Viernes, 4 de noviembre de 2016

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 40.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Abriendo Mis Brazos sobre América muestro a todos Mi Sagrado y eterno Corazón.

Uno a las Américas en un solo fin y propósito, y no dejo a nadie atrás, aun a aquellos que no Me han seguido, y que hace tanto tiempo se olvidaron de Mí, sabiendo que Yo Soy su Rey y Salvador en esta hora definitiva del planeta.

Mi Corazón hoy está aquí con ustedes y con todos los misioneros en Roraima.

Mi Corazón se multiplica en Espíritu y en Omnipresencia, y le trae nuevamente una oportunidad a la humanidad.

Hoy estoy en Costa Rica, como he estado con ustedes en otros lugares; tiempo atrás en un desierto, hoy, en una floresta exuberante, que también sufre la consecuencia del hombre de superficie, sin percibir que los Reinos aman, así como los ama Dios todo el tiempo.

He venido a levantar a los que están caídos en su esencia espiritual.

He venido a traer una Luz que no tienen y que en esta vida no concibieron, ni siquiera por méritos.

Vengo a traerles Mi Divina Misericordia, porque es la tabla de salvación que aún está disponible para todos, en este poco tiempo que les queda.

Hoy les muestro en Mi Pecho Mi Sagrado y eterno Corazón para que lo contemplen, para que lo recuerden y no lo olviden.

Este es el Corazón que es amado por todos en diferentes grados de amor, pero sin importar cuál sea.

Este es el Corazón que se vivifica en ustedes y que les trae la paz, la paz que muchos necesitan.

Los he enviado entre las tinieblas para que proclamen Mi Nombre y le den vida a las almas que ni siquiera piensan en Mí.

Así verán cómo es la Gracia de Dios, que llega hasta este lugar tan distante de Sudamérica, en donde, en verdad, se encuentra Mi Obra, y que hoy extiendo para todos Mis hijos y discípulos.

Quisiera que en esta hora, compañeros, pudieran ver las Obras que realiza Mi Inmaculado Corazón, porque Mi Corazón es puro en Dios, al igual que el Corazón de Mi Madre.

Los dos provenimos de una misma Fuente de Gracia que se multiplica para todo el Universo.

Es ese Espíritu Inmaculado que nos permite estar aquí entre ustedes, e impulsarlos a servir al Creador.

En ustedes, como en sus hermanos, está esa semilla, esa semilla de Luz que Dios les dejó. Esa semilla de Luz Inmaculada que muchos aquí han olvidado, debido a la vida material y sus influencias.

Vengo así a rescatar lo que es esencial. Por eso, Mi Corazón es eterno además de ser Sagrado y al ser eterno Él trae lo Inmaculado y lo más puro para todos, que es el Amor, que redime y vivifica.

Quiero con esta revelación que tomen consciencia de que en verdad la humanidad no puede perder su pureza a pesar de todo lo que vive.

Al menos en pequeños grupos, por medio de la oración y de la Comunión Conmigo, deben preservar ese espíritu, para que no se borre del planeta ni de su consciencia.

Es eso lo que algunas grandes naciones quieren hacer desaparecer con sus acciones.

¿Han comprendido ahora por qué estoy aquí, y por qué ustedes Me han ayudado a llegar?

Extiendo para todos Mi Gratitud y Mi Confianza, por estar cumpliendo esta primera etapa de una gran tarea que recién ha comenzado.

Hoy no sólo vengo como vuestro Jesús, el Nazareno, el Pastor y Maestro del Amor; hoy vengo como la Consciencia que Soy.

Yo Soy el que Soy., y es esa Esencia que se revela, ese Espíritu Inmaculado de Dios, vivo en Su Hijo Primogénito., que impulsa a las consciencias a alcanzar la iluminación y la redención de sus vidas.

Hoy vengo con Mis Brazos abiertos para abrir los caminos de los que los tienen cerrados.

Vengo a retirar lo que no está bien y a colocar lo que es nuevo y lo que renueva, de tiempo en tiempo.

Que esta Maratón sea el fuego que siempre se multiplica, que motiva a las almas a continuar adelante, a pesar de lo que suceda.

Mi Madre les ha dado estas dos misiones, las cuales cumplen una tarea fundamental en el Plan de rescate. Y ustedes, todos ustedes, son parte de esta Misión.

Mientras Mi Madre los guía y también los acompaña en la Misión humanitaria por Venezuela, trayendo alivio al sufrimiento humano y a la decadencia de todas las consciencias que sufren el caos, también Yo, hoy estoy aquí entre ustedes, para renovar esta propuesta de orar e invocar la Divina Misericordia.

Ayer, eran ustedes los que necesitaban de Mis Gracias, hoy, son sus hermanos los que necesitan de Mi Intercesión, de Mi Espíritu Inmaculado, que los renovará y los despertará a lo Nuevo.

Vengo así, a unir a las consciencias con los Reinos de la Naturaleza, con sus orígenes y sus principios.

Vengo a pedir aquí que no se olviden de Dios, y de que Él los está observando, esperando que todos ustedes miren a Su Corazón, para encontrar un refugio de Paz.

Vengo a darles valor a los que son marginados y simples, vengo a quitarles el poder a los que se creen más que los demás y que no son humildes.

Vengo a mostrar Mi Reino a todos, y a dar testimonio de Él entre ustedes.

Vengo a decirle a Centroamérica, y especialmente a los que la colonizan, que no intervengan en este Edén que es de Dios, y es para la Nueva Humanidad, verdadera.

Les pido a todos los que visitan estas naciones, que no cometan los mismos errores que quedaron grabados en la historia, entre la Consciencia Indígena y el hombre blanco. No lo hagan más. No busquen algo que no les pertenece.

Dejen libres a los Reinos y a los que cohabitan con ellos, porque hoy es Mi Misericordia que viene a auxiliarlos, pero mañana Mi Corazón les dará la Justicia.

Ámense los unos a los otros, esa es la primera regla, aun para aquellos que no Me viven, ni Me sienten.

No hemos llegado a Norteamérica, porque aún no está preparada para recibir Nuestras Presencias.

Y aunque ya hemos estado en otros tiempos intentando despertar una consciencia dormida y tan humana, vigilamos a las almas y a los buenos corazones que allí se encuentran, pidiendo una oportunidad para toda esa nación.

Las cosas que hoy se hacen no durarán por mucho tiempo. Y esto no es una advertencia, sino una oportunidad de corrección, de alineamiento y de equilibrio.

Hoy vengo como el Maestro de todo lo creado por Mi Padre, para que no sea más usurpado, lastimado ni flagelado.

Hoy vengo como el Pastor de todos los Reinos, incluido el Reino humano, que tanto necesita para poder continuar adelante.

Que en esta Maratón oremos por los que duermen desde hace mucho tiempo, por los que no esperan a Dios y por los que no lo aman, por los que lo olvidan, por los que se separan de Él, ambiciosamente.

Vean así, cómo Mis Brazos aún están abiertos sobre las Américas, para señalizar la redención.

Que el Amor, la Paz y el Bien, los unifiquen.

Y Me uno a cada corazón orante que, en su hogar, grupo o nación, Me acompañará en esta tarea, para dejar y sembrar semillas de luz que germinarán en un cercano futuro.

Gracias por estar Conmigo, así como lo puedan estar.

Lo importante es que sea verdadero, por el bien del planeta y de la humanidad.