos que vivieron el naufragio y que, como familia de esta humanidad, no fueron ayudados, fueron descartados.    

Vengo a colocarme ante ustedes y Dios como Mediador y Juez Espiritual, para que las faltas que aquí se cometieron sean enmendadas a través del paso que darán Mis apóstoles sobre las aguas, sin olvidarse de que esta humanidad necesita una imperiosa redención.

Por eso, sobre este Mar Mediterráneo y como Pescador de almas y corazones, así como les dije a Mis apóstoles en el Mar de Galilea, hoy les digo a ustedes, ante este Mar Mediterráneo, que suban a Mi barca espiritual porque aún deben conocer universos de amor que no conocen, deben conocer universos de servicio que aún no conocen, y deberán alcanzar el puerto seguro en el Corazón de Dios, porque cuando lleguen a este Puerto Espiritual y Sublime todo estará consumado, así como el Hijo de Dios tuvo Su consumación en la Cruz, en el momento de Su Expiración.

Quiero que Mi Mensaje no solo resuene en este océano, sino que Mi Mensaje y Mi Palabra reverbere en sus corazones y vidas para que tengan bien presente que es tiempo de que sean otros, y que, despojados y vacíos de ustedes mismos, sin ninguna carga sobre sus espaldas o consciencias, caminen libres sobre los océanos, así como Yo les pido, sintiendo la elevación del espíritu, la comunión con el alma, la unión predilecta con Mi Corazón.

Hoy, les dejo este Mensaje a los valientes.

Hoy, les dejo este Mensaje para impulsar a los tibios.

Hoy, les entrego este impulso a los que tienen coraje de seguirme y de reconocerme como su Único y Gran Maestro entre los Maestros, como el Camino, la Verdad y la Vida.

Hoy, permaneceré en oración sobre los océanos, ayudando a su gran consciencia espiritual, a la consciencia espiritual de los océanos, testigos fieles de los errores y las indiferencias del mundo, que ahora es reparado y reconstruido espiritualmente.

Por eso, caminen con fe sobre los océanos y no se desanimen. Ya no se consideren miserables o pecadores, considérense parte de Mi Cuerpo Místico y Espiritual, células del Gran Cuerpo de Luz de Cristo en redención. Así, vivirán con más amplitud lo que Yo les pido y, en esta hora de inflexión planetaria, sus espíritus los ayudarán a cumplir Mis aspiraciones en este plano material, así como Yo lo espero hace tanto tiempo.

Mi barca tiene un lugar para cada uno de ustedes. Los espero siempre para navegar en la Consciencia de Dios, a través del absoluto vacío y del encuentro con el Todo.

Por último, les quisiera agradecer a los hermanos que están aquí, que vinieron de diferentes lugares de Europa a encontrarse Conmigo, cara a cara, a reafirmar a través de ellos la unión Conmigo, a decirme:
 

“Maestro, aquí estoy
y aquí está mi corazón por Ti.
Mi corazón, Señor, es Tuyo
y Te lo entrego en confianza
para que Tú lo conviertas, Señor,
en un instrumento de la paz,
en la emanación profunda que siento de Tu Amor,
a fin de que ese Amor, Maestro, se irradie al mundo
y a todos los que tengo a mi alrededor,
para que Tu Amor, Señor, libere a las almas
y todos celebremos, en esta hora,
la comunión con Tu Amor,
el Flameante Amor de Tu Corazón Misericordioso”.


Eso es lo que escucho de los corazones honestos, de los que no le temen a la transformación y de los que se arriesgan a decirme sí en cada nuevo paso.

Con este sentimiento de sus corazones, Yo Me retiro y Me recojo en oración, cumpliendo en esta tercera Aparición con lo que el Padre Me pidió; dejándolos prontos para ingresar en Israel, en donde podrán sentirme muy cerca, para que también sus hermanos Me sientan cerca a pesar de la distancia, para que sigamos comulgando del Amor del Creador.

Ahora, los invito, una vez más, a prepararse para la Comunión Espiritual y a ofrecer esta Comunión por los refugiados y descartados del mundo; a fin de que el insondable universo de la Misericordia de Cristo justifique los graves errores de la guerra, de la destrucción, del aborto, del descarte y de la indiferencia humana, para que todo sea convertido, así como Mi Corazón los convirtió en cada paso de la Cruz, renovando la vida planetaria.

Me despido en gratitud, amor y fe.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sábado, 4 de marzo de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN NERJA, MÁLAGA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 112.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No busco lo perfecto o lo maravilloso que eres. Yo busco la verdadera honestidad de tu corazón que, unida a Mí, se pueda reflejar en tu vida y en tu consciencia. Yo les dije esto a los apóstoles y, hoy, se los digo a ustedes, compañeros.

No necesito que tu vida sea perfecta o realizada; necesito que tu vida se rinda a Mis Pies, así como las santas mujeres se rindieron a los Pies del Maestro y no buscaron nada para sí mismas, solamente complacer y adorar al Señor.

Por eso, en este momento, vacíate una vez más ante Mí y ten presente, en este instante, cuántas maravillas Dios Ha realizado en tu vida y en la vida de tus hermanos; cuántas Gracias y tesoros Él Ha derramado a través de la Presencia de Su Amadísimo Hijo en la Tierra y, aún más, Él Ha multiplicado Sus Gracias y Sus prodigios en los corazones de los Míos.

Entonces, en esta dura hora del planeta, Yo te pido: “Vacíate de todo ante Mí, una vez más, y deja que Yo te pueda ungir con Mi Luz; deja que Yo te pueda abrazar con Mi Amor, para que tú no seas nada, sino puedas ser todo en el Padre Eterno. Así como Su Hijo lo es en el Padre, el Padre lo es en Su Hijo”.

En este vacío, que Yo los invito a vivir, también los invito a despojarse de aquello que los apremia o que los atormenta; porque su Señor, el Rey del Universo, conoce a todas las amarras espirituales que viven las almas; conoce a todas las cadenas que los aprisionan.

Y para la victoria de su Maestro y Señor nada es imposible, porque quien está Conmigo y Yo estoy con él, le aseguro que se liberará, y cada paso de la vida será un aprendizaje, será una lección y una sabiduría vivida para que, en cada momento, aprendan a crecer en el amor y en la verdad; porque Yo los necesito, en este tiempo, en el amor y en la verdad.

Pero para que las almas puedan estar en ese amor y en esa verdad, deben estar en el vacío de sí mismas, así como su Maestro y Señor estuvo vacío de Sí mismo en el Huerto Getsemaní, en el momento de Su condenación, en el juicio de los fariseos, en cada paso del Calvario como en la crucifixión, su Maestro y Señor estuvo vacío de Sí mismo para que estuviera Dios sufriendo por ustedes; porque quiero que sepan, de una vez y para siempre, que el Dios Vivo sufrió por ustedes en la Cruz.

Él descendió de la Fuente y del Universo para salvarlos y rescatarlos. Y el poderoso Amor del Dios Vivo se hizo tan pequeño e insignificante que nació en un pesebre, donde los adversarios nunca podrían pensar que Dios estaba allí.

Así, el Amor del Padre, a través de Su Hijo, derrota a los poderosos, humilla a los soberbios, despoja a los que desperdician las riquezas, y da Sus más preciados tesoros espirituales a los más pobres de corazón, a los más humildes en su interior. Y Él ennoblece y eleva, a través de Su Presencia, a los que reconocen Su Nombre Sideral, Adonai.

Sé que la cruz está pesada para muchos, pero les aseguro, ante este Mar Mediterráneo, en donde rezo profundamente por las heridas y ultrajes ocasionados a los más inocentes, que existen cruces peores que las suyas; porque así, Yo puedo ayudarles a cargar su propia cruz, sin que lo perciban.

Pero Yo necesito, en este tiempo final y desafiador, que ustedes Me ayuden a cargar con la cruz del planeta, porque muchos no la quieren cargar ni soportar por temor a lo que sentirán o padecerán.

Pero no se olviden de lo que una vez les dije, que Yo no vengo aquí a pedir nuevos crucificados, porque el Dios Vivo ya se dejó crucificar por ustedes, para que se pudieran liberar del mal.

Yo vengo a buscar víctimas que se postulen a Mi Amor. Vengo a llamar a las víctimas de Mi Amor Misericordioso, que no solo reconozcan, una y otra vez, la Presencia del Señor en sus vidas, sino que también reconozcan el poder de Su Sangre y de Su Agua, afluentes infinitos convertidos y transustanciados en los Rayos sublimes y poderosos de la Divina Misericordia; que, una y otra vez, Yo le ofrezco al mundo incansablemente para la liberación de las almas de toda esclavitud espiritual, como también de los infiernos de este mundo que tragan a muchos.

Por el poder de Mi Sangre derramada en cada paso del camino del Calvario, Yo les vengo a demostrar el sacrificio y la sagrada entrega del Señor, a través de Su más absoluto silencio, que derrotó a los enemigos, que estaban en contra del Plan de Dios.

Y a pesar de que Mis apóstoles Me abandonaron en el momento más culminante de Mi Vida, en el que Yo más los necesitaba, fui consolado y sostenido espiritualmente por las santas mujeres que, con su propia oración y éxtasis, le ayudaron internamente al Señor hasta ungirlo con los aceites más preciados de Tierra Santa, preparando la sepultura del Señor, porque ellas sabían claramente sobre el día de Mi Gloriosa Resurrección.

Con este hecho, que hoy les traigo a todos, los invito a vivir el Rayo de la Resurrección, porque cada uno de ustedes lo necesitará en este tiempo para aprender a comenzar nuevamente todos los días, a pesar de los aprendizajes y de las lecciones de la vida, a pesar de los embates o de las interferencias.

Yo les vengo a enseñar a través del Rayo de la Resurrección sobre el poder de la trascendencia y de la renovación, algo que su propio Maestro vivió en el Sepulcro, al tercer día, al haber resucitado, y al haber sido adorado y reconocido como el Dios Vivo por todos los ángeles del Universo.

Quiero que lleven este impulso en el corazón y en la esencia para que, con coraje, valentía y determinación, aprendan a superar el fin de los tiempos; porque aún habrá mucho por atravesar, aprender y crecer internamente, y Yo los apoyaré para que vivan las nuevas experiencias crísticas.

Cuando sientan que la tensión es demasiado ardiente o la presión parezca muy grande, recuerden que estarán delante del gran paso de la cristificación, porque son pasos graduales y maduros para aquellos que se deciden a atravesarlos.

Es así como Yo hago surgir a los Nuevos Cristos, no solo porque recuerdan Mi Presencia en este mundo y en la humanidad, que es una Presencia imborrable e inextinguible, sino también porque Mis apóstoles se animan a caminar a Mi lado en cada nueva convocatoria, más allá de las consecuencias o aun de la familia.

Yo les prometí una vez que a quien Me diera todo, Yo le daría todo y cuidaría de cada uno de los miembros de su familia; porque todo es importante para Mí, aun lo que parece más pequeño e invisible.

Así, Yo les hago comprender que Dios está presente en lo que es simple y verdadero, que Su Poder y Su Majestad se esconde en lo que es humilde y austero, y que Su Amor se revela y se muestra en todos los que son verdaderos y honestos de corazón. Es así que Él consigue abrazar a Sus Criaturas, las sostiene, las guía y las conduce al cumplimiento del Propósito Espiritual.

Así, el Padre Eterno se renueva a través de las almas y de los corazones; y este planeta, aparentemente perdido, se puede recrear por medio de los corazones que se entregan en confianza al Señor y aceptan vivir de Su Amor Mayor.

En esta nueva noche, en la que los encuentro en lo alto de las montañas de Málaga, y frente al Mar Mediterráneo, testigo de los dolores más grandes del mundo por las guerras, invasiones y conquistas vividas en este lugar del planeta, por los cientos de barcas que cruzaron este mar y fueron descartados; Yo vengo a conceder una amnistía espiritual, para que los errores cometidos con los más pobres, entre los pobres, sean perdonados a través de su sí para seguir en sacrificio el camino del Señor por todos aquellos que no viven Mi camino, por aquellos que niegan Mi camino, por los que no viven Mi Palabra, por los que no quieren despertar.

Que su sí sea por cada uno de ellos, para que sus vidas sigan siendo agraciadas y bendecidas en lo más profundo del espíritu y de la consciencia, lugares en donde recogerán la fuerza interior que necesitan para vivir su aprendizaje en este planeta.

Es así que Yo iré reuniendo lentamente a los rebaños del Señor, en los cuatro puntos cardinales del planeta, hasta que llegue el tiempo y la hora, no tan lejanos, de Mi Retorno al mundo, porque en poco tiempo dejará de ser una promesa para ser una realidad.

Y en una noche semejante a esta, ante el Mar Mediterráneo, ustedes y sus hermanos del planeta podrán ser testigos del Retorno Glorioso del Señor; algunos aquí, en este plano físico, y otros en los planos internos; pero todos serán partícipes de ese gran momento prometido, así como los ángeles serán testigos de ese acontecimiento universal.

Yo los preparo para ese día, conscientemente, y no Me olvidaré absolutamente de nadie, porque está todo previsto por el Padre Eterno. Yo mismo recuerdo a aquellos que ya no viven en este plano físico, a sus seres queridos y a los seres queridos de toda la humanidad, que por alguna razón perdieron la vida y murieron con la esperanza de encontrar la Tierra Prometida.

Hoy, Mi Corazón Misericordioso ilumina esta noche, así como esta Luna ilumina con su aro de Luz al mundo entero, testigo fiel de la Presencia de Dios en ustedes, testigo de la Gracia que desciende a través de Mis Palabras y por la redención de todo el género humano.

Sigan rezando en estos días para aliviar Mi Corazón y sepan que con júbilo los estaré esperando en Israel, en nombre de todos sus hermanos de la Obra y de la humanidad; porque les aseguro que Israel será un antes y un después en sus vidas y en la vida del planeta, al volver a manifestarse Mis Códigos Crísticos para el mundo entero.

Eso es lo que los señalará a todos ustedes como Mis autoconvocados. Eso es lo que reconocerá Mi Padre Eterno cuando Yo Retorne al mundo.

Por esta causa estoy aquí, para que se cumpla en ustedes y en sus hermanos del mundo entero, para que despierten los que están dormidos, para que amen de verdad los que odian, para que sean perdonados los que se vengan, para que se rediman los que no fueron rescatados. Todo está siendo contado y previsto por el Señor.

En esta hora de la noche oscura del planeta, tengan fe y sigan adelante. Mi promesa se cumple en el silencio de sus corazones. Es allí en donde Yo quiero vivir para siempre en ustedes, es allí en donde Dios los necesita a todos.

Ahora, bajo esta noche sideral y universal, en donde las estrellas son testigos de la Pasión de Cristo, pero también de Su Ascensión a los Cielos, al Universo; que todas las consciencias, que viven en el cosmos, contemplen este momento de Comunión Espiritual; para que todas esas consciencias que viven en el firmamento, en otras galaxias y en otras estrellas, aprendan de este momento que Yo con tanto Amor les entregué por medio de la institución de la Eucaristía.

Ingresen Conmigo al Cenáculo interior y revivan conscientemente el Sacrificio del Señor, para que este mundo alcance la paz, para que este mundo deje la violencia, para que las naciones se liberen de la impunidad y para que los más pobres y simples ya no vivan en desigualdad, sino en fraterna igualdad, con el fin de que descienda el Reino de Dios a la Tierra.

Dejo en este firmamento estrellado, en esta noche de luna que los abraza, no solo la bendición de Mi Espíritu, de Mi Alma y de Mi Divinidad, sino también dejo aquí latente en este universo sus orígenes; para que se comprometan a llevar este momento al universo, al lugar de donde provienen, lugar al cual retornarán algún día para fundirse finalmente en la Fuente Inmaterial.

Les agradezco una vez más por acompañarme en esta noche solemne. Ingresen Conmigo en la Comunión Espiritual para volver a preparar, una vez más, el templo interior para la Comunión con el Sagrado Hijo que les abre las puertas de Israel para que ingresen en la Nueva Jerusalén.

Oremos también por esta causa y por esta misión; es lo mínimo que les pido.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.   

Viernes, 3 de marzo de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN NERJA, MÁLAGA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 112.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les hablo a todos al corazón, en esta noche que se recoge, pero que se ilumina por la Presencia del Amor Vivo de Dios.

Los He llamado aquí y han respondido a Mi llamado, y por eso, les agradezco; aunque no comprendan en profundidad lo que esto significa, pero Yo sí sé lo que significa y lo que representará en las próximas etapas del Plan de Rescate de la humanidad, en las próximas tareas que su Maestro y Señor llevará adelante en Israel y, a través de Israel, con todo el Medio Oriente. 

Porque en verdad, Yo les digo, que en esta noche, estando Conmigo y  pudiendo ingresar en Mi Corazón Misericordioso, están volviendo a vivir lo que una vez vivieron Conmigo en el pasado, cuando su Maestro pisó con Sus Pies la superficie de este planeta para predicar, para curar y sanar, para anunciar la Buena Nueva, la que en este tiempo, Yo espero que haga eco más allá de la vida  material del planeta, más allá de toda ignorancia e indiferencia, porque Mi Voz y Mi Palabra hacen eco cuando las almas Me viven y Me sienten, cuando los corazones confían en Mí.

Por eso, en esta noche, Yo estoy aquí con ustedes y con el mundo. Estoy aquí por todos los refugiados y exiliados, por todos los que desaparecieron trágicamente en Turquía y en Siria.

Pero hoy, sí, les aseguro que todas esas almas están siendo contempladas por el Padre Eterno, para que alcancen su camino de liberación; pero también su camino de reconciliación con los Cielos, porque el Padre Eterno escuchó las oraciones de Sus Hijos, de todos aquellos que en este tiempo se disponen a responder a Su Llamado, ante la trágica realidad planetaria.

Una vez más, a través de este océano, que se encuentra ante ustedes, Yo les traigo el reflejo del Gran Espejo del Amor de Dios, del Amor Eterno de la Fuente, de la cual todos ustedes provienen y también todos sus hermanos; la Fuente Suprema e Inmaterial que está siendo olvidada por el mundo, por la indiferencia, por las guerras, por la falta de religiosidad o de toda conexión espiritual.

Por eso, a través de Mi Presencia servicial y de Mi Presencia paternal, Yo vengo a congregar a todas Mis ovejas, a llamarlas por su nombre en los planos internos, porque ya llegó el momento del tiempo final, en el que todos Mis compañeros deberán estar firmes y disponibles, enteros, para sostener Conmigo este momento de gran Armagedón.

Pero no se desesperen ni tampoco se amedrenten, porque si confían en la Misericordia de Mi Corazón, nada les sucederá. Si siguen fielmente Mis preceptos, estarán protegidos de ustedes mismos, y así como lo hice con Mis apóstoles en el Sagrado Cenáculo, en este tiempo Yo les enviaré el Santo Espíritu de Dios para que los guíe y para que los conduzca hacia la concreción y la experiencia de vivir la Divina Voluntad; una Voluntad Suprema que también está siendo olvidada y, en algunos casos, está siendo despreciada por los hombres y mujeres de la Tierra.

Pero cuando Yo retorne, mostraré al mundo entero todo lo que ha dejado de vivir con el Padre Eterno. Porque las señales, que Yo daré, serán concretas y todo lo que se guarda como un tesoro en los planos internos se revelará, para que esas señales rediman al planeta y a la consciencia humana; porque este es el tiempo de que esas señales comiencen a descender al mundo entero, para los que están dormidos y aún no despertaron, para todos los que deben reencontrar el camino de la redención.

Por eso, este es el tiempo de la preparación inmediata. Esta es la hora de darlo todo por el Plan, a fin de que este Plan se concrete en la superficie del planeta, aunque esto comience a suceder en las cosas más pequeñas, o en la transformación y la rehabilitación de sus vidas.

Esto es lo que necesita el Padre Eterno en este tiempo final: que las almas se decidan a ser Su Gran Espejo, que las vidas de Sus Criaturas reflejen Sus Atributos Divinos, ante un mundo que se aleja cada día más de la verdad y pierde el camino hacia el Reino de la Paz, por vivir todo lo que es mezquino e indiferente.    
   
Este es el tiempo de que sus ojos y los ojos de sus hermanos se abran, para que comprendan que, a través de la actual situación planetaria, es necesario un cambio en la consciencia, pero también en la vida material.

Por esa razón, una vez más, Yo estoy aquí, no solo para llevar Conmigo hacia los Cielos a los que han muerto en este Mar Mediterráneo, sino para advertirle al mundo y, sobre todo, a Europa que deberán enmendar todos sus errores y corregir todas sus indiferencias con los que sufren y son sometidos en la esclavitud; porque este planeta, que el Padre Eterno les ha dado, tiene un Propósito Espiritual y Mayor que aún no se ha cumplido.

Por eso, compañeros, es tiempo de enmendar los errores y de vivir el cambio. Es tiempo de que, de una vez y para siempre, entre los pueblos y las razas, entre las naciones y las culturas, se consideren como una única familia espiritual porque, aunque esto parezca lejano para la mayoría, para su Maestro y Señor no lo es.

Por eso, dediquen su vida a una vida de servicio y de oración, no permitan que en este planeta se sigan abriendo puertas inciertas. Que, por medio de sus oraciones y de su acto de entrega y de donación sincera, puedan mantener las puertas de la Misericordia abiertas a la humanidad, porque de lo contrario el mundo se seguirá purificando fuertemente.

Yo solo busco que puedan crecer en sabiduría y entendimiento, porque ya no quiero ver a nadie más sufrir y padecer lo que este mundo hace todos los días, ultrajando las Leyes del universo, apartándose del Amor y de la Verdad, dejando de cumplir la Divina Voluntad.

Por eso, Yo volveré a erguir sobre el éter de este planeta todos los méritos que alcancé a través de Mi Vida Pública, de Mi Dolorosa Pasión, de Mi Muerte y de Mi Resurrección, a través de Mi Presencia en Tierra Santa. Porque no solo el Medio Oriente lo necesita imperiosamente, sino también la humanidad entera lo necesita; ya que, de no hacer esta gran tarea en Israel, la humanidad se encaminaría a un punto sin salida y nadie conseguiría retirarla de ese lugar, ni siquiera los ángeles.

Por eso, deberán seguir orando por esta gran misión a Israel. Los invito a estar Conmigo, de corazón y en esencia, para que puedan acompañar cada paso de su Maestro y Señor durante los días de la Semana Santa.

También les pido que esta Cuaresma preparatoria que están viviendo, la vivan de verdad, con introspección, con profunda reflexión y penitencia, por esta gran indiferencia que vive el mundo y que no consigue ver la Luz de Dios.

Así, terminarán de estar preparados para los tiempos culminantes que llegarán y nada, absolutamente nada, los tomará de sorpresa, porque lo que deban vivir en este tiempo final solo los impulsará a que puedan ser los Nuevos Cristos. Esos Cristos que Mi Padre Eterno espera ver presentes en este planeta, dentro de esta humanidad, convirtiendo a todos a través de la fe y de la oración, del servicio abnegado y simple que borre de una vez y para siempre los estigmas de este planeta, que cierre las heridas aún no cicatrizadas de esta humanidad golpeada por las guerras y por los conflictos, por la desigualdad y también por la locura de lo que ofrecen las modernidades de estos tiempos, llevando a la mayoría a vivir un dios artificial.

Pero no se olviden, compañeros, de que la Sangre que Yo derramé sobre la superficie de esta Tierra tiene un precio, tiene un valor incalculable e inextinguible. Y es a esa Poderosa Sangre a la que deben invocar, aspirar a recibirla espiritualmente para que sus vidas sean sanadas, redimidas y liberadas del error y del pecado y, a través de la poderosa comunión Conmigo, puedan renacer y renovarse.

Por eso, que esta Cuaresma sea una Cuaresma consciente, que los prepare espiritualmente para ingresar en la Semana Santa. Así, Me podrán acompañar, como Yo lo necesito y lo espero, en todo lo que hará su Maestro y Señor en Israel y, a través de Israel, para el mundo entero. Así, sus corazones estarán prontos y en el lugar en donde Yo los quiero tener.

Que en esta noche reciban Mi bendición, así como muchas veces la recibieron Mis apóstoles y en cada lugar que Yo visité, en cada espacio en donde Yo prediqué, en cada corazón en donde hice un milagro en el nombre del Padre Eterno.

Quiero que sus vidas sean un milagro de amor para que este milagro en sus vidas transforme al mundo, muchas más almas alcancen la Gracia de ser merecedoras de ese milagro de amor, así como ustedes lo están viviendo.

Yo los unjo con Mi Luz Espiritual y, en este mes de marzo, los preparo para la Semana Santa. Sepan que marzo será el mes de la gran preparación, como nunca antes sucedió en la historia de la humanidad y en ninguna otra Semana Santa. Así, comprenderán la importancia de todo lo que les estoy diciendo en este momento. Por esa razón, también estoy aquí, para que ese Propósito se cumpla como está escrito y ustedes sean, una vez más, partícipes de la Misericordia de Dios, que tanto necesita la humanidad y el planeta.

Les agradezco, a los que están presentes, por haber trabajado con las almas y las esencias de los refugiados.

En esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, deseo que le recen de todo corazón al Sagrado e Insondable Corazón de Jesús por todos los que son descartados y oprimidos, por los desaparecidos en la tierra y en los océanos, por los que no tienen la oportunidad de vivir la esperanza en ellos y en sus familias.

Recen por todo esto y, así, aliviarán Mi Corazón del malvado espíritu de la indiferencia.
Que la Misericordia convierta las miserias.

Que los corazones reciban la paz y que todo pueda ser renovado; así como es renovado en los Cielos, pueda ser renovado en la Tierra; y así como puede ser renovado en la Tierra, todo pueda ser renovado en su mundo interior; porque lo que más deseo en estos tiempos es que sean parte del Reino de los Cielos, así como lo son los ángeles y los bienaventurados.

Me recojo en los corazones que adoran.

Me fortalezco en las almas que oran.

Me renuevo en los corazones que sirven.

Me hago presente en los que comulgan de Mi Cuerpo y de Mi Sangre; y así, establezco la Luz y el Amor de Dios.

Les agradezco por estar Conmigo en esta noche y, a pesar de que sea tarde en este momento, sepan que, en las noches más profundas, era cuando su Maestro y Señor tomaba Sus grandes decisiones, elevando Su Mirada a los Cielos o buscando en el infinito, en el horizonte, la Presencia del Padre Eterno para sentir Su abrazo y Su consuelo; porque Él es Quien nos conforta y nos renueva a través de Su Amor y de Su Verdad.

Les agradezco y una vez más los invito a orar, durante esta Maratón de la Divina Misericordia, por todo lo que les He pedido con la honestidad de Mi Corazón.

Que África, Europa y Medio Oriente sean bendecidos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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