Viernes, 2 de septiembre de 2011

Apariciones extraordinarias
VIGÉSIMA SEGUNDA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 20:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por pedido de la Madre Divina, a las 19.30 se inició la procesión de velas desde el Auditorio de Casa Redención hasta el naranjo de las apariciones.

Desde las primeras horas de la tarde, el viento comenzó a soplar intensamente y se mantuvo así hasta la aparición.

El grupo se sentó al rededor del naranjo y comenzó a orar de forma muy intensa esperando la última aparición de la Madre Divina. Se percibía en el aire el cierre de un ciclo, y el comienzo de uno nuevo, desconocido.

Cerca de las las 20.00 se comenzó a percibir la aproximación de la Madre Divina y Fray Elías se coloca de pie, contemplando el naranjo.

Mientras todos continuaban orando la Madre Universal, Fray Elías y otro hermano de monasterio, se acercaron al árbol y oraron el “Ave María” por algunas veces.

Luego, Fray Elías anuncia que la Madre ha solicitado que una de las colaboradoras de Casa Redención se aproxime y se presentara ante Ella. Fray Elías transmite algunas palabras de Nuestra Señora a esta hermana.

Terminado ese diálogo Fray Elías transmite al grupo lo que ha sucedido.

 

Fray Elías: Cuando la Madre Divina apareció proyectó un Corazón de Luz, que emergió de Ella y se proyectó hacia todos nosotros. La imagen del Inmaculado Corazón, era de color magenta, resplandeciente, y tenía una corona de rosas a Su alrededor. Había escrito sobre y debajo de él: “Yo Soy el Ave María”. Después con Sus manos abrió una tela blanca que tenia dentro de ese corazón.

La Madre Divina nos dice:
 

Hoy vengo a anunciarles que estaré retornando.

Como les dije hoy, al mediodía, esta noche todos realizarán la ceremonia de comunión Conmigo. Todos ahora recibirán un fruto de este árbol, para llevarlo consigo, para comerlo en gracia y en reverencia por Mi presencia aquí. Hoy les entrego Mi Corazón Inmaculado, Mi Corazón Misericordioso para que encuentren en Mí la Paz. No hay nada que temer, Yo estoy con ustedes.

 

Fray Elías: La Madre Divina pidió que todos se colocaran de pie y que sintieran confianza cuando escucharan Su mensaje.

Hace unos momentos, del lado derecho de la Madre Celestial, apareció Jesús como el Sagrado Corazón. Elevó Su mano derecha hacia el Cielo y los Cielos se abrieron. En lo alto apareció un corazón de fuego, rodeado por un aro de fuego. A los costados de ese corazón aparecieron los apóstoles y los 24 Ancianos.

Nos está hablando Cristo:
 

Queridos Míos, hoy vengo a anunciarles Mi retorno.

Les doy Mi Paz y Mi Paz les dejo en el Nombre del Señor.

Yo Soy Cristo, el Mesías, el Redentor.

 

Fray Elías: Ahora comenzó a hablar la Madre Divina:
 

Queridos hijos, hoy les anuncio que Mi Luz está retornando a los Cielos, pero quien esté en oración no perecerá, el alma prevalecerá delante de Mi Corazón, que es Misericordioso e Inmaculado.

Agradezco a todos por haber acogido Mi Voz de Fe en sus corazones. Esperen Mi llegada para el mes de noviembre, donde convocaré a más almas para que escuchen Mi llamado.

Hoy los estoy reuniendo aquí como el primer grupo de oración, que deberá asumir esta Casa, a la cual Yo he consagrado desde los Cielos para este mundo, para este país, para Mi querida Argentina y Mi amado Brasil.

Esas tres naciones deberán transitar por grandes pruebas, pero los corazones que se unan a Mí no serán tocados, ni siquiera por la llama del mal, porque todos se irán purificando sin percibirlo. Aquellos que se unan a Mi Corazón y se nutran en Mi Oración, verán lo que les digo, tendrán consciencia de lo que estoy anunciando como Madre de la Fe, como el Ave Misericordiosa.

He venido aquí a pedido de Dios, aunque sus consciencias no alcancen esta comprensión, pero sus corazones sí me responden.

Escuchen Mi Voz Interior, ustedes deben ser la columna de luz para estos tiempos y deben difundir Mi mensaje de redención y de paz, que estoy entregando a esta Nación y a todos Mis hijos que están confusos en este mundo.

Una parte del hemisferio norte está contestando a Mi llamado, mes a mes. Ahora Yo los convoco a que hagan lo mismo, para reencontrarme aquí, desde noviembre hasta el próximo año (2012), para que juntos nos preparemos para cruzar el portal hacia Mi Corazón. Así, no habrá tiniebla que los toque y no habrá corazón que se ciegue, porque habrán escuchado Mi llamado antes de que las trompetas suenen y antes de que los libros se abran anunciando la palabra de Dios, que será Ley y Justicia Divina para el fin de este tiempo.

El mundo debe nacer de nuevo y el parto está llegando. Mis estrellas están resistiendo y sosteniendo la luz de este mundo. Cada vez que oran Conmigo y creen en Mi Voz, que es invisible y Divina, estarán respondiendo a Dios, al Padre de todos, desde el Alfa hasta el Omega, desde el principio hasta el fin.

Cada mes Mi presencia será más fuerte, y atraerá a más corazones que buscan una respuesta, una cura interior, que buscan aliviar sus dolencias y cicatrizar sus heridas que están abiertas desde hace tiempo.

Yo Soy el bálsamo que todo lo cura, Soy la Fuente que lava las heridas, Soy la Divina Concepción de la Trinidad, Soy el Ave Mensajera de la Paz, Soy la Madre Misericordiosa, Soy el Fuego Ardiente para los corazones que están sin luz.

Ahora, ustedes han visto nacer sus almas que estaban dormidas y espero que sus vidas retornen a Mí en la oración. Espero que juntos ayudemos a nuestros hermanos, a todos Mis hijos, que no reciben esta oportunidad de los Cielos, oportunidad de ser bendecidos como lo han sido ustedes a lo largo de estos trece días.

¿Será que han comprendido Mi mensaje?

Por eso todo lo tendrán; abajo estará Mi firma, en la Tierra y en el Cielo, como lo es la palabra del Señor. Pues Yo fui glorificada por los ángeles y arcángeles para descender a este mundo, el cual me pertenece como tarea y como Misionera de la Paz.

Hoy les entrego Mi Corazón resplandeciente, el llamado Corazón Inmaculado, para que lo siembren en sus corazones como el sello que libera el mal y como la luz que corta las asechanzas, las confusiones en el corazón y la distorsión en las mentes. Pero para fortalecerse en Mi Corazón, deberán orar más para penetrar en los Cielos y encontrar la luz en el camino, esa luz que hoy están recibiendo.

Hoy les pido a todos ustedes, hijos Míos, que no vuelvan a la normalidad de este tiempo y que se abran a comprender lo que está sucediendo.

Una vez estuve en Fátima, estoy pasando por Medjugorje y ahora estoy aquí, en esta parte del mundo, difundiendo Mi mensaje de Paz, el llamado al rescate de las almas a través de la oración, de una simple oración. Abran sus consciencias para lo desconocido y permitan que el corazón les hable, que Mi Voz llegue allí en oración y en paz.

Dichosos los que creen sin haberme visto, pues como dicen los discípulos y lo que ellos han escrito: “Es la hora de la Señora del Sol, la que está vestida de Paz, la que irradia Su Amor de Madre y de Protectora”.

Aquí estoy, al lado de Mi Hijo, El Redentor, que hoy ha venido Conmigo para traerles Su Misericordia y para que, a partir de mañana, sus vidas sean otras. Porque Yo estaré allí, en sus corazones, comenzando a obrar como la Madre Celestial de la Luz, como la Guardiana del Amor, la llamada Inmaculada Concepción, la Madre de las Gracias, la Señora de los Ángeles, la Divina Concepción.

Guarden Mis palabras en sus corazones, sientan Mi Paz.

 

Fray Elías: Ahora desde Su mano está manifestándose una paloma de luz, que es blanca y brillante, nos la está ofreciendo.

La Madre Divina dice:

 

Este es Mi Espíritu, el que nació desde el Origen, el que trae para ustedes el renacer de la vida, el sello para el pasado, el cual se debe trascender para alcanzar la paz.

Dejen hoy en Mi Corazón sus miserias, en nombre de Cristo, para que todo sea curado y aquello que sólo Yo conozco, pueda revertirse y redimirse.

 

Fray Elías: Ahora está abriendo Su corona de estrellas y colocándola sobre el árbol, de izquierda a derecha. Nuevamente nos muestra Su Corazón que tiene espinas, pero que también está lleno de fuego. Está iluminando Su manto celeste, Su rostro está brillando de paz y de amor. Coloca Sus manos en posición de oración.

La Madre Divina dice:
 

Yo Soy la misma que nací como María y hoy Soy la Madre Universal, la Consciencia Sublime de la Paz, el Amor de Dios manifestado a través de Mi Esencia. Sepan queridos Míos, que ustedes tienen lo mismo que Yo, sólo que está dormido.

¿Por qué he venido durante estos trece días?

He venido para decirles hoy, que deben abrir sus Fuentes. Ellas se unen a Dios a través de la oración y del amor, de la caridad y de la compasión, porque el Señor nos está pidiendo salvar almas desconocidas para ustedes y que sufren. Si quieren comprender, abran las puertas de sus casas para que los últimos entren.

Pero recuerden, como Yo le dije a Lucía en Fátima: llegarán los tiempos en que la oración será la barrera invisible contra el mal, será el escudo protector, será la alianza con Dios, la religación con Su Presencia, la esperanza para cada alma y cada ser que no haya escuchado Mi llamado como la Madre de la Paz, la Señora de la Divina Misericordia.

Todos se reunirán en sus casas para orar junto Conmigo y para crear la Luz de Mi Corazón sobre sus hogares. Verán pasar por sus puertas el sufrimiento que deberá ser curado por la oración; una oración verdadera que se una a Mí para que las almas encuentren descanso, el mismo que ustedes han recibido hoy por la presencia de Mi Gracia Inmaculada.

Elevo hoy Mis brazos hacia el Creador, para que encuentren de nuevo refugio en Mí y descansen. Sepan que Yo los protejo cuando cumplen con Mi llamado y comprenden lo que es incomprensible. Porque así es la Voluntad, una Voluntad que no es de los hombres, que no es de este mundo, al igual que el amor, el cual debe verterse en sus corazones a través de esta Madre de la Paz.

El Espíritu de la Trinidad ha descendido sobre los que lo han escuchado en su ser interno, y se han abierto para que éste siembre la semilla del amor, la que no será extirpada por el mal. Queridos hijos, Mi Amor es tan bondadoso y compasivo, que penetra el corazón y disipa el dolor, este mismo Amor que Yo he repartido en los lugares en los que he aparecido para rescatar a las almas en multitud.

Verán llegar nuevos cambios sobre este lugar y sobre esta nación (Uruguay), porque Mi Corazón deberá triunfar antes de que la puerta se abra y que la batalla comience. Allí estaremos en oración, sin miedo, con fe y fervor, unidos a Mi sublime devoción, una devoción que despertó como la Madre del Mesías a los pies de la Cruz.

Les entrego hoy el Espíritu Inmaculado de la Paz, que nace desde la Fuente, el cual está descendiendo hoy sobre este lugar. Beban de ella ya que están a tiempo.

Dichosos los que comprenden las Voluntades Superiores.

Dichosos los que responden a Mi llamado sin comprender.

Dichosos los humildes que viven en la fe y en la devoción.

Dichosos los simples, como lo fui Yo, una Madre de Nazareth, una Pastora de almas que conduce el rebaño hacia Mi Hijo para estos tiempos.

Gracias por responder a Mi llamado.