Lunes, 23 de marzo de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, CON MOTIVO DEL PRIMER ENCUENTRO ANUAL DE LOS HIJOS DE MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Con África en Mi Corazón, Yo los preparo a todos para que en espíritu de oración peregrinen Conmigo hasta ese amado lugar para que así las almas que más sufren reciban la ayuda moral y espiritual que tanto necesitan.

Ustedes hijos, fortalecidos por los códigos de luz de Mi Corazón Inmaculado ya están `preparados para seguir encontrando el África en cada hermano, en cada alma y en cada lugar de este mundo. La necesidad de colaboración y de caridad es inmensa en todos los planos de la vida de las almas que sufren.

Como vuestra Madre del Consuelo, hoy Me aproximo a vuestra humanidad para revelarles y recordarles a todos, los lugares que necesitan de ayuda humanitaria y espiritual. La sociedad de este mundo prefiere dar vuelta su rostro para no encontrar la verdadera miseria que ya no solamente es física, sino espiritual, lo que genera la pérdida de la dignidad y del amor que las almas merecen.

Pero vuestro Padre Celestial que está en los Cielos envía a Sus Mensajeros Divinos para que, a través de Ellos, ustedes reconozcan la voluntad inmediata de responder a una necesidad que abraza a otros planos de consciencia.

Hijos Míos, en este día Yo ya les muestro en Mi Corazón al África necesitada, la que a través de los siglos se degeneró y perdió la posibilidad de recibir la caridad que las almas tanto esperaban.

En Mi Corazón Inmaculado habita el África de los pobres y de los indigentes. Desde el corazón interno de Mi ser, vuestra Madre Celeste espera que todos sus soldados alimenten la barriga hambrienta, curen al cuerpo empodrecido, laven y purifiquen las llagas de los moribundos y que, principalmente, reflejen la luz del Reino de los Cielos que está en ustedes sobretodos aquellos que viven la oscuridad eterna.

Por eso, queridos, que este sagrado encuentro los motive a renovar los votos con el servicio abnegado y amoroso por la humanidad que está enterrada en su propio desierto de aridez y de desespero.

Les pido, queridos hijos, que puedan ver en Mis brazos a esta gran África, la que por causa de los hombres no ha podido cumplir con los designios del Creador.

Como Madre de la Paz y de la Misericordia, vengo en este día para derramar las Gracias en todo lo que parece imposible de poder resolverse. Pero sepan, hijos, que ustedes, despertando al amor abnegado por el África interior, Me ayudarán a que las necesidades más básicas puedan ser suplidas por medio de los servidores de la paz.

En este día Yo ya los preparo para embarcar en una nueva misión que todos podrán acompañar de cerca. Con este fin, les pido que desde el primer día de misión hasta el retorno de los misioneros que Me llevarán como luz en sus corazones, deberán rezar el Santo Rosario, o sea, las cincuentas cuentas de un misterio en lengua africana, ofertando al Creador una súplica y un pedido interior para que Su Infinita Misericordia se derrame en los lugares más lastimados por Mi adversario.

Que este día de celebración y de renovación tenga para todos, como consecuencia, la inmediata respuesta a una emergencia planetaria de ayuda por la recuperación y por la restauración espiritual de la dignidad humana.

Recuerden, hijos, que el amor es capaz de transformar todo, pues en el Amor de Mi Hijo se encuentra la llave para revertir todo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los congrega en el Cenáculo predilecto del Corazón de Cristo,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de la Nueva Humanidad