Viernes, 7 de julio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, LA CORUÑA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Habrá un día en el que las almas despertarán a la necesidad de Misericordia en el mundo y no solo los corazones sensibles sentirán la presión del caos y la batalla entre el viejo hombre y el nuevo tiempo.

Llegará el día, hijos, en el que los ojos que estaban solo puestos sobre sí mismos, y que creían que la voluntad propia era libertad, verán emerger sus ilusiones ante la Verdad Universal.

Llegará el día en el que la fuerza de una religión, por sí sola, no será suficiente para mantener la fe en los corazones de los hombres. Los puros reconocerán la necesidad de la unidad y de ella surgirá la religión del Amor, a la cual se unirán todos los credos. Surgirá la verdadera congregación de la Fe, almas congregadas por Dios para mantener viva la fe en el corazón humano, más allá de creencias, de culturas, de naciones…

Llegará el día en el que los Reinos de la Naturaleza serán reconocidos como parte de la Consciencia Divina. Ese día llegará tarde y el mal causado a los reinos ya será irreversible, pues la vida humana se sustenta con la degradación de la naturaleza.

El hombre reconocerá la necesidad de rendirse a un nuevo tiempo, a una nueva Ley, a un nuevo mundo. Los congregados para mantener viva la Fe, enseñarán que la esencia pura es la única cosa importante que no debe perderse; todo lo demás podrá ser reciclado en los estanques del Universo, porque no solo el hombre, sino todo este mundo, necesitará nacer de nuevo.

El aprendizaje del Amor quedará guardado en la esencia de los que sepan perdonar y que, a pesar de sus errores y de su materia corrupta, comprenderán la esencia del Plan de Dios y lo aceptarán.

Los que se mantengan puros de corazón, cuerpo, mente y espíritu, reconstruirán el mundo y, con su sacrificio, multiplicarán el Amor y prepararán para los que partan, una nueva oportunidad de aprender a Amar bajo otras Leyes y en otro tiempo.

El sacrificio será siempre la puerta para el despertar y para el crecimiento del Amor verdadero, pero él no podrá ser un peso en los corazones de los que comprenden y viven la Voluntad de Dios. El sacrificio no tendrá el mismo sentido para la mente humana como lo que tiene hoy. El Amor será la Ley y no la excepción, y el sacrificio será el vehículo para el cumplimiento de esa Ley.

Para muchos, Mis Palabras parecerán utopía y, para otros, una gran esperanza. No teman las pruebas que el mundo vive y que vivirá. Afirmen sus espíritus en la Voluntad de Dios y conserven puros sus corazones. No dejen jamás de esforzarse por amar y perdonar al prójimo.

Habrá un día en el que ese amor se volverá Ley y, con una sonrisa en el rostro, ustedes contarán a los que vendrán la historia de la transformación y de la redención de la humanidad.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo