Sábado, 23 de marzo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

Mis amados hijos:

Hoy, llego, después de Mi Hijo y del Castísimo Corazón de San José, a entregar todo Mi Amor a los servidores del Plan de Dios sobre la Tierra.

Sientan, sientan Mi Corazón que derrama el Santo Amor de Dios sobre ustedes, ese Amor que Nuestro Padre Me permite traer hasta aquí directamente desde Su Corazón.

He escuchado con atención la Instrucción de Mi hijo José Trigueirinho, que les habla de la Ley del Sacrificio.

Escuchen con el amor del corazón esa Instrucción, hasta que sus consciencias comprendan que esa Ley, que debería regir sus corazones de servidores en este tiempo, debe ser recibida con alegría; porque ella les permitirá trascender sus deudas ante Dios y también les permitirá equilibrar las deudas de la humanidad.

Escuchen la voz de los que hablan en nombre de Mi Hijo, porque a través de ellos, día a día, Él les está entregando la guía para sus vidas.

Sean valientes, Mis pequeños, Yo soy su Madre y los tomo de las manos para que crucen los puentes angostos que se mueven sobre el abismo. No teman por nada, porque a aquellos que se animen a pasar por esos estrechos puentes, los espera el Paraíso del otro lado.

Hoy, quiero dejar, en cada uno de sus corazones, una parte de Mi Amor guerrero, aquel que lucha sin cansancio por las almas de todos Mis hijos. Llévenlo en el corazón y permitan que ese Amor los impulse a seguir siempre adelante.

Yo soy la Mujer vestida del Sol, la que caminará por el desierto para dar a luz a la Nueva Humanidad, la que enfrentará aquello que quiere someter a Mi hijos amados.

Oren, Mis pequeñas almas, oren junto Conmigo para que las profecías del bien se cumplan; y oren, aún más, para que todo aquello que se pueda evitar, Nuestro Padre con todo Su Amor lo convierta en paz.

Mis hijos benditos, ahora más que nunca, debemos unirnos en la oración del corazón para que, en el Retorno del Redentor, todas las almas de esta humanidad estén abiertas y despiertas a la Gloria que Mi Hijo les trae desde el universo.

Sepan que todo acontecerá anticipadamente, para que antes de que el enemigo trame sus planes, ya todo esté sucediendo en el Corazón de Dios.

Mis amados soldados marianos, únanse en grupos de oración; oren sin cesar; multipliquen los soldados que Me sirven, porque de todos dependerá lo que acontezca en el mundo.

Ábranse a lo nuevo que el Mensaje de Cristo les trae a sus consciencias y no teman porque Él, al igual que Yo, luchará sin descanso para que ingresen en su amoroso Corazón, en donde siempre estarán protegidos.

Adelante, pequeñas criaturas de Dios; vengan a Mí, corran a Mis brazos, que allí estarán siempre en paz.

Les entrego nuevamente Mi Amor maternal y los bendigo con Mi Luz Celestial, benditos sean.

¡Gracias por responder a Mi llamado maternal!

María, Madre de la humanidad, la que llega vestida de Sol