Jueves, 6 de febrero de 2014

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO DURANTE LA 7.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA,EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RJ, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS

El hilo de luz que une una buena madre con su hijo siempre es indestructible, porque entre el espíritu del buen hijo y el amor de una buena madre se crea un lazo de hermandad espiritual.

Hoy, les pido a todos Mis Compañeros en el mundo entero, que mediten sobre esto en este tiempo, sobre vuestra unión sincera con vuestra madre. La buena madre que Dios les ha dado, acoge, la buena madre protege a su pequeño niño desde los primeros años de vida, la buena madre escucha y atiende a las necesidades de su pequeño.

Hoy, quiero dejarles el símbolo y el hecho del nacimiento del Niño Rey en Belén, porque entre la Madre María y Jesús Niño, se restableció la unión materna que se había perdido en toda las generaciones de la humanidad.

Uno de los grandes dolores de Dios es la muerte que muchas madres generan en sus vientres, retirando la vida divina que Dios derrama en cada nuevo ser que nace. Por eso, para aquellos que tienen madre en vida, para aquellos que no ven a su madre o para aquellos que ya no la tienen cerca, les pido por todos los pequeños e inocentes que no nacen, que agradezcan a Dios por haber tenido una madre, por haber estado entre los brazos de un corazón donado para proteger y cuidar vuestras vidas.

De esta forma, queridos, permitirán desterrar las malignas ideas del enemigo de querer sacarme de las manos a las almas que aún no han nacido. Agradezcan a Dios por vuestra madre, recuerden a Jesús en los brazos de María durante el nacimiento, como en la muerte.

La madre, para el mundo, es el espíritu vivo de la consolación y de la protección. El enemigo ha conseguido que muchos hijos odiaran la relación fraterna con sus madres. Hoy, les pido por los que no han nacido: ¡recen!, ¡recen de corazón!, para que los nefastos planes del enemigo desistan de las mentes que los concretan.

Hoy, Mi Corazón nace en el pesebre de la Nueva Tierra. Hoy, Mi Espíritu se regocija por la gratitud curadora que han entregado a Mi flagelado Corazón. Hoy, Mi Misericordia está con los que más la necesitan.

¡Ahora y siempre les agradezco!

Los bendice en Dios.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados y no se cansen de serlo.

Cristo Jesús Misericordioso