MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Haz de las humillaciones una oportunidad para que tu consciencia comprenda lo que verdaderamente tiene sentido y valor en la vida.

No estás en la Tierra para ser honrado, elevado o glorificado por los ojos de los hombres; sino estás en la Tierra para vivir un amor que transciende el entendimiento y los sentidos, que trasciende las lógicas y los límites, que trasciende todo amor alcanzado en el mundo y más allá de él.

Por eso, cuando seas humillado, deja que se quiebre en ti toda necesidad de reconocimiento, de gloria, de retribuciones humanas por tus esfuerzos, por tu amor. Permite que tu corazón se coloque en lo que es real, en lo que es eterno, en el Amor de Dios que no se basa en los merecimientos humanos, y permanece allí, en la experiencia de la humildad que cada situación de la vida te conduce a vivir.

Con tu ejemplo, da a conocer al mundo el Amor de Dios. Sigue los pasos de tu Señor que, como respuesta a la flagelación y a la Cruz, vertió Sangre y Agua, perdón, redención y Misericordia para todos los seres, sin distinción. Ese es tu eterno ejemplo, no quieras otro.

No quieras estar elevado como los santos a los ojos de los hombres, porque lo que hace a la santidad de los seres no es la opinión de los hombres, pero sí el sacrificio, el amor y la unidad con Dios, muchas veces vivida en el anonimato, en la ignorancia del mundo. 

Por eso, toma tu cruz, abraza esa cruz con amor, ora y pide la Gracia de saber imitar a tu Señor cada día. Y, cuando seas humillado, no mires hacia los tronos del mundo, alcanzados con las glorias humanas. Mira hacia el Trono del Cielo, en el cual está sentado Aquel que fue ultrajado, incomprendido, humillado, flagelado y muerto en la Cruz, pero que Se elevó, no por lo que recibió de los seres, sino por el Amor insondable que emergió de Su propio Corazón. 

Cristo retornó al Padre, no por lo que recibió del mundo, sino por lo que supo dar, porque dio todo, todo de Sí, por amor. Este es tu Camino, tu Verdad y tu Vida. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando sientas en tu camino el peso de los errores del pasado que, como un asedio, el  enemigo te entrega para detener tus pasos, solo pon tus ojos sobre la Cruz, sobre la Eucaristía, sobre el Corazón de Cristo y permanece allí. 

En la Cruz, hijo, tus pecados más profundos fueron perdonados. En la Cruz, tus mayores errores fueron justificados. 

En la Cruz no solo está la memoria del perdón, sino también el perdón vivo y eterno que se renueva, de tiempo en tiempo, cuando un corazón sincero es capaz de arrepentirse por los méritos de la Cruz de Cristo.

Sin embargo, en la Cruz no se encuentra solo el perdón de tus pecados, en la Cruz se encuentra también tu camino. En ella se escribe el manual para tus próximos pasos, para que no vuelvas a pecar, para que sepas por donde ir. 

En la Cruz, descubres el perdón de Dios, pero también la forma que tu Creador te concede de hacer fecundo ese perdón. A través de la entrega, de la humildad, del sacrificio y, por encima de todo, del amor sin condiciones es que imitas los pasos del Cristo del Calvario, es que bebes del Cáliz que Su Padre le ofreció para restituir la Alianza entre Dios y los hombres.

Es allí, hijos, a los pies de la Cruz, que tu camino comienza. Pero es cuando Tu Señor desciende de ella y asciende a los Cielos que tu eres llamado a multiplicar los dones de tu redención, dando testimonio del Amor que te curó y que está siendo derramado constantemente sobre el mundo, del Corazón de Cristo hacia todos los que saben buscar y encontrar los méritos de la Cruz.

Por eso, cuando el enemigo coloque delante de ti tus errores y pecados, que tus ojos se vuelvan hacia la Cruz, que tu corazón recuerde que ya fue perdonado y que ahora se trata de seguir los pasos de tu Señor, Cristo Jesús. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que reine la paz en los corazones de los hombres para que, a través de ella, sepan encontrar la Sabiduría y el Amor de Dios para lidiar con cada situación de la vida.

Hijos, mientras el mundo agoniza y clama por amparo y verdadero amor, la humanidad, en su mayoría, se pierde en las distracciones e indiferencias, en conflictos y en los constantes estímulos de las tecnologías y del caos.

Que en sus corazones reine siempre la paz. No se dejen estimular e influenciar por los discursos individualistas y egoístas de estos tiempos, sino recuerden siempre servir y amar sin condiciones; recuerden mirar al prójimo con amor e ir más allá de sus errores y miserias, para que así se ayuden mutuamente a llegar a Dios.

Antes de corregir, deben primero amar para que su corrección no se transforme en juicio, pero sí sea un instrumento para que las almas retomen su camino hacia Dios. Al mirar hacia sus hermanos, antes de observar los defectos, busquen la perfección de Dios y pidan la Gracia de sentir el Amor del Padre por Sus criaturas.

En la prueba final de la humanidad, cuando cada ser será probado en su amor y en su fe, busquen tener siempre en sus ojos los Ojos de Cristo y en sus corazones el Corazón del Redentor. Dejen que cada día Él viva más dentro de ustedes, cedan espacio para el Señor y pidan con fervor que Él habite en sus moradas internas.

Recuerden que con sus vidas escriben el Evangelio del Retorno de Cristo, con sus vidas preparan Su camino, con sus vidas encienden la antorcha que le indica al mundo dónde hay Luz en medio de la oscuridad.

Por eso, oren y no se cansen de orar. Sirvan y no se cansen de salir de sí mismos por el prójimo. Amen y sean compasivos. Declaren con la propia vida el poder de la Misericordia.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Donde haya un corazón que ora sinceramente, allí estará Dios. 

Donde haya un corazón que sale de sí mismo para servir a los demás, allí estará Dios.

Donde haya un corazón capaz de liberarse de sus propias voluntades y aspiraciones para cumplir las Voluntades y aspiraciones del Padre Celestial, allí estará Dios.

Donde haya un corazón capaz de obedecer los designios superiores y dejar de lado sus propias creencias y formas de manifestarse en la vida, allí estará Dios.

Donde haya un corazón que, a pesar de sus imperfecciones, ame sin condiciones al prójimo y, sobre todo, al Creador, allí, hijos, vivirá y habitará el Señor, Se expresará y hablará a los hombres a través de Sus hijos.

Busquen en las pequeñas cosas la unión con Dios; unión que debe ser constante no solo cuando oran, sino también cuando viven bajo Sus Leyes y hacen de la vida una oración.

Déjense moldear y corregir y no teman sufrir o amar, sino teman, hijos, ser ignorantes y ciegos delante de las propias miserias. 

Vivan en la Presencia del Señor, abriéndole espacio en sus vidas a través del olvido de sí y del amor al prójimo. Así será Él mismo, Su Señor y Creador, que los transformará y moldeará según Su Voluntad, silenciosamente, a través de cada situación de sus vidas. 

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que aspiraba a vivir y a expresar la pureza de su corazón, pero que sentía que ese atributo estaba corrupto en su interior, le oraba a Dios pidiéndole que la pureza volviera a emerger, y le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor, sé que en mí está el atributo de la pureza, porque sé que, al crearme, colocaste esa pureza en mi interior; pero, a lo largo de esta vida, creo que la perdí y no consigo encontrarla. ¿Cómo recobrar la pureza en mi corazón? ¿Cómo amarla y expresarla más que a todas las energías capitales que rodean a nuestros seres?”.

Y, con amor, el Señor le respondió: “Alma pequeña, sí, desde el principio de la vida la pureza habita en tu ser, esa pureza que proviene del Vientre Inmaculado que te creó en el universo infinito de Mi Creación. Esa pureza no se pierde, pero está oculta debido a todas las experiencias humanas que no le permiten expresarse en los corazones de Mis hijos.

Para que ella vuelva a emerger y gane espacio en toda tu consciencia, lo que debes transformar en ti es tu concepto del amor y del amor propio en tu corazón; o sea, alma pequeña, debes amarme más a Mí, a Mi Plan y a Mi Reino que a los hombres y a las cosas del mundo. Pero este amor debe ser verdadero, genuino e incondicional. No debe haber ninguna condición que impongas para amarme y, poco a poco, este amor te hará ver la vida y a cada ser con ojos diferentes.

Es el amor por Dios lo que transforma a las criaturas. Mi Amor en ustedes cambia sus pensamientos y sentimientos, cambia su forma de actuar, cambia sus necesidades y aspiraciones, lava sus ojos y las manchas en sus corazones, haciendo que recobren la pureza.

Es así, alma amada, que no debes buscar vencer a las energías del mundo para expresar esta pureza; porque, si así fuera, estarás en constante batalla y no conocerás la paz. Antes, esfuérzate solo en amarme, de verdad y con entereza, y que crezca en ti Mi Amor. Así encontraras la pureza en tu interior”.

Que este diálogo, hijos, les enseñe que todos los misterios celestiales y la pura expresión de los seres se guardan tan solo en el Amor de Dios. Basta amar al Creador con todo su ser, de verdad e incondicionalmente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que amaba a Dios y a Su Plan, pero que estaba llena de sí misma y de sus voluntades, intentaba cada día vaciar su corazón para vivir las Leyes Divinas. Esa alma se preparaba para los tiempos agudos del planeta, en los que ella sabía que solo el amor incondicional y la obediencia serían la base de la transformación del viejo hombre en aquel que el Creador esperaba.

Orando un día al Señor y pidiéndole una guía para el final de los tiempos, esa alma le dijo: “Señor, me cuesta vaciarme de mí, de mis ideas y conceptos, de lo que creo que es correcto y mejor para Ti. Me cuesta silenciar mi voz para escuchar la Tuya y confiar cuando Tú te manifiestas a través de mis hermanos. Dime, oh Dios, ¿Cómo puedo hacer para vivir en Tu obediencia, en Tu Amor y, en confianza, mantenerme en Tu Voluntad en los tiempos que vendrán?”.

Y contemplando el Señor la sinceridad de esa alma, le respondió: “Alma pequeña, Yo te creé y conozco tu fuerza, fuerza que debe ser rendida para dar lugar a Mi Poder, que aún desconoces, porque tú le das más lugar en tu corazón a ti mismo que a Mí. Tengo Dones inagotables para cada uno de Mis hijos, el potencial no solo de conducir la vida en la Tierra con sabiduría, sino también de transformar los universos.

Sin embargo, Mis hijos están presos en sí mismos, en todo lo que conquistaron y aprendieron equivocadamente a lo largo de su evolución en la Tierra.

Aprendieron que crecer es afirmarse y reafirmarse constantemente en la propia voluntad, y se pierden todas las maravillas y verdaderos Dones que Yo les concedo a los que están vacíos de sí.

Por eso, alma pequeña, reconocer tu ignorancia es el primer paso; silenciarte y contener tus impulsos es el paso siguiente; ser observadora, en oración, de todos los gestos de la vida y dar tu opinión solo cuando te sea pedida. Antes de estar en desacuerdo con la voluntad ajena, primero debes vivirla en obediencia. No quieras colocar tu voluntad sobre la de los demás, sin antes aceptar lo que te piden. Yo forjo tu consciencia y transformo tu orgullo humano a través de aquellos que envié para que sirvieran contigo. Por eso, ejercita obedecer sin condiciones y expone tus sentimientos solo cuando te abran camino.

Descubre el fluir de las Leyes y, cuando así lo hicieras, estarás dentro de Mi Gracia, y ella fluirá sobre ti como caudal de sabiduría cuando algo te sea dado para conducirlo. Mientras tanto, alma pequeña, vive la confianza, la obediencia y el amor, y ellos serán para ti fuente de transformación y de entrega. Y llegarás a Mí y Me representarás en el mundo y más allá de él, porque te vaciaré de ti y haré morada en tu corazón”.

Que este diálogo los inspire para que vivan en obediencia y amor, para que le den espacio a Dios para que se exprese en sus corazones.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Resurrección de Cristo, hijos, significa el inicio de un nuevo tiempo, en el que la humanidad podrá comprender para qué vino al mundo y cuál es el camino que debe seguir para tornar plena la propia existencia.

La Resurrección los eleva más allá de los mayores miedos humanos, que son el sufrimiento y la muerte, y los coloca en la verdad del Tiempo Eterno de Dios, para que sepan que aquel que da todo de sí a Dios, recibe de Él todo lo que Él es, participa de Su Gloria en unidad con Su Reino.

Resurrección es júbilo infinito, divino y universal, porque es la revelación, no solo de la Faz de Dios, sino también es la revelación de la faz de los hombres como hijos de Dios y criaturas semejantes a su Creador.

El camino hacia la Gloria de Dios es la entrega absoluta, el amor incondicional, extremo y total, que nace de las entrañas más profundas de la rendición humana.

Ustedes ya saben todas estas cosas, pero deben recordarlas porque la propia condición del planeta los colocará ante situaciones que los llevarán a vivir esto, a escoger la cruz, la entrega, la vida eterna en Cristo.

Año tras año, ustedes son llevados a recordar la Vida, la Muerte y la Resurrección de Cristo para que, cuando llegue el tiempo de la Pascua de este mundo, puedan imitar Sus pasos.

Por eso, amen cada día más a su Señor, a Su vida, a Su ejemplo, a Su entrega, a Su Consciencia eterna, a Su Camino, a Su Verdad, porque ese mismo Amor los llevará a imitarlo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PALERMO, SICILIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Tu primera conexión con el Universo debe ser la oración, porque la oración es la que preparará a tu consciencia para cruzar las dimensiones y ser digno de encontrar a Dios y a Su Verdad universal y divina.

Para adentrar en los portales y revelar los misterios más sublimes del Cosmos infinito, debes primero entrar en los portales de tu propia consciencia, revelando el lodo y el barro que debes transformar antes de llegar a Dios.

Tanto para cruzar los portales del Cosmos como para cruzar los portales de tu propio interior hay algo que tu consciencia debe saber: sin amor, nada te será revelado. El amor es lo que te hace digno de estar en Dios, y es el mismo amor el que te permite lidiar con las miserias de tu consciencia, transformándolas de forma correcta.

En oración, aprenderás a amar. Por eso, ora y deja que sea el propio Dios quien conduzca tu consciencia hacia los portales que ya estás preparado para cruzar.

No temas, hijo, porque tanto el autoconocimiento como el conocimiento del Cosmos son fuentes de sabiduría y de evolución, son revelaciones que se complementan y que son necesarias para retornar plenamente al Corazón del Padre, aunque estén en vida.

De la misma forma como decimos que hay muertos en vida, también decimos que es posible retornar a Dios en consciencia y seguir en este mundo. De esta forma, los seres estarán en Dios, en Su Pensamiento, en Su Sentimiento, en Su Mente, en Su Corazón y, como un lápiz en Sus Manos, diseñarán la manifestación de Su Plan en la Tierra.

Todo comienza con la oración, pero no con la oración vacía, con distracciones o por obligación. Todo comienza cuando los seres aprenden el verdadero valor de orar y oran con el corazón.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy, hijo, no solo prepara tu corazón para estar delante de tu Señor, Maestro y Rey. Prepárate para ser realmente Su compañero. Prepárate para asumir un grado más profundo de tu compromiso con Él. Prepárate para ya no ser un Cireneo, sino para cargar tu propia cruz, en nombre de la humanidad.

Prepárate para ya no ser María a los Pies del Señor o puramente Marta sirviéndolo incansablemente. Prepárate para dar tus propios pasos en el calvario de estos tiempos y renovar el sacrificio del Señor con la oferta de tu propia vida. 

Prepárate para ser otro, nuevo, para dejar nacer finalmente, en tu interior, este amor que la humanidad tanto espera sentir y recibir, pero que debe aprende a dar.

Prepárate para ser humillado y hacer silencio. Prepárate para ser juzgado y no temer. Prepárate para ser flagelado y renovarte. Prepárate para caminar con la cruz de este tiempo y comprender con amor a los que encuentras en tu camino. Prepárate para amar incondicionalmente y perdonar lo imperdonable. Prepárate para vivir un Amor que no cabe en ti. Prepárate para renovar el Amor de Dios.

Deja entonces que el Pensamiento de Dios se exprese en ti. Renuncia a tus voluntades y a tus planes. Renuncia a tus deseos y a tus aspiraciones, y escucha en lo profundo de tu corazón la Voz de Dios que te guiará hacia este nuevo hombre.

Ora, y la oración será tu mayor fortaleza, sobre todo para que puedas vencer, en ti mismo, a las tentaciones que provienen de tu mente y de tus emociones, del viejo hombre que gritará dentro de ti para no perder su reinado.

Ora, sirve y ama a tus hermanos. Allí estará tu seguridad, tu protección y, sobre todo, allí encontrarás el Propósito de Dios para ti.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Pacifica tu corazón, porque hoy es un día de gloria y no de dolores, es un día de triunfos y de la multiplicación del Amor de Dios.

Hoy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo reciben los frutos de una existencia de donación, de entrega, de amor incondicional.

Hoy una parte del Corazón de Dios se renueva y se supera, porque un hijo Suyo le permitió renovarse a través de su constante humildad, renuncia y amor.

Hoy, hijo, contempla en el Universo un cielo más brillante, porque una luz retornó a su origen, desde donde seguirá impulsando el Proyecto humano, porque su entrega es eterna.

Aquel que, habiendo cumplido su misión, ofreció un poco más por amor a sus amigos y compañeros, también por ellos entregó la vida, porque llegó el momento de que ustedes caminen solos, apoyados sobre sus propios pies y sustentando a otros.

Hoy el Universo se regocija, porque aquel que había renunciado a su evolución, para multiplicar el Amor de Dios en la Tierra, retornó portando en los cristales del centro de su pecho el legado de su experiencia en este planeta tan amado. No trajo consigo solo un aprendizaje, sino también un presente celestial para Dios, porque aprendió, en todos los niveles de su consciencia, a amar al Padre por encima de todas las cosas y a obedecerlo más allá de su voluntad propia, renunciando, incluso, a permanecer en el mundo cuando sus discípulos y compañeros estaban prontos para un nuevo paso.

Para ti, hijo, llegó un nuevo ciclo y un nuevo tiempo; un tiempo para hacer madurar las gracias que portas en tu interior, porque un legado único fue entregado para la humanidad a lo largo de mucho tiempo, y tú eres parte viva de ese legado de amor.

Por eso, hoy, eleva tus ojos hacia lo Alto y, en lugar de penas, ofrécele a Dios tu gratitud. Coloca a los Pies del Creador tu oferta y reconfírmate en la adhesión a Su Plan, porque ahora es cuando él comienza.

Después de haberlo recibido todo y de que enseñanzas sublimes hayan sido depositadas en tu interior, ve y torna vida aquello que habita en ti. El mundo así lo necesita.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE ENTRE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA Y LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren para que el Plan de Dios se cumpla, contemplando, en el Universo, el Propósito perfecto que el Creador tiene para cada una de Sus criaturas.

Reencontrarse con los Mensajeros Divinos y estar en presencia del Padre Eterno, a través de la Puerta de Luz y de Paz que abrimos para el mundo, significa recobrar la pureza y el potencial de amor que les fue entregado a las criaturas en el comienzo de todo y que, un día, se perdieron en los corazones de muchos.

La tarea de los Mensajeros Divinos en este tiempo es más profunda y a veces incomprensible e invisible para la mente humana; porque llegó el momento definitivo para el planeta, cuando la evolución de todos se definirá según las respuestas dadas a las oportunidades recibidas.

Muchos se abren de corazón, aunque sea por un pequeño instante y eso ya es suficiente para que la semilla de un nuevo ser sea sembrada en su interior. Ahí está la eterna esperanza de Dios y de Sus Mensajeros: saber que, a pesar de que la humanidad está tan adormecida, también existe la posibilidad de que despierte de forma más simple de lo que imaginan.

Los Mensajeros Divinos se dirigen hacia Centroamérica para que los que perdieron su vínculo con Dios puedan recuperarlo. Que aquellos que, en el principio, se comprometieron a manifestar Su Plan puedan cumplirlo. Que aquellos que deben convertirse en Nuevos Cristos y que caminan detrás del Señor en todos los tiempos, puedan recordar su misión.

Existen misioneros dispersos en el mundo entero y llegó la hora de llamarlos por el nombre, uno por uno, para que cumplan con su misión.

Nuevos y potenciales Cristos despertarán en este tiempo: consciencias que vivirán el amor y la unidad con Dios más allá de sí mismos; que amarán al prójimo y que darán sinceramente la vida por sus amigos. Consciencias que repartirán el Pan junto a Cristo y que se unirán a ustedes en esta mesa para compartir el Cáliz del sacrificio y de la entrega a Dios, y así hacer que el plan del enemigo se desintegre y que las almas ya no se pierdan de Dios.

Les advierto sobre estos acontecimientos y les agradezco por orar para que este Plan se cumpla.

San José Castísimo

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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