Domingo, 24 de marzo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Alabado sea siempre Nuestro Señor Jesús Cristo.

Mis amados soldados Marianos, Nuestro Señor espera para este día, la renovación absoluta de sus corazones en la Misericordia de Cristo que hoy desciende a la Tierra.

Para esta vigilia de oración les pido que oren con ferbor por la unión de los pueblos, de las razas y de los corazones humanos. Les pido que oren con especial devoción para que todos los seres humanos puedan estar unidos en el Corazón de Dios.

Como Dios es Único, hoy el Señor los invita a abandonar a Sus pies todas las diferencias existentes entre los seres; los invita a encontrar en las Gracias traidas por Su Espíritu, la esencia única y cristalina existente en todas las criaturas.

Abran hoy sus corazones para recibir el Espíritu de la Unidad, de la comunión con Dios Único y Verdadero.

Porque el camino de la conversión, hijos Mios, es también el camino de la Unidad y del Amor entre los seres. Para el Señor, no hay diferencias entre Sus criaturas, pues Él puede ver a la esencia que los une y que es la verdad latente en sus seres.

Amados hijos, para encontrar a la Unidad, es necesario disipar las críticas, los juzgamientos y la falta de comprensión con las Leyes del Señor.

Hoy tendrán, desde los Cielos, una ayuda especial para dar un nuevo paso en el camino de la transformación, paso que los definirá en el camino de la Unidad.

Queridos de Mi Corazón, para vivir la transformación sincera de la vida, encuentren en Mi Corazón la fuerza, la valentía y el coraje de seguir adelante. En la oración del Corazón, encontrarán de forma simple la Voluntad del Señor y podrán oir en el interior de Sus seres Su Voz que les resuena, revelándoles la verdad.

Mis queridos, espero que en este último impulso que desciende de los Cielos, sus seres puedan encontrar la madurez del alma, que es Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como así mismo.

Si esperan tener un alma madura, ofertense al Amor Divino y estén dispuestos a aprender a Amar. Porque el crecimiento nada más es, sino saber Amar, con pureza de intención, con verdad y con intensidad.

Hoy les dejo estas llaves: Unidad y Amor, y les pido que confien en los pasos guiados por Dios y en la instrucción enviada por Él a través de sus instructores y mensajeros.

Amo a ustedes siempre.

Les agradezco por escuchar Mis palabras con el Corazón.

María, Madre y Reina de la Paz