Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ INMACULADA CASA DEL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO, SAN CARLOS, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 123.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por estar hoy aquí, Conmigo; porque en este lugar, en donde ahora se encuentran, para Mí representa espiritualmente una pequeña Tierra Santa. Y lo más maravilloso de todo esto es poder ver que esa Tierra Santa está formada por las almas, por los corazones que fielmente responden al Llamado; así como muchos de sus hermanos y hermanas, en el mundo o aun dentro de esta Obra, responden fielmente al Llamado de Dios.

Hoy, Me quiero detener, compañeros, en la Mirada de Dios sobre este lugar, que fue fundado y concebido para la manifestación del Plan de Dios en la Tierra. Pero este lugar está vivo espiritualmente por las almas que participan en él, por los servidores que se autoconvocan todos los días, más allá de sus propias experiencias de vida.

La Mirada de Dios sobre este lugar es especial, es una Mirada tierna y pacífica, porque Él puede ver reflejada Su Voluntad en este lugar, aunque tal vez sea un poco desconocida para ustedes y sus hermanos; una Voluntad Suprema y Divina que es palpable en esta vida material, en la experiencia de este Núcleo-Luz, una vida que se refleja a través de la Voluntad, de lo que cada corazón cumple ante Dios día a día.

Esto también es maravilloso para Mí, ante la difícil situación planetaria, en donde hermanos se enfrentan contra hermanos, en donde naciones enteras son destruidas por la impunidad, por la falta de amor al prójimo, por la falta de respeto a la propia vida humana.

¿Ahora, comprenden por qué este lugar es para Mí una maravilla de Dios, como tantos otros lugares de esta Obra?

¿Consiguen apreciar, compañeros, el valor que esto tiene y la continuidad de su expresión en esta superficie?

Expresión unida íntimamente a los Retiros de Amor, fuente inagotable que los impulsa a vivir el Plan de Dios todos los días, aunque no sepan cómo comenzar de cero. Esto es parte de la Grandeza de Dios, de Su Amor inagotable e inextinguible.

Son pocos los lugares en el mundo que, en el tiempo actual, pueden vivir la fidelidad a Dios; pero no hay un misterio en todo esto, porque la fidelidad a Dios es sostenida por la transparencia y el amor ardiente a la Voluntad Divina, que es lo que gesta y crea los pilares de la Obra de Cristo en la Tierra, a través de las almas.

Sin la fidelidad, la transparencia y el ardiente amor a la Voluntad de Dios no sería posible que la Jerarquía trabaje en el planeta. Esto permite, ante la deuda espiritual de la humanidad, que la Divina Jerarquía pueda intervenir en estos tiempos críticos. Porque existen lugares como este, pequeñas Tierras Santas, que atraen hacia sí mismos la Voluntad de Dios a través del servicio incansable por los que sufren y padecen, el servicio por todos aquellos que están bajo la condición humana.

Quisiera que, a partir de hoy, compañeros y amigos Míos, contemplaran y valoraran este lugar y otros lugares de la Obra con la misma Mirada de Dios, Mirada de ternura y de pacificación.

Porque Él, que está en Su Reino y en Su Gloria, junto con todos Sus Hijos, cuida de cada paso y de cada detalle hasta el más insignificante, para que las almas puedan crecer en el amor y en la justicia, para que las almas aprendan todos los días a donarse un poco más y a salir de sí mismas para poder alcanzar la redención.

He aquí Mi pequeña Tierra Santa, la nueva Tierra Santa de Dios, entre tantas otras tierras santificadas por el Padre Eterno en este planeta. Dios desea ardientemente que esta Gracia se multiplique, porque es una Gracia para la humanidad, aun para aquellos que no la merecerían por sus errores o pecados.

Vean, entonces, la maravilla de la Misericordia de Dios, infinita, inagotable e inextinguible, Divina Misericordia que puede abrazar a todos Sus Hijos, Divina Misericordia que puede congregar a todas las almas, Divina Misericordia que puede sanar a todos los corazones.

Rezo, junto al Padre Eterno, para que existan más Tierras Santas; así como espero, en lo más profundo de Mi Corazón, que esto pueda suceder en África, para que los valores más auténticos y verdaderos de los que sufren sean reconocidos. Si el Corazón del Maestro se conmueve de Amor por Sus hijos de África, especialmente por los más pequeños e inocentes, ¿sus corazones serían capaces de conmoverse?

¿Qué hay más allá de lo que está aparentemente miserable?

Dios se esconde en los más pequeños e inocentes; así, Dios derriba del trono a los que se dicen poderosos, porque Su Amor está presente en los que son anónimos, en los que no buscan nada para sí, en los que se apartan de cualquier reconocimiento.

¿Será que el mundo colocará su mirada, de una vez y para siempre, en África, para que la humanidad comprenda, de una vez y para siempre, que desde África surgirá la Nueva Humanidad? ¿Por qué la destruyen? ¿Por qué la colonizan? ¿Por qué abusan de África?

Ya no hay sensibilidad en muchos corazones impunes; pero Yo cumpliré Mi promesa de retornar a África, así como está escrito y como fue escrito que Yo esté hoy aquí entre ustedes.

Por eso necesito, compañeros, que, en el final de estos tiempos críticos, coloquen en sus corazones y oraciones los próximos Proyectos de Cristo; porque mientras estos Proyectos no se manifiestan ni se concretan, muchas almas se siguen perdiendo y son abducidas hacia el fuego del infierno.

¿Ahora, comprenden la importancia de los lugares y espacios bendecidos por Mí, como esta pequeña comunidad que aquí expresan?

Todo les está siendo dado, todo les está siendo permitido y todo se les pedirá, sobre todo una respuesta interior verdadera que justifique los tesoros que están recibiendo, porque la Gracia de Dios es abundante.

Él quiere que esta Gracia se multiplique y se expanda en el mundo para que, a través de esta Obra concebida para el Sagrado Corazón de Jesús, a través de los servidores de Cristo que se confirman en este tiempo, esta Obra pueda llegar a lugares muy lejanos del planeta.

Porque ya les dije una vez, compañeros, no serán muchos los que Me servirán en este tiempo final; pero los que Me sirvan en este tiempo final, aunque sean pocos, tendrán que ser verdaderos; así como esta Verdad que los trajo hasta el presente desde el primer día que se manifestó este sagrado lugar, este punto de Luz para la Jerarquía.

Quiero anunciarles con toda gratitud, con toda reverencia y con toda la aspiración interior que aquí colocaré a algunos sacerdotes para que sustenten, junto con sus hermanos y hermanas, este nuevo ciclo del Núcleo-Luz, a través de su sagrada tarea en la Casa de San Lázaro como también en los demás proyectos de los que participarán en los próximos tiempos; porque el canal espiritual deberá estar bien fortalecido para poder abarcar y abrazar a la mayor cantidad de almas, en este y en otros planos, que a través de la Casa de San Lázaro buscarán el alivio del sufrimiento.

Quiero que sepan que aquí, en esta casa consagrada a Mi Madre Santísima, su Maestro y Señor, Cristo Jesús, en el más profundo y anónimo silencio, encuentra un lugar de reposo y de alivio.

Es tiempo, compañeros, que perciban Mi Presencia Espiritual aquí, que sepan que nunca los abandonaré, pero que siempre los impulsaré a que vuelen con sus propias alas hacia las dimensiones y planos de consciencia en donde debe materializarse la Voluntad de Dios en esta superficie.

Como lo pedí en otro lugar de esta Obra, deseo aquí la Fuente del Cristo Curador, el Insondable y Sagrado Corazón de Jesús, para que los que crucen la sagrada puerta de esta casa encuentren Mi Agua de Vida, que los purifique y los lave, que los alivie y que los renueve para el próximo servicio.

Esta agua de la Fuente del Cristo Curador será bendita no solo para el Santo Sacramento del Bautismo, sino también para los que la quieran beber o la quieran llevar consigo para bendecir sus casas y familias.

Vean, compañeros, cuán simple pero cuán profundo es el Amor de Dios, que se esconde en lo que es silencioso y anónimo, que se aparta de cualquier protagonismo y exposición; porque Dios está presente en la vida de los peregrinos, de los buscadores de la paz y del bien, de los que trabajarán en estos tiempos críticos para que los valores de la dignidad humana, de la fraternidad y, sobre todo, del amor no se disuelvan de las consciencias.

Tendrán Conmigo dos días más de encuentro en esta sagrada casa. Les pido que, en estos días que aún vivimos de Cuaresma y de vacío interior a través de sus propios desiertos, ofrezcan cada tarea y cada servicio en nombre del Señor. Así como también ofrezcan los días de la Maratón de oración a Mi Sagrado Corazón.

Mi Mirada estará atenta a las acciones de Misericordia, para que los graves errores que hoy se cometen, en el mundo y a través de las guerras, puedan ser disueltos y se conceda un tiempo más de paz en el mundo.

Por eso, Mis amigos, la paz debe comenzar primero en ustedes, cuidando sus palabras, cuidando sus gestos, cuidando sus actitudes, cuidando sus pensamientos y sentimientos, cuidando al prójimo antes que a ustedes.

Así, la caridad fraterna, inspirada a través de los tiempos por muchos santos y bienaventurados, no se disolverá en el mundo y concederá la paz; y esta caridad fraterna se reflejará en sus rostros con una hermosa sonrisa por servir a Dios. Así, sus propios sufrimientos y agonías se disolverán, porque quién sirve a Dios se libera para siempre de sí mismo.

Tomen en cuenta todo lo que les digo y guarden Mis Palabras en sus corazones.

Una vez más, les agradezco por estar hoy aquí.
 

Bendice, Señor,
a los que escuchan Tu Llamado.

Bendice, Señor,
a los que te sirven incansablemente.

Abraza con Tu Amor
a los que invocan Tu Nombre,
y guía los pasos de los consecuentes.

Que las heridas y los agravios de los corazones,
por todas las ofensas que hayan podido recibir
a través de los tiempos,
se sanen.

Glorifica, Señor,
a los que sirven anónimamente;
 silencia a los que hablan injustamente.

 Porque Tu Poder y Tu Luz estarán
en los que siempre te dicen sí y no retroceden,
porque entregando sus vidas en Tus Manos,
entregando sus consciencias a Tu Corazón, Señor,
el tiempo de la consumación se cumplirá;
así como Tu Amadísimo Hijo lo cumplió
cuando expiró en la Cruz.

Amén.


En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL OCTAVO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Inspiramos y agradecemos la Presencia de nuestro Redentor.

Por un momento, cierren los ojos.

En este último día de Gracia y de celebración regresemos, en consciencia, a Tierra Santa y véanse allí, con los hombres y mujeres de Jerusalén y de toda Galilea, buscando las huellas del Pastor que llama a sus ovejas para que lo sigan.

Algunos recordarán los hechos de Mi vida pública, otros recordarán los pasos del Calvario, pero todos encontrarán a Cristo, Aquel que recorrió Tierra Santa para llamarlos a vivir el Amor redentor.

Algunos recordarán la multiplicación de los panes y de los peces, otros presenciarán el llamado a los apóstoles en el mar de Galilea.

Pero otras almas estuvieron en donde estuvo el Señor, predicando y enseñando, curando y sanando las heridas más profundas de la consciencia humana.

¿Cuántos de ustedes se sentaron a los Pies del Señor, en la casa de los justos o en la casa de los pecadores?

En aquel tiempo, la humanidad nunca hubiera podido comprender Mi tarea hasta que Yo no cargara la Cruz.

Quiero que se sientan, como en aquel tiempo, llamados por Mí para que, en este momento, lleven adelante Mi convocatoria, pero ahora una gran convocatoria al mundo entero, a todas las tribus que salieron de Israel, se expandieron por todo el mundo  y aprendieron de las Enseñanzas de Cristo por medio de la Palabra de Dios.

Hoy hago un puente en el espacio-tiempo para que recuerden su compromiso Conmigo; pescadores, mujeres, ancianos, jóvenes y niños, presentes en la historia del Redentor, dentro de la experiencia de Su Corazón.

¿Cuál sería la razón de Yo venir al mundo en este momento si no fuera por lo que sucedió en el pasado?

Esa historia, que fue escrita en Tierra Santa, siempre será imborrable. Todo el universo la conoce profundamente, porque fue una coyuntura única para toda la humanidad.

Hoy sus Ángeles de la Guarda son testigos de este momento, de sentirse merecedores de las Gracias del Padre, aunque el corazón humano siga siendo imperfecto.

Pero hoy estoy como estuve una vez en el Monte de las Bienaventuranzas y desde ese monte sagrado hoy emito Mi Mensaje al mundo entero, como el Cristo que está retornando. Elevando Mis Manos al Cielo y abriendo los universos para que descienda la Gracia Divina, les digo: enmienden sus caminos.

Que sus corazones se curen.

Que sus vidas se rediman por la fuerza del Amor de Dios, que brota incansablemente del Corazón del Hijo.

Ámense mucho más de lo que se aman.

Sosténganse en la fuerza de la hermandad, en la unidad inquebrantable, en la fraternidad inmutable.

Sean embajadores de Mi Paz.

Que sus corazones vivan la eterna gratitud y el esfuerzo incansable por seguirme.

Sean señalados y ungidos por el Espíritu Santo, porque está llegando el tiempo de Mi regreso. Señales habrá en el Cielo, pero señales más profundas habrá en los corazones.

Se sentirán conmovidos por una fuerza mayor que llegará de la Fuente Suprema para hacer de sus corazones, corazones valientes dispuestos a llevar adelante Mis pedidos. Porque en la hora que sean juzgados, Yo los defenderé. En la hora que sean blasfemados, Yo les daré el poder de Mi silencio. En la hora que sean negados, Yo les daré Mi mansedumbre y vivirán cosas más grandes que las que Yo viví y, en esa hora, las reconocerán por ustedes mismos.

Porque si se aman los unos a los otros serán reconocidos como Mis apóstoles, pero si se aman más y viven la verdad, serán reconocidos como Mis pacificadores, porque no habrá miseria que no se resuelva, no habrá desierto que no sea atravesado, no habrá dolor que no sea curado, porque aquel que cree en Mí tendrá vida eterna y sabrá lo que es la vida eterna.

En la hora de su muerte, Yo acudiré y los auxiliaré, y la Ley de Mi Misericordia justificará sus errores y faltas, por todo lo que han vivido aquí Conmigo a través de los años.

Pero hay algo que deberán vivir por Mí, que es lo que Yo viví por ustedes, la soledad. Y en esa hora su fe no podrá ser tibia, porque si creen en Mí, lo superarán.

De las miserias, haré nuevos Cristos; de negadores, haré redimidos; de pecadores, haré bienaventurados.

Confíen en Mí, así como Yo confío en ustedes, así como Yo he confiado en los que Me abandonaron.

Mi Getsemaní, en este tiempo, es diferente. ¿Quién se arriesgará a vivirlo Conmigo?, para que Mi Misericordia pueda seguir salvando almas y redimiendo corazones. Hasta antes de que Yo retorne al mundo deberán tener todo esto presente en sus consciencias, porque lo necesitarán.

Así como hoy los llevo a recordar el compromiso Conmigo, así Yo los hago sucesores de la Obra de Mi Misericordia, así como lo hice con los apóstoles.

Llegará el tiempo en el que su casa y su reposo será el mundo entero, y todo lo que aquí han aprendido, por obra de la Misericordia de Dios, lo llevarán al mundo y lo compartirán fraternalmente con sus hermanos para que ellos sientan Mi Presencia y Mi Palabra. Sus voces cantarán en otros espacios, sus pies caminarán por otros lugares.

El Nuevo Testamento de Su Señor Jesucristo, el testamento de estos tiempos, llegará a las almas de los diferentes continentes, y Yo estaré allí para que vivan todo lo que deban vivir en Mi Nombre.

Infinita ha sigo la Gracia de Dios sobre ustedes.

El tiempo ha llegado. Mi Padre necesita ver a los Nuevos Cristos, no en las apariencias, sino en la propia vida, en la entrega incondicional y en el sacrificio por un solo fin, el triunfo de Mi Amor.

Por esa razón he venido aquí y he fundado esta Congregación para que sea la mediadora, junto con todos los hermanos del mundo que escuchan la Palabra del Señor, y prepare Mi Retorno en los corazones.

Después de siete Sagradas Semanas...

Me quedo en silencio para que no solo escuchen Mis Palabras, sino que las sientan, porque lo más importante para Mí, compañeros, es que sientan lo que Yo siento por ustedes.

Grande es el desafío en el fin de los tiempos. Grande es la aspiración de Nuestro Padre Madre Creador, pero uno es el camino que los hará retornar hacia Mí cuando hayan cumplido lo que Yo necesito, sin nada a cambio, hasta en el mayor vacío.

En estos siete años, Yo los llené de Mi Misericordia, los escuché en sus oraciones, los levanté de sus caídas y siempre, siempre, los renové.

Y así como Yo Me levanté del suelo tres veces después de haberme caído con la Cruz, hoy su cruz puede transformarse por la victoria de Mi Amor y de Mi entrega por el mundo, por la vivencia infinita y absoluta de los Sacramentos, por todos los que oran y adoran.

Es aquí en donde estableceré Mis pilares para Mi Retorno al mundo.

Es tanto lo que tengo para darle a la humanidad que aún Mi Amor no es entendido. Pero Yo los arrebaté, arrebaté sus vidas, corazones y consciencias. Y aún necesito más, porque después de siete años ya no son los mismos.

¿Han visto el milagro de la fe? La fe fue lo que Me llevó hasta la Cruz y fue lo que Me hizo besar la Cruz tres veces, por su rendición, por su misericordia, por su redención.

Mi Sangre aún sigue transfigurando la vida material. Sus vidas, por medio de los Sacramentos, deben ser los nuevos cálices para que Yo pueda entrar y hacerlos parte de Mí, para siempre.

Eso es lo que Me hará retornar al mundo con toda Mi Consciencia y todo Mi Ser. Podrán sentir la Presencia de su Maestro y llegará el momento del gran reencuentro cuando los vea cara a cara.

Vean Mi humilde Rostro iluminado, que se muestra al mundo para que escuchen y sientan el Corazón de Dios.

Yo solo quiero que sean en Mí, para que Yo pueda ser en todo el mundo.

Hoy Me siento descansando en ustedes. Su amor le trae renovación a Mi Espíritu para seguir dando más por la humanidad.

La cura que necesita hoy la humanidad llegará en pocos meses, y a través de este impulso que he dado durante estos ocho días, muchas consciencias cambiarán. La vida de las personas ya no serán las mismas, porque Mi Luz entró en muchos corazones en estos últimos días, y esa Gracia es incalculable.

Por eso, todo lo que puedan hacer por el Plan de Mi Padre es importante, para que la Gracia Suprema pueda descender y obrar. Crean que no son sus vidas las que actúan, sino que es Mi vida la que actúa a través de ustedes.

Rindan lo que aún no han rendido. Rediman lo que aún no han redimido, porque Yo los llamaré para obras mayores, así como los he llamado a través de estos tiempos para esta Obra Mayor.

Y vemos ahora, alrededor de Nuestro Señor, a los doce ángeles encargados de la Justicia Divina, que tienen entre sus manos una llama de luz.

Hoy he traído aquí a los seres angélicos más justos del universo, para que sean testigos de este momento y de este último día de la Sagrada Semana.

Reconozcamos las faltas del mundo y sus faltas, y pidamos la Gracia de la reconciliación y del perdón, hagámoslo internamente.

“Señor, 
Dios de todo el universo,
que has creado la vida
para que todos Te amaran y Te adoraran,
escucha las súplicas de Mis compañeros,
cicatriza las heridas de los corazones,
renueva a los espíritus y a las consciencias
para que, impulsados por Tu Amor y por Tu Gracia,
alcancen algún día la redención”.
 

Por los méritos de la dolorosa y sufrida Pasión de su Maestro y Señor, por los méritos de la Bienaventurada siempre Virgen María y por los méritos de todos los seres servidores de buena voluntad, por la fe y el amor de los consecuentes, por el sacrificio de los incansables, por la caridad de los misioneros para curar el dolor de la humanidad, y bajo la autoridad Divina y Celestial del Padre Eterno, vengo a establecer por los méritos de la Cruz no solo el perdón, la reconciliación y la cura de las almas, sino que también vendré aquí para vivir, con todos los Míos, la octava y última Sagrada Semana.

Rezaré para que las fronteras de las naciones y de los pueblos estén abiertas para que vengan aquí y revivan Conmigo la Pasión de Cristo, como cierre del gran impulso del Hijo de Dios para la humanidad. Amén.

Vamos a prepararnos, en Presencia de Cristo, para esta especial consagración Eucarística, y vamos a invitar a todos nuestros hermanos del mundo que nos escuchan en este momento, en sus diferentes naciones y pueblos, a que se sumerjan en este ejercicio espiritual para poder sellar esta Alianza con Cristo, después de estos impulsos de la Sagrada Semana, y para que juntos, desde ahora, preparemos Su gran y última llegada en el año 2021.

Antes de comenzar esta celebración, en Presencia de Nuestro Señor Jesucristo, vamos a responder a un pedido de Cristo, que los hermanos del coro canten al final de este ejercicio la canción “Cara a cara”, para que se puedan preparar en este momento.

Y nosotros aquí, bañados por esta Gracia que brota del Corazón de Jesús, ofrecemos esta celebración en un profundo acto de agradecimiento por todas las Gracias e impulsos recibidos directamente del Corazón de nuestro Redentor.

Vamos a seguir con el instrumental, por favor.

Así como ofrecemos estos elementos del altar, vamos a ofrecernos a Nuestro Señor, así como Él se ofreció hoy una vez más a nosotros, para que nos haga merecedores de Su Misericordia, y por medio de Su santa fe nos fortalezca para vivir el apostolado de estos tiempos, para llevar Su Palabra, Su Amor y Su Paz al mundo.

Los que podamos, nos colocamos de rodillas para esta consagración.

Antes de Jesús haber sido entregado, en un profundo acto de Amor y de Misericordia por todos Sus compañeros y la humanidad, Él tomó el pan, lo elevó y dio gracias al Padre, pidiéndole profundamente con Su Corazón que fuera convertido en Su Cuerpo. Enseguida, Jesús lo partió y se lo ofreció a Sus compañeros, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Y una forma de Luz entró en el alma de los apóstoles.

Terminada la Cena tomó el Cáliz y realizando el mismo ejercicio lo ofreció al Padre para que fuera convertido en Su Sangre. Enseguida, se lo ofreció a Sus compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva y eterna Alianza, que será derramada por su Señor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Bienaventurados los que se sirven de este Sacramento.

Padre Nuestro (en español y en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
 Amén.

Anunciamos en este momento la Comunión espiritual de Cristo con todos nuestros hermanos del mundo.

Escuchamos tres campanadas.

Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos por el camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.

Esto es el comienzo de algo más importante para el mundo. Una nueva historia está siendo escrita y sus vidas están en las Manos de Dios. Son como una pequeña pluma con la cual Él escribe para hacer nuevas todas las cosas.

Agradezco la fidelidad, el amor y el acompañamiento de todos los devotos del mundo en esta Sagrada Semana.

Que la Iglesia Celestial los guarde. Que la Iglesia Celestial los proteja de todo mal. Que la Iglesia Celestial eleve sus consciencias para que algún día, sus vidas y sus corazones se fundan en la Esencia del Amor de Dios, y así se cumpla Su Voluntad.

Con alegría y júbilo, los bendigo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Podemos escuchar la canción que Nuestro Señor solicitó.

Gracias a todos.

MENSAJE DIARIO TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 

Trigesimoquinto poema

María Santísima,
Poder amoroso de Dios,
Reflejo perfecto de la Humildad Divina,
Sierva fiel del Creador,
ayúdanos a reflejar todo lo bello que tenemos.

Que sean realidad, en nosotros,
los talentos que Tu Hijo nos enseñó,
para que podamos representar a Su Obra en la Tierra.

Haznos simples y verdaderos.

Que podamos aprender a amar y a servir 
como Tú, Nuestra Señora,
sirves y amas a cada uno de Tus hijos.

Haznos descubrir el poder del Amor de Dios.

Que comprendamos, más allá de las apariencias,
todo lo que significa y representa
el Amor Divino en nuestras vidas.

Que no le temamos a ese Amor Mayor,
porque más allá de todo,
aspiramos a estar unidos 
al Propósito del Amor de Tu Hijo,
Amor que nos renovará y nos hará merecedores 
de la Gracia y de la Misericordia del Padre.

Que seamos consecuentes
con el Amor Divino que recibimos.

Que Tú, Virgen Santísima,
siempre nos demuestres cómo amar más y más,
hasta que nos entreguemos completamente a Dios.

Amén.
 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Vigésimo poema

Señora de la Paz,
danos la alegría inmutable de servir a Dios,
así como Tú lo viviste por cada uno de nosotros.

Que siempre podamos encontrar
el impulso interior de servir a Dios.

Que nuestras manos, Madre,
sean Tus manos.

Que nuestros pies, Señora,
sean Tus pies.

Que nuestro corazón
sea completamente Tu Corazón,
al servicio de los Reinos Menores y de la humanidad.

Queridísima Madre,
que no retrocedamos cuando seamos llamados a servir
en la Obra de Tu amado Hijo.

Que, por Tu ayuda espiritual y maternal,
tengamos consciencia y claridad
de lo que significa servir a Cristo
en Su Obra de Misericordia y de Amor.

Envíanos, Virgen Purísima, al Espíritu Santo
para que, bendecidos por Sus siete Dones,
estemos disponibles y preparados
para servir incansablemente,
como Tú sirves incansablemente.

Despierta nuestro corazón misionero.

Que todas las almas puedan conocer
el poder de la Palabra de Dios
para que, instruidos por los impulsos de Luz de Tu Hijo,
más corazones despierten y se animen
a unirse y a servir en la Obra redentora de Tu Hijo.

Te agradecemos, Madre,
por estar siempre aquí,
guiándonos todo el tiempo hacia Tu Hijo,
para que aprendamos a servir por la paz.

Amén.

 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Decimocuarto poema

Reina del Universo,
Bóveda Celeste de Dios,
Aroma Sublime de Paz,
danos un corazón vacío y humilde,
un corazón capaz de no querer nada más para sí,
un corazón pobre,
unido al humilde Corazón de Dios.

¡Oh!, Madre Santa,
danos un corazón pacificador, fiel, manso,
disponible para Tu Hijo,
un corazón desinteresado de la vida del mundo.

Virgen Purísima,
danos un corazón puro y no cambiante,
un corazón maduro en el Amor de Tu Hijo,
un corazón vencido por la Verdad de Cristo.

Sierva fiel,
danos un corazón abnegado,
capaz de no tener tiempo para sí,
sino eterna donación por los otros.

Madre del Cielo,
danos un corazón sensible, un corazón abierto,
un corazón de inmensa gratitud y de reconocimiento
por todo lo que nos da Tu Hijo.

Que, con un corazón transformado,
ayudemos a desterrar la indiferencia en el mundo,
para que puedan reinar la fraternidad
y la unidad entre las almas.

Así, retornará Tu Hijo con Su Corazón de Luz,
para reconstruir este mundo y toda la humanidad.

Que, a través de Ti, Divina Señora,
nuestros corazones representen al menos una parte
de la Obra redentora de Cristo en la Tierra.

Amén.

 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Escoger a Cristo y renunciar al mundo es una elección de todos los días y, hasta diría, de todos los instantes de tu vida, hijo Mío.

El corazón humano constantemente se pierde en las ondas de los estímulos del mundo y, por más que tu corazón pertenezca a Cristo, una parte de tu mente y de tus emociones aún pertenecen al mundo, y depende de qué te alimentes espiritual, mental y emocionalmente para que así direcciones las energías de tu alma hacia el lugar correcto.

Coloca tu atención en Cristo, en el cumplimiento de Su Propósito, en la manifestación de Su Obra, en la concreción de Su Voluntad. Direcciona tu mente, tus sentimientos, tus actos y tu corazón hacia ese camino que siempre tiene como meta la imitación de tu Señor.

Este es un camino con muchas piedras, tropiezos y caídas que van rompiendo, en tu condición humana, algo que te separa de Dios, estructuras construidas a lo largo del caminar y que van quedando atrás a medida que caminas.

Que tu mirada nunca se retire de la meta, que es el Sagrado Corazón de tu Señor. Que tu vida sea un reflejo del esfuerzo constante para permanecer en Cristo, y así ella hablará más que todos los libros sagrados, y serás un lápiz en las Manos de Dios, a través del cual Él diseña Su Plan en este mundo.

No será fácil, hijo Mío, pero con el amor de tu corazón, la persistencia y la perpetua confianza en la Gracia de Dios, tu corazón siempre escogerá a Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE NIAGARA ON THE LAKE HACIA MONTREAL, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Montreal será la segunda sede, en Canadá, de la Obra redentora de Cristo, que está presente en Sudamérica.

Montreal es una puerta importante para el servicio a los inmigrantes, una apertura al trabajo específico con la instrucción espiritual a través de ellos. Esa posibilidad se presenta a través de la apertura interior de los que allí se encuentran.

Por eso, Montreal representa esa segunda etapa en la que la Jerarquía Espiritual podrá trabajar y ayudar a otra parte de las colonias inmigrantes que allí se encuentran y, en consecuencia, podrá estar ayudando, a distancia, a las naciones de origen a las cuales la mayoría de los ciudadanos de Montreal pertenecen.

De la misma forma, la ciudad de Quebec tiene otras posibilidades para que el trabajo de la Jerarquía se desarrolle.

En este sentido y para que todo esto sea posible, después de las bases establecidas por su propio Maestro y Señor, a través del impulso de la peregrinación, se podrán mantener las puertas abiertas para venideros acontecimientos, los que espiritualmente beneficiarán al país.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE NIAGARA ON THE LAKE, ONTARIO, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Desde la ciudad de Vancouver hasta la ciudad de Quebec existen espacios no conocidos aún por el ser humano, en donde la Jerarquía Espiritual guarda tesoros importantes para el próximo ciclo de la humanidad.

En el norte de Canadá existen también lugares especiales y hasta impenetrables, en donde la Jerarquía Espiritual tiene espacios sagrados que ayudan al planeta entero.

Es así que Canadá vive una contraparte espiritual e intuitiva que necesita despertar en la superficie por intermedio de un grupo de almas que se una, en nombre de la Jerarquía, para llevarlo adelante.

Por esa necesidad y razón, la Obra de Cristo, por medio de la vida consagrada, destinará un número de hermanos para que, junto con la Jerarquía Espiritual, Canadá y Estados Unidos puedan volver a colocarse, a través de las almas autoconvocadas, en el lugar que les corresponde, cumpliéndose así la parte del Plan que es necesaria en este ciclo.

La Jerarquía y la Obra de Cristo, a través de las Comunidades-Luz consagradas, realizarán los esfuerzos necesarios para que esta parte del planeta, que es el coronario del mundo, no quede sin los impulsos necesarios para llevar adelante la Obra de amor, de redención y de caridad.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL PARA LA 80.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN NIAGARA ON THE LAKE, ONTARIO, CANADÁ, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los bendigo a todos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Es en el silencio de los mundos internos y en la quietud de las almas en donde se pueden revelar y en donde se pueden mostrar los Misterios de Dios. Esa parte de los misterios que están guardados en la gran consciencia del planeta, en el alma del planeta, en toda la órbita de esta humanidad.

Es allí hacia donde hoy los quiero llevar, para compartir con ustedes esa parte de los misterios que Dios conoce y sabe sobre toda la existencia humana.

Les hablamos, en días pasados, sobre las sagradas civilizaciones de la Tierra que habitaron en este planeta y que convivieron, en armonía y en paz, con toda la naturaleza, alcanzando altos niveles de contacto, y de consciencia con el Universo divino, cósmico e interior; así como también esa unión tan pura y profunda con cada uno de los Reinos de la Naturaleza.

Es por ese camino hacia donde hoy los quiero llevar como preparación para esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, en la que como grupo de almas, como grupo de esencias, como apóstoles Míos, deberán seguir orando con toda la convicción del corazón, así como lo hacen hasta ahora, para atraer hacia la humanidad los Divinos Atributos que están guardados en los Libros Sagrados de Dios, y que se reflejan hacia los mundos internos de la gran consciencia de la humanidad.

Es por esa razón, compañeros, que hoy tengo entre Mis Manos el Libro Sagrado de Dios, uno de los tantos libros que guardan los registros de la historia de esta humanidad, dando continuidad al conocimiento sagrado y a las revelaciones que ustedes necesitan, en este tiempo, para poder dar los pasos hacia el Corazón de Dios. Hoy les traigo estos impulsos para que sus corazones se enciendan aún más en el Amor de Dios y en Su Divina Presencia.

En ese recogimiento es en donde se muestra la Verdad, es en donde sus consciencias se pueden enriquecer por el conocimiento que viene del Universo; pero que también viene del planeta, de tiempos remotos, de momentos muy antiguos, en los que la humanidad vivía un momento tan verdadero y profundo en su proceso de contacto con la Creación, algo que no sucede en este tiempo, pero que se da en una minoría de esta humanidad encarnada sobre la superficie de la Tierra.

Este impulso, como los impulsos anteriores, vienen para colocar a cada ser de este planeta, a cada orante y a cada consciencia que confía en Mí, en el camino de retorno hacia el sagrado Proyecto Creador del Padre Celestial.

Yo les traigo la oportunidad de encontrar el camino hacia sus orígenes, no solo desde donde ustedes una vez surgieron de los Sagrados Lagos del Universo, en donde sus esencias prevalecían y mostraban la verdad de la pureza original y del amor original que Dios concibió en ustedes como consciencias, antes de partir hacia las escuelas del Universo y hacia estas escuelas de la vida en la Tierra.

En ese libro, que hoy llevo entre Mis Manos, se encuentra el origen de una civilización, de un pueblo sagrado que habitó en esta región de Canadá y que, muy cerca del Círculo Polar Ártico, estuvo en la mayor soledad, encontrando la unión profunda con Dios, escuchando la Palabra de Dios que venía por intermedio de Sus Mensajeros del Cosmos y recibiendo, conscientemente, los impulsos que abrieron espacio y camino para que la humanidad, mucho pero mucho antes que el pueblo de Israel, pudiera vivir el contacto con lo superior, lo cósmico y lo divino.

Así podrán comprender, compañeros, lo que les estoy hablando en este momento, y desde dónde proviene esa sagrada información que surgió en este planeta, espontáneamente, mucho tiempo después de Adán y Eva; en el que esa civilización, que estaba en Norteamérica, encontró el camino, de una manera espontánea y natural, de vivir ese encuentro permanente con el Universo y con la Creación.

Fue ese pueblo de Norteamérica, anterior a la gran civilización indígena, el que habitó las lejanas tierras de Canadá. Ese pueblo vivió el Proyecto de Dios, lo cumplió, lo realizó paso a paso, siguiendo la guía que venía directamente del Universo a través de los Mensajeros del Cosmos. Y en ese proceso, también ellos evolucionaron y alcanzaron el séptimo grado de evolución de la consciencia.

Podrán comprender, de esa forma, qué fue lo que sucedió en aquel tiempo y cómo la humanidad de hoy no tenía consciencia de esa historia, pero sí el Padre eterno, desde el principio, lo sabía todo.

Esas consciencias, que evolucionaron naturalmente por su condición interior y espiritual, abrieron en aquellos tiempos una gran puerta para que las próximas generaciones de la humanidad, los próximos pueblos y civilizaciones, también tuvieran la oportunidad y la Gracia de tomar consciencia de la realidad invisible y superior que los rodea.

Es así que el Padre le encomendó a uno de Sus Arcángeles acompañar de cerca a ese pueblo y a esa civilización. El Arcángel Uriel envió uno de sus aspectos sublimes y eternos, hacia la dimensión material del planeta. En un estado de consciencia espiritual, álmica y divina, Él se aproximó a ese pueblo para traerles un mensaje y una revelación, ya que ese pueblo no tenía total consciencia de todo lo que existía más allá de su Universo material.

Los gobernantes de las diferentes civilizaciones, de los diferentes pueblos, siempre existieron para guiar a todos los pueblos hacia el camino de la realización del Plan de Dios y, en este caso, en ese pueblo de Norteamérica, que vivía y permanecía próximo al Círculo Polar Ártico, existió un gobernante especial, un hombre sabio pero también humilde, desinteresado del poder, de la autoridad y de la conquista, porque en él y en su pueblo no existían esas energías.

La protección de ese pueblo era la unión con la naturaleza y con el Universo, aunque no lo conocieran todo.

Su sensibilidad despertaba altos grados de amor y les permitía ampliar su consciencia en el servicio recíproco y compasivo entre hermanos.

Fue un pueblo que testimonió la llegada de ese gran Mensajero Celestial, el Arcángel Uriel. Él cultivó en ese pueblo y en sus generaciones futuras el principio fundamental para los mundos internos, que es la fortaleza del espíritu. Ese pueblo alcanzó la fortaleza del espíritu y aprendió cómo sostener esa fortaleza interior por medio de una gran y única llave, que era la fe. En esa fe, el pueblo despertó la confianza en lo desconocido y no tuvo miedo de abrirse a descubrir, a conocer y a comprender lo que estaba más allá de los límites de su consciencia material.

Ese gobernante fue una consciencia que estuvo presente en ese pueblo, pero que en espíritu vino desde el Universo. Uno de los importantes Maestros, que aún acompaña a la humanidad hasta los días de hoy, guió a ese pueblo, tan semejante a un patriarca.

En verdad, el linaje del patriarca comenzó en ese momento para la humanidad, para que después los siguientes patriarcas llegaran a este mundo para guiarlo y gobernarlo con lealtad y sin poder humano.

Allí, en ese pueblo como en ese gran patriarca de la civilización de Norteamérica, del Círculo Polar Ártico, no hubo interferencias, no hubo límites, no hubo obstáculos ni impedimentos, porque la pureza que surgía de sus corazones era tan simple, pero tan profunda, que los hacía humildes ante los Ojos de Dios.

Ese pueblo fue una de las razones principales para que el Padre y todo lo que está debajo de Él, de Su Ley de Jerarquía, pudieran confiar en Sus criaturas, en Sus hijos, y dar continuidad al Proyecto que falló en Adán y Eva. 

Fue así que, milagrosamente y sin explicaciones, ese pueblo no tuvo tentaciones, engaños o desvíos; ya que ese grupo de almas de ese pueblo vivía su primera experiencia en este planeta como seres humanos.

Así, podrán comprender lo que les dije al principio, cómo sus esencias surgieron de los Lagos del Universo, las esencias de ese pueblo de Norteamérica también surgieron de Lagos Sagrados.

Así, ellos surgieron de Lagos Sagrados y llegaron a la Tierra en una condición original y de pureza altísima, semejante a la que encarnó María, Mi Madre.

Los grandes arcángeles, en los tiempos remotos de la Tierra, acompañaron al proyecto de la humanidad porque sabían del valor y de la importancia de su significado.

Así, en este tiempo actual, los arcángeles se aproximarán a la humanidad para poder proteger y cuidar una parte del Proyecto del Padre Eterno, aunque la humanidad esté desviada completamente del camino y de la Ley.

Pero hoy, a todos los que escuchen; más allá de su condición espiritual, interna o material; más allá de su purificación, de sus errores o de sus pruebas; más allá de todo; más allá de cualquier condición o situación que parezca inalcanzable para ustedes; y por medio de esta Maratón de la Divina Misericordia, con este impulso para sus consciencias, corazones y vidas, vengo a hacerles reconocer y a valorar lo que verdaderamente son, para que los obstáculos, las interferencias y los desvíos se disuelvan en la poderosa energía del Amor-Sabiduría, proveniente de Mi Consciencia Crística.

De esa forma, les traigo esta historia que no conocían, pero por la cual hoy despiertan para elevar sus consciencias en la ardiente aspiración de encontrar ese camino algún día, de vivir esa pureza y esa unión tan perfecta con el Creador, así como la vivió ese pueblo en el pasado.

Es de esa forma que, por medio de esa historia y de esta revelación, hoy espejo y hago refractar esos mismos principios, que vivió ese pueblo sagrado de Norteamérica, para toda la vida grupal de las Comunidades-Luz, para todos los que son participantes y seguidores de la Obra redentora de su Señor Jesucristo.

Que sus corazones sean tabernáculos del conocimiento sagrado que también existió en la Tierra, porque en la Tierra no todo fue error ni maldad. Es así que, abriendo sus corazones hacia ese conocimiento, comulguen con el Espíritu Santo y con la Fuente de Sus Dones para que, renovados por la Gracia que proviene del Universo y de la Fuente, se levanten y continúen adelante; así como Yo lo hice por ustedes hasta la Cruz, hasta la última espiración, hasta cerrar Mis Ojos, por cada uno de ustedes y entregar Mi Espíritu en las Manos de Dios; así como Yo entrego sus espíritus y vidas en las Manos del Padre.

Reafirmen ese compromiso con la fe. Expresen esa misma fe que tuvo ese pueblo sagrado, y den continuidad a esa historia, que deberá ser reescrita para la redención y la transformación de sus vidas y de toda la humanidad, a fin de que más consciencias y almas sean partícipes del camino de la redención y de la Misericordia.

Reciban el bálsamo de este sagrado conocimiento y sean bendecidos por él, para que en ustedes despierte el mismo impulso que despertó en ese pueblo, en la simplicidad del espíritu y en la pureza del alma.

Que gobierne en ustedes el Amor de Dios. Que el Amor de Dios los haga partícipes de la Vida Divina y que en la Vida Divina se abran las puertas hacia la Verdad Universal, en la que todos los seres encontrarán no solo sus orígenes, sino también la síntesis de sus existencias y la razón de haber llegado aquí, a este planeta, para vivir esta escuela de perdón.

Con estas palabras los preparo para la oración misericordiosa para que, a través de la oración misericordiosa, reciban los impulsos de Luz que vienen a través del conocimiento y de la Fuente.

Crean que nadie les hará perder esa conexión con lo superior, siempre y cuando ustedes la protejan de ustedes mismos. Abran sus corazones, y sus consciencias se expandirán en el Universo y, así, serán colmados por la Paz.

Confíen, porque la redención está próxima para aquellos que se abran a vivirla interiormente; no será difícil alcanzarla; no será un obstáculo poder aproximarse a esa redención; será una Gracia, un impulso, una bendición, una oportunidad, que traerá Mi Corazón para todos cuando Yo retorne al mundo.

Yo los bendigo y les entrego la Luz de este conocimiento a fin de que esta raza actual de la humanidad dé continuidad a la Obra de Cristo en la superficie de la Tierra, por el triunfo del amor, de la paz y de la unidad entre las almas. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los que despiertan deben ser acompañados con mucho amor para que en ellos despunte con claridad el Propósito y éste se cumpla como está previsto.

Los que despiertan deben ser guiados con atención, para que en ellos nazca con fuerza interior la llama del Propósito, la que siempre deberán aspirar a alcanzar.

Los que despiertan siempre deben recibir amor, consideración y entendimiento, porque son almas que recién salen del sueño profundo y toman consciencia de una nueva y verdadera realidad.

Los que despiertan deben ser llevados de la mano, por el sendero del servicio y de la vida abnegada, para que en ellos comience a surgir la virtud del servicio por los semejantes y de la entrega por el Plan de Amor.

Los que despiertan deben ser considerados postulantes a la Obra de Cristo, para que al menos tengan la oportunidad de experimentar el Amor arrebatador del Maestro.

A los que despiertan siempre se les debe decir la verdad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, PARA LA 33.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Con inmenso gozo y regocijo escuchen Mi Voz que viene del infinito a pronunciarse a ustedes y a todos vuestros hermanos que, en confianza y fe, caminaron a Mi lado a través de los años y especialmente en esta Obra que aquí es realizada por los Sagrados Corazones.

No saben, compañeros, cuánto se complace Mi Alma por estar hoy aquí con ustedes, en comunión perpetua y espiritual por todos aquellos que no están presentes y que están perdidos en el mundo en la tribulación.

Pero hoy Yo vengo a extenderles Mi Mano para que vean Mi Corazón que está luminoso entre ustedes. No dejo de actuar en este mundo para que Mis discípulos Me sientan cerca y caminen junto a Mí, en este desierto que parte de la humanidad está viviendo en este ciclo de transición. 

Quiero que se aproximen a Mi Corazón, así como Yo se los ofrezco, para que puedan ingresar en Mi Espíritu y sentir la Voluntad de Mi Padre que se muestra a ustedes, por ejemplo, a través de este encuentro.

No quisiera dejar de pasar por aquí sin que Me sintieran, comprendiendo lo que Yo les pido como rebaño espiritual, como propósito para este último tiempo.

Vengo a traerles Mi Paz y también Mi gratitud por haber permitido que nuevas puertas del Cielo se abrieran sobre este necesitado lugar en donde los corazones claman, sin percibirlo, por Mi intercesión.

Esta Maratón traerá sus frutos a todos, abrirá nuevos caminos a los consecuentes, a aquellos que han hecho una promesa a Mi Corazón Sagrado dándole la victoria a Mi plan a través del servicio y de la oración en esta región del planeta en donde Dios ha podido espejar Su Presencia simplemente en la realización de Su Creación y de su belleza.

Hoy vengo a invitarlos a estar en Mi Cenáculo no solo para comulgar Conmigo, sino más allá de Mí, en el nombre de Mi Padre y de todo el universo que se congrega especialmente para bendecirlos, para transfigurarlos y elevarlos hacia Mi Corazón.

Necesito que sigan cumpliendo con Mi Propósito, a pesar de lo que suceda.

Hoy Mis Manos cicatrizan las heridas imposibles, las heridas más profundas, las que el hombre no puede curar. Esto es obra de Mi Misericordia, de Mi insondable Amor y Piedad no solo por ustedes, sino también por el mundo que se oscurece y está ciego por no reconocerme.

Ahora, compañeros, que ustedes sí Me conocen, háganme conocer en aquellos que duermen, que no Me vivifican y que no Me adoran.

Mi Corazón se ofrece en este último tiempo a todos, sin excepción, antes de que llegue la Justicia de Mi Padre a este mundo y a esta humanidad. Justicia que el mundo no comprenderá porque no la conoce ni tampoco la siente, pero Yo les traigo la fuente de Mi expiación, la cura para vuestros espíritus y almas, la renovación de vuestros caminos y entregas a Mi insondable Corazón.

Solo deseo instituir en sus vidas un espíritu de apostolado, de misión y de servicio. 

Que esta Maratón represente la renovación del servicio a Dios, aquello que ustedes pueden entregarme más allá de las limitaciones y de las pruebas, de los miedos y de las incertidumbres.

Desearía que todos los días pudieran renovarse y dejaran de mirar hacia atrás, hacia el pasado, porque si Yo Soy vuestra sagrada Presencia renovadora y crística, ¿por qué se detienen en el pasado?

Cuando Yo estoy presente les traigo lo nuevo, lo que aún no conocen ni viven. Yo les traigo la presencia de otra Ley que participa en otros universos y que los congrega aquí para que Me puedan vivir y sentir.

Vuestros corazones son potenciales en el servicio y la oración. Aquí pueden existir columnas más fuertes de oración que propaguen esa Luz por el mundo a través del precioso verbo orante.

Vuestros corazones no solo deben orar, deben ser espejos vivos que reflejen lo que los demás no viven en este tiempo y en lo que muchos no ponen atención por no conocerme profundamente.

Yo necesito de vuestras manos para llegar a los otros y para que al mismo tiempo ustedes Me puedan ver en los que sufren, en los que se pierden, en los Reinos Menores.

Toda la Creación participó de Mi entrega en la Cruz y aún lo sigue haciendo en Mi Gloria y en Mi Divinidad. Nada está separado después de que Yo ascendí a los Cielos, a la Casa de Mi Padre.

Les dejé la tarea de ser hijos de la Madre del Mundo, de ser semillas de la Nueva Humanidad, espiritualmente hablando.

Les dejé la tarea de propagar Mi Evangelio a través de actos de caridad y de paz, paz que escasea en el mundo y en muchos corazones.

América tiene esa misión Conmigo y con los demás Sagrados Corazones, es parte de esta trilogía espiritual entre vuestro Maestro, Santa María y San José.

Ustedes y vuestros hermanos perdidos son llamados a vivir este proyecto que aún no es comprendido porque es un proyecto de Amor superior, de una existencia desconocida que hoy se aproxima a ustedes para que la puedan percibir y vivir.

Yo les proporciono esta Gracia y esta Misericordia para que vuestros caminos sean pacíficos y no conflictivos, para que vuestros corazones se unan a Mí, así como deben unirse a vuestros hermanos, sin diferencias ni negaciones.

Yo les abro una puerta para vivir la experiencia del amor y de la redención. Ustedes ya han experimentado estas cosas a través de la Obra que aquí realizan, hace tanto tiempo, en honra a Mi Dios. Es por eso que vengo aquí para entregarles Mis Gracias, el espíritu de Mi gratitud infinita y universal.

Vengo así a lavar vuestros pies, a bautizar vuestras cabezas en el nombre del Espíritu Santo, a ungirlos y a sanarlos en el nombre del Amor y de la Unidad, algo que la humanidad está perdiendo rápidamente, pero si ustedes atraviesan el fin de los tiempos Conmigo nada deberán temer.

Quiero que vuestras vidas se entreguen a Mí.

Quiero que abracen Conmigo la Cruz que Yo llevo por el mundo en este tiempo.

Quiero que retiren las espinas de Mi Corazón por todos los injustos y soberbios.

Quiero que contemplen la inmensidad de Mi amor y que se sumerjan en Mi Espíritu, viviendo cada una de Mis Palabras, así como las vivieron los apóstoles en el pasado.

Quiero que sean una pluma de luz entre Mis Manos para que Yo pueda escribir la nueva historia en el Libro de Mi Padre, vuestra historia de redención, de expiación, de perdón y de Misericordia, de liberación y de paz; porque llegará el tiempo, queridos compañeros, en el que deberán estar reunidos al igual que hoy, en este sagrado cenáculo que me están ofreciendo amorosamente.

Así como Yo reuní a los doce, hoy los reúno a ustedes y a los que espiritualmente no están aquí.

Dejo a ustedes el saludo de Mi Paz, la señal luminosa de Mi Cruz victoriosa y resplandeciente en todo el universo.

Dejo para ustedes Mi dolor por el mundo, la negación de los corazones, la indiferencia de los orgullosos, la pobreza de los no humildes, la soberbia de los ciegos, la maldad de los ingratos, para que los compartan Conmigo y para que vuestro amor, junto al Mío, pueda borrar todas las miserias y triunfe Mi Sagrado Corazón como está triunfando en vuestras vidas.

Que esta Maratón abra las puertas a los que deben llegar, a los jóvenes de esta región que deben encontrar también el Camino de Cristo, no un camino estricto, sino el camino del amor, de la redención y de la paz. El camino del apostolado orante, de la misión en el servicio y en la caridad por medio de la piedad.

Los invito a renovarse en el nombre de la Ley de la Jerarquía, en nombre de la unidad y del bien.

Adonai, Misericordia, Misericordia, Misericordia, 
Redención, Redención, Redención para este planeta.
Amén. 
(tres veces en portugués)

En esta noche de comunión Conmigo, les entrego la bendición de estos elementos y Mi abrazo paternal en la unión perfecta con Mi insondable Corazón de Amor para que, renovados por Mi Espíritu, vuestros caminos sean en Mis Caminos y vuestros corazones estén en Mi Corazón en honra y adoración al Padre.

Yo los renuevo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En cuanto Me elevo acepten Mi proclamación de Paz y confirmen vuestros conmigo, así como cada uno lo pueda vivir en este ofertorio que es elevado.

Volveré mañana para estar con ustedes en unión espiritual y en vigilia por el mundo.

Gracias por haber concedido este espacio para Mí en vuestros corazones. Los frutos serán vistos en el próximo mundo, en la nueva humanidad y en la alegría de vuestros rostros. 

Recuerden que esto es hecho por toda la humanidad no solo por ustedes, sino por aquellos que más lo necesitan y que más sufren la tribulación.

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN BRASILIA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 22.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Miren al cielo y vean desde ahora el glorioso descenso de vuestro Rey.

Miren a lo lejos el firmamento y vean cómo las estrellas irradian las primeras señales de Mi Regreso.

Miren dentro de vuestros mundos internos y perciban cómo Yo he hecho de vuestras vidas un presente para Dios.

Liberen vuestras dificultades y sonríanle a la vida que el universo les entregó.

Miren a vuestros hermanos y sientan cómo Dios obra y realiza Sus milagros de Amor y de Redención.

En este tiempo, mírenme a los Ojos y vean la esperanza y la fe que refleja Mi Rostro luminoso.

Ustedes saben que la humanidad está débil, pobre y carente. Por eso, miren a los cielos y vean los Rayos que combinan los universos para que, en este día, Yo esté aquí derramando Mi Misericordia en vez de derramar la soberana Justicia.

Hijos, he decidido venir a Brasilia en Gloria, porque así como en Maceió, Yo encontré apóstoles Míos despiertos a la suprema convocatoria por la paz y la liberación del mundo.

Hijos, cada parte de la Tierra, cada rincón de este preciado planeta necesita Mi insondable y purísima Misericordia para que, aunque no están preparados aún, al menos construyan el Cenáculo antes de Mi regreso al mundo.

En cada punto de la Tierra, Yo escucho las súplicas de piedad y de paz, y en vuestros corazones Yo encuentro el motivo para confiar y realizar Mis Obras preparatorias en los espíritus buenos que esperan Mi Retorno.

Que en esta sagrada Maratón todas las almas del mundo, especialmente Mis compañeros de Maceió y de Brasilia, al menos se sientan unidos en un mismo Propósito celestial. Así permitirán que no solo Mi omnipresencia sagrada trabaje en Maceió, sino también en todo Brasil.

Es tiempo de mayor oración y labor, por eso sigan los pasos que marcan Mis Designios, que son los divinos Designios del Creador y que, en este día, su meta para esta Maratón sea la renovación interna del compromiso que de voz y de corazón hicieron Conmigo.

Hoy entrego a todos Mi sublime y divina paciencia que los confortará ante una humanidad dividida, ignorante y perdida por las acciones del adversario.

Desde el Cielo, llamo a una parte de la humanidad para que, a través de cada Maratón, el esfuerzo de cada uno y la unión entre todos sea cada vez más fuerte, y eso los una cada vez más a la Voluntad de Mi Corazón.

Les entrego Mi Paz a todos Mis hijos de Brasil, porque también a través de ellos Mis Obras, las más importantes del fin del tiempo, se podrán cumplir.

Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.

Gracias, apóstoles Míos de Brasilia, por haber respondido y acogido a Mi Llamado.

Vuestro Señor, Quien les habla,

Cristo Jesús

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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