Domingo, 19 de mayo de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos compañeros:

Mientras la Fuente Inagotable de Mis Misericordias y Prodigios se derrama sobre todo el mundo a las tres de la tarde, Mi Corazón Pastoral y Redentor presencia el amor de las almas por Mi Consciencia Universal.

Hoy, queridos, fijen sus miradas sobre esa Fuente y vean a través de ella el reflejo de sus vidas terrenales, vidas que por amor y compasión Yo vengo a transformar. Todos los instrumentos de los cuales Yo Me sirvo día a día deben estar unidos entre sí para que Mi Obra se cumpla.

Quiero que puedan entender la importancia de la unidad interior que deberá despertarse entre todos Mis rebaños, porque si así fuera Yo los podría nombrar los nuevos discípulos de Mi Corazón Misericordioso.

Cada alma de la cual Yo Me sirvo día a día tiene una predilecta tarea Conmigo: tarea de llevar Mi Ejemplo y Mi Palabra a cada lugar hacia donde ella vaya.

Para que el Plan se cumpla en todos los espacios de la vida, entre los discípulos y la tarea no podrá prevalecer la competencia ni la incomprensión, porque sería una brecha que se abriría entre la Tierra y el Cielo.

Es necesario amar la tarea que el Plan les proporciona, porque la propia fuerza del espíritu los auxiliará cuando ustedes deban dar los pasos definitivos hacia Mí.

Queridos, por eso hoy los llamo a ingresar en Mi Océano, para que sus heridas profundas puedan ser lavadas por el Agua que brotó de Mi Costado. Así Me ayudarán a quitarme la gran sed que siento por todas las almas que están vacías, sin amor y por las almas que aún no viven en la verdad del corazón.

Cuando consigan amar la tarea del hermano y respetarla como parte de la Voluntad de Dios y así se puedan unir sin preferencias a ella, podré decir que serán ampliamente misericordiosos con todas las criaturas.

Que el Bien, la Paz y la Misericordia permanezcan en sus corazones.

Bajo la Luz del Padre, sean misericordiosos.

Gracias por reverenciar Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús, el Salvador