Jueves, 1 de agosto de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hermanos e hijos de Mi Padre:

Cuando sus oraciones son sinceras y amorosas, son escuchadas con amor desde los tronos que están en los Cielos, y Dios, su amado Padre, derrama el universo de Su Infinita Misericordia. Cuando la oración sostiene con fortaleza el Propósito, genera un desdoblamiento de los poderes de su Gracia y toca primero a los corazones que están caídos; así Mi Corazón Misericordioso también actúa para salvar a las almas que están perdidas o a las almas que sufren en el fuego del Infierno.

Si la oración es permanente sin volverse monótona, el resultado que generará al final será más intenso y evidente para los que oran con el corazón, y las realidades que hacen sucumbir al mundo se cerrarán y se establecerá la paz.

Durante estos días preparatorios de la Maratón de la Divina Misericordia, Mi Corazón ha sentido las Gracias que los discípulos han atraído hacia sí en colaboración con el rescate de este mundo. En estos tiempos la oración coliga el Cielo con la Tierra, coliga a las almas con Dios y, en consecuencia, con los Sagrados Corazones.

El alma que dedica espacios de su vida a la oración se transformará poco a poco; será un cuenco entre Mis Manos, que será pulido y moldeado, tomará una nueva forma desconocida para el mundo; será un espíritu permeable que recibirá los impulsos de Mi Amor para alcanzar la conversión y la redención.

Pero en Mi mesa hay pocos cuencos, la mayoría de ellos está dejando depositar dentro de sí elementos que no pertenecen a Mi Fuente Universal. Por eso llegó la hora de decidir si el corazón querrá estar Conmigo en el Cielo o si querrá guardar para sí los códigos viejos.

Mi Misericordia espera actuar en el fin de estos tiempos como mediadora y redentora de todas las causas que impiden el despertar de la vida espiritual. Es hora de confirmar la elección del camino y esta decisión también llega para los que se han entregado a Mí en la vida consagrada. El alma verdadera espera su gran paso al Infinito.

Bajo la Redención y el Poder de Dios, sean bienaventurados.

Gracias por vivir Mis mensajes con el corazón.

Cristo Jesús