Sábado, 16 de marzo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE DEL UNIVERSO AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridísimos hijos Míos:

Sin oración y sin devoción en vuestras vidas no podrá construirse la Nueva Humanidad. Por eso hijitos Míos, los llamo durante esta semana para el despertar de la consciencia, para que a través del potente fuego de la oración del corazón ustedes puedan percibir la necesidad de servicio y de oración en el mundo.

Mis brazos hoy se abren para derramar desde Mis manos los rayos de la poderosa Misericordia de Mi Hijo. Por este especial encuentro con ustedes, Mi Corazón Materno intercedió hoy por las urgentes necesidades del Brasil y de cada uno de sus Estados; porque, queridos hijos, como Madre Intercesora estoy obrando a través de todos Mis videntes para llevar un verdadero mensaje de paz al mundo, principalmente para esta nación que desde los comienzos acogió amorosamente Mi Inmaculado Corazón.

Amo al Brasil, ustedes Mis queridos hijos lo saben bien, como también amo a cada nación y rincón del mundo en donde se encuentre un pequeño hijo Mío.

Queridos hijos, para esta semana los llamo a profundizar no solo en los mensajes que ha dictado Mi Bienaventurado Corazón, sino también pido que antes de cada oración Conmigo mediten sobre los mensajes diarios de Mi Hijo Jesús, como también en Sus primeras parábolas de la Biblia.

Queridos hijos, los invito en este importante tiempo de cambios a recoger los frutos para vuestra conversión a través de la lectura de la Sagrada Palabra de Vida, como lo es la Biblia, y también de la unión interna de vuestros corazones con la nueva y preciosa palabra que Mi Hijo derrama día a día.

Como Madre de las Gracias, oro por ustedes para que el Espíritu Santo de Dios los anime a seguir caminando más allá de vuestros proyectos de vida. Oro para que a pesar de todo prevalezca Mi Obra Mariana en vuestros corazones. Oro para que alcancen la humildad y la unidad, principios necesarios para vivir la conversión de vuestras vidas. Oro para que vuestros corazones se alejen de la tristeza y de la desolación.

Como Bendita y Amorosa Madre, oro para que Mi Hijo los proteja y los guarde en Su esperado y venidero Reino de Amor.

Queridos hijos, Mis niños ya están creciendo espiritualmente, ahora como consciencias rumbo a la madurez del corazón los llamo a considerar en vuestras vida Mi importante y magnífica Obra de Paz y de Redención, que llevo adelante con cada uno de ustedes; ese paso de vuestros seres permitirá que crezca vuestro pequeño espíritu hacia el Gran Espíritu de Dios.

Hijos Míos, no me canso de pronunciar: ¡Paz!, ¡Paz!, ¡Paz!, para vuestros seres. En Mi Paz alcanzarán la luz que tanto buscan, luz hacia la verdadera eternidad del Paraíso.

Una vez más les agradezco por responder y escuchar Mi especial llamado.

Recemos por la presencia de la Unidad de Dios.

María, Madre del Universo de la Paz

Los quiero ardientemente.