MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE NIAGARA ON THE LAKE, ONTARIO, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Canadá es una tierra de muchas historias que, a pesar de haber sido trazadas por la limitada comprensión del ser humano, no impidió que esta región del planeta pudiera ser uno de los importantes centros internos del mundo que trabaja silenciosamente en la nueva configuración del ser humano, a través de las especiales usinas de trabajo existentes, por medio de los Espejos planetarios ubicados a lo ancho del país.

Canadá no tuvo la oportunidad, hasta el presente, de poder ser consciente de lo que guarda como legado espiritual e interno para la humanidad.

Su historia no es la única verdad de lo que sucedió aquí. Canadá, a través de la expresión de su naturaleza y de su preservación, ha generado un ambiente adecuado para que las grandes herramientas de la Jerarquía pudieran trabajar ampliamente hasta el punto de unir, en los planos internos, importantes espacios con la Antártida.

A través de Canadá también se refleja, en la superficie, la integración natural entre las razas y las culturas.

De diversos lugares de la Tierra llegan a Canadá diferentes etnias y razas que, socialmente, se integran bajo una forma de vida que los une a todos en común.

En este sentido, Canadá representa ese puente de la continuación del proyecto de las familias del mundo, las que traen consigo la síntesis de las diversas experiencias de sus orígenes.

Así como en la superficie de Canadá se expresa esta relación intercultural, también en los planos internos Canadá guarda una relación semejante, que llegó el momento de conocer y de comprender.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Aparición reservada de la Virgen María, en Piriápolis, Maldonado, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Hoy llego aquí para encontrarlos después de haber cruzado los océanos más fríos del mundo.

Hoy vengo desde la Antártida para revelarle al mundo el momento del despertar del gran continente blanco, que a pesar de ser transgredido y ultrajado por los hombres, él guarda los mayores y antiguos tesoros de la humanidad.

Soy la Señora del Continente Blanco, soy la Madre de la Antártida y hoy traigo entre Mis manos una reliquia espiritual de ese lugar para que, internamente, sea contemplada por todos ustedes.

Este es un conocimiento y es un legado muy antiguo de la humanidad, de uno de los primeros pueblos que habitó este planeta y formó parte de esta Creación viviendo una fluida e interna comunicación con el Universo.

Hoy les hablo de la antigua Lemuria, de la verdadera historia de la Lemuria, que no ha sido revelada a ningún hombre de superficie y a ningún ser de esta humanidad.

Hoy traigo un conocimiento más interno y profundo, les traigo entre Mis manos el Cofre de Cristal de la Lemuria, en el que se guarda una historia que la humanidad vivió en los tiempos remotos.

Esa historia es un hecho, fue una realidad y una experiencia, en la que los primeros pueblos alcanzaron un alto nivel de contacto con el universo y la Jerarquía Espiritual.

Es este conocimiento que hoy irradia Mi Corazón y, hoy, lo revela para todos.

Mi Corazón emana el Amor sobre la legendaria historia de la Lemuria. Pero hoy no traigo para ustedes los errores, sino los triunfos; un legado que despertará y volverá a ser asumido por la humanidad que está consciente y despierta en este tiempo.

Entre Mis manos está uno de los mayores tesoros que fue la experiencia de amor de la Lemuria, todo lo que el pueblo vivió y experimentó en aquellos tiempos. Porque no solo el conocimiento los ennoblecía, sino también el amor que expresaban al contacto que vivían.

Eso es lo que hoy necesita la humanidad para retomar el camino hacia Dios, para volver a religarse con Dios, para volver a encontrar el sentido y el motivo de estar aquí, en este planeta.

Antártida no es solo un continente físico, sino también espiritual. Es uno de los únicos espacios en el planeta que preserva la Consciencia de la Jerarquía Divina y desde allí se puede ayudar a todo el planeta.

Eso no significa, hijos Míos, que Antártida no viva las transgresiones de estos tiempos: el calentamiento global, el derretimiento de los polos, el sufrimiento de los Reinos que allí existen o aun la contaminación que la humanidad deposita en ese lugar, como en el Ártico.

Sí, existe un desequilibrio planetario. Existe un desajuste de la humanidad, no solo de su plano psíquico, sino también del emocional e interior.

Pero Antártida despertará. Antártida emergerá y no habrá ninguna consciencia ni científico que lo pueda detener. Será el momento en que la humanidad tendrá consciencia de una realidad que nunca vio.

Sus bases se mostrarán, la Jerarquía Espiritual aparecerá y será el gran y último momento del despertar para los que se animen a creer y a confiar que la Jerarquía siempre ha estado presente a lo largo de los tiempos y de las generaciones.

Pero ahora será diferente. No será como en 1988, en donde el mundo entero participó del despertar de la consciencia y de sus seres superiores.

Hoy Antártida se prepara para un gran acontecimiento, mientras parte de su continente se rompe y navega por los mares. Antártida en su interior se prepara para revelarse y para hacer consciente su sagrado conocimiento.

Y allí, en ese momento y en ese tiempo, los científicos y las naciones se darán cuenta que no estuvieron en el camino correcto para comprender qué es la Antártida y porqué fue creada hace millones de años.

Allí existen las raíces y los atributos de las culturas que hoy viven sobre la Tierra. Existe un legado muy antiguo que aún no fue conocido, pero que fue consciente y real para la Lemuria. Mucho de lo que se ha dicho sobre la Lemuria no es real.

Lemuria fue un pueblo que vivió un contacto muy profundo y que permitió, desde su experiencia, que hoy la Jerarquía Espiritual esté en el planeta y ayudando a la humanidad.

Los conocimientos de la Lemuria fueron revelados en los últimos doce años, porque la Jerarquía se preparó para ese acontecimiento.

Muchos sentirán en su corazón el continente blanco de la Antártida. Por eso, la Madre de la Antártida y la Señora del Continente Blanco hoy está aquí, en Su Consciencia espiritual y divina, para revelarles este importante momento, un momento de preparación interior y consciente para lo que vendrá.

Esta obra ha sido escogida para ser la columna y el sostén de ese acontecimiento, para soportar el peso de esa revelación y el movimiento que hará el propio continente antártico.

De sus hielos emergerán las sagradas luces, tan semejantes a las que hay en el firmamento. Sus corrientes se moverán y sus túneles se abrirán. La Luz emergerá de la Antártida para los corazones valientes que la quieran ver. No habrá método, herramienta o procedimiento que lo pueda ocultar, porque es el tiempo y es el momento de que el planeta y, sobre todo, la humanidad conozca la verdad y sepa que es parte de un legado y de una historia que aún está siendo escrita y que no ha terminado; que es parte de un origen, de una existencia y de un propósito que aún no se concretó y que deberá continuar adelante.

La Luz de la Antártida emerge y resuena ahora en los mundos internos, en el plano espiritual. Su movimiento y contundencia preparan el gran momento del despertar, en el que todo se mostrará y la humanidad reconocerá que se ha desviado del camino completamente y que tendrá la Gracia de poder retornar a sus orígenes; y se dará cuenta de que no ha cuidado del planeta, de los océanos, de los continentes, de los Reinos, de su propia raza; que hay una gran herida, espiritual y física que Antártida cicatrizará con el poder de la Luz de su revelación.

Ya no será solo inmaterial o interno, sino físico. Las puertas se abrirán, los planos mostrarán la verdad, el conocimiento emergerá y gran parte de la raza humana tendrá la chance de ser conducida hacia su propósito espiritual.

Muchos recordarán, otros sentirán nostalgia. Será la Luz de la Antártida, será la Lemuria que llegará.

En el silencio de la Jerarquía les dejo estas palabras. Esto es señal de que hay que seguir caminando; no por los que no tienen gratitud, sino por los que se esfuerzan en buscar, en su ardiente aspiración, a la Jerarquía. Y más allá de sus tempestades, purificaciones o pruebas siguen adelante, tomados de la mano de la Luz que viene del Único, de lo Divino, de la Fuente.

Que hoy sea para ustedes una realidad el gran momento del despertar de la Antártida. Sus melodías resonarán, los oídos la escucharán y muchos reconocerán su pasado y el Amor los abrazará para que puedan reencontrar a la Jerarquía, finalmente.

La Señora del Continente Blanco y Madre de la Antártida hoy los bendice y le pide al mundo entero que proteja y cuide a los océanos y a todo lo que vive en ellos, porque si no lo hacen a tiempo, no alcanzará el arrepentimiento ni la penitencia.

Eviten ingresar en las consecuencias de lo que hacen. Recen por los océanos y por los mares del mundo. Ellos padecen en consciencia lo que el hombre de superficie hoy les hace y les ha hecho a través de los tiempos.

Recuperen la dignidad de respetar y amar a la Creación.

Únanse, en esencia y amor, a todo lo que existe en este universo y estarán en la Ley, estarán en la Jerarquía.

Hoy Mi voz resuena en el universo. Hoy Mi voz hace eco en la Antártida, porque llegó el tiempo de la revelación y nos prepararemos para eso, en oración y en vigilia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Argentina es parte de un continente muy antiguo del planeta y esa parte del continente, en tiempos remotos, fue testigo de importantes acontecimientos para la civilización humana.

Argentina fue una región muy cercana a la Antártida y una parte de las llamadas Islas Malvinas perteneció al congelado continente austral que fue receptáculo de una de las primeras humanidades.

Toda la región sur, área del planeta muy bella por su naturaleza, desde Tierra del Fuego hasta Puerto Madryn, fue un espacio antiguamente consagrado al desarrollo de una forma de vida avanzada y civilizada. 

En esa región austral, la Antártida era el centro primordial de una humanidad que alcanzó altos grados de aprendizaje a través de la escuela del amor y de la hermandad.

Esa civilización, desde Tierra del Fuego hasta Puerto Madryn, fue creciendo y sus habitantes fueron  remanentes de una cultura avanzada en el ámbito del contacto espiritual, y también fueron antecesores de los primeros pueblos indígenas que habitaron la Argentina hasta las primeras cumbres del desierto de Jujuy. 

Es así que Argentina es una de las regiones del planeta que presenció y testimonió la posibilidad de que una humanidad civilizada guardara en su consciencia patrones y valores de conducta que mantuvieron una comunión verdadera con la naturaleza y con el Universo.

Esos valores de vida espiritual son los que la Jerarquía Divina intentará reintegrar para que, al menos una parte de la población actual de Argentina, sea portadora de atributos que ayuden en los momentos más agudos de la transición planetaria, y que esos valores que son profundamente espirituales, y que están unidos a la Fuente Creadora, sean los que dentro de los argentinos mantengan la presencia de la fe, de la confianza y del amor en los corazones.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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