Sábado, 30 de marzo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A MADRE SHIMANI

¡Alabado sea Nuestro Señor Cristo Jesús!

Benditos sean los que viven en Su nombre.

¡Perdón y Misericordia! ¡Perdón y Misericordia!

Es lo que ha descendido hoy en el planeta y sobre la humanidad, aquella que vive en la superficie y aquella que en otros planos esperaba perdón, misericordia y redención.

¡Alabado sea el Altísimo, Aleluya!

Queridos y amados hijos:Todo Mi Amor de Madre Corredentora está en vuestros corazones.

Hoy el Padre de los Cielos ha derramado Su Misericordia a través de Sus Mensajeros Divinos y ustedes, hijos Míos, con vuestra tarea de oración y de amor, han contribuido para que parte de las consciencias que sometieron a Jesús, hace más de dos mil años, comiencen a tener una oportunidad de redención.

La Misericordia Divina se ha derramado sobre la humanidad dormida y, a través del amor sincero de los servidores, Nuestro Señor ha intercedido ante Dios Todopoderoso para curar en la humanidad la negación, la mentira y la traición.

Desde el Reino Celeste se han escuchado las voces de vuestras almas, que compenetradas con la tarea de rescate, han suplicado por perdón para este planeta.

¿Recuerdan, queridos hijos, cuando les enseñe a ser mediadores ante Dios?

Era para realizar estas tareas junto Conmigo, aquellas que acaban con los atavismos, que cortan las cadenas que la humanidad todavía mantiene con el mal.

Estamos en tiempos de prueba, pero también en tiempos de grandes milagros, en donde toda la luz, el amor, la misericordia y el perdón de Dios están disponibles.

La humanidad debe dejar de lado su orgullo y pedir perdón a Dios, suplicar a Mi Hijo para que interceda ante Su Padre. La humanidad no puede perder esta oportunidad y permitir que su vanidad pueda más que su amor. La humanidad no puede perder la posibilidad de ser perdonada y que Mi Hijo la pueda conducir hacia el Trono del Padre Supremo.

La humanidad deberá comprender que, en humildad, Dios la espera para perdonarla y entregarle el tesoro que para ella guarda.

Mis amados hijos:

Ustedes, que hoy son más conscientes, deberán caminar junto a Mi Hijo, El Redentor, y guiar a otros hermanos por el camino que ustedes están transitando, camino de perdón, conversión y renovación. Esa es vuestra tarea, ser ejemplos e impulsos para otros que esperan una oportunidad.

Prepárense, porque ya llega el tiempo de multiplicar aquello que les ha sido entregado, que es un tesoro en la Tierra y en el Cielo, la renovación total de vuestras vidas, el perdón de todas vuestras faltas y la oportunidad de convertirse para toda la eternidad en dignos hijos del Altísimo, compañeros del Rey del Universo, hijos predilectos de la Madre Universal.

Solo deben amar el camino del amor, vivir desde el corazón y amar a vuestros hermanos como aman a Cristo Jesús.

Los amo, los bendigo y los guardo en Mi Corazón Inmaculado, en donde el mal no los tocará.

Desde el Cielo y la Tierra, la Madre del Amor en unión al Redentor está con ustedes.

María, Madre de todas las criaturas