APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL 17 DE MARZO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Cena está servida, pero muy pocos quieren venir a servirse de Mi Banquete Espiritual.
Yo les ofrezco a los Míos todo lo que tengo. Yo les ofrezco a los Míos todo lo que Soy y, en verdad, les digo que no les pido nada a cambio.

Así, espero que los Míos respondan igual, que siempre lo puedan dar todo sin nada a cambio; porque esta es la sabiduría de la Ley del Amor, de aquel corazón que vive en su propio vacío, de aquel corazón que se despoja de sí mismo y que no teme dar los pasos en confianza hacia Mí.

Porque lo que Yo tengo preparado para cada uno de los Míos, aún nadie lo conoce ni lo sabe. Yo tengo guardado en el Paraíso las maravillas más perfectas y sagradas para Mis apóstoles.

Por eso, sé de la hora de cada uno de ustedes. Sé de la hora en que subirán a los Cielos para encontrarse Conmigo, para que Me entreguen el triunfo de su corona de espinas, de cada momento y de cada experiencia vivida en la Tierra como los frutos más perfectos para Dios, los frutos de la donación.

Hoy, He venido aquí de forma extraordinaria. Han preparado la casa para recibirme y una vez más les digo: “Aquí estoy, recibiendo la oferta de su consagración; porque en lo profundo de Mi Corazón sabía que esta hora y este día llegarían”.

Y, así, quiero que hoy comprendan el significado de los ciclos; el tiempo sagrado de las oportunidades; el momento único de la entrega interior, en el que Dios contempla atentamente sus pasos, en el que Dios conoce en el silencio sus sufrimientos y pruebas. A pesar de todo lo que el Padre Eterno ve de este mundo, todo, absolutamente todo, está bajo Su Mirada Paternal.

Por eso, en este día, Él Me Ha enviado aquí, de forma extraordinaria, para comulgar con aquellos que comienzan a subir los escalones de la consagración; que, en confianza a su Señor Jesucristo, caminan rumbo a lo que es desconocido e inmaterial, en donde Dios tiene un espacio y un lugar para cada uno de ustedes, para que algún día se puedan fundir en Su Absoluto Vacío y, así, no quieran ser nada más, pero sí quieran serlo todo en el Creador.
Hoy, He recibido la Gracia de tener este tiempo con ustedes; de poder reaparecerme a ustedes, así como Me reaparecí a Mis apóstoles en Jerusalén.

Y ante las puertas de Israel, de la sagrada misión espiritual que su Maestro compartirá con ustedes, quiero que hoy puedan sentir, interna y espiritualmente, lo mismo que Yo sentí cuando su Maestro y Señor entró en Jerusalén, y el mismo Dios Vivo fue reconocido, adorado y alabado por los hombres. Y, en ese día, nadie murió en la Tierra, porque la Gracia de Dios descendió en abundancia y en Misericordia en las almas, estableciendo Sus más preciados Dones y Virtudes en los corazones.

Tomando este ejemplo y este hecho, de la entrada triunfante de Cristo en Jerusalén, Yo los preparo, a partir de este momento, para Mi sagrada tarea en Israel y en Medio Oriente, como también en Turquía y en Siria.

A partir de este hecho y de este ejemplo, quiero compartir con ustedes una síntesis y también una reflexión sobre este ciclo de fructificación, de todo lo que Yo mismo He acompañado de cerca, aunque no lo parezca.

Y en esta tarde, en la que almas se consagran a la vida crística y misionera, quiero expresar un gesto fraterno de amor y también de protección a aquellos que se animan a caminar hacia Mí en confianza, respondiendo a Mi Voluntad Suprema, por más que no la conozcan profundamente, uniéndose a Mi Amor Eterno para aliviar el sufrimiento del planeta, para que el amor pueda curar el dolor.

Por eso, hoy, Aadrika, Tissianie y Timóteo reciben de Mis Manos Mi Sagrada Corona de Espinas, el símbolo de la sagrada resignación ante el Señor.

Porque, así como hoy están Conmigo en esta solemne tarde de consagración, así también estuvieron en otros tiempos Conmigo, en Israel; solo que hoy vuelven a recordarlo en lo más profundo del alma y del espíritu, en comunión con la Vida del Maestro y Señor.

Después de más de quince años de esta Orden consagrada por Mí, en estos últimos siete años transcurridos hasta el presente, a través del Mensaje y de la Palabra de la Madre de Dios, las almas fueron llamadas y convocadas a servir en las Misiones Humanitarias. Fueron llamadas a vivir un desafío mayor que sus consciencias; fueron llamadas a ser embajadoras del servicio abnegado y de la caridad; fueron convocadas a ser chispas del Amor de Cristo en la oscuridad; para que, a través del servicio a los más necesitados y vulnerables en cualquier parte de este mundo, ustedes pudieran estar delante del sufrimiento del Señor a través de los inocentes, en el llanto del niño que está perdido, en el dolor de los huérfanos y de los descartados, en la enfermedad de los que no son acogidos, en la desesperación de los que escapan de las guerras y de los conflictos.

Estuvieron ante Mí en los que son olvidados y repudiados, en los que son esclavos de los sistemas corruptos de este mundo. Muchas veces estuvieron ante Mí delante de los que sufren los desastres naturales y migratorios; pero también, Conmigo, estuvieron delante de los que son indiferentes y malvados.

Muchas veces pasé delante de ustedes y de sus hermanos, y pocos aun pudieron reconocerme.

Vean cuántos son ustedes, y podrán darse cuenta de cuán pocos respondieron a Mi Llamado. A todos les ofrecí las Gracias más profundas de Mi Corazón, pero pocos pudieron apreciarlas y reconocerlas.

Pero hoy vengo aquí por aquellos que siguen adelante y confían en Mí; porque, como hace dos mil años, se vuelve a cumplir Mi Sagrada Profecía.

Los enviaré de dos en dos a los lugares más sufridos del mundo, en donde no solo falta el alimento, sino falta el amor; en donde no solo falta un hogar, sino también falta la compasión; en donde no solo falta el agua, sino también falta la Fuente Suprema de Dios en cada corazón.

Delante de la próxima misión espiritual a Israel y a Turquía, vengo a rogarle al mundo que escuche Mi Voz, y que sepa que tengo sed. Aún sigo por este mundo, esperando a que Me ayuden a través de los necesitados.

¿Hasta dónde llegará la indiferencia de los hombres?

¿Dónde está la sensatez de la humanidad?

¿Por qué el corazón está siendo endurecido por la indiferencia, después que el propio Dios Vivo derramó Su Sangre en cada paso del Calvario?

¿Dónde está la esencia de la caridad?

Dios no hizo este mundo para los indiferentes. Dios no creo el universo para los egoístas. Él no se dejó flagelar y morir en la Cruz por los ingratos.

¿Qué más debo hacer para que el mundo cambie?

Pero sí, Me consuelo con la voz de los inocentes de África y de otras partes del mundo que, sumergidos en la grave necesidad, no pierden la fe en Mí; porque la fe que surge y que nace de sus corazones es su propio alimento e inexplicablemente supera toda condición humana.

Aun siendo seres encarnados en este mundo, la fe de los pequeños y de los inocentes renueva todas las cosas y, a pesar de las guerras, le concede al mundo un tiempo inexplicable de paz. La fe de los descartados y olvidados le concede al planeta el equilibrio de su eje; porque ellos viven en Dios y Dios vive en ellos, así como Dios vive en Su Hijo y Su Hijo vive en Dios.

Con el grito más profundo de Mi Corazón, les digo a los que aún no dieron el paso que respondan y escuchen a Dios; porque la hora más difícil se aproxima, así como el Señor vivió Su hora más difícil en el Huerto Getsemaní.

No tengo nada más que ofrecerles, sino esta realidad.

¿Quién será capaz de no perder ya más tiempo?

¿Quién se decidirá a ser una pieza dentro del gran puzle del Plan?

Una Nueva Tierra no puede ser construida con inconsecuentes.

Ya ha sido todo dicho. Por eso, hoy Me arrodillo delante de los que se consagran; porque solo Dios sabe sobre la realidad de cada corazón, que se esconde en lo profundo del espíritu y del alma.

Después de estos años honestos de esfuerzo con los sufridos hermanos de Venezuela, a través de la Misión Roraima Humanitaria, ahora llega el ciclo de recoger los frutos de la entrega, permitiendo que Mi Amor Redentor y Consolador descienda sobre África, Polonia, Turquía y el mundo entero, permitiendo que las almas descartadas y desconsideradas por el mundo formen parte de Mi Reino Celestial.

Eso es para Mí algo inexplicable, es un Misterio de Dios, en el que Él puede obrar a través de Sus Hijos, de los que le dicen sí al servicio y a la donación, sin nada a cambio, solo con el fin de consolar Mi Corazón. Por eso, hoy, bendigo a los que son valientes, más allá de sus imperfecciones o de sus miserias.

Yo no vengo a señalar lo que no está bien. Yo vengo a buscar lo que les dejé como talentos hace dos mil años. Es así que se cumple la Palabra del Señor, la Sagrada Profecía revelada por el Ángel de Dios en el Huerto Getsemaní; que, a pesar de la oscuridad que rodeaba al Maestro, las visiones de los Nuevos Cristos del fin de los tiempos que erguirían Mi Iglesia Celestial a través de su vida y de su consagración, en la hora más dura del Señor, en la que el Cáliz de los pecados debía ser bebido por Mí, el despertar de los Nuevos Cristos Me consoló y Me dio la fuerza para decir sí.

Hoy, vengo a reconocer lo que nadie ve; por eso, estoy aquí.

Y los bendeciré a través de los Sacramentos, como señal inextinguible de Mi Presencia, de la Presencia del Amor Eterno de Dios en Sus Hijos. Que todo esto sea por el bien de la humanidad y del planeta, para que ya no se derrame más sangre inocente en este mundo, para que la guerra no se precipite sobre la humanidad, porque la Mano del Hijo de Dios lo detiene a través de los que aceptan la Corona de Cristo.
 

Elohenu, Adonai, Eli,
guarda en Tu Corazón este sagrado momento,
una de las tantas promesas que Me diste
en el Huerto Getsemaní.
Y hoy, ante los que aspiran a vivir
el camino de la simplicidad y de la entrega,
Mis Ojos se iluminan por poder ver este momento
que Tú, Señor, cuidadosamente has preparado
para Tus Hijos y para Mí.
Por eso, Te alabo, Adonai,
y Te agradezco, Sagrado Padre,
porque ante un mundo tan confuso y oscuro,
Tu Reino Celestial despierta en los corazones simples.



Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, les vamos a pedir que se aproximen aquí a Tissianie, Aadrika y Timóteo.

 

Queridos hijos y apóstoles, misioneros del Amor de Mi Corazón, en el nombre de Nuestro Señor, Adonai, Elohenu, Abba, vengo una vez más para bendecirlos, y con plenitud y Amor consagrarlos en esta sagrada misión de dar la vida por Mí.

Aadrika, hoy te consagro, en el nombre de Mi Madre Celestial, con el nombre de Shalom.

Timóteo, tú tienes ya un nombre especial para Mí, muy significativo para esta encarnación.

Tissianie, Yo te consagro con el nombre de Aajhmaná, para que el alimento espiritual de los Cielos sea el que nutra tu espíritu y vida.

¡Gracias por esta animada respuesta, rumbo al encuentro del Amor desconocido!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.     

El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO 

 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos,
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Amén.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, les hago cubrir sus cabezas, así como Yo lo hago en este momento, e invito a que todos los que puedan lo hagan, para que sus almas y sobre todo sus consciencias se recojan en el Corazón de Dios, morada segura y predilecta de los hijos del Padre.

Les pido que hagan ese ejercicio en este momento, para que acompañen a su Maestro y Señor en esta tarea espiritual y también planetaria, que hoy realizo junto a ustedes y ustedes realizan junto a Mí, en recogimiento y en reflexión.

Hoy, en la víspera de Pentecostés, los reúno como a Mis apóstoles del pasado, para que el Espíritu Santo y todos Sus divinos Dones los preparen en este tiempo para lo que llegará.

No vengo a impartir miedo al mundo, porque el mundo de por sí ya vive muchos miedos. Vengo a pedirle al Espíritu Santo que lleve a cada uno de los Míos hacia la reflexión sobre la importancia de madurar y de crecer interiormente, la importancia de humillarse y de rendirse exteriormente; para que la adversidad no haga derrotar a Mis compañeros en este tiempo, sino que sus espíritus sean valientes guerreros de la paz que sigan firmemente los pasos del Redentor.

También en este día, en el que la Aurora interior brilla en el corazón de cada ser a través de la Presencia de la Madre Celeste, se cierra un ciclo en este mes de mayo. Y hoy, su Maestro y Señor, humildemente, se digna a venir a su encuentro para cerrar este ciclo.

Los tiempos de la Jerarquía antes eran más largos, eran ciclos más prolongados y duraderos. Cuando comenzó este siglo XXI, para ustedes esos ciclos se acortaron y velozmente se fueron presentando a toda la humanidad, de forma más contundente y rápida.

Los ciclos que vive hoy la Jerarquía y los ciclos que hoy pueden vivir sus mundos internos son impulsos diarios, segundo a segundo, antes esos ciclos eran a través de los años o aun a través de las décadas.

Me detengo, apresuradamente, para que estén concentrados y beban de Mis Palabras que amorosamente solo quieren entregarles los impulsos a sus espíritus, a todas sus almas; porque estos impulsos que hoy les traigo son los últimos de este ciclo que he vivido con ustedes en los últimos siete años de Mis Apariciones.

Me acompañaron durante un tiempo en ciclos diarios, después Me acompañaron en ciclos semanales, luego Me acompañaron en ciclos mensuales como hasta ahora y, por último, en el próximo tiempo Me acompañarán en ciclos anuales. Estos ciclos, que serán los últimos en el próximo tiempo, ciclos crísticos para toda la humanidad, serán siete ciclos.

Cuando eso se cumpla, otras situaciones sucederán en el planeta. Y será en ese momento y en ese tiempo, dentro de ese ciclo, que Yo les entregaré, de una forma u otra, en dónde sus espíritus podrán vivir el último ciclo de la redención; para que Yo los encuentre preparados cuando retorne al mundo y reaparezca para buscar a los Míos, a los que en la entrega y en la resignación de sus vidas y de sus consciencias, siguieron los pasos de las Palabras del Señor, para que estas Palabras fueran en ustedes para toda la vida.

En este recogimiento, pero también en esta síntesis que hoy vivimos, su Maestro y Señor les enseña a leer en los acontecimientos, a aprender a través de los acontecimientos y a crecer a través de los acontecimientos.

Porque sus vidas y, sobre todo, sus mentes no pueden no comprender lo que la Jerarquía Celestial está realizando y llevando adelante en este tiempo.

Los impulsos que dan los Mensajeros Divinos son irrepetibles; es hora de que comprendan y también entiendan que en lo que aparentemente es igual, los impulsos que les entregamos nunca son los mismos. Porque ellos vienen a colocarlos en el escalón de la vida evolutiva que debe alcanzar cada uno de sus espíritus, en unión a la morada del Corazón de Dios, en donde se guardan todas Sus Voluntades, todos Sus Preceptos y todas Sus Intenciones.

Compañeros, en este día de síntesis de los impulsos de los Mensajeros Divinos, en el mes de mayo, ¿se han preguntado?:

¿Ya he dado un paso más hacia el Corazón de Dios?

¿He comprendido cómo enfrentar la transformación de mi vida?

¿Me aferro cada día más a la Túnica del Redentor para que, con Su apoyo incondicional y amoroso, ninguna fuerza contraria me retire de Su camino de amor y redención?

En este día de síntesis, ¿sus consciencias se han preguntado?:

¿Cómo puedo donarme más, desde mi mundo interior hacia mi mundo exterior?

¿Cómo mi consciencia, pero sobre todo mis células y átomos pueden trascenderse para iluminar la vida y todo lo que la rodea?

¿He aprendido a profundizar en los grados de amor?

¿Qué tan caritativo soy con el semejante?

¿Cuánto más he podido aprender a amarlo, sin condiciones y sin reglas, así como Yo los amo a ustedes, aunque caigan a Mis pies o muchas veces no consigan seguir Mis pasos?

Y, por último, ante este escenario planetario de sufrimiento y adversidad, ¿Me han preguntado?:

¿Señor, estoy pronto?

¿Mi corazón está pronto para vivir los desiertos más áridos por Ti, no importando lo que eso signifique o represente?

¿Sería capaz de beber la amarga hiel que Tu bebiste en la Cruz, sintiendo una profunda sed por todas las almas?

Como nunca antes, compañeros, amados de Mi Padre, les he entregado todas las herramientas, internas y externas, para que sigan adelante en esta transición planetaria y aprendan algún día a superarme en el amor, como algunos ya aprendieron a superarme en el amor.

Por eso, Mi Santa Madre, que es su amada Madre del Cielo y de la Tierra, ayer los invitó y los llamó a vivir en el amor. Eso no es algo que pueda permanecer estacionado o estático.

El Amor que Yo les traigo es parte de un dinamismo cósmico, de una Ley universal, es el Amor que los ha creado, a imagen del Padre. Porque Él solo necesita que lo amen como Él los ama, para que aprendan a vivir un amor invencible y no un amor mezquino, posesivo o hasta un amor indiferente.

En este momento, necesito a los Nuevos Cristos en la Tierra, así como muchos Cristos están en el Cielo, en las estrellas y en los universos, impulsando sus pasos internos como parte de esta humanidad.

¿Cómo podré revertir este caos del mundo, sin tener a Mis compañeros?

¿Quién caminará a Mi lado, sosteniendo consigo la antorcha de la Luz e ingresando en las tinieblas más profundas del mundo, sin importar lo que suceda?

Cuando la oscuridad es muy grande en sus vidas, es cuando ustedes más deben encenderse en Mi Amor.

¿Cómo creen que superarán sus propios desiertos?

¿Cómo creen que llegarán a los lugares más recónditos del mundo para aplacar el sufrimiento y el dolor de la humanidad?

Yo solo les pido que sigan formando parte de Mi cadena de Amor, que es una cadena universal, espiritual y divina.

Ahora que los he purificado a través de Mis Palabras, sientan la fuerza y el poder de Mi Espíritu. Y, en este Océano de Misericordia que hoy les muestro a través de Mi Corazón, suban a Mi barca para que sus consciencias sean parte de Mi Cuerpo Místico; para que algún día, sus vidas sean parte de Mi Cuerpo Eucarístico, preciosos instrumentos en las Manos de Dios que viven el universo de las virtudes y que expresan los Dones del Padre a través del servicio, de un servicio incondicional, permanente e incansable.

Le he encomendado al Castísimo Corazón de San José que, en este momento de síntesis, en los últimos días de mayo y a través de los días que vendrán, Su Santo Corazón les enseñe a amar la humildad, para que sus misiones se establezcan y se cumplan, así como está escrito en los Libros Sagrados de la Creación.

Deseo que Mis apóstoles, en el mundo entero, sean almas en consolación; almas en reparación por la humanidad y por el planeta.

Les he dicho en este momento todo lo que había pensado decirles. Pero no con Mi Mente, sino a través de Mi Corazón, de los Rayos de Mi Corazón; les he entregado los impulsos divinos que vienen como un afluente de Gracias para consagrar sus vidas cada día más a Mis Voluntades y Preceptos.

Hoy vengo a cerrar, en nombre del Amor de Dios y por la situación planetaria, este ciclo de impulsos del mes de mayo, por medio de la Sagrada Celebración Eucarística.

Pero antes, quiero que los impulsos de Mi Corazón sean vistos por el mundo entero a través del Sagrado Santísimo y, antes de comenzar con la Celebración Eucarística, los invito a adorar al Santísimo Cuerpo de Cristo por la paz en el mundo, el fin de las guerras, el fin de los conflictos, el fin de la indiferencia, el fin de la soberbia y, sobre todo, el fin de la maldad que hoy vengo a transmutar por ustedes y sus hermanos, para que sus almas se eleven en adoración al Creador, a Aquel que está en los Cielos y al que le debemos honra y honor, lealtad y amor por encima de todas las cosas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestro Señor se ha arrodillado, en este momento, para que adoremos al Santísimo en reparación del Inmaculado Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús.

Podemos traer aquí el Santísimo y el Altar.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Así, Yo bendigo al mundo para que entre en plenitud en Mi Corazón adorador, el Corazón que eternamente adora a Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Así, respondemos en este momento al pedido de Nuestro Señor Jesucristo por todas Sus intenciones. 

Al toque del cuenco, comenzaremos esta pequeña Adoración por las aspiraciones de Cristo.

Nos rendimos a Ti, Señor del Universo,
para que Tu Gracia descienda a la Tierra.

Nos entregamos a Ti, Señor del Universo,
para que Tu Misericordia se cumpla
en cada uno de nosotros.

Nos rendimos a Ti, Señor del Universo,
para que Tu suprema Luz descienda al planeta
y todo sea renovado, dentro y fuera de nosotros,
en toda la humanidad.

Te adoramos, Señor del Universo,
Te reconocemos, Te amamos
y aceptamos vivir Tu Voluntad.

Que en este día, de Tu Misericordia insondable,
se pueda cumplir Tu Designio
en cada uno de nosotros.

Haznos pequeños, humildes,
vacía nuestro corazón de toda voluntad propia.

Que nuestras almas, Señor del Universo,
y las almas de todos nuestros hermanos del planeta
se fundan en la Fuente de Tu Creación
para retornar a nuestros orígenes.

En este momento, a pedido de Cristo, ante el Santísimo Sacramento del Altar, cada uno realizará su oferta interna, para que nuestras consciencias sean colmadas por Su Fe.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Te adoramos, Señor, y te bendecimos,
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Amén.

 

Hoy estoy aquí para celebrar con ustedes el Sacramento de la Vida; de una vida que se entregó por ustedes, mucho más de lo que se entregó cuando esa vida estuvo en la Cruz; a fin de que las almas de todos Mis compañeros formaran parte del Legado crístico redentor que hoy les ofrezco, nuevamente, de manera incondicional y pura.

Así como reuní a los doce en el Cenáculo para que después fueran bendecidos por el Espíritu de Pentecostés, en la víspera de este gran día del Espíritu Santo para el mundo entero; y así como fue en Emaús, vengo a compartir Mi Vida con cada uno de ustedes, tomando el pan en acción de gracias y elevándolo al Padre para que Él lo convierta en Mi Cuerpo, y junto con los Ángeles de la Redención, en el fin de este ciclo del mes de mayo, las almas reconfirmen sus votos internos con Mi Corazón.

Es así, que vuelvo a partir el pan y se lo ofrezco a ustedes, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos. 
Amén.

 

Del mismo modo, antes de concluir esta cena, que por amor celebro con ustedes y por la paz en el mundo, vuelvo a tomar el Cáliz entre Mis Manos, ofreciéndolo a Dios por la redención y el perdón de las almas, para que el vino sea convertido en Mi preciosa Sangre y transustanciado por los Ángeles de la Redención. Es así, que se los vuelvo a ofrecer, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que fue derramada por Su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía, porque Yo ya estoy retornando”.

 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos. 

Amén.

 

He aquí, compañeros, hijos de Mi Padre, el Cuerpo y la Sangre de su Redentor, sensiblemente herido y ultrajado por los pecados del mundo y que hoy, en esta trilogía eucarística, los invito a reparar.

En unión al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los invito a consumar esta Consagración Conmigo por medio del Padre Nuestro:

Oración: Padre Nuestro. 

Que Mi Paz, que es la Paz de Dios, descienda a la Tierra.

 

“Señor, Yo no soy digno de que entres en Mi casa, 
pero una palabra Tuya, bastará para sanarme.
Amén”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Anunciamos, en nombre y en Presencia de Nuestro Señor Jesucristo, la Comunión Espiritual; hoy, Comunión reparadora para todas las almas del mundo, para todos nuestros hermanos del planeta, a través de tres campanadas.

"Padre Celestial, que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti,

guíanos por el camino del amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén".

Comulgamos, Señor, de Tu Sagrado Corazón, para que nos des fuerza y valentía, esperanza y renovación.

 

Hoy, Me voy de aquí, compañeros, con la tarea finalizada. Los invito a seguir en la fe, por la victoria del Sagrado Corazón de Jesús.

Antes de despedirme, invito a cada uno de ustedes a elevar sus intenciones hacia Mi Corazón. Y por medio de una canción muy especial para Mí, que representa la elevación de sus consciencias, los invito a cantar uno de los himnos más importantes de la Comunidad Figueira, llamado “Soplo del Espíritu”.

Les agradezco y vayan en Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGARDO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy culmina el primer ciclo de trabajo junto a la Jerarquía Divina en Buenos Aires.

Ahora es el momento en el que cada corazón que fue llamado para el encuentro con los Sagrados Corazones tenga la oportunidad de escoger el destino espiritual e interno de este país, para el próximo tiempo.

Por esa razón, la Divinidad solicitó y encomendó a los Tres Sagrados Corazones que estuvieran en Argentina con la finalidad de que las almas pudieran recibir todos los impulsos necesarios para poder tomar sus grandes decisiones de vida.

Fue así que primero llegó Mi amado Hijo con un mensaje de revelación para Argentina y de reconciliación y de redención de los corazones con el Padre Eterno.

Luego, el 8 de agosto, cuando el ciclo espiritual de la humanidad cambió llegó en su auxilio la Madre del Altísimo, la que hasta el 13 de agosto los condujo hacia el reconocimiento de su verdadera y única existencia.

Luego regresó Mi amado Hijo, el 16 de agosto, y llevó a cada uno a estar delante de Dios mediante la verdad interior y pura que cada uno es.

Y hoy, 18 de agosto, estará llegando el Castísimo Corazón de San José que aparecerá para que, guiados por Su santa mano, caminen por el sendero de la humildad. De una humildad que conceda, a cada argentino, la posibilidad de meditar y de decidir para que nunca se deje de cumplir el Propósito Divino.

San José, Padre y Obrero de Dios, llegará a la Argentina para impulsar la construcción de un país pacífico, humilde y resignado a Dios, dispuesto a vivir y a cumplir la Voluntad Divina.

Toda esta preparación ha sido la base para los próximos pasos que dará la Jerarquía Divina por la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN RESERVADA DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO CON EL CASTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, EN EL DÍA 19 DE JULIO DE 2019

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Que las bendiciones y las gracias del Reino de Dios permeen sus vidas. En el nombre de Cristo, Yo los bendigo para que, como su Padre e Instructor, pueda conducirlos a un nuevo ciclo. Muchos se preguntan qué ciclos son esos, en los que la Jerarquía los coloca repetidamente.

¿Qué son los ciclos espirituales?

En estos tiempos, hijos, los impulsos que descienden de los Cielos son infinitos y, cada vez que estos impulsos llegan a la Tierra representan para sus vidas un nuevo ciclo, una nueva oportunidad para que puedan recomenzar.

Esto significa que mucho más allá de sus faltas y de sus pecados, mucho más allá del pasado y de las experiencias que ya vivieron en la Tierra y más allá de ella, en estos tiempos, en este mundo, el Creador les ofrece nuevas oportunidades para que estén limpios, con el corazón puro y dispuesto a renovarse ante Dios y a participar en esta evolución como Sus dignos hijos.

Este ciclo, en el que ingresan como humanidad, representa una oportunidad única de despertar.

Muchos creen que ya conocen todo lo que les hablamos, que ya saben de la vida superior, de los Centros de Amor, de Luz.

Pero Yo vengo a decirles que lo que la mayoría de los hombres tiene es información, una información en la mente que carece de experiencia, de vivencia, de sabiduría.

Si los seres humanos conocieran realmente los Centros de Amor, si fueran permeados por los Centros de Luz, el planeta no estaría en el punto en el que se encuentra, la humanidad ya no viviría en la ilusión y participaría Conmigo de las dimensiones celestiales.

Por eso ingresan en un nuevo ciclo, un ciclo que ya no es de informaciones, sino de experiencias.

Un ciclo que forjará en ustedes a los verdaderos compañeros de Cristo, para que ya no vivan la vida espiritual de una forma pasajera, cuando estén cansados de distraerse con las cosas del mundo.

Cada día más, hijos, esta vida superior se debe tornar en su realidad y sé lo difícil que es caminar en la Tierra con la consciencia en el Infinito, en el Universo de Dios, pero esto es lo necesario en estos tiempos.

No es para que dejen de hacer las cosas en el mundo y que dejen de participar en la experiencia humana tal como hoy se presenta en los niveles materiales, sino para que sean conscientes de la verdadera realidad que aún no les fue revelada.

Cada día que pasa, el Tiempo de Dios se aproxima al tiempo de este mundo.

Lo que era invisible se hará visible, lo que era incomprensible se tornará en un saber. Lo que parecía ser parte de la imaginación de unos pocos, se revelará como la realidad a todos.

Su historia y su origen ya no estarán en los libros sagrados como medias verdades.

Hasta hoy, la mayoría de los seres humanos camina como niños en evolución, pero este período de la infancia espiritual ya terminó.

Ahora, hijos, el planeta ya no espera, las almas se definen por sí solas porque los mismos impulsos que descienden del Universo las llevan a la definición.

Aquellas que plantaron luz, florecerán en luz, y las que plantaron oscuridad, crecerán en oscuridad.

Por eso el mundo se desequilibrará de una forma inaceptable para muchos y, al mismo tiempo, verdades nunca dichas se revelarán.

Los seres despertarán a su verdadera misión y muchos de los que estaban distraídos con el mundo sentirán, en su interior, la angustia de la necesidad de la vida superior, de la vida interna, de la vida espiritual.

Deben estar atentos a ellos, porque tienen sed y necesitan conocer la Fuente que se encuentra en el Corazón del Padre.

Nunca dejen a alguien con sed de vida espiritual. Den de beber a las almas que despiertan, den a conocer al mundo este camino, porque muchos perdieron la esperanza y deben reencontrarla. 

Muchos piensan que no les digo nada nuevo, que Mis impulsos se repiten, pero Yo los toco en sus corazones como el agua incansable que golpea la piedra para moldearla.

Golpeo las puertas de sus corazones para abrirlas, porque ni siquiera ustedes conocen el propio mundo interior, la verdadera composición de la consciencia humana, la ciencia que se oculta, la verdad, la esencia.

Por eso Yo aún estoy aquí y seguiré aquí hasta que Dios Me lo permita.

No me canso de hablarles, de venir a su encuentro y de hacer esto todos los días si así fuera  necesario, cruzando las capas de las dimensiones inferiores hasta llegar a la Tierra, abriendo el camino en el Cielo para que las almas lleguen a Dios, porque conocí la maravilla de la unidad con el Creador y quiero llevarlos a vivir esa experiencia de estar plenos en Dios, en Su Verdad, en Su Corazón.

Pero para esto, hijos, primero deben vivir el sacrificio, el esfuerzo, el olvido de sí y de sus propias voluntades. Deben servir en lo que es necesario, cuando sea necesario y donde sea necesario, porque su evolución ya no puede amoldarse a la propia voluntad sino a la necesidad de este planeta.

Ya no están aquí solo para vivir una experiencia, porque en este ciclo se define la evolución de la Tierra y ya no habrá más experiencias para hacer, solo un Plan que cumplir, que es el Plan del Creador.

Siglos y siglos pasaron hasta ahora, ya experimentaron mucho en este mundo. Ahora llegó el momento que tanto esperaban como consciencias y como almas, como seres provenientes del Universo de Dios.

Llegó el momento de ver manifestado el Pensamiento Divino y lo que era incomprensible para toda la Creación se hará visible.

El Universo no comprendía el Amor de Dios por la Tierra; cómo criaturas tan imperfectas portaban en lo oculto de su interior la Perfección Divina y no la descubrían, no la sentían, no la vivían.

Llegó el momento de descubrir esto y de vivir las consecuencias de Su manifestación en sus vidas.

La consecuencia de la presencia divina en ustedes es la renovación del Amor de Dios. Este es el ciclo que comienza y será en las pequeñas cosas, en los pequeños esfuerzos por amar, por servir, por trascenderse por el prójimo y por la necesidad del planeta, por ser un ejemplo, para la humanidad, del amor al Plan de Dios.

Esto, hijos, es lo que despertará en ustedes la vida superior, esto es lo que hará que la Luz de los Centros Sagrados se irradie al mundo, porque la humanidad ya no tiene referencias de la vida evolutiva y, aunque piensen que nadie ve la experiencia que viven aquí, que viven en las Comunidades-Luz y en todos los hogares consagrados a Dios, se irradiará al mundo, brillará como una Luz en la oscuridad, encandilará a los ojos de los que están en las tinieblas y, aunque estén en silencio, su ejemplo gritará alto a la ignorancia del mundo.

La vida superior no se manifiesta solo cuando oran, cuando meditan y cuando ingresan en el universo interior; se manifiesta también cuando se trascienden, se vencen a sí mismos y expresan el amor. 

Se manifiesta cuando vencen la voluntad propia y afirman el amor a la Voluntad Divina. Se manifiesta cuando arrancan las raíces de la vida retrógrada y escogen los nuevos patrones de la vida humana, aquellos que se manifestarán en la Nueva Humanidad y que ya existen dentro de ustedes.

Esto es lo que abrirá sus ojos a la vida superior. Esto es lo que les hará ver la Luz del Infinito manifestándose en la Tierra, la realidad de la Jerarquía, lo que estuvo oculto.

Esta será la alfombra que se extenderá sobre la Tierra para la llegada de Cristo: su sacrificio, su esfuerzo, su amor, su entrega. 

No se olviden de lo que les digo. Déjense elevar hacia la consagración de la vida para que aprendan a tornar sagrada la vida sobre la Tierra.

Esta es la experiencia que Yo les traigo, este es el legado que Yo les entrego, porque eso fue lo que aprendí en este mundo y eso fue lo que Me hizo retornar a Dios y venir hoy a su encuentro para enseñarles estas cosas.

Sientan Mi amor paternal, sientan como Yo vivo este sacrificio junto con ustedes, porque no dejaré de venir al mundo mientras la humanidad lo necesite, mientras Dios Me permita estar aquí.

Eleven un pensamiento de gratitud al Universo para mantener siempre abiertas las puertas a las Gracias de Dios, al auxilio superior. Mientras sean esforzados y agradecidos, el Padre siempre vendrá a su encuentro.

Hoy quisiera decirles muchas cosas, pero esto es lo que necesitan en este momento. Hagan de sus vidas oportunidades para estar en Dios, Dios es Amor.

Cuando expresan amor, están en Él y encuentran la verdad sobre sí mismos.

Tienen Mi bendición para esto.

Reciban Mi Paz y Mi Gracia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Camina hacia el nacimiento de Cristo en tu interior, reconociendo la Gracia que Dios te concede todos los días de no estar solo en este camino de transformación y de cura.

Camina hacia el nacimiento de Cristo en tu interior, reconociendo que cada uno de tus hermanos y compañeros en esta senda es aquel que el Padre escogió para que estuviera contigo, porque, a través de su presencia en tu vida, podrás aprender a amar cada día más.

Ábrete hijo mío, para saber agradecer a Dios todos los días por lo que Él manifiesta en tu vida. Agradece los desafíos, agradece las dificultades, agradece los momentos de frustración y los momentos de cansancio.

Agradece momentos como este, en el que el Cielo se abre delante de ti para escuchar tus súplicas, y Dios, a pesar de estar en todas las cosas, en ese momento coloca Sus ojos sobre ti y atentamente recibe tus súplicas.

Agradece porque, en un tiempo tan difícil para el planeta, el Creador te concedió una familia espiritual para que, como la Sagrada Familia, puedan caminar juntos hacia Belén. Agradece porque tus hermanos y compañeros se dispusieron a superar las dificultades de este tiempo contigo.

No vendrán días perfectos, y el tiempo que pasó no volverá para que puedas experimentar de nuevo lo que tu personalidad ya conoce, y quiere seguir viviendo.

En Belén todo será desconocido y después del nacimiento de Cristo en tu interior, nada será como antes. Cada día te sorprenderá, no porque serán días como tú quieres que sean. Los acontecimientos te sorprenderán porque, si tú le das permiso, este Nuevo Niño dentro de ti va a superar todos los desafíos a través del amor, uno después de otro, y cada día el amor se renovará en tu interior. Esta será la diferencia entre lo que vivirán aquellos que permiten que Cristo nazca en su interior y lo que vivirán aquellos que no lo permiten.

No será fuera de ti que el amor reinará. Llegará el tiempo en el que este mundo se unirá a lo que es verdadero, al Tiempo de Dios. Pero, hasta allá, es dentro de ti que ese Reino debe habitar, así como habitó en Cristo, desde Su Nacimiento hasta Su Cruz.

Los ciclos se renovarán, hasta que la humanidad pueda alcanzar la Voluntad de Dios. Por eso hoy, hijo, Yo vengo a llamarte al espíritu de la gratitud para que, a través de él, te dejes sorprender, una y otra vez, no por la vida en el mundo, sino por el amor que se renueva dentro de ti y supera a todas las cosas.

Este mismo amor vive en tus hermanos, porque el Padre te concedió la Gracia de caminar con una familia espiritual para que, siempre que te falte amor, puedas mirar hacia tus hermanos y una simple sonrisa te renueve.

Ábrete entonces para vivir lo que te digo, y así será. Esto es lo que Dios construye en tu vida a través de días como este*.

Te dejo Mi bendición y Mi paz.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

 

*Mensaje transmitido durante el Mutirão de San José, en la Comunidad-Luz Figueira.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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