Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL VALLE DEL RÍO LOIRA, REGIÓN CENTRAL DE FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como una Madre refugiada, vengo en busca de consuelo, el consuelo que Me pueden dar Mis hijos, por los que oro incansable e inmediatamente para que todos estén protegidos bajo Mi Manto, para que todos sientan la caricia de la Madre de Dios a través de Sus serviciales y humildes Manos que coloco sobre sus rostros para animarlos a seguir adelante.

Hoy de manera extraordinaria, estoy aquí en esta sagrada iglesia. Estoy aquí para dar testimonio de la Presencia de Cristo en el Sagrario, así como en todos los Sagrarios de la Tierra, en los que Mi Amado Hijo es reconocido y adorado.

Hoy, vengo en busca de ese consuelo espiritual de Mis hijos porque lo necesito.

Hoy, vengo a pedirles esto de manera especial, porque sé que a través de Mis hijos y de la oración de todos los consecuentes, de todos los que responden a Mi llamado maternal, Yo podré, queridos hijos, aliviar y ayudar a las almas que en este momento están desprotegidas, mucho más desprotegidas de lo que ustedes pueden imaginar.

Esa desprotección, de Mis más inocentes hijos, provoca un dolor indescriptible en Mi Corazón Inmaculado; porque hoy, una vez más, el Corazón de la Madre es traspasado por una lanza, la lanza de la crueldad humana, la crueldad que hoy practican algunos de Mis hijos en el mundo, provocando desgracia, sufrimiento y muchísima desesperación en todas las madres que pierden a sus hijos, especialmente las madres que sufren y padecen la guerra.

La razón de también hoy estar aquí, queridos hijos, es que Me acompañen en peregrinación a Lourdes, porque es imperiosamente necesario que la humanidad alcance la cura espiritual.

Que la fuente de cura espiritual, que proporciona Lourdes para las almas, pueda llegar a todos los mundos internos posibles, especialmente a los que en este momento padecen la guerra y la persecución mortal.

Hoy, Mi Tierra Santa, la Sagrada Tierra de todos, está dividida y disociada; la tierra que Mi Hijo pisó con Sus Pies, por donde caminó y peregrinó al encuentro de los más necesitados y desprotegidos de aquel tiempo, para anunciar Su Evangelio de salvación a los corazones caídos.

Hoy, Mi Tierra Santa está siendo invadida y perseguida, porque es la tierra de todas las religiones y de todos los credos, de todos los que buscan en la esencia el Amor de Dios.

Hoy, esta tierra una vez más está siendo ensangrentada y, así como fue en la flagelación de Jesús, la Madre de Jesús recoge a través de Su Manto la sangre inocente que es derramada para que sea depositada en los cálices de todos los mártires del Cielo.

Queridos hijos, los invito a Lourdes no por una peregrinación más. Hoy, los invito a Lourdes para que Me acompañen en esta tarea espiritual que es de emergencia para Mí, y sé que en algún grado no podrán comprenderlo, pero sigan Mis pasos de Madre, los pasos de la Madre Consoladora y Corredentora; porque necesito que, a través de la Fuente Espiritual de Lourdes, no solo la faz de la Tierra se pueda purificar de tanto mal impartido, sino también que las almas de los inocentes y mártires que están apresados en los planos inferiores, después de haber vivido el terrorismo y la persecución, sean elevadas en gloria a los Cielos. Y esto es tarea de la Madre Mediadora e Intercesora de los corazones.

Por eso, vengo aquí de forma extraordinaria a anunciarles este pedido espiritual del Corazón Inmaculado de María, a fin de que esta guerra no alcance dimensiones que después no puedan controlar.

Mientras tanto, queridos hijos, Mi Manto sigue manchado con la sangre de los inocentes y se lo llevaré a Dios como una oferta por la reconciliación de los que están perdidos y caídos, por la redención de los que están condenados al fuego del infierno, después de haber cometido esta grave y delicada acción. Porque lo que queda en el plano etérico del planeta es una energía del mal muy difícil de transmutar; así, los pueblos y las naciones son intoxicados por esa vibración.

Por eso es importante vivir en este tiempo la oración del corazón y pedir por todos los pecadores y condenados en el mundo para que tengan la Gracia de la oportunidad de ser perdonados por Cristo, Mi Hijo; porque su Divina Madre quiere el bien para todos Sus hijos, sin excepción y sin condiciones; quiere ese bien para que todos estén en paz, en la felicidad de poder vivir en el Reino de los Cielos, aunque estén en la Tierra.

Porque, a pesar de que hoy Mi Corazón está siendo traspasado por la lanza de la crueldad humana de este tiempo, su Divina Madre les trae el Reino de los Cielos, en este lugar y tan solo por un momento, para que puedan comulgar del Propósito Divino y, a través de ese Propósito, puedan vivir la Voluntad de Dios que está escrita para cada uno de Mis hijos desde el principio.

En esta especial Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, su Madre Celeste recoge la oración de todos Sus hijos, como la última chance de salvación de la humanidad, para que la Ley de la Justicia no descienda porque es una Ley que es desconocida absolutamente por todos.

Deseo ardientemente, a pesar del dolor de Mi Corazón, que todos Mis amados hijos tengan la Gracia de seguir conociendo la Misericordia Divina, para que esa Divina Misericordia los pueda liberar completamente. Ese es Mi anhelo, queridos hijos.

Los ángeles del Cielo, en este momento, aún siguen recogiendo, a través de los cálices, la sangre de los mártires y de los inocentes; porque alguien, en este universo, tiene que justificar esta terrible crueldad humana.

Y ante el Santísimo Sacramento, ante el Cuerpo Eucarístico de Jesús, que hoy contemplamos y adoramos juntos de forma especial, vengo a pedirle de rodillas al Padre Eterno que tenga Piedad y Misericordia no solo por los que han muerto injustamente en el mundo, no solo porque aún se sigue viviendo la ley de la condena y la muerte, sino también vengo a pedir por los que están condenados y viven en el mal, porque en lo profundo son corazones que se apartaron del Amor de Dios y viven, en este momento, la ley de la venganza y de la impunidad.

Queridos hijos, estas situaciones y estas vibraciones son las más difíciles de transmutar para la Jerarquía. Por eso, el espíritu sagrado de la oración siempre aliviará estas penas terribles y abrirá una pequeñísima puerta de Luz en el gran abismo de la oscuridad planetaria.

No puede haber paz en el mundo mientras haya mártires en el mundo. No puede haber bien en el mundo mientras haya impunidad en el mundo. Pero sigan trabajando fielmente en la oración del corazón, porque este es el tiempo, queridos hijos, después de todos estos años de haber vivido en Mi escuela de la oración, que practiquen este ejercicio con consciencia y no solo como disciplina o compromiso.

Es necesario que la oración del corazón arda en ustedes para que la Palabra de Dios pueda resonar en ustedes, una y otra vez, todas las veces que sea necesario. Así, se transformarán y se convertirán en verdaderos apóstoles que permiten que la Energía Divina los transfigure completamente, más allá de que aún vivan la condición humana.

Tengan fe en la sagrada ciencia de los Sacramentos que Mi Hijo les entregó. Tengan fe en el poder incalculable del Santísimo Sacramento del Altar, porque cada vez que se coloquen delante del Santísimo Cuerpo Eucarístico de Cristo sus corazones se liberarán y ayudarán a liberar al mundo de estas ideologías y formas terribles de vida; porque recuerden, queridos hijos, que el Proyecto Humano necesita ser reconstruido y reparado.

La Señora de Israel, hoy, los invita a caminar descalzos, despojados de sus intenciones y de sus preferencias, vacíos de corazón, para que los pueda llenar el Todo, el Supremo. Esta será la actitud fundamental, será la actitud esencial que los ayudará a atravesar estos tiempos dolorosos. Y así, podrán siempre invocar la Sagrada Luz de la Esperanza y del Amor de Dios, para que las almas más necesitadas puedan ser tocadas por esa Luz de la Esperanza y del Amor de Dios.

Iré a Lourdes a lavar Mis Vestimentas para que la sangre de los más inocentes y mártires sea purificada por el agua de Massabielle, para que la cura divina y espiritual, que Yo dejé guardada en Lourdes, brote como una fuente inagotable, como una fuente espiritual sobre las situaciones del mundo que hoy no tienen solución; porque el poder del Amor todo lo puede convertir y todo lo puede transformar cuando tan solo tienen fe en el Amor de Cristo.

Hoy, les hablo de Medio Oriente porque es una situación grave para Dios, porque Él allí colocó Su Palabra y Su Mensaje. Dios, a través de Su Corazón, reflejó allí Su Llamado a todas las almas del mundo y esto no puede ser en vano, queridos hijos; esto tiene una responsabilidad incalculable ante la Ley.

Pero, quiero decirles que su Madre Celeste también contempla los graves errores que suceden en África y la esclavitud opresora que viven algunas naciones de América Latina. No se olviden de que Mi Mirada está en todo y en todos, y que la Madre de Dios no tiene preferencias, sino Amor.

Que, en este tiempo de oscuridad planetaria, vuelva a arder en ustedes el poder de la oración y de la adoración, para que las Leyes Superiores estabilicen los desastres del planeta, para que el amor no desaparezca completamente de la humanidad.

Si esto llegara a suceder, Mi Corazón sería rasgado por completo y el grito de la Madre de Dios será escuchado en todo el universo, así como Dios escuchó el llanto de María en el Monte Calvario cuando Su Único y Amado Hijo fue clavado en la Cruz.

Que la Divina Sangre de Jesús purifique este tiempo y este momento.

Que los Rayos de la Misericordia prevalezcan sobre el mal.

Que los Rayos de la Gracia trasciendan la impunidad, porque ningún ser humano en esta superficie puede vivir sin Amor, porque el Amor de Dios es la vida. El Amor de Dios es el impulso espiritual que los motiva a seguir adelante a pesar de los tiempos de tribulación, a pesar de las consecuencias.

Por eso, les pido que no se olviden de que el Amor de Dios está en juego en este mundo, y es la propia humanidad que lo está retirando de sí misma. No se olviden de que deben amarse los unos a los otros, como Mi Hijo los ama y como Yo los amo.

Por eso, que entre ustedes siempre viva el Amor. Sean un testimonio del Amor que hoy les traigo, y recuerden a los inocentes y mártires, a los que en este tiempo les fue arrebatado el amor y la vida. Por eso, amen más de lo que creen amar, más de lo que creen saber, más de lo que creen conocer.

El Amor es infinito, la Gracia es invencible, y eso es lo que quiero decirle al mundo.

Reforcemos la oración por Medio Oriente. Estoy atenta, una vez más, a la voz de las súplicas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Oremos por la paz.


Oración: “Madre Universal” (en español, en portugués y en inglés).


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Recemos todos juntos:
 

Ave María 
(transliteración del ruso)
(tres veces)

Raduisja, Maria
Blagadatnaja!
Gaspogy s Taboju.
Blagaslavjenna Ty sregyi zsencsin
i Blagaslavjen plot
csrjeva tvajevo
Jisus.

Svjataja Maria,
Matyerj Bozsia.
Malisj za nas grjeshnych,
Nynye i f csas smjertyi nashei.

Aminy

 

Hoy, vengo hacia Mis hijos para que vuelvan a escuchar la Voz de la Madre de Dios.

Hoy, Soy la Señora de Czestochowa, la Madre de Polonia, la Madre de toda la cultura de Europa Oriental.

Vean a la Madre de Dios con Su rostro lastimado por la impiedad de los hombres, por los conflictos y por las guerras, por la ostentación que tienen algunas naciones de colocar en juego a toda la humanidad por medio de las armas y de la opresión.

Polonia, como el resto de Europa, hace pocas décadas atrás, ya vivió la guerra dos veces. 

Casi al final de la Primera Guerra Mundial, Yo vine a Fátima no solo como la Mensajera de la Paz, sino para rescatar a Mis hijos a través de la conversión y del Llamado de Dios, el Llamado que Él les enviaba a través de Mi Corazón Inmaculado.

Pero hoy, vengo como la Señora de Czestochowa, que es la Madre de todo el pueblo de Europa Oriental, porque Su Presencia y la devoción a su Santa Imagen han trascendido todos los tiempos y todas las generaciones.

Quiero que hoy vean Mi rostro lastimado, el rostro herido de la Señora de Czestochowa, el rostro lastimado por el miedo de todos Mis hijos, por la liberación que pierden muchas almas en el mundo, por la esclavitud y la opresión del sistema mundial de este momento.

Yo vengo a pedirles que recen mucho más y, especialmente que, en esta hora tan culminante para todos, coloquen un poco más su atención en la “Oración por la Paz en Europa Oriental”. Así, ayudarán a la Señora de Czestochowa a impedir una invasión inesperada de una gran nación sobre una pequeña nación. Y, aquí, no solo está en juego el pueblo, la cultura, las tradiciones, sino que se compromete a las almas y a la vida de las personas porque no pueden vivir la paz.

¡Ya basta de transgredir las leyes!

¡Ya basta de hacer más corrupto a este mundo!

Mi Hijo derramó Su Sangre por ustedes para salvarlos y ni siquiera eso hace cambiar a los que se dicen poderosos en esta humanidad, porque desconocen el poder de la Sangre de Jesús, no solo una Sangre que redime, sino también que libera.

Hoy, quisiera traerles un Mensaje de esperanza, como tantas veces lo deseo y lo siento. Pero ahora es tiempo, Mis amados hijos, de que a través de Nuestros Sagrados Corazones todos ustedes, día a día, conozcan la verdad en Nuestras Palabras y las advertencias que les traemos a todos, no para generar miedo, sino para generar consciencia, discernimiento y sabiduría, atributos que la humanidad perdió completamente.

Pero Mi Amor abre una puerta muy grande para que los Espejos de la Misericordia se puedan refractar sobre este planeta, no solo a través de las almas orantes y fieles, no solo a través de los servidores y consecuentes, de los adoradores, de los devotos y de todos los creyentes, sino también a través de los Sagrados Espejos de la Creación, que la Madre de Dios trae al mundo cada vez que desciende para estar muy cerca de Sus hijos, para que entren en el Universo de Mi Paz.

La Paz, en este mundo, ha sido interferida. Muchas almas ya no saben lo que es la Paz, porque han perdido la paz del corazón. Pero con el esfuerzo de los que ayunan, de los que oran todos los días, de los que se consagran, de los que sirven sin nada a cambio, Mi Paz, que es la Paz de Dios, en cada nuevo encuentro Conmigo puede descender al mundo, como un suave Rayo de Luz ante tanta oscuridad, para liberar a las almas de la esclavitud y de la opresión espiritual.

Hoy, la Señora de Czestochowa viene a revelar, a través de esta Faz, lo que nunca más puede suceder en este mundo; porque todos son hermanos a pesar de las lenguas, de las naciones, de los pueblos o aun de las culturas. Aunque sean diferentes, en esencia todos son hijos de Dios, todos son contemplados por igual, están bajo la misma Gracia y bajo la misma Luz que viene a ustedes para redimirlos.

Por eso, a pedido de Mi Hijo, vuelvo a encender la Luz en el mundo para que la Luz interior, en cada corazón, no desaparezca. Porque si la Luz de Mi Hijo desaparece del corazón de los hombres o aun de la consciencia de las naciones, ¿cómo terminará todo esto?

Yo vengo a traerles este Mensaje porque es una emergencia. No puedo decirles más que esto, hijos Míos. Pero a través de Mis Palabras y, sobre todo, a través del sentimiento de Mi Amor por ustedes, hoy pueden comprender que algo serio está por suceder.

Pero aún la puerta del Cielo está abierta a través de Mi Presencia entre ustedes. Y, a través de esa puerta, sus oraciones y súplicas pueden llegar a Dios, porque los Ángeles de la Guarda pueden llevar esa oferta hacia el Corazón del Padre.

Si al menos, en este mundo, existiera más de un alma verdaderamente sincera y comprometida con la oración del corazón, ¡cuántas cosas se podrían evitar en este momento! 

No es suficiente orar, es necesario que crean en la oración y en el poder del verbo que expresa cada oración recitada.

Sigan fortaleciendo en este tiempo la red de oración planetaria, formada por todos Mis hijos en el mundo, y unan esa red de oración a todas las almas que oran al Corazón de Mi Hijo; porque así, los Espejos de la Misericordia de Dios trabajarán en este mundo y podrán transformarlo todo, y todo será aliviado.

También coloco Mi Corazón y Mi mirada en todas las necesidades y situaciones del mundo, en Mis hijos que atraviesan el cambio climático, el exilio de sus propias naciones o aun aquellos que atraviesan la enfermedad.

Pero la violencia en este mundo se ha cristalizado y eso hace del mundo un planeta en caos, en adversidad y en peligro, en un peligro inminente, porque las personas ya no se respetan y menos se reverencian unas a otras, porque solo viven la agresión y se lastiman entre hermanos.

Esto hace a la sociedad de todos los pueblos de este planeta, una sociedad vulnerable, hostil y frágil. Pero todo esto puede ser resuelto a través de la oración.

No esperen grandes resultados; porque recuerden, Mis amados hijos, que están atravesando el Armagedón y esto aún no comenzó. Por eso, es importante que se fortalezcan y que fortalezcan la unidad en sus familias, aunque estén juntos o separados. La unidad de la familia también ha sido destruida en esta última década pasada, al punto de que entre familiares no se reconocen ni se respetan.

Entréguenme todas sus dificultades y pruebas, y Yo cuidaré de sus familias. Sean pacificadores, sean instrumentos en las Manos de Mi Hijo, para que la célula principal del Proyecto de Dios cumpla con la Voluntad que vino a realizar.

Hoy, todo es urgente. Por eso, la Señora de Czestochowa se presenta para abrir los ojos de Sus hijos, ya que el cambio no está sucediendo. Por eso, debemos rezar y entrar en vigilia ante el Santísimo Sacramento del Altar, para que los Códigos del Cristo Redentor desciendan al planeta.

Hoy, vengo con una humilde petición para ustedes: que adoren Conmigo a Mi Hijo, para que acompañen el sentimiento de la Madre de Dios de que todos Sus hijos puedan salir de la oscuridad en la cual se encuentran.

Por eso, Mi Hijo necesita de víctimas de Su Amor, capaces de vivir algo, capaces de ofrecer algo que tal vez creerían que no podrían hacer, al igual que muchos santos y muchos sabios que, a través de los tiempos, se ofrecieron como víctimas del Amor de Cristo.

Este es el único remedio que tengo para poder intervenir con Mi Gracia en este planeta, que haya postulantes a ser víctimas del Amor de Dios, porque es una actitud interior que los lleva al discernimiento y a la madurez ante lo que significa el Plan de Dios para este momento.

Y antes de que pasemos, amados hijos, a la Adoración del Santísimo Sacramento del Altar, por la paz en Europa Oriental, sepan que ese será el momento en el que sus corazones y almas, en el silencio de la Adoración, podrán ofrecer a Dios cada una de sus intenciones y súplicas, no solo por ustedes, sino también por el mundo entero, por todo lo que sucede, a fin de que una mayor estabilidad se establezca y un mayor equilibrio se exprese en los corazones distanciados de Dios, en los corazones que viven la injusticia de este mundo.

Antes de eso, quiero decirles algo importante: que Nuestros Sagrados Corazones, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, en el próximo año, tendrán la Gracia de trabajar espiritualmente en los países nórdicos para llevar un Mensaje de paz y de alivio.

En ese momento, el hemisferio norte de este planeta tendrá la oportunidad de fortalecerse en los planos internos. Quisiera que oren por esa causa, ya que será una tarea importante que Mis hijos aquí, en Portugal, realizarán por todos ustedes y por la humanidad.

Por primera vez, podré ingresar en Rusia. Hace años que espero ese momento, para que Mi Corazón Inmaculado sea sembrado en el suelo de esa nación. Por eso, les pido que oren mucho por esto, para que Mis ángeles lleven adelante, junto a Mis hijos, esta sagrada misión.

Adoremos al Señor por la paz en el mundo y el fin de la guerra, de los conflictos y de todas las tensiones entre los pueblos y las naciones.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Adoramos el Santísimo Cuerpo Eucarístico de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos juntos:
 

Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti,
guíanos por el Camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.
(tres veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos Señor.

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Escuchen al Trono de Dios, sientan Su Divina Presencia. Sus amarras son liberadas, su pasado es borrado por la Fuente poderosa de la Voluntad de Dios y de la divina Gracia.

Escuchen la Voz de Dios en su interior. Proclamen Su grandeza y Su victoria en la superficie de este planeta y más allá de este universo.

Sientan el gozo de Dios. Participen de la comunión con Su Espíritu para que sus heridas se cicatricen, para que sus corazones se abran y reciban del Cielo la Misericordia divina, no solamente ustedes hijos Míos, sino también sus hermanos, el prójimo, el que sufre silenciosamente, el que hoy no está aquí ante la Presencia de Dios y de Su poderoso Trono por medio de su Madre Celeste.

Hoy quiero construir dentro de ustedes un nuevo templo. No es una nueva iglesia, es un templo en donde Dios pueda encontrar reposo y consuelo de parte del corazón de los hombres que lo reciben y lo acogen en su universo interior.

Por medio de estas Leyes Universales que hoy actúan aquí, las puertas de la Luz y de todo el Cosmos borran el pasado aun más profundo de Alemania para que los corazones ya no sientan el peso del sufrimiento, sino la victoria de la Luz y del Amor que ingresa al mundo desde el Universo de Dios por medio de Mi Materno e Inmaculado Corazón, que les trae la Luz de la Gracia y de la Redención que también proviene de Mi amado Hijo.

Por eso, sientan sus espíritus liberados. Sientan sus almas tocadas por la Luz de la redención, contempladas por la Faz de Dios que muestra Su Gloria y Su infinita Misericordia para con el mundo entero.

Reciban entonces, hijos Míos, por medio del servicio de Su Sierva fiel, los méritos que Cristo alcanzó en este planeta, méritos que aún son misterios y que algún día se revelarán al mundo para que el mundo entero sepa, conscientemente, quién es el Rey de reyes y de dónde Él provino una vez para poder auxiliar a la humanidad de su gran perdición.

Por eso, el tiempo de Su Segundo Retorno se acerca y sus corazones ya deberán estar preparados porque Él vendrá sin avisar, sin hora y sin tiempo. Pero llegará en un momento culminante en el que la definición de la consciencia de la humanidad estará en juego.

Pero el amor y la luz de todas las oraciones que provienen del corazón de Mis hijos y que colman, día a día, a los Cielos serán el verdadero y único testimonio de la intervención de la Misericordia, para los que aún no despertarán a tiempo ni tampoco sentirán a Dios en su corazón.

Pero Yo vengo como la Madre mediadora, intercesora, como la Madre Universal, la Madre que trae el Amor de Dios al mundo para que este Amor como un gran manantial, infinito e inmutable bañe a cada alma del mundo para que tenga la Gracia de encontrar a Dios en su interior.

La columna espiritual de fe que sostendrá a cada hijo Mío no será solamente su oración, sino también su bondad, su caridad, su servicio y su misericordia y principalmente, su unión con Dios, el Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y de todo lo invisible, de todo lo inmaterial y de todo lo material porque el Padre está en todo.

Por eso, Él envía a Su Mensajera. Envía de nuevo a Su propio Hijo, el que murió en la Cruz por ustedes y por toda la humanidad. Envía a Su Siervo fiel, San José, para que los corazones aprendan a humillarse y a rendirse, para que la soberbia y la ceguera humana que es profundamente espiritual, y que muchos no perciben, no siga sacando del camino a Mis hijos porque Yo Soy su Madre, Soy su eterna Madre, la Madre que llora por Sus hijos en silencio y en oración, una Madre que desea ser escuchada como muchas madres que hoy hay en el mundo y que no son escuchadas por sus hijos.

Dios les ha dado una Madre fiel, una Madre que los aceptó, que los recibió con todo Su Amor a los pies de la Cruz y que tuvo en Sus manos la Sangre de Cristo y el Cuerpo flagelado del Señor.

Todos esos atributos, hijos Míos, guardados en el espíritu del Arca de la Santa Alianza, hoy llegan a Alemania y a Europa para que los corazones confíen que Dios no los olvidó, que Dios siempre los escuchó, que Dios a través de sus Mensajeros llega aquí, a esta ciudad, a este pueblo, a esta nación para renovarla, para curarla, para volver a encenderla en el Amor que proviene de la Fuente, en un Amor que una vez terminó, en un Amor que fue flagelado y herido por los hombres y por las guerras.

Pero el Amor nunca muere. El Amor es eterno e invencible. Es este Amor inmutable e infinito que hoy Dios les trae para renovar sus almas y sus esencias, para renovar su pueblo y su cultura por medio de las demás naciones hermanas no solo de Europa, sino también del mundo que como pueblos y culturas, lenguas y experiencias diferentes se unen bajo un mismo propósito de complacer a Dios a través de la oración del corazón. Un instrumento tan perfecto y tan simple que Yo les enseñé por medio de cada aparición sucedida en la humanidad, a través de las décadas y de los últimos tiempos Yo les enseñé a orar, así como el Arcángel Gabriel Me lo enseñó.

Hijos Míos, la oración siempre los hará triunfar y crecer. La oración les hará percibir su estado de ignorancia y de indiferencia porque la oración los transformará y los colmará, porque la oración es un don del Amor de Dios, de un Amor que nunca se rinde y que nunca se acaba.

Es este Amor, hijos Míos, que hoy en Frankfurt y en Alemania abraza a todo su pueblo cumpliendo en esta peregrinación, dentro de Alemania, el segundo Propósito de Dios porque el primero fue en Múnich, el segundo es aquí en este día y el tercer Propósito de Dios será en Berlín, en donde la Luz misericordiosa de Mi Hijo, bajo la adhesión de todos Sus colaboradores y servidores, triunfará.

Por eso, hoy también los bendeciré con Mi Gracia, no solo trayendo la Luz de Mi Gracia para Frankfurt, sino también para todos los corazones, especialmente, para los que hoy se consagrarán como Mis hijos a través del voto de no solo vivir a Dios en su interior por medio de una vida orante, sino también en el servicio importante de expresar el amor al semejante, a cada corazón de Alemania que aún debe curar sus heridas del pasado por un Amor que todo lo renueva y todo lo cura, por este Amor que hoy les traigo desde el Cielo, desde el Corazón de este Universo.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán.

Escuchando el himno de su consagración, hijos Míos, recibirán Mi bendición de Madre, así como Dios lo desea en este momento, porque es Dios el que renueva todas las cosas, el que trae la Luz al mundo por medio de los corazones que se abren para vivir el encuentro íntimo con Él, en la plenitud de Su Espíritu y de Su Gracia; Espíritu de Dios que trae la Paz y la Redención a las almas.

Hoy les dejo el compromiso, hijos Míos, de unirse a la Oración por la Paz por Alemania, Suiza y Austria porque la Obra de su Madre Celeste y del  Sagrado Corazón de Jesús continuará.

Hoy estamos de nuevo aquí con ustedes, hijos Míos, pero volveremos a estar a pedido del Padre Celestial porque Mi deseo de Madre, como consoladora e intercesora, es que toda Alemania reciba la Gracia de Dios, por cada ciudad que pasemos, para que toda su cultura y todo su pueblo sea renovado por este Amor transfigurador que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Yo los bendigo y les entrego, en el nombre del Amor, una rosa de este altar que son bendecidas por el Cielo para que las almas siempre recuerden la belleza del Padre, el aprecio infinito de Su Amor y de su Madre Celeste.

Alegren sus corazones y canten el himno de su consagración para agradar a Dios y a todo el Universo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!

Le agradezco a Frankfurt por haberme recibido.

Les agradezco de corazón.

Dios los bendiga siempre.

Hasta pronto.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD BALNEARIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Siempre tendré oídos para escucharlos, queridos hijos, porque la dulce oración que nace del corazón es plenamente verdadera y pura.

Hoy vengo con alegría desde el Cielo, trayendo el Amor Maternal de Dios para las almas que más lo necesitan.

Pero también vengo a compartir con ustedes, queridos hijos, el gozo que siente Mi Corazón Inmaculado al haber dedicado este espacio para Mí.

Ustedes saben, hijos Míos, que estamos en tiempos críticos y difíciles y que la oración del corazón en sus vidas, el servicio abnegado a los demás y a los Reinos de la Naturaleza, los ayudarán a convertir sus corazones en el Plan que Dios ha pensado desde el principio; pero también contarán con Mi Manto protector para sus vidas.

Hoy vengo con un mensaje universal para la humanidad.

Hoy estoy embarazada, queridos hijos, a punto de dar a luz a la Nueva Humanidad.

Se acerca ese importante momento para el mundo; mientras, la Mujer del Sol se encuentra en el desierto, refugiando debajo de Su Manto a todos Sus hijos.

Aún se abren los sellos del Apocalipsis, para mostrar a la humanidad el tiempo del gran cambio.

Hoy Mi vientre de luz quiere gestar a cada una de sus consciencias.

Hoy quiere traer al mundo la regeneración y la cura para la humanidad.

Debe nacer en ustedes el nuevo ser, para que quede para atrás el viejo hombre y surja la nueva consciencia que estará en comunión con la vida y la creación, para poder estar en comunión con los Reinos de la Naturaleza.

Hoy, sus corazones y los Reinos que están aquí pudieron espejar a Dios la gratitud tan esperada por el Padre Celestial, por todo lo que Él ha creado y manifestado desde el Génesis.

Hoy, los Reinos Marinos pudieron espejar hacia el Universo Celestial la gratitud y el Amor que sienten por estar con Dios.

Y en esta perfecta unidad y sintonía, las Leyes de la Cura descendieron a la Tierra, no solo para regenerar la consciencia de los hombres, sino también de todos los seres vivos que aquí habitan.

Mi vientre maternal está a punto de dar a luz al Nuevo Hombre. Deben prepararse Conmigo para ese momento, porque la hora indicará un gran cambio en la consciencia de la humanidad, un cambio que vendrá sin avisar y sin marcar tiempo.

Por eso deben estar preparados y atentos, vigilantes, siempre en oración, para escuchar ese llamado interior desde sus corazones.

La alegría que Me ha traído aquí es inmensa, por haber valorado los Reinos de la Naturaleza y darle el espacio que ellos merecen dentro de esta Creación Universal.

Hoy también soy la Madre de la Naturaleza, aquella que a través de Su Manto de Luz muestra todo el Universo Creador, el Divino Pensamiento que generó la vida, los universos y las estrellas y todo lo que existe más allá de este universo local.

Por eso hoy puedo estar aquí entre ustedes, queridos hijos, para que no solo estén en comunión con la Fuente Inmaterial, algo que es imprescindible para sus vidas en este tiempo, sino para que a través de aquí, de este simple lugar, desde este santuario natural de Dios, pueda irradiarse para el mundo lo que la humanidad necesita para que pueda recuperar los valores y la dignidad, los atributos que harán redimidos a todos los seres de la Tierra y los harán dignos en el Señor.

Mi vientre de luz también gesta los nuevos tiempos, aquello que será venidero para todos y que se mostrará en el próximo ciclo. Algo que no es palpable aún para la consciencia humana, pero que sus corazones sí pueden sentir, porque al estar en comunión con la Madre de Dios, están en comunión con los Reinos de la Naturaleza, reparando las Leyes de la Creación que el ser humano de superficie ha transgredido, una y otra vez.

Por eso hoy, hijos Míos, no solo sus espíritus se ven beneficiados ante la Fuente Inmaterial de la Creación, sino también todo el planeta, recónditos lugares en el mundo que viven el caos a través de la destrucción de los Reinos de la Naturaleza.

Un puente se ha establecido entre el universo espiritual y el universo material, tan solo por su fervorosa y sincera oración del corazón.

Así la Madre del Mundo, Madre de la Humanidad y Madre de la Naturaleza, puede gobernar aún en la humanidad y a través de las Leyes Superiores, redimir a los seres de la Tierra y regenerar la cura en las esencias que se han perdido por apartarse de Dios.

Hoy se detiene la Ley de la muerte en el mundo, porque la inmortalidad, ley inmaterial, ha vencido.

Por un momento y en este instante, Dios concede Su Gracia y Misericordia en vez de Su Justicia delante de los graves ultrajes que ha cometido el mundo a los Reinos de la Naturaleza.

Pero eso no significará, hijos Míos, que el sufrimiento humano se detenga o se disuelva.

Yo invito a sus corazones y a los corazones del mundo a salir de ese círculo vicioso, a abandonar el sufrimiento y el dolor y así ingresar en la alegría y la cura que les concede Dios a todas sus esencias.

Los tiempos de hoy permiten todos los acontecimientos, por eso estamos en el ciclo de las grandes oportunidades, en donde el Universo Superior puede interceder por la humanidad y todos los recintos sagrados presentes en el planeta, invisibles a los ojos físicos, también pueden interceder por esta humanidad y por esta Tierra.

Abran sus sentidos internos y que sus corazones escuchen a la Ley de la Jerarquía, a todos los seres de la Luz, ángeles y arcángeles que están actuando en este momento por la restauración de la humanidad, mientras su Madre Celeste está aquí presente con ustedes, aún embarazada, a punto de dar a luz al Nuevo Hombre.

La Mujer de la Luz está encinta y anuncia para el mundo un nuevo ciclo, el último ciclo de la redención, en donde todas las almas y todos los seres tendrán abierta la puerta de la Misericordia para poder ingresar y sumergirse en el Océano de la Gracia de Dios, para que todo lo mortal y todo el pecado sea purificado y se disuelva de las consciencias todo sufrimiento, para que los espíritus renazcan en Cristo.

Celebren este tiempo de grandes oportunidades, en donde los hijos de la Madre del Sol escuchan la voz de la Jerarquía Celeste, que los llama a trabajar por la redención de la humanidad y por la cura de todos los seres miserables.

Sigan trabajando así por los tiempos que vendrán. Continúen orando por las naciones del mundo como lo vienen haciendo y Yo les podré entregar, hijos Míos, junto a Jesús y a San José, nuevas súplicas para que sean rezadas y descienda la Gracia en el mundo, a fin de que todos tengan una gran oportunidad.

Quiero que así como Yo gesto al Nuevo Hombre, en sus consciencias se geste lo nuevo por medio de los atributos de la oración, del servicio incondicional y del amor que puedan expresar y expandir en estos tiempos, a fin de que todo sea reparado.

Vuelvo a decirles que Mi Corazón siente un gozo profundo en este momento por hoy estar aquí con ustedes, y en comunión con toda la Creación a través de los Reinos de la Naturaleza.

He venido especialmente a Camboriú para convertir este santuario natural en un Centro Mariano natural, que beneficia a todos los hombres a través de su ángeles y devas, para que la consciencia humana se redima.

Deseo que aquí se establezca sin ninguna transgresión, el Centro Mariano Santuario de la Creación, a fin de que las almas encuentren aquí su origen a través de la Madre Naturaleza y del Padre Creador, por intercesión de todos sus ángeles y de todos sus devas, para que la consciencia humana sea curada.

Deseo que aquí se construya una casa de oración en Mi honor, que siga los principios de la Naturaleza sin transgredir el Reino que está aquí presente, porque la propia Naturaleza será la misma manifestación de Dios que cada peregrino que aquí llegue podrá encontrar, para entrar en comunión con la vida y con el universo.

Este Centro Mariano Santuario de la Creación promoverá el cuidado de los Reinos de la Naturaleza, la conscientización sobre la vida y la protección a todo lo que Dios ha manifestado a través de los Reinos Menores.

Será un lugar en donde todos los Reinos podrán orar como una sola consciencia y un solo espíritu.

Deseo que aquí se instale una fuente al Castísimo Corazón de San José, introduciendo su santa imagen cerca de la naciente que aquí se encuentra, sin alterar nada, para que las almas se laven y se purifiquen de sus más profundas heridas espirituales.

Y por último, para este Centro Mariano deseo una nueva Cruz Azul, para que se establezca el puente entre el universo espiritual y el universo material.

Una Cruz de Luz Azul que iluminará la consciencia de los Reinos, para que la consciencia humana sea iluminada y tome consciencia y respeto por todo lo que Dios le ha entregado a través de la Creación.

Los guardianes de este lugar serán Mis hijos de la Orden, así como las hermanas que han cedido este espacio para la manifestación de los Reinos de la Naturaleza.

Este bien inmaterial que desciende al universo material es un patrimonio de todos, para la redención de las almas y la cura de los corazones por intercesión de los Reinos Menores.

Deseo que esta pequeña isla de salvación también tenga una casa para los peregrinos, a fin de que tengan una oportunidad de retirarse en silencio y oración en este lugar, para poder escuchar a Dios e implorarle por misericordia para el mundo, por todos los Reinos de la Naturaleza que sufren día a día las perversiones de la humanidad.

Este punto de luz se ampliará a través de la consciencia de todos los que se adhieran.

Será un espacio para encontrarse consigo mismo, con su origen, con la Fuente y con Dios.

Será un espacio para vivir la cura a través del servicio a los Reinos.

Será un lugar en donde las almas podrán encontrar el perdón en la perfecta soledad con Dios.

Les agradeceré por cumplir este pedido, porque ya está descendiendo.

Y ahora, delante de todo lo que Dios ha creado para Sus hijos, consagraré a los que hoy se unirán a Mi Corazón, ofreciéndose como Mis hijos, en el camino de la oración y del servicio.

Que se acerquen aquí los que hoy se consagrarán, y mientras comienzan a tocar el canto de su consagración, invito a todos Mis demás hijos del mundo a colocar en su corazón este ardiente deseo, para que el Centro Mariano Santuario de la Creación se levante y sus bases ardientes, sus bases espirituales estén presentes en este mundo.

Hijos, ustedes son los primeros que ayudarán en esta manifestación. Sus almas se postularon en este día para ese momento y para asumir ese compromiso con Mi Corazón Inmaculado.

Mi primera petición es que oren juntos todas las veces que puedan, para que la manifestación del Centro Mariano se concrete, en honra a Nuestra Señora Aparecida y para que el Brasil finalmente sea el Edén de Dios para estos tiempos.

Coloquen ahora en Mi Corazón sus peticiones, y en el silencio de sus espíritus, ofrezcan sus almas a Dios por la conversión de la humanidad y la reparación de los Reinos de la Naturaleza, a fin de que la vida en toda la superficie de la Tierra se siga regenerando.

Ingresen ahora en Mi vientre de luz, para que Yo los pueda ayudar a vivir el cambio de la consciencia, disolviendo el dolor, aliviando el sufrimiento y despertando la cura en sus corazones.

Ustedes, hijos Míos, son los primeros seres en esta humanidad que se han ofrecido para orar por la manifestación de este Centro Mariano, y especialmente, por la cura mundial de todos los Reinos de la Naturaleza.

Su compromiso también será rezar semanalmente el Misterio del Rosario por los Reinos de la Naturaleza y los devas, y para que los ángeles de las naciones puedan seguir intercediendo por cada pueblo y cada raza de este mundo.

Hoy están ante una gran oportunidad infinita. Esto es obra de Mi Gracia, de la Gracia de Dios, que surge de Su Fuente para todas Sus criaturas.

¡Le agradezco a Camboriú por haber respondido a Mi llamado!

Que en este lugar las almas siempre encuentren la paz.

Que así sea.

Los consagro, los bendigo y les declaro Mi Amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canten todos el himno de su consagración.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MANAGUA, NICARAGUA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Con toda la dulzura de Mi Corazón, llego a su encuentro para traerles nuevamente la paz, la paz que es perpetua en el Corazón de Dios y de todo Su Reino universal.

Abriendo las puertas hacia ese Reino, hoy los coloco a todos en Mis brazos, así como coloqué al Niño Jesús y a cada uno de los apóstoles cuando ellos dudaron de la verdadera existencia de Cristo en la Tierra.

Queridos hijos, así Yo fortalezco su apostolado, su misión personal y grupal en el fin de los tiempos, ante el Corazón del Padre Celestial. De esta forma, Yo les traigo Mis códigos de Luz, para que sus corazones los puedan recibir, los puedan guardar en su interior, y ellos sean llamas que puedan perpetuarse en el mundo, en este tiempo de transición.

Con la alegría de sus corazones Yo puedo realizar Mis obras en el mundo y traer a Mis hijos el Espíritu Santo de Dios que los motivará a la transformación y a la redención de sus vidas.

Es por eso, queridos hijos, que hoy he venido aquí no solo para bendecirlos, para consagrarlos, sino también para agradecerles a todos ustedes y a todos sus hermanos, por estar cumpliendo esta segunda etapa de la sagrada Misión con los Mensajeros Divinos.

Ustedes no saben, queridos hijos, lo que significa para el Corazón del Padre guardar en Su interior el sentimiento de amor de todas Sus criaturas, sobre todo la perfecta adhesión a este propósito de traer la paz y el amor al mundo, para que estos atributos no se borren de los corazones inocentes y simples. 

Es a través de vuestra respuesta interior, queridos hijos, que Yo puedo concretar Mi Obra en Centroamérica y México y, en el futuro, en otros lugares en donde la necesidad planetaria es muy grave y muchas, muchísimas almas, así como los Reinos de la Naturaleza, necesitan de Mi intercesión celestial para estar preparados y prontos para el fin de los tiempos.

Es así que hoy uno Mi Rosario de Luz con sus rosarios, creando este puente de Luz hacia el Reino Celestial, haciéndoles vivificar los Códigos de Dios en lo profundo de sus almas para que, en este tiempo final, queridos hijos, ustedes puedan realizar su propósito que es el Santo Propósito de Dios en sus vidas, Su magnífica Voluntad de traer al planeta la infinita Fuente de Su Misericordia y hacerlos seres redimidos ante los Ojos de Mi amado Hijo Jesús.

Esto confirma aquí, en Nicaragua, queridos hijos, que esta tarea no es una emoción, sino una profunda devoción Conmigo, estableciendo así la comunión con Mi Corazón Inmaculado.

Así es que Yo les pido, queridos hijos, que sigan adelante; que profundicen en sus vidas el ejercicio de la oración del corazón para que muchas más almas puedan ser beneficiadas por esta Gracia que hoy les traigo para todos, una Gracia reparadora, curadora y redentora, en cada parte de sus seres y de sus moléculas. Es así que Yo enciendo en ustedes las células de Luz, las mismas células que Yo encendí en los apóstoles, preparándolos para predicar y vivir la Palabra de Dios.

Ustedes, Mis amados hijos de Nicaragua y del mundo, son los apóstoles del fin de los tiempos, los apóstoles de Cristo, el Redentor, que deben dar el ejemplo de la paz y del bien a todas las criaturas. Sírvanse del servicio que sus hermanos están realizando por Venezuela. Encuentren a través de ellos, el verdadero testimonio de la caridad.

Por eso quiero decir, queridos hijos, que hoy también estoy con todos ellos en esa sagrada misión. Y a través de sus corazones misioneros, Yo estoy aliviando a los corazones más sufridos, cerrando las heridas más grandes de la consciencia de la humanidad.

Esta obra del servicio por la paz, especialmente por Mi amada Venezuela, está abriendo las puertas para una inexplicable reconciliación. Esto significa, queridos hijos, que el santo Trono de Dios y todo Su poder celestial reabre las puertas a Venezuela, trayendo a través de Sus ángeles, de todos Sus santos y bienaventurados, la oportunidad única de la rehabilitación, liberando a las prisiones del caos y del sufrimiento, simplemente, queridos hijos, por servir, amar y dar caridad a los que más lo necesitan.

Es así que Yo los invito, hijos Míos, a abrazar este misterio de la caridad y del bien. Ustedes no saben, queridos hijos, cómo los Reinos de la Naturaleza también se benefician con estas cosas. Es así que hoy también los invito a ser guardianes y protectores de los Reinos de la Naturaleza, a cuidar de sus mares, florestas, de todo Reino vivo en cada nación, en cada pueblo y en cada ciudad.

Quiero que le den valor a estas cosas que son parte, desde el principio, de la Creación de Dios. Es de esa forma, queridos hijos, que hoy ustedes estando aquí, de corazón, Conmigo y con un profundo amor a Mi Corazón Inmaculado, que Yo puedo derramar Mis Gracias, que serán frutos en el futuro de las almas, en las naciones que más las necesitan. 

Centroamérica, a través de esta peregrinación y de la adhesión de todos Mis hijos en el mundo, especialmente por todas sus oraciones y súplicas, está recibiendo una inexplicable expiación que se produce, que se genera y que se realiza a través de Mi Inmaculado Corazón, trayéndoles a todos, la llama de la fe y de la esperanza.

Quiero, queridos hijos, estar más cerca de ustedes todos los días y que, desde Nicaragua, surjan fortalecidos grupos de oración, así como les pedí a los hermanos de Costa Rica que formaran grupos de oración, inspirados por Mis Mensajes de paz, por las Palabras redentoras de Cristo y de San José.

Quiero que vivan definitivamente en Nuestros Sagrados Corazones, que den el paso por toda la consciencia planetaria, que no se cansen de ser misioneros de la paz y de propagar esa paz hacia el mundo entero. 

Es a través de esta obra y especialmente, a través de las misiones, que la balanza del desequilibrio de la humanidad, milagrosamente se está equilibrando. ¿Ustedes saben lo que eso significa, Mis amados?

Muchas oraciones debieron ser escuchadas por el Propio Dios, para que Él pudiera permitir esta Gracia inexplicable para el mundo y para Centroamérica. 

Es que hoy, queridos hijos, por esta Gracia y este amor que nos reúne en Cristo, invito a que los Hijos de María que se consagrarán, se aproximen para que Yo pueda seguir compartiendo con ustedes Mi Amor y Mi Luz, a través de las palabras del Verbo Divino que hoy proclamo.

Yo le traigo al mundo, queridos hijos, la oportunidad de volver a amar, de perdonar, de reconciliarse con Dios y de formar parte definitivamente de Su Plan de Amor y de Redención.

Y antes de seguir hablando con ustedes, Mis amados hijos de Nicaragua, quisiera que le ofrecieran a Mi Corazón un cántico que une a todo lo que está separado. Que honraran, en devoción y en amor, a la Virgen de Guadalupe.

Los escucho.

Canción: “Madre y Reina de Guadalupe”.

Es así, queridos hijos, que Yo establezco en la Tierra el sagrado Universo de Dios, abriendo las puertas a la reconciliación entre los pueblos y entre las naciones del mundo; confiando absolutamente en que, en cada uno de ustedes, Mi Plan es el Plan de Mi Hijo, el Plan de Dios, vuestro Eterno Padre, que se podrá realizar en los más simples y puros, en los inocentes y libres de corazón.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

De esa forma les enseño a cómo liberar el pasado con la alegría del corazón, cómo liberar el dolor que permea la consciencia, de cada pueblo y de cada nación, con el simple amor de sus corazones.

Hoy, los congregué aquí no solo para trasformar sus vidas, no solo para redimir sus corazones, sino para que ustedes, hijos Míos, representando a toda la humanidad, representando a la consciencia de este planeta, puedan cambiar el destino incierto que esta Tierra viviría al no haber paz ni amor en el mundo.

Pedí que elevaran sus voces, para que elevaran también sus corazones, porque de esta forma abro los abismos, libero a las almas, inclusive a las más pecadoras que, al encontrar la Luz de Mi Inmaculado Corazón, se arrepienten del pasado. Y que, por la potestad de Dios, que Él concedió a Su Santa Sierva, Yo los redimo y los libero de la perdición para que, prestando un servicio Conmigo, equilibren sus deudas y vivan la redención.

De esa forma, hijos, hoy les pido que se confiesen Conmigo y, a través de Mí, que se confiesen con Dios; porque hoy les abro los portales hacia el Reino de los Cielos, les muestro los Altares celestiales para que coloquen allí sus faltas y pecados.

Arrepiéntanse, porque Yo los perdonaré. Arrepiéntanse, porque Yo los renovaré y los liberaré, para que puedan construir, en este país como en este planeta, una tierra redimida que viva la paz y la unión con Dios.

Les pido a todos los que Me escuchan que, con sus corazones rendidos ante el Padre Celestial, le pidan perdón en nombre de la humanidad, con la alegría de este pueblo tan simple.

Hijos Míos, vine a realizar esta redención de América, esta liberación que hace tanto tiempo este pueblo espera y que, por la apertura de sus corazones, hoy Yo comenzaré a concretar. Hoy, verán, en los ojos y en los corazones de Mis hijos, la concreción de sus esfuerzos, los méritos que generaron por cada ayuda que Me dieron para que Yo pudiera llegar aquí.

Hoy, vean Mi Luz, la Gracia y la Redención que hago descender de los Cielos; y agradezcan a Dios, hijos Míos, por ser participantes de Su Plan. 

La redención de este planeta es posible, la redención de sus almas ya está en acción. Multipliquen esta redención en los que no Me escuchan, vayan en auxilio de los que no Me siguen, oren por los que les cerrarán las puertas en sus rostros, oren por los que escupirán en el piso delante de ustedes por no creer en Dios, oren por los que los maldicen, clamen con la cabeza en el piso por sus enemigos, clamen por la redención de este planeta; porque de esta forma, hijos amados, Mi Plan triunfará.

Liberen de sus vidas el rencor, liberen de sus vidas el odio y la ira, vivan y establezcan la paz, reconcíliense en sus familias, reconcíliense con sus amigos, pidan perdón y perdonen a sus hermanos.

Y, de esta forma, hijos amados, anunciarán al mundo que es posible vivir el arquetipo divino expresado hace tanto tiempo por Mi amado Hijo Jesús.

Es hora de que despierten los Cristos del nuevo tiempo. Es hora de que sus almas despierten al compromiso que vinieron a cumplir con Dios. Por eso, están aquí; porque fueron llamados por Mí para que puedan decir sí al Corazón de Dios. 

Por eso, Yo los consagro y los bendigo no solo para transformarlos completamente, sino para que ustedes, hijos Míos, transformen a este mundo, transformen a esta nación, transformen a cada hogar de los que hoy Me escuchan; porque hoy Mi Gracia y Mi Divina Presencia llegan a todos sus hogares. Ábranme la puerta de sus casas, de sus corazones, porque Yo entraré todos los días a orar con ustedes por los Reinos y por las almas para que, un día, Mis amados, este planeta se pueda tornar sagrado, a lo que el Creador siempre aspiró. 

Y que, en el universo como en la Tierra, sus almas den testimonio de que el sacrificio de Cristo no fue en vano; y de que el sacrificio que cada uno de ustedes vivirá tampoco será en vano; porque de ellos, hijos Míos, nacerá la trascendencia de todo dolor, la liberación del cansancio de sus cuerpos, la transformación del sufrimiento en regocijo espiritual, la transformación de la tristeza y del padecimiento en la eterna alegría de ver triunfar el Plan Divino.

Vean hoy, Mis amados, en el Amor de Mis Palabras, en Mi Corazón expuesto ante sus corazones, que la Gracia de Dios es infinita y Su Amor es inconmensurable. Y que, con este mismo Amor, deben colmar sus espíritus para que, cada uno que se aproxima a ustedes, sienta la Presencia Divina y crea que es posible transformar la decadencia de este mundo y tornarlo sagrado frente a los Ojos de Dios. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, Yo los consagro, los bendigo y los amo, como la Paloma Blanca de la Paz. 

Quiero, antes de irme de aquí, que Me canten como hicieron al principio, para que Yo pueda recoger el amor de sus corazones y derramarlo en donde más lo necesiten.

Es así, queridos hijos, que, por medio de su consagración a Mi Inmaculado Corazón, vuelvo a consagrar a Nicaragua a la Madre de Dios, la Reina de la Paz, a la Paloma Blanca que les trae el Mensaje de reconciliación y de redención.

Coloquen su mano izquierda sobre el corazón para confirmar esta consagración ante Mi Presencia, y alzando sus voces a través del canto, Yo los bendigo, queridos hijos, y les agradezco a todos por haber respondido una vez más a Mi llamado.

Ustedes no saben, queridos hijos, cuánto hoy los océanos se han aliviado y todo lo que está dentro de ellos.

Les agradezco en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Ahora, canten para que Me eleve al Cielo, con la alegría de sus corazones por Centroamérica.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, estoy aquí con todos los ángeles del Cielo para bendecirlos y amarlos.
Y aunque las almas estén perdidas espiritualmente, Mi Corazón Inmaculado nunca desiste, porque Mi promesa delante de Dios es continua y victoriosa.

Mi Plan se cumple en todos los que Me escuchan y no dejo de abrir las puertas de Mi Corazón para aquellos que se pierden.

Y aunque ya no esté la confianza de Dios en los perdidos, Yo la recupero a través de Mi Amor, de Mi Gracia y de Mi Luz; por eso, hijos, nunca deben bajar los brazos.

Lo que Yo les ofrezco en este tiempo es único, nunca más se ofrecerá hasta el próximo mundo.

Mi Gracia todo lo permite y la Gracia de los ángeles también.

Por eso Yo Soy esa Aurora que brilla en el corazón de los autoconvocados para seguirme en esta Obra coredentora con Mi Hijo amado.

Yo Soy esa Estrella que nunca deja de brillar en los espíritus que creen en ella y la admiran, porque Yo, queridos hijos, no hago las cosas por Mí, sino que es Dios quien las hace, a través de Su Sierva fiel y de sus peregrinos.

Yo vengo desde las esferas celestiales a encontrarlos y amarlos cada día más.

Yo vengo a construir en ustedes algo nuevo que aún desconocen. Por esa causa Yo estoy aquí, queridos hijos, por ustedes y por Mis hijos del mundo.

Vengo con toda Mi bondad, para acogerlos, para escucharlos y responderles, en la presencia de la Luz de Dios y de Su Reino.

No quisiera, queridos hijos, que nadie perdiera esta sagrada oportunidad. No puedo mostrarme más a ustedes, porque no tengo el permiso.

Mis Gracias ya fueron depositadas físicamente a través de los tiempos y ustedes lo han podido comprobar.

Ahora Mi Espíritu Divino viene a ustedes para llamar a sus espíritus, que tienen una misión especial Conmigo.

No estoy aquí, queridos hijos, para hacerles perder el tiempo. Por eso aún vengo a Aurora, porque Dios Me envía como Su Mensajera, una y otra vez, hasta que consigan escuchar en lo profundo de sus corazones.

Espero que cumplan Mis designios sin demora, porque los tiempos son urgentes para todos y especialmente para los que sufren y no reciben ninguna Gracia.

Será a través de los apóstoles de Mi Hijo, que Yo podré preparar al mundo para la segunda venida del Maestro. Si ustedes no preparan los campos hacia donde Yo los envío a trabajar queridos hijos, ¿cómo brotarán nuevas semillas en los corazones que están cerrados?

Cada uno de ustedes tiene una llave para con Mi Obra y Yo se las entregué. Ella es la oración.

Es la oración que los formará, es la oración que los unirá a Nuestro Padre que está en los cielos y que siempre los espera con Sus brazos abiertos, para recibirlos y hacerlos sentar en Su amado Trono de Luz

¡Cuántas almas no quieren ver esa oportunidad y demoran, demoran mucho, queridos hijos!

¡Cuántos corazones aún no quieren cambiar su forma de vida y no aceptan encontrar el verdadero Amor de Mi Corazón, que viene para auxiliarlos en este tiempo final!

Por eso en este siglo necesito de soldados comprometidos, decididos y fuertes, para responder a Mi llamado.

Vengo para hacerlos crecer en el amor y en la hermandad, en la unidad y en el espíritu de esta sagrada tarea que Yo les encomiendo.

Cada Centro de Luz que Yo he fundado tiene un propósito, aún cumple una misión ante el Plan del Señor.

Así como es en Fátima, lo es aquí en Aurora, como lo es en Medjugorje, o en Guadalupe. Cada nación tiene una llave que Yo le he entregado, a través de Mis diferentes faces, para que los pueblos aprendieran a aceptarme y a recibirme en el amor.

Pero Yo Soy la misma, queridos hijos. Soy la Madre de Jesús, de su Redentor.

Soy Aquella que ascendió a los cielos para implorar a Dios por este mundo y que regresará después de Su Hijo, abriendo las puertas del Reino de Dios para los que han persistido a través de los tiempos.

Soy la que con Mi Hijo ayudaré a resucitar a los muertos, a elevar a los espíritus y a convocar a los que se han perdido para vivir en el Amor de Dios.

Soy la Gobernanta de la nueva raza.

Soy la que enciende la llama en los corazones que invocan Mi Presencia, porque es la Presencia de Dios en Mi aspecto virginal.

¡Necesito que entiendan y comprendan, queridos hijos, a quién están recibiendo!

Yo Soy una portavoz del Universo, que viene a advertir al mundo, para que él no se pierda en la oscuridad.

Ustedes deben ayudarme a que el mal no triunfe en ningún corazón humano.

Cada vez que oran Conmigo una puerta incierta se cierra a la oscuridad y un alma se eleva al Reino de Mi Amor y de Mi Paz.

Así, queridos hijos, Yo peregrino por el mundo para llamar a los que están dormidos; para los que no Me han podido ver, ni sentir en sus corazones.

Aurora tiene una tarea fundamental Conmigo, que es intransferible. Y ella debe cumplirse cueste lo que cueste, porque a pesar de los tiempos de batalla, Yo les daré la fortaleza y la sustentación, por medio de la oración del corazón.

Les entregué, queridos hijos, la gran herramienta de la humildad para las almas y el escudo contra toda adversidad.

Aunque las bestias estén por caminar sobre la humanidad y entre los pueblos, no tengan miedo. Quien se une a Mí, se vuelve un gran Espejo de oración para el mundo e irradia la paz, cuando la acepta vivir de corazón y de verdad.

Yo necesito, queridos hijos, que abran sus corazones para el olvido de sí, porque el mundo está lleno de sí mismo y no quiere aceptar que eso lo hace hundir, día a día.

Necesito que se abran al Amor de Dios, para que puedan conocer la majestad de Su Plan y de Su Obra redentora en estos tiempos.

Cuenten con sus ángeles y llámenlos todo el tiempo. Ellos aún anhelan poder servirlos en este tiempo final. Es hora, queridos hijos, de que perciban que no están solos en este mundo y que cuentan con el Universo Celestial.

Cada vez que vengo aquí, como en cada Aparición, de San José o de Mi amado Hijo o de Mi Corazón, abrimos las puertas del Cosmos para que cada día se puedan elevar y abandonar esta vieja materia, que corroe el espíritu y a los corazones.

Por eso la Aurora los liberará, aunque su presencia sea silenciosa en estos tiempos.

Somos una Hermandad Celestial que los llama a servir al Plan de Dios y a manifestar sus designios en este tiempo, para que más corazones puedan participar conscientemente de su redención y rehabilitación.

Quisiera que pudieran ver el Universo, así como Yo lo veo, todo el tiempo.

Dios no los castigará por no poder responder. Pero sepan hoy, queridos hijos, que saben Mi Verdad, que es la Verdad que Yo deseo para cada hijo Mío, que es el amor que Yo necesito que vivan y que practiquen, para que la humanidad no fracase por su desamor y por su indiferencia.

Mis Ojos los observan en contemplación y en unidad al Padre. Mis manos derraman su Luz a las tinieblas de la Tierra, para poder disiparlas.

Mi Corazón brilla como un escudo protector para los corazones que lo aceptan.

Y el triunfo de Mi obra corredentora junto a Mi Hijo, se establece en los corazones que se redimen y dicen "sí".

Este es el mensaje, queridos hijos, que hoy deseo que escuchen con atención y que lo vuelvan a escuchar en estos próximos días, para poder sentir cada una de Mis Palabras, y más aún, Mi Energía, que es la Energía de Dios, su Padre que está en los cielos y los espera.

Sientan en esta hora el abrazo de los ángeles y de su Gracia y den gracias a Dios todos los días por haber despertado a Mi llamado en este tiempo final, tan crítico.

Hay almas que desesperan y que son torturadas.

Hay almas que sufren en la soledad y en silencio, sin que nadie las contemple.

Hay almas que mueren sin sentir el amor y Reinos de la Naturaleza que sufren las consecuencias de los hombres.

¿Quién aliviará el dolor de su Madre Celeste?

¿Quién aceptará vivir esta aflicción Conmigo y transformarla en amor y en luz para que triunfe el Padre Celestial?

Les pido, hijos del mundo que no cierren las puertas a Dios, porque Él Me envía para que lo escuchen y lo acepten.

No teman a la tribulación, al fracaso. Vivan la penitencia, la oración y el arrepentimiento y alcanzarán, queridos hijos, con Mi ayuda, la santa humildad, en el último día de sus vidas.

Y así, cuando todo termine aquí, en esta amada Aurora, elevaré hacia los cielos los Pergaminos de Luz, donde estará escrita su experiencia Conmigo y la oferta de este sacrificio de amor por la humanidad.

Hay almas que creen que no es necesario esforzarse por este mundo sufriente y perdido. ¿Acaso, hijos Míos, cuando Dios Me envía, Yo no les he demostrado la constancia de Mi Amor, de Mi Misericordia y de Mi bondad para con todos?

Si Yo Soy para ustedes su Gracia plena ¿por qué no hacen lo mismo que Yo hago por cada hijo del planeta?

Solo les pido, como les pidió Mi Hijo, que cada día más aprendan a amarse los unos a los otros, porque quien no pasa por esa Ley, no soportará su purificación.

Los invito a sentirse unidos todo el tiempo, a través de Mi Corazón Inmaculado, que es la casa que se abre para que ustedes puedan entrar y sentir la paz. Así ,queridos hijos, Me agradarán y como en otras Apariciones pasadas a través de los tiempos, podré elevar al Cielo el Cetro del triunfo de los corazones redimidos.

Y nuevamente les digo, que por este esfuerzo sincero, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Les agradezco y bendigo a su Madre, aquí en la Tierra, con el soplo de Mi Amor y de Mi Espíritu.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Nuestra Señora vamos a escuchar "Encuentro con María en el corazón".

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

No teman, mientras Yo estoy presente el caos no prevalece en el mundo; porque es la Luz de Dios la que desciende, a través de Mi Corazón, para abrir las puertas del Reino de los Cielos y así todos pueden ingresar a través de Mi Inmaculado Corazón.

Necesito que, en esta hora aguda del planeta, imploren por los atributos de la Madre Universal. Como fue en el principio de Mis Apariciones, invito a todos Mis queridos hijos del mundo entero, a que retomen las 72 cuentas de la contemplación diariamente, hasta que Yo lo indique, queridos hijos. Así, el Espíritu Santo de Dios estará sobre sus vidas, especialmente en sus corazones, no solo guiándolos a ustedes, sino también guiando a otras almas que necesitarán de conversión y de redención.

Cada uno de ustedes, queridos hijos, necesita vivir un Atributo de Dios. Es urgente que en sus vidas se puedan establecer los Dones del Padre, para que los nuevos apóstoles de Cristo, que vendrán de diferentes caminos espirituales, puedan formar un solo rebaño, unidos a su Madre Celeste, por los mil años de paz y antes de que Mi Hijo retorne en Su Gloria.

Estoy con ustedes, queridos hijos, aunque no lo crean, en las pequeñas decisiones del día a día. Estoy llamando a todos Mis queridos hijos, para que no solo sean consecuentes con la oración del corazón, sino que también, hijos Míos, borren de la consciencia de la humanidad y de la sociedad las insignias del mal que se esparcen como noticias y novedades para envenenar a los corazones que deben despertar al Espíritu Santo de Dios.

Yo soy la Madre de todo el Brasil y nadie podrá negarlo. A través de los siglos y de los tiempos, desde el principio de la colonización, en el corazón de la consciencia indígena, Yo vengo acompañando a todos Mis hijos para que puedan alcanzar la redención y la rehabilitación. Aún hay muchos de ellos que siguen cometiendo errores a través de los tiempos; como lo que sucede hasta hoy, en este día, que genera confusión en las mentes y perturbación en los corazones, alejándolos a todos de Dios, del verdadero Propósito que viene del Cielo a través del Sagrado Corazón de Jesús, del Inmaculado Corazón de María y del Castísimo Corazón de San José.

Aferren sus creencias, sus familias y todos sus caminos al Corazón de los Sagrados Corazones. Así, queridos hijos, no temerán por nada. Caminarán firmes hacia Mi Hijo por este sendero de redención y de paz que todos son invitados a vivir.

En ustedes, queridos hijos, está la gran decisión de hacerlo, de hacer algo por el Brasil y por toda la humanidad. Que sus corazones no duerman. Que sus mentes no se distraigan. Invoquen, con sus corazones y voces, el Reino de Dios, a través de la oración del corazón. Únanse como una sola familia espiritual y ya no sean más indiferentes. Abran las puertas de sus corazones para que las instrucciones divinas puedan ingresar y sembrar las nuevas semillas que constituirán la Nueva Humanidad.

Hoy, no solo estoy aquí, queridos hijos, con ustedes; a través del fuego de Mi Corazón, el Espíritu Santo de Dios está presente. Llamas nuevas se reencienden sobre los autoconvocados para generar, en estos tiempos, la redención de la humanidad y de todas las naciones del mundo.

Queridos hijos, sean precursores de Mi Voz. Lleven el llamado a los que duermen. Abran los ojos de todos los que son indiferentes, de las mentes distraídas, de los corazones que están cerrados y que desde hace mucho tiempo no quieren escuchar a Dios.

Yo necesito, queridos hijos, formar en sus vidas un verdadero cenáculo de oración que pueda ser el vórtice principal para estos tiempos finales, en el que Yo Me pueda servir de sus oraciones para presentarlas en honra al Padre Celestial. Porque si la mayoría de la humanidad, queridos hijos, no se colocara a vivir la oración del corazón, hoy no les puedo decir qué sucederá con la humanidad. Las propias acciones del mundo mostrarán todos los acontecimientos.

Los invito sinceramente, hijos amados, a que salgan de ustedes mismos por una vez en la vida, a que abran sus ojos a las necesidades de la humanidad entera, especialmente de todas las naciones que sufren las consecuencias de sus gobernantes o las decisiones de todo su pueblo.

Crean, queridos hijos, que ustedes son un pueblo de Dios llamado a servir en estos tiempos, disponible para responder al llamado de su Madre Celeste. A través de estos acontecimientos se reescribe el Apocalipsis en la humanidad. Los ángeles están atentos a los movimientos de todo el planeta. Abran sus ojos y observen cómo los ángeles realizan las Obras de Dios, en un profundo silencio y adoración por el mundo.

Necesito, queridos hijos, que se definan para dar el último paso; porque sé, verdaderamente, que muchos no serán los que estarán Conmigo en ese momento crucial de la humanidad. Pero vengo a pedir lo imposible para ustedes. El potencial está en sus espíritus desde sus orígenes. Entonces, queridos hijos, acompáñenme en este peregrinar, en esta Campaña por la Paz, que Yo intento construir en todos los corazones de la Tierra y en todas las naciones del mundo. Aún hay mucho por hacer y la humanidad sufrirá porque lo ha escogido conscientemente.

Pero Yo no los quiero llevar al sufrimiento. Yo Soy la Fuente de la Bondad y del Amor para todos. Ustedes no se imaginan, queridos hijos, cuántas noches he pasado sin tener a Mis hijos en Mis brazos.

¿Quién se ofertará en esta hora aguda para eso?

¿Quién consolará el Corazón de la Madre Universal delante de los destrozos de este mundo, de las acciones de todos los seres de la Tierra? 

No provoquen más la Ira de Dios, porque ustedes no la conocen, queridos hijos. Únanse al llamado celestial y sean como los ejércitos de los ángeles que responden a los comandos de la Madre del Mundo. Sean espejos verdaderos de oración. No se dividan. Únanse a través de la oración y por medio del servicio al prójimo. Así al menos, queridos hijos, alegrarán Mi Inmaculado Corazón.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque si buscan establecer la paz en el planeta, también la establecerán en sus vidas. 

No es necesario, hijos queridos, que piensen solamente en ustedes, cuando el planeta agoniza y cuando hay tantos hijos Míos que verdaderamente sufren en este mundo.

Si hoy escuchan Mi llamado, Mis palabras y Mi proclamación de paz es porque la paz debe reinar en sus vidas; es porque Yo los congregué, los reuní en Mi Cenáculo de Amor para que, en este día de tanta confusión, de tanto adormecimiento de la consciencia humana, ustedes pudieran despertar y reconocer, hijos Míos, que Mi Presencia está viva entre los hombres, así como la Presencia de Mi Hijo y del Castísimo Corazón de San José.

Yo estoy aquí, hijos Míos. Estoy al lado de cada una de sus almas.

Vengo al mundo todos los días, porque es tanta la necesidad, que no puedo permitir, Mis amados, que aquellas almas y esencias creadas por Dios se pierdan por la ignorancia, por no conocer al Creador, por solo elegir los placeres y las ilusiones de este mundo.

Hijos, todo lo que viven, en esta Tierra, como un soplo pasará, mas aquello que concretan en sus esencias permanecerá para siempre. No se preocupen por el sufrimiento del cuerpo, cuando lo que verdaderamente padece son sus almas, cuando, aquí en este mundo, sus mentes viven la ignorancia y la ilusión permanente.

Los llamo en esta noche a que despierten y que definitivamente respondan a Mi llamado. 

Ya llegó la hora, hijos Míos, de unir todas las religiones, todos los pueblos, todas las naciones, todas las culturas de este mundo, porque en este momento su planeta necesita de paz y, si no unen sus corazones, el enemigo separará no solo a las religiones de este mundo, sino también a sus almas del Corazón de Dios.

Si no hubiera unidad entre los seres, no habrá unidad con el Creador. Si no hubiera unidad entre las religiones, ya no habrá unidad con Dios, no habrá religión verdadera; porque aquellos que no viven el amor, no viven en el Padre; mientras que todos aquellos que viven el amor, viven en Cristo, aunque no sean cristianos y que hayan encontrado otro camino para despertar su consciencia a la vivencia del amor.

Lo que verdaderamente importa, hijos Míos, es que sean verdaderos, fraternos, que se unan al principio del amor y de la paz, porque eso es lo único que la humanidad necesitará en estos tiempos.

¡Ya basta, hijos Míos, de vivir las ilusiones y de buscar un placer que terminará con este mundo, si no despertaran a la vida de oración y de paz!

Hijos Míos, en esta noche quiero que comprendan que mucho mayor que lo que acontece en la materia y que se expande por el mundo, delante de los ojos que pueden ver, es la batalla en el espíritu; porque, como Yo les digo, Mi adversario no descansa, él no duerme ni un solo minuto.

En esta noche, al mismo tiempo que Yo estoy aquí, hay millones de hijos Míos que están distraídos en la búsqueda de un falso poder; mientras que Yo, hijos Míos, les quiero revelar que el Poder de Dios aspira a manifestarse en sus vidas. 

Y es muy simple lo que les pido, porque para vivir la paz, no necesitan hacer grandes cosas, solo necesitan abrir sus corazones, porque Mi Amor por sí solo derribará las barreras de sus mentes y establecerá en sus vidas Mi Reinado de Amor, de Paz y de Esperanza, para que puedan ser, Mis amados, un ejército de luz en este mundo de oscuridad; para que puedan establecer el Reinado de Mi Hijo, y que Él los encuentre prontos cuando llegue la hora de retornar.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo Soy la Madre del Espíritu Santo y busco su verdadera espiritualidad; para que eso sea verdadero, todo comienza en el camino de la oración y de la paz, algo que simplemente son invitados a vivir.

Quisiera hablarles en esta noche, queridos hijos, de los Universos Celestiales y de toda Su Creación, pero el mundo necesita conocer la verdad, lo que siente Dios en Su Corazón cuando Sus hijos lo niegan completamente.

Incansablemente, queridos hijos, seguiré dando Mis pasos a su lado para que puedan alcanzar el camino de la redención; y cuando eso suceda, Mi Hijo retornará para rescatar a los que se han perdido en la tribulación.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado y a este momento de oración con Mi Corazón. Llevaré estas oraciones como un alivio del Corazón de Dios y de toda la humanidad.

Hoy, no consagraré Hijos de María, porque Dios está en Su profundo silencio. Yo los consagro en espíritu. Esa es la verdadera meta para todo servidor del Plan. 

Sí, los bendeciré, porque lo necesitan para seguir caminando a Mi lado. Ya son Mis hijos, desde antes que se colocaran para serlo. Para Dios, ya todo está cumplido.

Les agradezco por comprenderme. Todo tiene una respuesta mayor que comprenderán con el tiempo.

Les agradezco, les doy Mi Paz y los unjo con la Luz de Mi Espíritu.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración:  Madre Universal (en portugués).

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Aceite para la unción.

 

Estén preparados cuando el universo les pida cosas.

Con este aceite, Yo bendeciré a los que hoy no podré consagrar con la señal luminosa de la Cruz de Mi Hijo y como testimonio de Mi Amor por todos los hijos de la Tierra.

Se preguntarán porqué Yo hago esto, porque es Cristo que hoy los consagrará a ellos, así Yo abriré el camino para que Él retorne, a través de sus vidas.

Oración:  Padre Nuestro (en portugués).

 

Ahora sí, queridos hijos, lleven la Cruz de Cristo como la señal verdadera de la redención.

Y ahora, les pido que canten por todos Mis hijos del mundo que no están consagrados. 

Los que serán señalados por la Cruz de Mi Hijo aceptarán orar por aquellos que no se consagran a Mi Inmaculado Corazón y Yo oraré por ustedes hasta el fin de los días.

¡Les agradezco y vayan en paz!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE BRASILIA, DF, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Del Cielo he venido a acariciar y a amar a sus corazones.

En este mes, queridos hijos, se recuerda nuevamente Mi Presencia en Fátima. 

Hace un año, queridos hijos, que Yo les hablé de la consagración matrimonial para que pueda despertar en sus corazones la importancia del Sacramento. 

En este mes, queridos hijos, Yo les vengo a recordar la pureza de Lys, aquella que sigue pulsando permanentemente en sus corazones y que espera emerger con prontitud en sus vidas. Será esa pureza del corazón, queridos hijos, la que los llevará siempre a encontrar la paz. Pues, deseo profundamente, hijos Míos, que sus vidas puedan estar unidas a Dios para que puedan encontrar con prontitud el camino al Paraíso.

Sé, queridos hijos, que muchas almas se desesperan a lo largo y ancho del planeta. Por eso, queridos hijos, ofrezcan esta oración a Dios, todas estas oraciones que han hecho a Mi Corazón Inmaculado.

Yo vengo del Cielo, hijos Míos, para establecer el Reino de Dios en sus vidas, principalmente en aquellos que lo han perdido por su vida superficial. Pues, Dios espera, hijos Míos, que su arrepentimiento esté próximo para que puedan vivir en el perdón de Cristo y abrir las puertas en sus vidas a la redención.

Hoy, vengo coronada por las estrellas del universo. Hoy, Mi Corazón celebra un día especial. Por eso, tomen, hijos Míos, Mis Palabras y llévenlas en sus corazones para que ellas puedan seguir trabajando en sus vidas y especialmente se vuelva a reconstruir su templo interior.

Yo le traigo la paz al mundo todos los días, pero muy pocas almas la aceptan de verdad. 

Cuando ustedes oren de corazón, verdaderamente, hijos amados, percibirán dónde se encuentran sus vidas; pues Dios necesita tenerlos atentos y disponibles para que Él pueda realizar sus Obras de Misericordia en este mundo material. Cuando abandonen su vida material y creen en sus hogares cenáculos de oración, Yo podré estar entre ustedes, hijos Míos.

Mi Corazón es una Gracia suprema; por eso, Yo vengo a derramar esta Gracia sobre ustedes. 

Hijos amados, ya no pierdan tiempo. El gran momento se está acercando a la humanidad y esto ya deja de ser solo palabras. Abran sus ojos a la Voz que viene del Cielo. Yo siempre he sido su Madre desde el principio y espero serlo también hasta el final.

Trabajen su arrepentimiento, hijos Míos. Sirvan de corazón a sus hermanos y, así, sus problemas se resolverán. No tendrán perturbaciones en sus vidas y reencontrarán el camino de la esperanza y de la fe.

Yo necesito, hijos amados, que ustedes se definan como Mis soldados del fin del tiempo, pues deseo tener disponibles en este mundo muchos ejércitos para que Mi voz pueda reverberar a lo largo de los tiempos.

Así como en Fátima, hijos amados, Yo vengo a traer un Mensaje de advertencia: busquen todo el tiempo la pureza de su corazón, así Mi hijo los perdonará y en sus vidas no existirán las manchas ni el pecado, y tampoco estarán unidos a otras cosas que no sean las de Dios.

Por eso, hijos amados, despierten a la voz de Mi Corazón. Mi Amor se transmite, en este momento, para todos y no importa, hijos amados, en qué lugar del mundo se encuentren. Dios Me concedió la omnipresencia universal para que todos Mis hijos del mundo no solo pudieran conocer el poder de Mi maternidad, sino también el poder de Mi Gracia sublime que desea derramarse en sus corazones, todo el tiempo.

Yo les traigo, hijos Míos, un Mensaje de preparación y de esperanza. Salgan de los caminos que están recorriendo. Hoy, Mi Corazón Inmaculado abre una puerta celestial y todos los seres de oración, los espejos de oración en el universo, se encienden para traer los códigos a esta raza no redimida.

Pero, Yo no Me cansaré, hijos amados, hasta cumplir la promesa que le hice a Dios, su Señor. Mi Hijo Me ha pedido que Yo venga aquí y Dios Me ha permitido estar aquí, entre ustedes. Entiendan, queridos hijos, que esto es obra de la Misericordia de Dios.

Mientras Yo les hablo aquí, muchas almas se pierden en el mundo. Colóquense a orar de corazón y de verdad. Deben existir en este planeta llamas ardientes de oración para que Yo pueda depositar Mi Misericordia y, a través de sus corazones y de sus obras de paz y de caridad, Yo pueda derramar la Luz sobre el mundo y sacar de los abismos a las almas que se pierden, como consecuencia del engaño de Mi adversario.

Por eso, hijos amados, escuchen con atención lo que Yo les digo. Mi voz está reverberando en sus esencias para que, con prontitud, un cambio se pueda dar en sus vidas.

Yo los necesito, hijos amados, en este gran cenáculo de oración que hoy han construido para Mi Corazón Inmaculado, quien recibió la honra y la gloria por parte de ustedes. Si en sus vidas quieren milagros, cambien pronto y así serán merecedores de recibirlos.

Vivan, este tiempo, la purificación. Mi mano está próxima a sus manos para conducirlos por el camino de la redención. Solo deseo, hijos amados, que puedan comprender lo que les pido. No vengo a pedirles cosas difíciles, las metas las podrán alcanzar solo cuando se coloquen a trabajar de corazón.

Hoy, estoy aquí, en Brasilia, pero estoy también con todo el mundo; observando, contemplando de corazón y de alma cada una de sus peticiones. Eleven a Mi Corazón sus súplicas en este momento.

Recuerden, hijos amados, que Yo soy su Madre Universal y quiero lo mejor para sus vidas. Encuentro, en estos corazones, muchas heridas que deben cicatrizarse; solo necesito que me digan sí, para que el universo pueda obrar dentro de ustedes y las Leyes de Dios se puedan cumplir en cada uno de sus corazones.

Que este mes sea dedicado a la oración profunda; pues estoy, en este tiempo, en Brasil, porque encuentro corazones receptivos a Mi llamado, que cumplen Mis designios de forma humilde cuando tan solo viven Mis Mensajes y oran Conmigo todo el tiempo posible. Este mundo lo necesita y ustedes también.

Sientan Mi Pureza Original, que Yo deposité en Fátima desde el principio. A través de los ángeles del Reino de Fátima, le he traído al mundo la oportunidad de encontrar la redención. Por eso, Yo les traigo el mismo Mensaje, hijos Míos, porque necesito que lo puedan vivir. Cuando ya lo estén viviendo, sin resistencia ni control, abiertos a la pureza del corazón, tendré el permiso de Dios de revelarles otras cosas que serán necesarias para su vida espiritual. Así estarán maduros, firmes en la Palabra de Dios, servidores de Dios disponibles en el fin de los tiempos.

¿Quién se decidirá a alcanzar esa meta?

Su Madre Celeste llega a Brasilia para darles a conocer la Ley del Amor, que está ampliamente olvidada por todos. Sin amor no hay caridad, no hay milagro, no hay conversión, no hay camino de redención. Busquen ese amor y encontrarán la puerta de la pureza.

Nuestros Corazones Sagrados se disponen, ante ustedes, a ayudarlos. Están a tiempo de cruzar el umbral hacia el Reino Celestial, solo basta dar un paso; y recibir, en sus corazones y almas, todo lo que necesitan en esta era, lo que Dios prevé en Su Pensamiento Divino, porque ustedes no lo conocen, pero si se abren de corazón lo conocerán. Cristo así lo desea y Mi Corazón así lo aspira, para que pueda nacer la Nueva Humanidad, que primero deberá nacer dentro de ustedes con el cambio de la vida material, asumiendo nuevos compromisos con el Cielo, por ejemplo, con la oración.

Así, hijos Míos, estarán protegidos y no se engañarán ni serán engañados, porque Dios y Nosotros los guiaremos hasta la misión final que Dios ha escrito en Su Corazón para cada uno de ustedes.

Piensen, hijos amados, en todo lo que Yo les digo.

Hoy, estoy extraordinariamente aquí para recordarles que soy su Madre, la Madre de la Esperanza, de la Misericordia. Vean un ejemplo verdadero en toda esta Obra, en esta noche sagrada e inmaculada en la que los más pecadores reciben Mi consolación y Mi amor, y se liberan de la imperfección y de las impurezas para encontrar un camino más abierto hacia Cristo, para alcanzar la meta, la meta primordial, la misión original de cada ser.

Por eso, Yo soy esa Estrella especial para ustedes, soy la Madre del Verbo Divino que pronuncia la Sagrada Palabra para que recuerden, hijos amados, que todo comienza y termina en Dios cuando se vive en Dios verdaderamente y no se buscan preferencias.

No hay nada más importante en este tiempo, hijos, que alcanzar la vida espiritual, la vida de oración, la vida de la paz. Así, serán otras personas en poco tiempo y los frutos que Mi Hijo depositó en sus vidas estarán al servicio del Creador; mas, ustedes ya no los controlarán, porque la verdadera virtud del alma comienza a través de la unión con la oración. Eso es lo que Yo les enseño en este tiempo, para que sus vidas puedan entrar en meditación y encontrar el camino correcto entre tantos caminos inciertos que vive la humanidad.

Yo soy la Puerta hacia Dios. ¿Quién quiere entrar, a través de Mi Corazón, en la plenitud fervorosa del amor y en la fortaleza de la fe, que es lo que necesitan las almas para definir sus caminos y encontrar el verdadero motivo de haber encarnado en esta vida?

Mi Espíritu los colma, Yo soy la Reina de la Paz.

Hijos amados, para alcanzar la pureza les daré un ejercicio simple pero verdadero que podrá ser hecho por todas las almas, sin restricción para nadie, todos pueden cumplir esa aspiración de Mi Corazón. Recen, todos los días, especialmente durante este mes de mayo, recordando en sus corazones al Santuario de Fátima, para que los ángeles que viven allí lleguen a sus vidas y sus corazones sean depositarios de la esencia de la pureza original.

Para esta consagración de hoy, en la que Mis manos se impondrán sobre nuevos hijos que se consagrarán a Mi Manto universal, a Mi protección inmaculada y a Mi llamado; consagraré también sus vidas, dándoles la bendición del Padre Eterno y de Su Hijo Supremo, bajo la protección del Espíritu Santo.

Quiero que abran las puertas del Reino de Lys de forma especial, pues Mi Gracia desea dar una oportunidad a los presentes.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 
Nuestra Madre está llamando a los Hijos de María que se consagrarán.

 

Concéntrense porque aún estoy presente.
 

Canción: “Lys, María, Lys”.


En la omnipotencia del Espíritu de Dios, Yo consagro a estos hijos Míos, en nombre de todos Mis hijos de la Tierra que deben despertar a la pureza original y reencontrar el camino al infinito.

Así, hijos amados, Mis profundas aspiraciones de Madre estarán cumplidas, porque habré reconocido que han respondido a Mi llamado, en estos tiempos de tribulación.

Así, bendigo estas imágenes sagradas que han traído a Mi altar cada uno de sus corazones y de sus familias que, en esta noche sagrada, recuerdan Mi Presencia virginal como la Madre de Jesús, la Madre de la Nueva Humanidad, la Madre del mundo.

Los bendigo, hijos amados, bajo la señal luminosa de la Cruz de Mi hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Agradezco a Brasilia por haber respondido a Mi llamado. Mi Corazón siempre está entre ustedes; ese es Mi verdadero motivo de estar aquí, que reencuentren el Reino de Dios, el Reino de la Paz, el Reino de la Fe y el Reino de la Misericordia.

¡Les agradezco!

 

Oración: Madre Universal (en portugués).
 

Gloria a Dios en las alturas y paz a los seres de buena voluntad.

Hijos, los amo y siempre los amaré. Vayan en la paz de Mi hijo, cantando a Lys.
 

Canción: “Lys, María, Lys”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos, queríamos finalizar compartiendo con ustedes que María hoy nos trajo, en este 8 de mayo, el Reino de Lys, Reino de pureza y amor que hay en Portugal.

Hoy, hace un año que nosotros hicimos una peregrinación con María por Europa, en donde Ella también visitó a nuestros hermanos que están allá. Hoy, simplemente y simbólicamente, María unió Lys con nuestro corazón. Ese Santuario de Fátima que palpita durante todo el tiempo y todo el año.

Entonces, queremos invitarlos a todos a responder a ese llamado de María de orar unidos al Reino de Lys-Fátima y a llevar esta instrucción que Ella hoy nos dejó para meditar y estas Gracias que derramó sobre nuestros espíritus.

¡Gracias a todos por habernos acompañado!

Vamos a agradecer a Nuestra Señora, ¡gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SOROCABA, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo vengo al mundo a traerles la paz a las naciones, el fin de las guerras en las familias, en los hogares y en los corazones, y en todos los pueblos que sufren el gran castigo del fin de los tiempos.

Yo vengo a instaurar la devoción a Mi Inmaculado Corazón en toda América y, hoy, después de haber estado en Medjugorje celebrando con toda la humanidad Mi aniversario mundial, en esta noche de Gracias, vengo a su encuentro a derramar nuevamente Mi Luz sobre el mundo.

Dios quiere de sus corazones lo mejor y lo bueno; por eso, los invito, queridos hijos, a vivir el camino de la caridad y también el camino de la oración del corazón.

Si viven estas cosas, tan simples pero importantes, sus deudas se disolverán de la cuenta de Dios y sus hogares se abrirán para recibir Mis Gracias especiales, aquellas que Yo deseo instituir en sus corazones y almas.

Como Reina de la Paz, los reúno a todos en Mi Cenáculo Sagrado, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, hoy están celebrando Conmigo la Comunión con Mi Hijo.

Dios Me ha permitido de forma especial, hijos Míos, traer la Sagrada Custodia Universal, el Gran Cuerpo Glorificado de Cristo, la Preciosa Sangre del Señor Jesús Cristo que debe ser contemplado en este tiempo definitivo.

Con alegría, vayan a sus parroquias y adoren al Señor. Él espera, hace tanto tiempo, escucharlos con detenimiento, escuchar sus oraciones y sus problemas. Dios desea, a través de los Sagrados Corazones, que la humanidad se pueda salvar nuevamente y la Señora de la Paz, la Reina Universal, quiere evitar la Ley de Dios sobre el mundo, para que la humanidad pueda emerger nuevamente del Corazón de Dios y ella ingrese en el Corazón del Padre a través de una profunda comunión que ustedes deben vivir, queridos hijos, en este tiempo más que nunca, para que el mal se pueda apartar de sus vidas y se pueda establecer en sus familias la misma unidad divina que vivió la Sagrada Familia de Nazaret.

Como Reina de la Paz, hijos Míos, Yo los invito a ingresar a Mi Universo de Paz. Por eso, no será necesario, hijos amados, que Me puedan ver con sus ojos físicos. Yo deseo que puedan sentirme con sus corazones y permanecer en Mi devoción eterna.

Oro por todos ustedes, día y noche. Desde el Reino Celestial envío a Mis Ángeles Custodios para que puedan protegerlos y acompañarlos; pero, en este tiempo tan especial que vive el mundo, Yo necesito que ustedes den el gran sí al Señor, así sus vidas cambiarán prontamente y sus familias se renovarán por la acción amorosa del Espíritu Santo.

Queridos hijos, al igual que en otros tiempos pasados, en los que Yo Me aparecí a otros videntes en el mundo; hoy, les anuncio, hijos amados, que despierten a este Mi último llamado, que sus ojos se puedan abrir a la Luz que viene del Cielo, que sus corazones puedan escuchar Mi Mensaje especial, el Mensaje que Yo tengo para este tiempo actual.

Vivan los Sacramentos, hijos Míos, y si se han olvidado de alguno de ellos, vuelvan a vivirlos prontamente, así estarán unidos al Padre y al Universo Celestial.

Yo deseo, en sus vidas, un camino de conversión, conversión que abrirá la puerta para vivir la redención, pero en este tiempo solo bastará la oración del corazón.

Yo, como su Maestra de la oración, vengo a enseñarles ese camino tan simple y sincero, el mismo que Yo aprendí cuando estuve con ustedes en el mundo. Aun llevando a Jesús en Mis brazos no dejaba de contemplar la grandeza del Señor. Así, podrán entender, queridos hijos, que en sus quehaceres diarios pueden contemplar al Señor. Dios contempla, con grandeza y amor, cuando Sus hijos se esfuerzan sinceramente.

Que sus corazones sean espejos de oración, que sean luceros para este mundo que está a oscuras. Esto es posible, queridos hijos; si ustedes lo hicieran así, no se reconocerán en poco tiempo, porque en sus rostros brillará la Luz de Mi Hijo y en sus corazones palpitará el Amor de Cristo.

Recen por todos los sacerdotes, por toda la vida religiosa universal. Yo vengo a instituir, en este fin de tiempo, un gran pedido que Me ha hecho Mi Hijo Jesús: unir a través del corazón y de la oración a todos los pueblos que están dispersos en el mundo. Si eso sucediera así, a través de su permiso y su acción amorosa, nuevas Leyes de Misericordia descenderán sobre el mundo y ya no será necesario que sufran más, queridos hijos.

Yo vengo a su encuentro como Mediadora Universal. Deseo desde hace tanto tiempo que puedan vivir en Mi Corazón; pero verdaderamente les digo, queridos hijos, que muchos de ustedes se han olvidado de Mi llamado.

Por eso, a través del Amor Materno que imparto a todos los corazones, Yo vengo a recordarles, queridos hijos, este importante llamado de buscar la paz del corazón. Así, se ayudarán a ustedes mismos y esa Gracia especial que viene desde el Cielo se expandirá por sus familias y amigos.

Ustedes saben, queridos hijos, que muchos de Mis hijos están sufriendo, en este tiempo, problemas espirituales que se agravan en las almas, enfermedades que aparecen en los cuerpos de Mis hijos, que parecen incurables. 

Busquen el camino de la oración, así encontrarán el camino de la cura. El Don de la Ciencia del Espíritu Santo les mostrará el camino para vivir su redención y, de esa forma, Mis amados niños, liberarán sus corazones de todos los males que viven.

Hoy, les pido, queridos hijos, que no abran las puertas al mal. El Cielo los convoca para algo especial, el Infinito Dios viene a su encuentro a través de Mi Corazón Inmaculado.

Yo Soy la misma de Nazaret, queridos hijos, la misma que apareció a lo largo de los siglos. 

Mediten en este acontecimiento especial que viven hoy. Hagan lectura de los acontecimientos y así, en el silencio del corazón, en la profunda oración del corazón y en la fe permanente, comprenderán todo lo que hoy les digo y entenderán porqué Yo vengo nuevamente al mundo. Es una gran necesidad del Padre, en Su Majestuosa Voluntad, que todos Sus hijos se vuelvan hacia Su Corazón.

Miren con los ojos abiertos el horizonte que está despertando, la luz del amanecer que está emergiendo. Yo Soy el Sol que los alumbra en la oscuridad, Soy su Estrella Guía.

Aférrense a Mis manos, queridos hijos, así Yo podré envolverlos con Mi Manto Sagrado y así, como Yo lo hice en Guadalupe, uniré a todos los pueblos como uno solo, disolveré el mal de los corazones, porque resurgirá la fe verdadera en todos los hijos que han creído en Mi Palabra.

En esta noche de Gracias, no los dejaré de bendecir. Vengo a derramar Mi Gracia Maternal sobre ustedes, a colocar Mis manos sobre sus cabezas, implorándole a Mi Hijo por Su Misericordia; de esta forma, sus familias, queridos hijos, serán premiadas por Mi Luz Maternal y se volverán a unir en el amor.

No se olviden de buscar el amor del corazón, así se librarán de vivir los sentimientos humanos. Dios decía que, a través de su fe, todos sus hermanos, sus familias, sus amigos y conocidos se volverán a unir; y esto será posible cuando vivan una vida de oración permanente, entonces a sus casas llegarán las necesidades de otros hermanos y podrán envolverlos con el poder de la oración para que la cura se pueda establecer en esos corazones.

Sé que muchos esperaban milagros. El verdadero milagro de Dios, queridos hijos, para este siglo XXI, es que Me haya permitido volver a su encuentro, especialmente en esta parte de América, anunciándome como la Reina del Sol, la Mujer que viste los Rayos Dorados del Padre, la Sabiduría del Padre y Su Misericordia para que sean derramada sobre el mundo.

Yo busco, de sus corazones y almas, la sinceridad verdadera. Mis ojos contemplan todas sus necesidades. Yo deseo que, todos Mis hijos, den el paso hacia el Plan de Dios a través del corazón, de la fe y de la oración en una profunda comunión con Cristo; porque si así lo hicieran, recibirán la Gracia que tanto buscan.

Dios tiene muchas cosas buenas para ustedes. Él ya ha golpeado la puerta de sus hogares, pero en este tiempo envía a Su Mensajera Fiel en nombre de Jesús, Cristo el Redentor, para despertar a aquellos que duermen en este mundo por la fuerza que ha tenido la ilusión de esta humanidad y que, a través de las modernidades, hipnotiza a Mis hijos, haciéndoles perder el camino de la fe.

Por eso, hoy les vengo a anunciar que están a tiempo de retornar a la Casa del Señor.

Les agradezco profundamente, queridos hijos, este preparativo que le han hecho a Mi Corazón.

En esta noche sagrada de fe, Yo vengo a entregarles Mi Amor, la fe que sus corazones necesitan y la cura que necesitan sus almas para poder seguir caminando en los caminos del Señor, en los Planes de Dios y en Su magnífica y amorosa Voluntad.

Yo Me anuncio a ustedes como su Madre, no quiero hacerles ningún mal, sino que sientan el resplandor de Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, todo esto es verdadero cuando los corazones se abren a la fe. Los necesito como Mis servidores y apóstoles del nuevo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora está orando por nosotros y por la ciudad de Sorocaba.

 

Hoy, les digo, queridos hijos, como lo ha dicho Mi hijo, que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, los que cerrarán la puerta para los que se han quedado atrás, y todos estaremos juntos en la promesa del Paraíso, del Reino de Dios.

Vengo también, en esta noche, a bendecirlos, y Me uno al corazón de todos Mis hijos, confirmando su fe ante el Altísimo Señor. Esto es lo más importante, queridos hijos, que la llama de su fe nunca se apague. Por eso, hoy les pido, que los hijos que están sentados en la última fila de este salón se aproximen para la bendición en este altar, y todos aquellos que lo sientan lo pueden hacer. Pero llamo de forma especial, a este altar más cercano, a los nuevos Hijos de María, que nuevamente son el ejemplo de la conversión y del Amor de Dios manifestado por el poder de la fe y de la oración.

Cantemos.

 

Canción: “Nuestra Señora”.

 

Cuando el alma canta se une a Dios instantáneamente y el Universo Celestial se manifiesta en Su corazón, creando la perfecta unidad entre las criaturas y Dios. En las cosas más simples y humildes se encuentra la verdadera llave que los llevará a la salvación.

Mis muy amados hijos, por la autoridad que Dios Me ha dado y bajo la protección y el amparo del Arcángel Rafael, de todos los ángeles del Cielo que glorifican perpetuamente al Señor, por el poder de Mi Inmaculado Corazón y por la fuerza imperiosa de la Misericordia de Cristo, Yo los bendigo en esta noche celestial, derramando lo más puro de Mi Corazón sobre sus corazones; y espero encontrarlos, prontamente en el Cielo, después de haber vivido sobre esta Tierra la gran experiencia de amor y de perdón.

Únanse, en este tiempo. Mi Corazón Inmaculado los ayudará siempre que Me abran la puerta del corazón, que es el camino directo a Dios, la bendición eterna de Nuestro Padre y del Amor predilecto del Señor por todo lo que Él creó desde el principio.

Yo Soy la Madre del Principio y del Fin, Soy Quien los esperará con alegría y con amor para abrazarlos fuertemente, para que reposen sus cabezas en Mi Corazón y así, que con sus oídos internos puedan sentir el palpitar de Mi Corazón Inmaculado que es el único motivo de su alegría en esta vida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Recen el Rosario todos los días, la paz se necesita en este mundo y el fin de la guerra espiritual también. Así, la Misericordia del Señor descenderá y en el corazón del universo seremos Uno solo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias hijitos, por responder a Mi llamado!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre Santísima, para cerrar este encuentro con Su Corazón Inmaculado, vamos a escuchar y vamos a cantar el “Himno de Medjugorje”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Y para cerrar, vamos a cantar todos juntos “María de Nazaret”.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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