Viernes, 16 de junio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MADRID, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCIA DE JESÚS

Un corazón encuentra la Paz, cuando a pesar de ser imperfecto, se esfuerza y hace todo lo que está a su alcance para cumplir la Voluntad de Dios y no la propia.

Un corazón encuentra la Paz, cuando se rinde en la batalla que vive por cumplir sus propias aspiraciones y se deja transformar en un instrumento, para que el Plan de Dios se cumpla.

Un corazón encuentra la Paz, cuando ya no lucha por la transformación ajena, y se esfuerza en ser, él mismo, un Espejo de lo que Dios pensó para la humanidad, buscando en el Padre la Gracia de ser un ejemplo para los demás.

Un corazón encuentra la Paz, cuando descubre, en sí, las raíces de los conflictos del mundo y sabe que, en verdad, sí, puede transformar todas las cosas cuando comienza por sí mismo.

Un corazón encuentra la Paz, cuando ora por un Propósito Superior cuando se une al Corazón de Dios y, aunque llegue a sentir el dolor del Corazón del Padre, no pierde la paz, porque por detrás de ese dolor se encuentra una inextinguible certeza y la esperanza del triunfo de Su Plan y el establecimiento de Su Voluntad.

Un corazón encuentra la Paz, cuando abandona las dudas y las desconfianzas, y despierta, en sí, el verdadero sentido de la fe en aquello que no siente, que no toca y que no ve.

Un corazón encuentra la Paz, cuando ya no se resiste a dejarse guiar por el Dios que habita en sus hermanos y encuentra en ellos una oportunidad constante de transformarse y de caminar.

Un corazón encuentra la Paz, cuando deja que la paz ingrese en su vida de las formas menos buscadas y más temidas. Porque, para encontrar la paz, hijos, ustedes deberán perderse a sí mismos en muchos sentidos y renunciar a aquellas cosas por las cuales la humanidad siempre luchó para vivir y para ser.

Si les falta la Paz en el corazón y están afligidos y abatidos, abran las puertas para que la Paz ingrese en sus vidas y, rindiéndose en su propia batalla y en la lucha por imponer sus propias ideas, tórnense obedientes soldados de un ejército que solo sigue y vive los Designios del Creador. Pues es en lo poco, en lo pequeño, en lo simple y en lo invisible, que ustedes harán triunfar el Plan de Dios.

Sepan: es en la humildad, en el silencio, y en la unidad con Dios, que se encuentra la Paz.

Su Padre y Compañero,

San José Castísimo