Viernes, 2 de septiembre de 2011

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:30 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Todos llegaron con mucha disposición para orar y acompañar este último día de Apariciones de la Madre Divina.

Después de varias cuentas, cuando los rayos del sol comenzaron a iluminar el campo, Fray Elías se colocó de pie y se aproximó adonde la Madre Divina había aparecido.

Entonces, un monje del monasterio de Aurora fue llamado por la Madre Divina para decirle algunas Palabras.

Pasado un tiempo, Fray Elías nos relató lo sucedido.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cuando la Madre Divina apareció en lo alto del Cielo, había grupos de ángeles que oraban silenciosamente. Caminaban de una forma pausada y contemplativa, formando el símbolo del infinito. Era un movimiento constante y armonioso.

Ella traía en Su Mano derecha un Cetro dorado y en Su Mano izquierda una pequeña cruz cristiana y una rosa.

Cuando se posó sobre el Naranjo, brotó de Su Corazón una rosa de color naranja claro.
Momentos más tarde, aparecieron algunos santos orando junto al grupo, y hacia un costado del Árbol apareció Padre Pío, también en oración.

Luego, a través de un intenso movimiento de Luz, apareció el Arcángel Rafael, un ser resplandeciente de Luz en toda su silueta, que se presentó con una espada en su mano y dijo:

“Mi hora ha llegado. Yo soy el Ángel Curador, el Arcángel Rafael”.

Diciendo esto, de forma poderosa y magnánima, voló hacia lo alto de los Cielos, en donde apareció una puerta de Luz de forma circular y de energía celeste, rodeada por varios anillos concéntricos de color dorado.

La Madre Divina me indicó que mirara hacia el centro de esa puerta, y allí vi un gran Libro abierto. Las hojas pasaban de un lado hacia otro, como si un viento las moviera. En ese Libro, aparecieron varios Evangelios escritos en la época del Mesías.

Las hojas continuaban pasando a mucha velocidad, hasta que en un momento se detuvieron y apareció el número 12. Entonces, la Madre Divina dijo:

“Capítulo 12 del Apocalipsis de Juan. Quiero que lean ese capítulo”.

En ese momento, le pregunté a Nuestra Señora si era correcto lo que estaba escuchando y contestó que sí.

Después, comenzó a orar el Ave María y pidió que de hora en hora se realizara una oración y se tocaran 33 campanadas.

Nos dijo también que la forma de poder establecer los Mil Años de Paz será a través de la oración, y que debe comenzar a construirse a partir de estos momentos. Ese fue Su pedido de hoy.

Ella apareció como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, con Su Manto verde claro y rodeada de una Corona de Estrellas doradas.


Yo Soy la Señora de la Infinita y Melodiosa Vibración, que parte del Corazón del Universo, de la Fuente Infinita de Dios. Por eso, la música, que es divina y que debe ser el sonido de los corazones, abre Mi canal de Paz y expande Mi Luz. Así, Mi Plan de Luz se establece sobre la superficie de la Tierra.

Vean cómo los ángeles cantan y los coros Me alaban, así como fue en Mi Asunción a los Cielos como la Patrona de las almas, la Señora de los Ángeles y de los Arcángeles.

Hoy, quédense con este símbolo: la Señora de los Ángeles y de los Arcángeles, para que comprendan la Voluntad de Dios y para que sus almas reconozcan Mi Paz, que fluye con Amor.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, desde Su Pecho emergió una flor de tres pétalos, incolora y brillante, como de energía plata transparente.


Esta es la Flor de la Concepción.


Después de que la Madre Divina comunicó algunas Palabras al hermano que había llamado, pidió que todos oráramos la oración “Bendita, Tú eres”.

Finalmente, la Madre Celestial nos pidió que cantáramos el Ave María.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre se está elevando, pero todavía está presente. Con delicadeza vamos a colocarnos de pie, para despedirla.


Yo los amo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Hoy, a la noche, les hablaré a todos.

Hoy, he venido para que oren Conmigo como lo han hecho ayer. Que a cada hora un grupo se reúna a orar en este lugar y se anuncie con 33 campanadas, para que las esencias puedan brillar, aquellas que deberán ser rescatadas.

Hoy, en especial, las oraciones serán dedicadas a África y a Medio Oriente, lugares en los que necesitaré misioneros que puedan llevar Mi Paz a través de la oración y de compartir las tareas de Cristo con otros hermanos que también se unen a Mi Espíritu.

Hoy, mediten en la Presencia de la Reina de la Paz y comprenderán Mi Presencia en Medjugorje. Nada está separado, todo es un hilo de Luz que lleva a Dios para que ustedes se reencuentren Conmigo una vez más.

Hoy, busquen la fe dentro de sus corazones para que Yo pueda obrar como la Madre de la Paz en todos Mis hijos, hijos que necesito llevar a Mi Reino, hijos que ustedes no conocen pero que están distantes de la Luz, sobre todo aquellos que se distancian de Mí por no creer en una Madre Maternal y que se alejan del camino cuando no están rodeados por Mi Luz. A ellos, Yo vengo a buscar en esta parte del mundo, en América, en Uruguay.

Lleven Mi Mensaje de Paz más allá de los fenómenos que serán relatados, los que ustedes aún no ven, pero que Yo escribo con Mis Manos sobre el éter de Aurora.

Que sus vidas sean una eterna comunión Conmigo y que retornen al Padre a través de Mí. Están a tiempo, no se dejen vencer. Antes de que el puente se quiebre, crúcenlo hacia Mí.

Yo Soy para ustedes, en este lugar, la Divina Concepción de la Trinidad, el Espíritu de la Paz, la Llama Trina del Espíritu, la Emanación Original de la Fuente, el Ave Misericordiosa que llega a ustedes para darles Amor y para curar el espíritu doliente.

Paz, Paz, Paz para la Tierra, que está dormida.