Sábado, 7 de septiembre de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA EXCELENTÍSIMA MADRE MARÍA, REINA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Declaración Celestial de Paz, entregada por Dios Todopoderoso
al Venerable y Poderoso Inmaculado Corazón de María
 
En respuesta a la Jornada por la Paz en el mundo, que tuvo lugar hoy en la Ciudad del Vaticano, Italia,
presidida por el Santo Padre, Papa Francisco


Queridos hijos:

En respuesta gloriosa al evento que tuvo lugar hoy en el Vaticano y en el mundo entero, la Bienaventurada Virgen María, en nombre de Dios Todopoderoso, les comunica ante los Tronos del Cielo, ante los Ángeles, Arcángeles, Santos, Bienaventurados y todos los seres orantes de la Tierra que el ciclo previsto para el mundo, en cuanto a su purificación, ha cambiado; ya que la respuesta orante, el ayuno y la fe de todos los seguidores de Cristo generó una respuesta favorable y positiva que cambió el rumbo de los acontecimientos.

Queridos hijos, quiero decirles ante los Poderes Celestiales, que su amadísimo Padre, por intermedio de la acción de Sus criaturas en la Tierra, logró derramar Su Misericordia que, con el transcurso del tiempo, tocará el corazón de los que lo tienen cerrado, para que la paz en Medio Oriente se alcance.

Por obra del Espíritu Santo, la Santísima Virgen María guio, en los planos espirituales, toda la Jornada por la Paz, que se realizó por medio del llamado del Santo Padre, Francisco.

Por este motivo, lo que estaba previsto que sucedería, en los próximos meses, ha sido transformado en futuros meses de conversión, redención y paz. La actitud fraterna del Santo Padre colaboró profundamente en los planes del Cielo; esto quiere decir, que las leyes universales se colocaron a favor de la humanidad a través del poder supremo de la Gracia y de la Misericordia.

Todas las almas, que hoy en el mundo rezaron el Santo Rosario por la Paz y la Coronilla a la Divina Misericordia, despertaron a la vida suprema del Paraíso y esto generó que millones de almas presas en los abismos de la Tierra alcanzaran el camino infinito de la Luz de Dios.

Si la humanidad siguiera el gesto y el llamado de fraternidad ecuménica que realizó el Santo Padre, el mundo entero sería liberado de sus faltas en un tiempo de seis meses.

Por eso hoy, en el Amor de Mi Hijo Jesús, Yo les muestro los poderes de la oración del corazón cuando es rezada en los grupos mayores. El Cielo hoy estuvo atento a las ofertas sinceras de los hijos de Dios, así estas ofertas fueron bien recibidas a los pies de los Tronos de Dios, como flores en los altares celestiales.

Hijos amados, en esta próxima semana, Yo los invito a buscar el júbilo celestial a través de la oración, porque de esta forma imitarán el ejemplo del Santo Padre Francisco, como un ejemplo de la Nueva Humanidad.

Yo soy su Madre Perpetua y quiero que conozcan los tesoros del universo, tesoros que aguardan a corazones abiertos para recibirlos en la esencia interior.

Queridos hijos, les agradezco en nombre del Todopoderoso por haber respondido a este importante llamado por la paz en el mundo.

Y hoy, les digo en devoción divina:

Mi Alma glorifica al Señor,
      Mi Espíritu se ennoblece
      en Dios, Mi Salvador,
      porque ha dado a Mis hijos
      las llaves del Cielo,
      para que abran las puertas del Paraíso.

Su Sierva fiel ha guiado
      a los corazones simples
      y la paz se ha gestado
      en la Nueva Humanidad.

Hoy, los Cielos se alegran
      por la gran respuesta de las almas,
      y ningún espíritu sobre la Tierra sufrirá
      porque ha sido curado
      por la Luz milagrosa de la Virgen María.

¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria!

¡Aleluya al Dios del Amor!

Amén

 

¡Les agradezco, ahora y siempre!

María, Reina de la Paz