MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ha llegado la era de la fe, era en que los corazones serán probados por la Justicia de Dios. Aprenderán entonces, a confiar en el Creador y serán conocedores de la esencia de la Obediencia Divina, esta que responde a los designios superiores, más allá de la comprensión o de la adhesión mental e interior a todo lo que ocurre alrededor.

Aquel que abra los ojos del espíritu y del corazón podrá ver la intención de Dios guardada en lo íntimo de los acontecimientos, y comprenderá lo que nadie podrá comprender; encontrará la Sabiduría y la Justicia Divina, en aquello que para los ojos humanos será injusticia y maldición.

Ha llegado la era de la Fe, porque Mi adversario atacará los corazones por la duda y por la incomprensión. Muchos buscarán fuera de sí, en los fenómenos, las confirmaciones que solo encontrarán dentro de sí mismos.

Será la paz inquebrantable en el corazón de Mis hijos, la única confirmación de que la Presencia de Dios en Sus Mensajeros es verdadera. Por eso, Mis amados, lo que construyo dentro de cada uno es puramente espiritual y se debe consolidar por medio de la transformación definitiva de sus vidas.

Lo que se construye en el corazón humano por medio de los fenómenos puede ser destruido con la misma facilidad y rapidez, que la manifestación de los mismos. Pero lo que construyo dentro de Mis soldados tiene una clara finalidad, que se manifestará a los ojos del mundo en el final de los tiempos.

La primera señal será la confirmación de Mis palabras en los acontecimientos que vendrán. Y la señal más importante, tanto para los hombres, como para Dios, será la fe en el corazón de Mis hijos y la paz que les permitirá guiar a aquellos que están perdidos.

La clareza de propósito les permitirá ver los acontecimientos desde un punto de vista superior y entonces no se involucrarán con lo que sucede en el mundo. Pero sabrán que todo eso ocurre por un fin mayor, que es la purificación del planeta y el surgimiento de una nueva raza.

Esa raza que surgirá, Mis amados, nacerá de la semilla que hice brotar en sus corazones y no será formada de nuevos seres humanos que surgirán de repente. Serán ustedes y sus hijos renovados por Mi espíritu de amor y por el retorno de Cristo Redentor, los que conformarán el nuevo mundo.

Así se cumplirá el Proyecto Sacratísimo de Dios, en el cual Sus creaturas serán capaces de vencer la oscuridad que habita dentro y fuera de sí y, por medio del amor, harán triunfar el Espíritu de Dios en el mundo y el propósito crístico de esta creación.

Mis amados, guarden en sus internos Mis palabras, estúdienlas y permitan que ellas impregnen sus consciencias, porque ellas traerán la certeza del triunfo de Dios en el corazón humano y será con esas palabras en la consciencia que podrán vivir en estados plenos de paz, en los tiempos que se aproximan y en los tiempos que ya viven.

Manténganse firmes en la vida de oración y no permitan que las demandas del mundo venzan la imperiosa necesidad de fortalecerse internamente. Con sabiduría, den prioridad a las cosas de Dios; así estarán transitando caminos seguros, que conducen al Señor.

Yo los amo y les agradezco eternamente por responde a Mi llamado.

Que ninguna duda venza la fe en sus corazones. Que ninguna inquietud los haga perder la paz.

Yo los bendigo, bajo el Espíritu Pacificador de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN,TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos:

Un alma que ora con el corazón es, para Mí, predilecta, porque la llamaré intercesora entre Dios y los hombres.

Un alma que se consagra a la vida de oración es, para Mí, predilecta, porque la llamaré instrumento de Dios en el mundo, puerta de Su Misericordia para los que más la necesitan.

Un alma que busca, sedienta e incansable, la Fuente de la vida universal es, para Mí, predilecta, porque la llamaré precursora de la Nueva Raza, semilla de la Nueva Humanidad, que vivirá la paz, el perdón y la redención.

Un alma que busca la redención y camina en dirección al Infinito sin perder de vista el retorno al origen celestial es, para Mí, predilecta, porque la llamaré luz del mundo, guía de los perdidos, camino seguro, un ejemplo a seguir.

Un alma perdida que Me extiende los brazos es, para Mí, predilecta, porque representa Mi posibilidad de ayudar a muchos más; la llamaré razón de Mi venida al mundo.

Un alma pecadora que se arrepiente de corazón y busca el perdón de Dios es, para Mí, predilecta, porque le muestra al Universo que esta humanidad aún es rescatable; la llamaré esperanza divina en el corazón humano.

Un alma que no cree en Dios, que no lo busca, que no se arrepiente de sus pecados y sigue causando el mal en el mundo, también será, para Mí, predilecta, porque esa alma Me impulsará a ser incansable, y Mi Corazón no se retirará de este mundo hasta que la última de ellas sea rescatada; la llamaré Victoria de Cristo en el mundo y en el Universo, porque algún día esa victoria ocurrirá.

Mis amados, quiero con estas palabras, decirles que todas las almas de este mundo son predilectas ante Mi Corazón; cada una de ellas Me impulsará a derramar sobre la humanidad una Gracia diferente de Dios.

Con el mismo amor, perseverancia y alegría, buscaré a los que Me acompañan y a los que Me niegan todos los días, porque Mis ojos maternales saben lo que representan para Dios y solo ven, en cada alma, su origen divino.

Cuando Mis ojos contemplan al mundo, encuentran en cada ser una posibilidad de manifestación viva del Amor de Dios, así como se dio en Mi Amado Hijo Jesús, porque Dios vive dentro de cada ser, así como vive dentro de Cristo.

En este día en que desciendo al mundo para bendecir de forma especial a la humanidad, los invito a que sean Mis auxiliares en esta bendición. Mis amados, les pido que coloquen dentro de vuestros ojos Mis ojos maternales y dentro de sus corazones Mi Corazón Inmaculado y así vean a cada criatura con Mis ojos y la sientan con Mi Corazón.

Descubran la grandeza que se guarda en la esencia de cada ser y ayúdenme a despertar lo más puro de cada corazón. Ayúdenme a mostrarle a esta humanidad que un Dios Vivo desea vivir en vuestro interior y esto es para todos, incluso para los más perdidos.

En este día, Mis queridos, Dios los llama para que lo contemplen en cada ser y, de esta forma, crear una condición de unidad para que Él pueda despertar en el corazón humano y así, la Nueva Raza, plena de Dios, sea una realidad y no solo una esperanza.

Yo los amo y dejo hoy Mi bendición y Mi gratitud a Mi querido hijo, que con su esfuerzo torna posible Mi venida al mundo.

Oren hijos Míos, por todos los videntes consagrados a Mi Corazón, para que estén fortalecidos y firmes en Cristo en los tiempos que vendrán.

Que la Gracia de Dios y Su Paz estén hoy en vuestros corazones y en el mundo entero.

Yo los bendigo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz  

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE MANAOS, AMAZONAS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis pequeños hijos de Manaos y del mundo entero:

Como Sierva Fiel de Dios, vengo al mundo para encender en los corazones la llama de la Devoción, del Amor y de la Paz, que día a día se apaga en las criaturas de la Tierra.

Vengo a pedido del Señor, para despertar del sueño a aquellos que duermen y que no cumplen con la misión para la cual están en este mundo.

Hijos Míos, hoy les digo, que para cada criatura de la Tierra, Dios tiene un plan perfecto. Cada criatura tiene un aprendizaje que realizar y una misión que cumplir. Y con el cumplimiento de la misión de cada ser se construye el Plan de Dios para esta Tierra; solo así se manifestará el mundo nuevo diseñado por el Señor.

Mis amados, hoy también les digo que este mundo que construyó la humanidad rompió, a lo largo de los siglos, la unión que existía en el principio entre las criaturas y su Creador. Cada día los corazones se ven más alejados del Divino y se sumergen en la ilusión sin fin, en la prisión material que construyeron para sí mismos.

Hoy, vengo al mundo trayendo en Mis brazos la Esperanza y en Mi vientre, una nueva raza. Raza que debe surgir del renacimiento de las almas que viven sobre la Tierra, las que deben renovarse y redimirse ante Dios, para que, a través de Su Santo Espíritu, puedan nacer para una nueva vida. Una vida que sea a imagen y semejanza de la vida Divina.

Mis amados, les pido que no teman escuchar Mis palabras. No teman seguir Mis pasos de peregrina, pues en este tiempo Mi voz resuena en el mundo entero, buscando el despertar de las almas. No descansaré hasta que el último de Mis hijos haya escuchado Mi voz. No podré caminar con vuestros pies sino quieren seguirme; pero a todos les mostraré el camino y les haré el ofrecimiento, para que tengan la oportunidad de reconocer este despertar y elegir por donde seguir.

Mis amados, no hay misterios en Mi presencia. Aquellos que abren el corazón, me sienten y así puedo disipar las dudas de su interior. Aquellos que Me abren el camino, Me verán actuar en sus vidas y en sus hogares. Aquellos que me permitan, verán en cada uno el milagro de Mi conversión. Aquellos que oren Conmigo, verán en el mundo el Poder de Mi intercesión.

Hijos Míos, nos les exigiré nada, les ofreceré todo. Les entregaré el sacrificio, pero también la paz y la fortaleza que los llevará a superar todas las pruebas que se les presenten. Les mostraré el camino para el olvido de sí. Los colmaré de Gracia Infinita, Gracia que nace de la donación al prójimo, Gracia que nace en el servicio y en el júbilo que significa para los corazones el encuentro con Cristo en los más necesitados.

Sientan hoy Mi Amor en vuestros espíritus, Mi manto sobre vuestros seres, Mi amparo, Mi auxilio y, sobre todo Mi Paz. Pues para eso llego al mundo, para estar con Mis hijos y ayudarlos a cruzar el umbral de un nuevo tiempo.

Los amo y los bendigo hoy y siempre.

Su amada Madre, María, Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Bienaventurados serán llamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en la Tierra hacen florecer las semillas de la vida que recibieron.

Bienaventurados serán proclamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en vida sufrieron las dificultades del mundo y, con alegría, supieron superar los obstáculos para cruzar el umbral de una nueva raza.

Bienaventurados serán conocidos, en el Reino de los Cielos, los que se esforzaron hasta el fin de los días, para superar los códigos materiales e instaurar los códigos divinos en su ser.

Bienaventurados serán los que hoy se autoconvocaron para servir en un ejército de paz e, incansablemente, confiar en la Mujer Vestida de Sol, que los tiene en Sus brazos y bajo Su Manto de Luz.

Bienaventurados serán, en Mi Reino, los que ya son bienaventurados en la Tierra, porque conocieron la Palabra de Vida, la amaron, la expandieron y la pronunciaron para que hiciera eco en todos los corazones del mundo.

Bienaventurados serán los que hoy están delante de Mis ojos, los que reconocen Mi Presencia y la Divina Presencia de Mi Hijo, sin temer los juicios de esta Tierra.

Bienaventurados se tornarán ante Dios Padre los que hoy maduran en el silencio los frutos de la salvación y, con valentía, crecen en la fe y en el amor al Plan de Dios.

Hijos Míos, los imperfectos de hoy, si persisten en el Propósito Divino, serán Mis bienaventurados de mañana. Porque cumplirán, sin percibir, con el Plan de Dios y, aunque muchas veces sea en el secreto del propio mundo interior, harán florecer una nueva raza a imagen y semejanza de Dios, de Su Divino Amor y de Su Unidad.

Todos los esfuerzos de hoy culminarán con la gloriosa victoria del mañana. Por eso, no miren hacia el pasado ni detengan la atención en lo que son hoy, sino coloquen toda la fe y la confianza en las promesas de Aquel que es perfecto y que prometió que, en los que se entregan de corazón, operará milagros de transformación y de conversión eterna.

Permítanse ver a través de Mis ojos y sentir a través de Mi Corazón; así, encontrarán la perfección que duerme en el interior de cada ser y podrán ver Conmigo el nacimiento de nuevos soles que brillarán más allá de esta Tierra.

Mis pequeños, vengo al mundo para hacerlos despertar y para darles a todos la oportunidad de convertir y redimir el pasado, transformándolo en un presente de Gloria de servicio al Altísimo. Por eso, solo abran sus corazones y sus consciencias y, así, los Mensajeros que descienden de los Cielos, a pedido del Gran Señor, obrarán en todos los espacios de la materia y de la vida sobre la Tierra. 

Pueden no confiar en lo que conocen de sí mismos y serles costoso creer en la transformación de una materia tan corrupta, pero su confianza no debe estar en sí mismos, sino en Dios y en Aquellos que están delante de ustedes y que descienden del Trono del Creador con un Propósito enviado por Él para Sus criaturas.

Dios los conoce con perfección a cada uno de ustedes y sabe del potencial oculto que deben desarrollar. Por eso, solo digan sí diariamente y, como buenos niños, déjense conducir por su amada Madre Celestial.

Que el Niño Rey, nacido en sus esencias, ahora crezca sin detenerse y madure la vida divina que nace sobre la Tierra. 

Yo los amo y los conduzco, haciendo crecer en sus corazones el Poder del Espíritu de Dios. 

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE SÃO JOSÉ DO RIO PRETO, SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Benditos sean los que reúnen sus fuerzas para estar Conmigo en estos tiempos, los que se esfuerzan por superar, día a día, los límites que el mundo y el propio cuerpo les imponen.

Hijos Míos: estoy con ustedes para enseñarles a vivir los últimos tiempos y para que traspasen este umbral con valentía y paz en el corazón.

Por eso cada día les pido un esfuerzo más, y al mismo tiempo que los conduzco por un camino de sacrificios, los acompaño paso a paso, irradiando la Paz que nace en Mi Corazón y que se expande por el mundo.

De esta forma, abren un espacio para que Yo esté presente en vuestras vidas; aún cuando estén colocando lo mejor de ustedes, nunca les faltará paz y fortaleza para ofrecer siempre más.

Hoy les digo que cuando les pido algo aparentemente inalcanzable, es para mostrarles a ustedes mismos, que son capaces de hacer mucho más de lo que hacen hoy.

Cada día que pasa les pediré un poco más y les haré donar de sí mismos aquello que no sabían que tenían. Poco a poco percibirán que lo imposible se volvió simple y lo inalcanzable despunta en el horizonte.

Cuando llegue la hora de cruzar el umbral de una nueva raza, muchos estarán en la plenitud de la raza humana, como Dios la idealizó en el Universo.

Solo quiero que sean simples y maleables como el agua, que sean verdaderos y puros en sus acciones, así las Manos Creadoras podrán actuar en sus vidas y en sus consciencias.

Aquellos que Me dijeron sí, que se renueven cada día en este sí y que cuiden de no poner condiciones en su entrega. Si estuvieran atentos a lo que les digo hoy, verán que todavía Me dicen no, muchas veces, creyendo que están profundizando en esta entrega.

Al despertarse y al dormirse, renueven su adhesión al Plan Divino. Si hoy están cansados, prepárense, Mis queridos, porque no conocen nada de lo que tengo para cada uno de ustedes. Mas no teman, porque los preparo a medida que les ofrezco nuevos sacrificios y no colocaré piedras en sus caminos que no sean capaces de pisar.

Quiero agradecerles en este día el Amor con que Me recibieron en esta ciudad al decirles, hace mucho, que esperaba llegar a este lugar y despertar a aquellos que se comprometieron Conmigo hace tanto tiempo.

Vengan queridos, vengan a Mi encuentro, porque Mis brazos los esperan y el Señor los espera para el retorno en redención a la Morada Celestial.

Yo los amo y los acojo en Mi manto.

Les agradezco la respuesta a Mi Llamado,

María, Su Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE BRASILIA, DISTRITO FEDERAL, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE Y REINA DEL MUNDO, LA VIRGEN MARÍA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Cuando los Cielos se abren hacia la Tierra, se abre para el mundo una posibilidad de Redención.

Cuando Mis pies tocan este suelo, una vez más traigo a la humanidad todos los códigos que existen en el Reino de los Cielos.

Cuando abro Mis brazos y permito que de Mi Corazón fluya el Amor que recibo de Dios, derramo sobre las criaturas el verdadero Mensaje del Creador, que es Su Amor puro y Su Eterna Gracia.

Cuando las pequeñas criaturas responden al Universo, orando y vigilando en devoción, una luz se enciende en la Tierra y el Creador contempla entonces el fervor de Sus criaturas y comprende este llamado como pedidos de auxilio de toda la humanidad.

Mis amados, para Nuestro Señor y Dios, nada está separado, el paso de uno de Sus hijos es el paso de todos. De la misma manera, un paso que no se da es una oportunidad perdida por todos los hombres.

Aquellos que oran con amor y Me dicen sí, renovándose día a día, permiten que mes a mes Mi Corazón retorne al mundo e interceda por toda la humanidad.

Cuando les digo que contemplo el surgimiento de una nueva raza, es porque veo en vuestros corazones crecer la semilla que Dios plantó en el origen de la creación y que ahora, Sus Jardineros hacen crecer y florecer.

Como ya les he dicho, Mis amados, cada uno tome como suyas Mis palabras y siga el camino de Redención. Cada uno responda, por sí y por toda la humanidad, a este pedido de Paz y, si buscan la Paz en el mundo, cada uno sea pacificador de su propia vida.

Las grandes conquistas del mundo se alcanzan a través de las acciones más simples, no obstante, verdaderas; acciones que realizan con el corazón y con la intención de que sean irradiadas a toda la consciencia humana.

Mis amados hijos, cada uno de ustedes forma parte de un único Proyecto Divino. Proyecto que se torna posible a través de la vida de Mi Hijo Jesús. Ahora es el momento de imitar Sus pasos y de vivir en los tiempos modernos esta conversión.

Cada uno de ustedes debe contemplar en el corazón el propio camino de imitación de Cristo, permitiendo que Dios les muestre cuál es Su voluntad para este tiempo y cómo encontrarán el camino crístico en los tiempos actuales.

Hijos Míos, ya no sostendrán más una cruz de madera, sino una cruz de vicios y de modernidades, una cruz invisible de energías capitales.

Ya no caminarán más para convertir a los pecadores y curar a los ciegos del cuerpo, sino que se convertirán a sí mismos, y por medio del ejemplo curarán a los ciegos de espíritu y a los desamparados de corazón.

Podrán no tener apóstoles a través de la palabra ni tampoco serán perseguidos por los fariseos, pero encontrarán a aquellos que despertarán gracias con sus oraciones y que seguirán el camino crístico construido por lo invisible de sus intenciones y por el silencio de sus corazones; aunque, sí, serán perseguidos por todas las ilusiones y placeres que el mundo les ofrece, por toda la tecnología y por las modernidades que pretenderán distraer sus almas y apartarlas del camino de Dios, con la excusa de que este es un camino ya superado.

Mis hijos, encuentren en sus vidas el apostolado del nuevo tiempo y, con el estudio del Evangelio, procuren vivirlo hoy, encontrando los pasos de Cristo en sus vidas.

Escuchen la voz del Maestro que sigue resonando en el mundo, sigue tocando los espíritus y despertando las esencias que deben recordar el compromiso que asumieron con Cristo y la promesa que hicieron a Dios de estar en el final de los tiempos implantando, en medio del caos, una raza de Cristos, que caminará contra la corriente de la humanidad adormecida y florecerá en el desierto del amor, como un milagro de conversión.

Así deben ser sus vidas -el verdadero milagro que Dios alcanzó en el Universo- una raza que surge del dolor y del sufrimiento y enciende la antorcha de la Redención, venciendo la oscuridad que pretende derrotarlos y, entre todo el odio y toda la guerra que alimenta el enemigo en el corazón de los hombres, vence el Amor depositado por Dios en Sus criaturas.

El Amor es imbatible y la Misericordia todo lo alcanza en los corazones que dicen sí.

Les agradezco por aceptar seguir este camino de conversión y de vida.

Yo los bendigo,

María, Madre y Reina de todos los pueblos y del mundo entero

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA BIENAVENTURADA MADRE DE JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Contemplen, en Mis ojos, la Luz imperecedera que no se apaga jamás, para que ilumine sus caminos que los llevan al Corazón de Dios.

Contemplen, en Mi Manto, la eterna protección, para que se arriesguen a dar los pasos y, sin miedo, vivir la transformación.

Contemplen, en Mi Corazón, la llama que los sustentará en devoción y en fe, y que no les permitirá desanimarse ante las pruebas del enemigo.

Contemplen, en Mis manos, el auxilio perpetuo, incansable e impasible, que los aguardará siempre para llevarlos hasta la Luz.

Contemplen, en Mis pies santificados por el glorioso caminar que hice al Reino de Dios, el camino seguro por el que caminarán sus pequeños pies.

Contemplen, en Mi Corona de Estrellas, la Luz del Espíritu Santo que surgirá aun en noches oscuras y que aparecerá detrás de las nubes más espesas que se aproximen a sus vidas.

En Mi Rosario, contemplen la fe inquebrantable y la persistencia eterna de Mi Corazón, que ora día y noche por las almas del mundo.

Contemplen, en las rosas bajo Mis pies, la oferta permanente generada por Mi oración perpetua, oferta que es adorada por Dios y que representa a toda la humanidad.

Hoy, hijos Míos, visto sus cuerpos con Mi Manto, cubro sus cabezas con Mi Corona de Estrellas, en sus manos coloco Mi Rosario y, bajo sus pies, deposito siete rosas, para que sigan eternamente Mi ejemplo, ejemplo que traigo a sus corazones semana a semana, mes a mes.

Quiero que hoy acepten esta oferta verdadera de Mi Corazón, para que alcancen a tener un corazón puro, una vida simple y humilde, un caminar pleno de fe y confianza absoluta en Dios y, a través del rosario en sus manos, jamás se olvidarán de que cada paso debe ser dado por el prójimo.

Vivan la transformación como un servicio eterno de auxilio a la humanidad y a todo el planeta, que necesita de corazones cristificados por el Amor del Espíritu Santo de Dios, corazones prontos para cruzar el umbral de una nueva raza, una nueva humanidad basada en el Amor.

Mi Presencia, en este tiempo, viene a indicarles el camino por el cual deben seguir hasta el momento en el que se encontrarán con Mi Hijo y, a partir de ahí, seguirán con Él, en Su ejemplo glorificado de unión con el Padre.

Hijos Míos, luminoso es el final de este camino de piedras, solo les pido que sean persistentes y que sigan las instrucciones dejadas por los Mensajeros de Dios; de esa forma, las piedras serán oportunidades de crecimiento y no motivo de atavismo.

Mis amados, busquen, en Mi Corazón y en la contemplación de Mi Sagrada Imagen, la fuerza y la fe que nutran a sus espíritus; así siempre podré guiarlos y acompañarlos, junto a sus corazones, en la trayectoria que deben vivir.

Como agua que corre en el río de la vida, permitan amoldarse a la Voluntad de Dios expresada en las Instrucciones que reciben. Así, liberarán a sus seres de estar en un sufrimiento innecesario en este tiempo.

Jamás se olviden de orar. Oren, oren mucho, para alcanzar la paz en el mundo entero.

Yo los amo y les agradezco.

 

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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