Domingo, 13 de octubre de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE MENDOZA, ARGENTINA TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Ven y consagra tu pequeño corazón a Mi Infinito Corazón de Amor. Escribe tu nombre entre los nombre de Mis soldados, para que el mundo entero se consagre a Mi Inmaculado Corazón.

Tórnate, hijo Mío, intercesor delante de Dios y delante de Cristo, en nombre de las almas que necesitan alcanzar el Perdón, para ingresar al Reino de los Cielos.

Consagrarse a Mi Corazón Inmaculado, significa vivir en Mi Eterna Paz y tornarse un pacificador de la Tierra; porque Mi Corazón es el manantial infinito de Paz para el mundo y en Él se deben sumergir todas las consciencias.

Ven hijo Mío, en este día, entrega tu vida en Mis santas manos, para que este Corazón que te habla, pueda guiar tus pasos por la misma senda a través de la cual caminarán Mis pies.

Consagra tu vida a Mi inmaculado Corazón, para que Me des el permiso de hacer brotar en tu esencia la pureza original que todo el mundo perdió, por la falta de Dios y por las modernidades.

Rescata hoy lo sagrado, lo divino, lo puro y lo verdadero, diciendo sí a Mi Corazón Luminoso; porque en este día el Cielo está especialmente atento a tus plegarias y el Señor observa con atención, cuáles de Sus Hijos darán ese esperado paso.

Hijos Míos: los invito hoy a superar el simbolismo de las cosas e ir mas allá de las intenciones superficiales, porque este día no debe ser solo un bello momento guardado en sus memorias. Si se empeñan verdaderamente en responder a Mi llamado, podré unir almas y corazones en un propósito único de Redención.

Hoy Mi Corazón se muestra al mundo como una dulce y celestial ofrenda. Hoy les entrego Mi Corazón, que fue consagrado a los vuestros desde el principio y este Corazón late eternamente por la evolución de sus pequeños seres.

Reconozcan hoy, hijos queridos, a Aquella que fue enviada en el principio para gestar con profundo amor aquello que debería ser el resultado final de la Creación de Dios.

A través de sus pequeños corazones, estos que esparcidos por el mundo se consagran a Mi Inmaculado Corazón, elevo a los Cielos Mis santas plegarias y coloco a los Pies del Señor este planeta, para que sea coronado con Mis Estrellas, símbolo de Mi Protección y de Mi Espíritu Sacratísimo.

A través de esta consagración, decreto que todas las almas y todos los seres reciben hoy la oportunidad de vivir el arquetipo perfecto de Dios, si solo me dicen sí.

Únanse, Mis pequeños, unos con los otros y reconociéndome como Madre de todas las criaturas de este mundo y más allá, de todo el Universo, reconózcanse hermanos unos de los otros y sellen esta consagración a Mi Corazón a través del espíritu ecuménico de la fraternidad.

Así como Mi maternidad abarca el Universo, también la hermandad debe nacer en sus corazones, con todas las criaturas de este mundo y de este Universo, que son todos Mis hijos, vuestros hermanos.

Les agradezco por venir a Mi encuentro y les pido que maduren cada semilla que en este día planté en sus corazones.

Yo los bendigo siempre,

María Madre y Reina de la Paz