APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Hoy les traigo el Relicario de Mi Corazón, Relicario espiritual y divino que guarda en sí el camino que recorrí desde que surgí como esencia del Corazón de Dios.

Que este Sagrado Relicario sea para ustedes como una puerta, una entrada al Reino Celestial a través de la humildad, de la rendición, de la entrega y, sobre todo, hijos, de la renuncia, don que los eleva y los aproxima a Dios, como aproximó Mi Corazón a lo largo de todos los tiempos.

Contemplen hoy, en su interior, el Relicario de Mi Corazón, no solo para mirarlo, sino para ingresar en él, para descubrir lo que se guarda más allá de ese Corazón humilde, que llega al mundo solo para ser un puente.

Cierren los ojos y vean delante de ustedes un Corazón que pulsa dentro de un Relicario de madera, que significa la humildad de Aquel que fue moldeado por el Creador a lo largo de todos los tiempos.

Vean como ese Corazón se abre en una gran luz que los abraza, los envuelve y los lleva a una nueva realidad. Crucen esa luz, encuentren más allá de ella el infinito.

Permítanse, por un instante, vivir como esencias y no como seres humanos, dejen que sus esencias sientan y vivan esa experiencia.

Permitan que su cuerpo se disuelva, por un instante, en el infinito de este Universo Celestial; ahí contemplen las estrellas, las galaxias, los soles, los universos y permítanse ir más allá.

Hay una gran Luz, hay una Fuente perfecta que, como un imán, los llama a retornar. Siéntanse atraídos por ella e ingresen en ella. Sientan esa Luz blanca, brillante, que pulsa en un silencio profundo que envuelve toda la Creación, un silencio más poderoso que todos los verbos y que todos los sonidos. De ese silencio surgen los sonidos, de esa Fuente surge el Verbo. Permítanse estar en el Corazón de Dios.

Dentro de esa gran Luz, contemplen un altar. Perciban los ángeles, los arcángeles y los coros de los bienaventurados que cantan un sonido con el espíritu, que con el espíritu se escucha.

Los ángeles, postrados delante del altar, adoran la Creación, encuentran en ella todos los tipos de vida, que se manifiestan en este planeta y que se manifiestan en otros mundos, más allá de la Tierra, en otros universos, en otras evoluciones.

Siéntanse pequeños, como nada y, al mismo tiempo, hijos, experimenten estar vivos en todo. Sientan el Reino de Dios. Que cada célula, cada átomo experimente ese Reino y lo descubra en el propio interior.

Ahora comiencen a sentir cómo ese Reino se expande de adentro hacia afuera. Como si en sus corazones aconteciera una gran explosión de luz. Y esa Luz, que contemplan en el infinito, se manifiesta dentro de ustedes. En ella existen todos los atributos, todos los dones, todas las virtudes. En ella está toda la Creación.

Sientan, hijos, cómo Dios se manifiesta dentro y fuera de ustedes. Sientan dentro de sus esencias toda la vida, cada criatura, cada ser, cada esencia.

Eso que manifiestan como cuerpo es como un gran infinito, en el cual cada consciencia está representada a través de las partículas de luz que viven en sus átomos. De esa forma comprendan la unidad. 

La Iglesia Celestial, hijos, no es una construcción que está suspendida en el infinito, en el Universo Celestial. La Iglesia Celestial es ese templo interior, donde la Creación se recrea de tiempo en tiempo. 

La Iglesia Celestial es lo que hoy les revelo, ese Reino que habita dentro de ustedes y que se llama "Templo", para que comprendan lo Sagrado.

Lo que hoy les traigo, no debe ser comprendido con la mente, no debe ser sentido con sus emociones, sino experimentado por sus esencias. 

En ese Reino se guarda toda la vida. Dentro de ustedes se guarda toda la vida. Por eso comprendan que, de esa misma forma, Mi Corazón pulsa en sus corazones y sus corazones pulsan en Mí. 

Ya llegó el tiempo de que la humanidad comprenda la unidad que justifica su existencia, que revela su propósito, que no es solo la vida sobre la Tierra, sino la unidad con toda la vida. 

Muchas veces ya les dije todas esas cosas de muchas formas, Yo les traje ese Reino. Pero hoy, hijos, los coloco dentro de Él. Les revelo que ese Reino vive en su interior para que permanezcan en Él, en Su revelación, todo el tiempo.

Muchos buscan realidades universales y muchos se prenden a la realidad de la Tierra. Muchos aspiran a un conocimiento superior y quieren saber, conocer la vida que se manifiesta en el universo como en el interior de la Tierra y de todos los planetas. Y otros se prenden a lo que conocen de la Tierra, creen que el Reino de Dios es solo esta vida. 

Y la ignorancia se manifiesta de esas dos formas, porque la vida universal va más allá de todo lo que comprenden, de la misma forma que la vida sobre la Tierra.

Ha llegado el  momento de trascender la materia, materia que habita en el universo, como la que habita en la Tierra, porque de otra forma no podrán manifestar el Reino de Dios, vivirlo y serlo, porque esa es su misión espiritual, para eso fueron creados, para más que un diálogo con Dios. Su misión no es solo escuchar la Voz del Creador, sino vivirlo, recrear Su Creación, experimentando Su Presencia dentro de ustedes.

Ya se aproxima el tiempo en el que caerá por tierra toda ilusión vivida por la humanidad. Y será en ese momento, hijos, que el recuerdo de Mis palabras deberá emerger dentro de ustedes, deberá trascender la condición humana, la mente, la comprensión, los sentimientos; deberá disolverlos en la revelación de la Presencia Divina. 

Lo que habita dentro de ustedes ni siquiera los ángeles y arcángeles lo pueden vivir, por eso no se prendan a las cosas del mundo, no se prendan a todo lo que vivieron en el universo antes de llegar al mundo, porque todo fue un aprendizaje para que pudieran llegar hasta aquí.

No quiero disminuir la existencia con lo que Les digo hoy, pero quiero llevarlos a una experiencia profundamente espiritual, para que experimenten algo que va más allá, algo que no vivieron en ningún momento de su evolución, sino que llegará el momento de experimentar, y eso no está distante de ustedes. 

En este tiempo del planeta, estas dos realidades se confrontan. La condición humana parece ser más real que nunca y los seres viven esta batalla, muchas veces sin comprenderla. 

El Universo de Dios, Su Reino Celestial, empuja desde adentro hacia afuera y aspira a manifestarse, y su condición humana se resiste e intenta no quebrarse, pero se afirma en todos los espacios de la consciencia que puede alcanzar: en la materia, en la mente, en los sentimientos, en el cuerpo, en el consciente y en el subconsciente. 

Pero por más que eso tenga fuerza, no tiene poder. El poder proviene del espíritu, espíritu que grita y se expande dentro de ustedes. Escuchen, hijos, ese clamor que proviene de la esencia. Dejen que esa fuerza que recrea la Creación se revele, se manifieste.

Todo lo que Yo les hablo se alcanza a través de tres llaves que, en verdad, son una sola: humildad, renuncia y rendición.

A través de la humildad, todas las puertas les serán abiertas, para que no solo comprendan todas las ciencias y sean conocedores de toda la vida, sino que también puedan ir más allá de eso y vivir la revelación de la Presencia Divina, del propósito humano.

A través de la renuncia se liberarán de sí mismos, de todo concepto humano, de todas sus voluntades, aspiraciones y de sus metas más espirituales; y estarán vacíos de todo aquello que creen saber, de todo aquello que creen tener como experiencia. 

A través de la rendición, todo se realizará, porque estarán como esa esencia suspendida en el infinito, como en el infinito del propio interior. Amarán la nada y descubrirán todo en el Corazón de su Creador. Todo lo que hoy Les digo, puedo decirlo porque Yo experimenté eso, poco a poco, paso a paso, a lo largo de Mi evolución.

Hoy su desafío es vivirlo intensamente en este final de los tiempos, de una forma acelerada, intensa, y están prontos para eso.

Así como toda la vida, Mi Corazón pulsará dentro de ustedes, todas Mis instrucciones resonarán en este gran silencio que guarda no solo todos los sonidos, sino también toda la sabiduría. Por eso, hijos, busquen eso dentro de ustedes, en oración, siempre que lo necesiten.

Cuando sientan que la materia batalla con el espíritu, y su condición humana parece tener más fuerza que sus esencias, solo silénciense y busquen en el propio interior esa fuente de vida. Coloquen su frente en el suelo y clamen a Dios para que Él se manifieste desde adentro hacia fuera y desde afuera hacia adentro, abarcando todos los espacios, venciendo todas las batallas, revelando Su triunfo en sus vidas.

No busquen entender lo que Les digo, pero experimenten eso. Contemplando el Relicario de Mi Corazón siempre encontrarán esa puerta que los hará recordar todo lo que Les dije para que puedan experimentarlo.

El Relicario de Mi Corazón no es un objeto que contemplarán sin comprender. El Relicario de Mi Corazón es solo un símbolo que hace que su materia recuerde, a través de los sentidos, la vida espiritual.

A través de sus ojos, abrirán una ventana para que sus esencias puedan reencontrar a Dios, contemplando el Relicario de Mi Corazón. Es una ciencia profunda que no se explica con la mente, sino que podrán experimentar cada vez que se abran de corazón. Por eso, cuando estén delante del Relicario, solo permanezcan en silencio. Sientan que, a través de sus ojos, sus esencias pueden contemplar un camino y recorrerlo.

Podría estar todo el día a su lado, contándoles todas las cosas que aprendí, pero quiero que aprendan a encontrarme dentro de ustedes, así como a Cristo, así como a la Virgen María, así como al propio Dios y a todas Sus criaturas. 

Ha llegado el tiempo de un ciclo más profundo y Les advierto que de la misma forma que ese ciclo es profundo, también profundas e inexplicables serán sus batallas. 

Muchas veces parecerán no haber escuchado ninguna instrucción de la Jerarquía, y la vida mundana se expresará en ustedes con toda su fuerza. Observen eso, perciban y vuelvan al punto de encuentro con Dios dentro de sí mismos hasta que, poco a poco y con mucho esfuerzo, esa batalla pueda ser vencida por el Creador dentro de ustedes. 

Comprendan las pruebas de los otros, comprendan sus debilidades, pero no las justifiquen por la condición humana. 

Ayúdense, recuérdense que esa vida espiritual habita dentro de ustedes. Elévense al Corazón de Dios. Acuérdense de que están preparando el Retorno de Su Hijo al mundo. Coloquen allí su consciencia. 

Con Mi presencia y Mis palabras bendigo a todos estos elementos en el Altar y Les digo que, de la misma forma como los Mensajeros Divinos bendicen cada objeto sagrado, también los sacerdotes tienen la potestad para hacerlo.

Todos los dones y promesas que se manifiestan en estos objetos, como presente divino para las almas, de la misma forma se manifiestan cuando los sacerdotes unen el Cielo y la Tierra para bendecirlos de corazón. Por eso confíen en que todas las  medallas y todos los objetos sagrados que se manifestarán a lo largo de los tiempos serán portadores de la Gracia y de la promesa divina para todas las almas. 

Traigan aquí el altar con los elementos para la Consagración de la Eucaristía.

Fray Zeferías.

Consagrando esta Eucaristía en Mi Presencia, oren por todos los sacerdotes del mundo, para que el Reino de Dios se manifieste en ellos todo el tiempo. 

Fray Zeferías:

En aquella noche, en la que Nuestro Señor celebró la Última Cena con Sus discípulos y apóstoles, Él tomó el pan y lo elevó a los Cielos, dando gracias a Dios por el sacrificio que Él viviría por todos nosotros; y el Eterno Padre bendijo el pan, transformándolo en el Cuerpo de Cristo. Enseguida, Jesús partió el Pan y lo entregó a Sus discípulos, diciéndoles: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por vosotros".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
Amén.

De la misma manera, Jesús tomó en las Manos el Cáliz y lo elevó a los Cielos, enseguida, se lo pasó a Sus discípulos, diciéndoles: "Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva y eterna Alianza, que será derramada por vosotros para vuestra salvación, redención y remisión de todas las faltas. Hagan eso en Mi memoria hasta el fin de los tiempos, cuando Yo he de regresar a este mundo". 

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Todos juntos vamos a hacer la oración que el Señor nos enseñó, uniéndonos a esta santa Comunión con Su Cuerpo y Su Sangre.

Padre Nuestro (en portugués). 

He aquí el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Cordero de Dios que saca los pecados del mundo.

Bienaventurados los que forman parte de esta Cena del Señor, porque la muerte no los tocará y conocerán la vida eterna. Amén. 

Que la Paz y la Misericordia de Cristo desciendan a la Tierra. 

Señor, yo no soy digno que entres en mi casa,
pero una palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén. 

Tocamos tres campanadas anunciando la Comunión Espiritual de todas las almas con Cristo.

Que la Eucaristía sea su sustento y que les recuerde, todos los días, el verdadero motivo de su existencia. De esta forma, hijos, el triunfo de Dios se manifestará en sus vidas.

Recuerden Mis Palabras y todo aquello que les dije a lo largo de todos estos años y acuérdense de encontrarme en su interior. Estaré con ustedes todo el tiempo. Reciban Mi bendición y Mi paz que resonará en ustedes por los siglos de los siglos hasta la eternidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y para despedirme, cantarán una canción  que les recordará que deben seguir sembrando el amor y el bien en la humanidad.

No se olviden que una vez les pedí que nunca permanezcan con rencor en sus corazones, sino que se perdonen, se reconcilien, se sirvan unos a otros, y den a conocer al mundo la liberación que es pedir perdón y amarse como Dios los ama; para que reine la paz en todas las naciones, para que reine el bien en todas las familias y para que triunfe el Corazón de Dios en todos Sus hijos

Terminarán este día celebrando y sembrando el amor en toda la humanidad, en todos los Reinos y en todo el planeta. Les agradezco.

Hermana Lucía de Jesús:
Vamos a cantar en español "Sembrando el amor en la humanidad".

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN MONTE SHASTA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 79.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Luz de la poderosa Montaña Blanca congregará y reunirá a todos los Maestros del ayer, a todos los que participaron del Cónclave de la Jerarquía a través de los tiempos.

Sus Presencias serán visibles, pero la mayoría no podrá llegar a Ellos, porque estarán bajo cierta misión y tarea, bajo cierto propósito y pedido del Creador.

Y así se abrirán los cofres de los Retiros interiores de la Tierra, y no solo se verá la luz de cada uno de ellos, sino también las reliquias más sagradas que la humanidad aún no conoce desde que comenzó este planeta como creación y como proyecto genético. De ellos vendrá una luz más fuerte y poderosa, porque la gran señal de la Luz Blanca de la Montaña traerá consigo muchas revelaciones y los misterios se develarán.

Todo quedará a la vista de todos, pero nadie podrá infringir esos tesoros y reliquias, porque una poderosa e invisible energía los protegerá.

Así, los Maestros llegarán desde lugares muy lejanos del planeta. Algunos bajarán desde los Himalayas, otros vendrán desde los Andes, como también algunos vendrán desde aquí, y el silencio mostrará la verdad.

El Corazón de Dios se conmoverá en ese momento, porque los Maestros del ayer, los Maestros de la Luz, los instructores del planeta y de la humanidad prepararán el Retorno de Cristo, y serán la gran compensación y sostén interno para Mi Iglesia.

Todo aquello que está escrito en el Universo, a través de las estrellas, se mostrará. Y lo que está escrito en el Universo descenderá a el planeta, como algo muy semejante a los cometas, a las estrellas fugaces que iluminan en la noche el firmamento.

Aquellos que aspiraron durante tanto tiempo a ascender hacia las montañas para encontrar su mundo interior, lo encontrarán después de haber luchado por muchos siglos contra ellos mismos, para transmutar sus deseos, sus tentaciones, su dualidad, su imperfección.

En esa hora, el Sagrado Cáliz, el Santo Grial, emergerá, así como una vez estuvo aquí, en esta Sagrada Montaña Blanca.

De nuevo la mesa de la redención será preparada.

Las tribus también llegarán, así como llegó Israel después de haberse liberado de la esclavitud de Egipto. Pero el pueblo de Israel, el antiguo pueblo, ya no demorará 40 años para encontrarme, para encontrar a la Segunda Persona de Dios, al Hijo, sino que ya sabrá el camino porque los Maestros serán sus propias estrellas que indicarán en el firmamento, como lo fue en Belén, la llegada del Mesías, del Salvador y Redentor.

Ya no habrá consciencia en la superficie de la Tierra, nación, poder humano o persona que pueda ocultar lo que sucederá, porque todo este movimiento y acontecimiento será a través del impulso mayor del Cósmico Amorque los ha creado a imagen y semejanza del Padre, para poder cumplir en este plano material y espiritual con sus designios y voluntades.

El invierno pasará, la noche oscura terminará, porque la luz poderosa de los Retiros interiores traerá lo nuevo, lo que nadie ha podido ver desde que comenzó este planeta y este proyecto genético.

Y al fin, antes de que llegue el Hijo de Dios, la Confraternidad se reunirá. Desde sus esencias brillará la gran estrella de sus orígenes.

Los rostros de los justos ya no llorarán por lamentaciones ni culpas, sino que se alegrarán. El llanto será de alegría, de júbilo y de gozo porque el Santo Grial estará allí, resplandeciente, en lo alto de la Montaña Blanca. 

La síntesis y el legado de todo el amor vivido por Cristo, su Maestro y Señor, abrirá el gran portal entre el Cielo y la Tierra para el descenso glorioso y victorioso del Hijo de Dios.

La gran Luz de la Montaña Blanca abrirá la puerta hacia el nuevo tiempo. Pero después, muchas señales más se mostrarán, aunque el planeta y su humanidad estén conmovidos, agitados o perturbados.

Aquellos que fueron designados para cumplir una tarea y una misión en estos tiempos serán llamados conscientemente, y el Padre Eterno ya no deberá esperar hasta que sus hijos despierten y tomen consciencia de la verdad.

Así como hoy les hablo desde lo alto de la Montaña Blanca, así también será ese acontecimiento, pero más contundente y revelador. 

Los Maestros de las montañas que descenderán desde los Himalayas, desde los Andes y que emergerán desde los Retiros interiores del planeta traerán consigo todo su legado y aprendizaje y, sobre todo, la experiencia del Amor Crístico vivido como grandes consciencias universales y cósmicas.

Nadie podrá decir que eso no será verdad, porque Dios así lo necesita y lo determina para la construcción y el advenimiento de la nueva raza, la que ya no deberá infringir ni ultrajar las leyes, los principios o los atributos que son parte de una Voluntad Mayor y de un designio que viene al mundo y a sus consciencias para elevarlas hacia el Propósito Mayor.

Mientras tanto y cuando todo eso suceda, la Mujer vestida de Sol también llegará después de Su Hijo, y los que no creyeron en Ella la verán en gloria, así como ascendió a los Cielos, rodeada de ángeles y de estrellas.

Sus grandes Universos se mostrarán, Sus Faces se revelarán, y al final Ella mostrará el último camino por donde retornar al Padre, para estar en comunión con Su Espíritu y con Su Consciencia por toda la eternidad.

El sufrimiento ya no será la causa de tantos males y angustias, de tantas desolaciones y pruebas, porque en esa hora Mi enemigo estará vencido y su cabeza estará a Mis pies.

Yo mismo y el Arcángel Gabriel lo redimiremos, así como a todos sus ejércitos caídos que sentenciaron a través de los tiempos a todas las civilizaciones y pueblos del planeta y del Universo. Y así, la Creación se recreará y todo volverá a tener sentido para Dios. 

Muchísimas, pero muchísimas almas reconocerán sus errores. Pero la Luz de la Misericordia Divina llegará como la última tabla de salvación en el momento del gran Juicio universal.

En esa hora todo estará definido. Por eso los preparo con estos anuncios y palabras, porque no las pueden olvidar. Ya no habrá otro momento en el que pueda repetirlas y anunciarlas, así como lo hago hoy, en este día.

Porque cuando todo suceda, ustedes, como parte de la prolongación de Mi Voluntad y de Mi Obra en el planeta, comprenderán el sentido de todo lo que han hecho, de todo lo que vivieron y experimentaron, de todo lo que les he pedido que cumplan al pie de la letra.

Así todo comenzará de nuevo y las almas se regocijarán, ya no perderán el camino ni el sentido de sus existencias; porque cuando retorne el Rey a través de la Luz poderosa de la Montaña Blanca, en ese momento todo se realizará y las nuevas escrituras se cumplirán.

La Biblia será renovada y restaurada del ultraje que le han hecho los hombres, porque una nueva historia se escribirá, no solo en el Corazón del Padre, sino en el corazón de Sus hijos.

Los ciclos se cerrarán cuando los Retiros interiores se muestren y todo, absolutamente todo, sin que falte mucho tiempo, comenzará de cero. 

Prepárense para ese momento, sean conscientes de lo que les digo. 

Difundan al mundo Mis Palabras, porque siendo las últimas son las más reveladoras. Hay una parte de las señales que deberán comprender por ustedes mismos, en sintonía y en amor Conmigo.

Así seguirán creciendo en el amor y en la verdad, en la justicia y en el servicio por todos los que no lo hacen y, algún día, en un próximo tiempo y en un próximo mundo lo deberán hacer.

Dios creó a Sus hijos para que se sirvan los unos a los otros, para que se amen los unos a los otros, para que crezcan juntos y en unidad.

Sigan rezando para que su Maestro pueda seguir hablando y anunciando la Palabra, que no es propia, sino que es la Palabra de Dios, la que viene de Su Fuente y sobre todo, de Su Amor.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL LAGO SISKIYOU, MONTE SHASTA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Luz del Retorno vendrá desde lo alto de la Montaña Blanca, y las Américas serán bendecidas por una Gracia de liberación y de paz. 

Luego esa Luz descenderá de la Montaña Blanca; pero permanecerá en ella por tres días hasta que la mayoría de las personas la hayan visto y reconocido. 

Le darán muchos nombres y causas, pero solo pocos reconocerán lo que ella es. 

Nadie podrá aproximarse a esa Luz, porque será tan fuerte que encandilará a los curiosos y opositores.

Traerá Gracia y bienestar para los oprimidos y muchos, pero muchos, reconocerán muy tarde su infidelidad a Dios. 

Aquellos que se arrepientan a tiempo serán tocados por la Gracia y por la sabiduría de esa Luz y todo comenzará de nuevo. 

Nadie podrá ocultar esa Luz que vendrá de la Montaña porque ella no será material, aunque todos la verán con sus ojos físicos, será una Luz más impactante y reveladora que la Estrella de Belén. Será más brillante que el Sagrado Manto de la Virgen de Guadalupe. Tendrá más poder que todas las naciones que se creen poderosas.  

Esa Luz vendrá por los justos, por los que pidieron Misericordia, por los desafortunados, por los que claman por paz y liberación. 

Y al fin, esa Luz descenderá y todo será revelado. La Montaña Blanca será testigo de todo ese acontecimiento

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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