Lunes, 23 de octubre de 2023

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CIRQUE DE GAVARNIE, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 25

Ave María en francés

Je vous salue, Marie,
pleine de Grâce,
le Seigneur est avec vous.
Vous êtes bénie entre toutes les femmes
et Jésus, le fruit de vos entrailles,
est béni.

Sainte Marie, Mère de Dieu,
priez pour nous, pauvres pécheurs,
maintenant, et à l’heure de notre mort.

Amen.
(cinco veces)


Rodeada de los grandes ángeles de las montañas de todo el planeta, hoy, vengo a su encuentro, al encuentro de la humanidad necesitada, al encuentro de la humanidad enferma y necesitada de cura y de amor.

Por esa razón, hoy, estoy aquí, queridos hijos, y por esa razón traje aquí no solo a los que están presentes en este momento en este sagrado lugar de Dios, sino también traigo en los planos internos a todas las almas que necesitan de la cura espiritual que, en este lugar, refleja el Reino de Lys.

Recuerden, queridos hijos, que no hace mucho tiempo estuvieron aquí y que también fueron portadores de Mi Mensaje y de Mi Paz; pero desde ese momento hasta el presente, hijos Míos, el escenario de la superficie cambió. Es un tiempo de emergencia, es un tiempo en el que se necesita imperiosamente de la paz.

Por eso, estoy aquí no solo como su Madre Celeste, sino también como la Inmaculada Concepción, para recordarles, hijos Míos, que desde el principio de esta Creación el Padre Eterno pensó primero en crear el agua que emana de las profundidades de la Tierra, a través de la sagrada donación del Reino Mineral.

Esta agua bendita y sagrada, casta y pura, se dona constantemente a los hijos de la Creación para que siempre se purifiquen y se laven de las manchas del pecado y del error.

Yo Soy la Madre de las aguas y, a través de ellas, derramo las Gracias sobre Mis hijos a través de los océanos y de los mares, a través de los ríos, a través de la lluvia, a través del rocío de la mañana.

Esta es la manifestación de Mi Amor por las almas, este es Mi deseo de que todos se puedan purificar y lavar para que puedan renacer en el Amor de Dios, para que sus corazones y almas se purifiquen de todos los traumas y errores, se liberen de todas las experiencias traumáticas que pudieron vivir a través de los tiempos.

Es tan simple, queridos hijos, que, a través de este sagrado lugar, Espejo Sagrado del Reino de Lys, Yo vengo a recordarle al mundo la presencia de la Creación; porque los Reinos de la Naturaleza, a pesar de ser ultrajados y agredidos, se siguen donando por la cura de la humanidad, por la cura de la consciencia humana, por la cura de todas las Criaturas de Dios. Y esta manifestación de la Creación, bendita y sagrada, es para todos ustedes, hijos Míos.

¿Cómo piensan que no habrá guerras, enfermedades ni pecados, si destruyen a la Creación?

Por eso, contemplen por un momento en lo que han convertido a este planeta, pero sobre todo observen con los ojos del corazón, con el sentimiento del alma, en qué se ha convertido este planeta y cuánto la Madre Tierra sufre silenciosamente, y pocos lo pueden percibir, pocos pueden escuchar Su grito en este momento de transición.

Por eso, hijos Míos, para restablecer la comunión con las Leyes de la Creación es necesario que se detengan y mediten. Yo ya se los he dicho muchas veces, así como también se los han dicho los otros Sagrados Corazones.

Mientras el mundo no esté en comunión con las Leyes Superiores, los males en el mundo no se detendrán. Por eso, llamen a las almas a la conversión del corazón y díganles que tienen una fuente de vida, expresada a través del Reino de las Aguas, que se dona y se ofrece incansablemente para la purificación del ser humano.

Busquen esta comunión interna con la Creación por medio de la Sagrada Naturaleza. Y no solo las aguas, sino también los demás Reinos ayudarán a purificar al ser humano del sentimiento de venganza, de impunidad y de destrucción.

Y se liberarán de ustedes mismos cuando aprendan a cuidar a los Reinos de la Naturaleza, cuando aprendan a amarlos y a respetarlos, sabiendo que también los Reinos Menores en este planeta tienen su lugar en el Corazón de Dios; porque el Padre Eterno pensó en todo lo mejor para ustedes, queridos hijos, y parece que para la humanidad no fue suficiente; por eso, vive la ambición y la conquista de los espacios y lugares que no le pertenecen.

Aun así, Dios se volvió a entregar por ustedes, a través del Nacimiento de Cristo en la Tierra. Y, aun así, Él se dejó clavar en la Cruz para que sus pecados más empedernidos fueran perdonados. Y, aun así, hijos Míos, el mundo sigue ofendiendo y transgrediendo a la Creación.

En la naturaleza está la cura que cada uno de ustedes necesita, no solo la cura del cuerpo enfermo, sino la cura espiritual que millones de almas necesitan en estos tiempos.

Por eso, Yo estoy aquí como una Mediadora e Intercesora para que, entre ustedes y la naturaleza, entre ustedes y las Leyes Superiores, entre ustedes y el planeta, exista el gran puente de la Madre de Dios, que es el puente de la reconciliación y de la paz entre los mundos internos y la Ley de la Creación. Porque Mi deseo es que se restablezca el bien que se está perdiendo en el mundo, Mi aspiración es que se establezca la caridad.

Así, una vez más, Yo vengo a purificarlos para que se puedan renovar, para que dentro de ustedes, en lo más íntimo de sus corazones, encuentren el camino de retorno hacia el Padre Celestial en comunión con todos los Reinos Menores, amando a cada uno de los Reinos Menores, teniendo consciencia, hijos Míos, y sobre todo mucho discernimiento de que ya no es tiempo de destruir ni de contaminar, de que es tiempo de reconstruir al planeta en su superficie y, a través de los sufridos Reinos de la Naturaleza, también es tiempo de reparación.

Así, sin que lo perciban, los mismos Reinos Menores le ofrecerán a la humanidad la cura espiritual y física, porque los pequeños e inofensivos Reinos guardan misterios de cura que ustedes desconocen.

Allí está todo lo que ustedes necesitan para poder evolucionar como consciencia; para poder crecer interiormente y reflejar en esta superficie, a través de sus vidas, el Sagrado Propósito de Dios, así como los Reinos de la Naturaleza lo reflejan y hoy muchos no lo ven.

Por eso, hijos Míos, dejen de usar los Reinos como algo común, ya no los transgredan, ya no los ofendan, ya no los contaminen, no permitan que las grandes potencias del mundo destruyan a la Creación. ¡Basta de esto, hijos Míos! No se sumerjan más en la ambición y en la oscuridad.

¿Acaso es poco lo que Dios les entregó a través del planeta?

¿Acaso es poco lo que Dios les entregó a través del universo?

¿Qué más necesitan para poder rendirse y amar?

Mi Corazón sufre cuando hay muchas consciencias enfermas, y cada día que pasa nuevas enfermedades aparecen inexplicablemente.

¿Dónde está el desvío de la Ley, el desvío que tomó el ser humano? Porque a través de la naturaleza está la cura que necesitan y también podría decir que está la redención que necesitan.

Hagan silencio, escuchen a la naturaleza y se darán cuenta, por ustedes mismos, hasta dónde han llegado como civilización.

Yo estoy aquí no solo como su Madre Mediadora, sino también como su Madre Instructora para que el conocimiento penetre en sus corazones, para que la Palabra de Dios se haga en ustedes y se cumpla; porque deseo su bien, porque deseo su paz interna y externa, la paz en todo el planeta.

Es posible, hijos Míos, alcanzar la felicidad celestial de servir a Dios conscientemente y amarlo más allá de todo, más allá de ustedes mismos, más allá de cualquier condición; porque el Amor de Dios es muy grande, es tan grande e infinito, tan amplio y tan misericordioso que Él les dio todo lo mejor que tenía, les dio la belleza y lo más sagrado de la Creación.

Que se restablezcan las Leyes entre el Cielo y la Tierra.

Que se detengan las armas y las guerras.

Que ya no se derrame la sangre inocente ni la sangre de los animales.

Que ya no exista la caza, porque eso los hace retroceder, hijos Míos.

Vivan en simplicidad, para vivir en comunión con la Creación. Defiendan a la naturaleza de ustedes mismos.

¿Qué planeta les darán a las próximas generaciones? ¿Se lo han preguntado?

¿Qué dejarán para los próximos niños, que serán parte de la Nueva Humanidad?

Por esto, trabaja incansablemente la Jerarquía Espiritual: para que tengan un planeta, para que tengan un suelo, para que tengan una superficie en donde colocar sus pies y vivir en paz y en comunión con la vida y con toda la Creación.

Que hoy las aguas de las montañas los purifiquen, que renueven el Sacramento del Bautismo de todos los que han tenido la Gracia de poder vivir el renacimiento en Dios, para que el mal se disuelva de la consciencia del planeta.

Que la luz de las aguas los purifique, los vuelva a bautizar y a consagrar.

Hoy cerramos aquí, después de 45 días, esta Peregrinación por la Paz.

Su Madre Celeste les quiere agradecer, desde lo más profundo de Su Corazón Maternal, a todos los que hicieron posible esta sagrada tarea que se pudo ampliar más allá de lo previsto.

Muchas tareas importantes se realizaron, triunfos espirituales se dieron, los mundos internos fueron trabajados, semillas de Luz fueron sembradas en las consciencias de algunas naciones que visitaron.

Sigamos caminando en la fe y en la esperanza, ya que es posible un mundo de paz y de bien.

Y, después de este sagrado momento, nos prepararemos, queridos hijos, para una nueva misión en Canadá y en Sudamérica, para que Mi Manto se pueda expandir aún más en el mundo, para que la Luz de Mi Corazón proteja a las almas necesitadas.

Los amo y les agradezco por responder a Mi llamado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.