Martes, 25 de septiembre de 2012

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Por un secreto que nos acaba de revelar nuestra Santísima Madre, vamos a hacer una oración a Su pedido, una oración que conocemos y que nació en Fátima.


Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.
Amén.
(6 veces en portugués)

 

Mientras seguimos orando, vamos a trasladarnos a donde se encuentra nuestra Madre, porque hoy recibió la Gracia especial de estar nuevamente con Sus hijos.
 

Oración: continúa 12 veces en portugués.

 

Hoy, vengo muy acompañada con la Luz del Altísimo, con el Corazón de Mi Hijo, con el Corazón de San José y con las huestes que alaban al Eterno Dios de las Alturas.

Queridos hijos, ese es el verdadero camino que ustedes deben recorrer. Y hoy, cumpliéndose un año con ustedes, con Mi Corazón presente en cada uno de ustedes, Yo les pido, una vez más, que acepten Mi último llamado para el fin de este tiempo.

Como Señora del Santísimo Rosario, como Madre y Guardiana de las oraciones de todos Mis hijos, Yo les pido, queridos hijos, abriendo Mi Corazón Maternal, la Fuente de Luz de Mi Inmaculado Corazón, que reverencien a este Humilde Corazón porque así estarán ante el Corazón de Dios.

Yo los invito, hijos Míos, a unir sus corazones con el corazón de cada uno de sus hermanos.

La verdadera alianza que Cristo les promete se encuentra en Su Insondable Misericordia.

Esos Rayos deben llegar a cada uno de Mis hijos; y si ustedes realizan este simple ejercicio de unir corazones con corazones, sus almas estarán protegidas bajo la Luz del Espíritu Santo, bajo la Luz del Corazón de Mi Hijo, bajo la Luz del Espíritu de Dios.

Queridos hijos, hoy Me anuncio a ustedes una vez más y, como Madre y Guardiana de todos los corazones, le clamo a cada uno por una verdadera oración. Ustedes, queridos hijos, Conmigo, deben tejer la nueva red de oración, deben encender la luz a través de la oración.

Sepan, queridos hijos, que muchos corazones aún están caídos. Hoy, los invito a compartir Mi dolor y que, a través de su oración del corazón, puedan aliviar a Mi Inmaculado Corazón. Yo no quiero más espinas de parte de esta humanidad, necesito amor de parte de ustedes.

Como Yo los amo profundamente, como Yo los conozco muy bien desde su nacimiento, como la Madre de la Eterna Gracia hoy les traigo la Gracia prometida.

¿Qué mayor expansión de su amor que alcanzar la salvación en este tiempo?

Ustedes saben, hijos Míos, que Yo les he hablado a lo largo de estos meses de la conversión del corazón. La conversión se inicia a través del perdón. Por eso, hijos Míos, ya no pierdan tiempo, perdónense, ámense, únanse, alivien cualquier dolor, despierten la verdadera esperanza, esperanza hacia la paz, esperanza hacia el amor que ustedes deben encontrar en este tiempo.

Hoy, también Yo les digo, queridos hijos, pequeñas esencias del Creador, que Dios quiere servirse de sus almas, no a través de sus faltas, sino a través de su amor del corazón.

Como Madre que ama a cada uno de ustedes, como Madre Auxiliadora de esta humanidad, clamo por cada uno de ustedes en esta parte tan elevada de los Cielos.

Queridos hijos, Yo clamo por ustedes, por su salvación, clamo para que puedan llegar a este Reino en donde Yo Me encuentro y sepan, hijos Míos, qué simple ejercicio es la oración, solo orar, dialogar con Dios desde el corazón.

Ustedes saben, queridos hijos, que Mi Hijo depositó, en la Tierra, el verdadero manantial del Amor en sus corazones. Por eso, ha llegado el momento, queridos hijos, de abrir ese manantial. No es hora de cerrarle los corazones a Dios, el Juicio Divino se está acercando y ustedes deben estar preparados.

Sepan, queridos hijos, que la Sagrada Escritura se está cumpliendo. Ya es el tiempo de madurar el corazón en la consciencia. Y, cuando Yo los invito a perdonar, los estoy invitando a iniciar el camino de la reconciliación. Por eso, a lo largo de estos últimos meses, Mi Corazón ha repetido las mismas Palabras, porque sepan, queridos hijos, que muchos aún no escuchan lo que Yo les digo.

Cuando ayer, Yo les hablé de que no colocaban el amor en Mis Palabras, tan simples, es porque Yo puedo ver la luz en sus corazones y encontrar lo que aún se debe purificar ante el Señor.

Como Madre de Cristo, estuve en la Tierra compartiendo con Él. Sentí con Mi Corazón de la misma forma que sienten sus corazones y sé qué es lo que significa la humanidad.

Por eso, a través de Mi intervención misericordiosa, del momento en que Dios Me elevó hacia los universos y Me consagró como Madre de todos ustedes y de toda la humanidad; a partir de ese momento, queridos hijos, no busqué ninguna aspiración para Mí, oferté la experiencia de Mi Corazón humilde por cada uno de ustedes.

De esa manera, queridos hijos, la Gracia de Dios Me permitió llegar aquí, a lo largo de los años y a lo largo de los siglos, Aparición tras Aparición, Mensaje tras Mensaje, avisos y más avisos para esta humanidad.

Queridos hijos, Mi Corazón Maternal no viene a sofocar sus corazones, viene a abrir sus corazones al Infinito. Sepan que, desde el momento en el que ustedes fueron creados, Dios les dejó Su Molécula de Paz, Su Célula del Espíritu Santo. Por eso, con los apóstoles recibimos la Gracia en aquel tiempo antiguo en Jerusalén, cuando en el Cenáculo recibimos el Espíritu de Dios.

¿Por qué recibimos el Espíritu de Dios?

Queridos hijos, el corazón debe ser simple para recibir a ese Gran Espíritu, debe vivir la humildad, debe estar vacío de todo. Sé que para muchos de Mis hijos es difícil alcanzar ese misterio. Por eso, en este día, Yo estoy aquí, y he estado a lo largo de este último tiempo activando la Llama del Espíritu Santo, trayendo la Presencia de Mi Hijo para que ustedes recuerden, a través de Mis Palabras, qué es lo que quiere Dios para ustedes: el Paraíso, la Eternidad, la eterna Luz, la eterna Paz, el Amor y la Unidad con Dios que falta en muchos corazones de Mis hijos.

Como Peregrina de este mundo, como Sierva de la Gran Voluntad del Señor, como Emanación de la Humildad Infinita, vengo recorriendo este mundo a lo largo del tiempo, interviniendo por cada uno de Mis hijos, escuchando millones de súplicas diariamente y colocando la atención en cada una de ellas.

Como ustedes aún no conocen la Omnipresencia de Dios, Yo los invito a ser omnipresentes a través de Mi Corazón, porque estarán dentro de Mi Templo Maternal, glorificarán Mi Alma y Mi Espíritu que están totalmente donados a sus seres.

En este último tiempo, queridos hijos, conmemorando Mi Aparición anual en Brasil, como en otros lugares del mundo, les digo que Mis Rayos de Gracias están siendo derramados. Pero necesito de hijos para poder colocarlos; servidores de la oración, donados de corazón para que se pueda cumplir el Mandamiento del Señor, aquel que está escrito en las Tablas de la Ley, que fue escrito por Moisés y que, en este tiempo, debe cumplirse el verdadero misterio de la salvación que hoy Yo les estoy revelando a través de Mi Amor.

Eso es todo lo que Yo necesito decirles en este momento y, nuevamente, los estoy invitando a la reflexión.

Los invito a no temer nada, sino a estar fuertes en el Corazón de Mi Hijo. Disuelvan cualquier desasosiego en sus corazones, cualquier dolor, cualquier tristeza. Comulguen en este momento de Mi Inmaculado Corazón, porque Mi única Misión, hijos Míos, es elevarlos hacia Dios.

Les dejaré un ejercicio espiritual en el portal de Mi Voz, en el portal donde se anuncia Mi Mensaje. Sepan, queridos hijos, que, como en Medjugorje, estoy haciendo muchos pedidos.

Hoy aquí, hago un pedido de oración, porque existen muchas situaciones que deben ser contempladas por cada uno de ustedes, para que Dios pueda intervenir por ellas y todos alcancen la Luz de la Eternidad.

Ese ejercicio será anunciado en poco tiempo; por eso, deben estar atentos. Un ejercicio que se suma a las demás oraciones, a los demás pedidos que Mi Corazón ha anunciado. Por eso, hoy es el tiempo de la multiplicación de la oración, de vivir en la esencia de la oración.

Quiero que comiencen a recitar verdaderamente el verbo de la oración; primero, sintiéndolo con el corazón y si aún muchos no sienten la oración con el corazón, Yo los invito a que Me coloquen ante ustedes para que Mi Corazón Inmaculado se pueda unir a su pequeño corazón. Mi promesa es ayudarlos, queridos hijos, prepararlos para el Retorno de Cristo.
 


Madre María Shimani de Montserrat:

Si Suely está aquí, que venga por favor, con el grupo de Nuestra Señora Aparecida.


Canción: “Ave, Ave, Ave María”.


Inhalamos. Vamos a cantar “María, Virgen Madre” a pedido de nuestra Madre.

Ella está pidiendo que los grupos de Corazón Sagrado y de Europa se acerquen aquí.

 

Quiero bendecir, con un Amor Mayor y Divino, a todos Mis hijos que están aquí, en especial, a estos grupos que han respondido a Mi llamado bajo la Luz infinita de la Misericordia de Mi Hijo.

Yo bendigo en especial estas rosas para Mi querido hijo José, dándole la bendición celestial y universal bajo la luminosa Señal de la Cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Queridos hijos, mañana los espero con mayor alegría. Que desde sus corazones se revele el Amor de Cristo.

Alabemos a Dios, alabemos al Señor, gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a todas las almas del Señor.
 


Madre María Shimani de Montserrat:

Nuestra Señora está pidiendo que cantemos “Revelaciones de Aurora”. Y así, vamos a cerrar este momento con nuestra Madre.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das! Y, en unión a Tu Inmaculado Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como hacemos en cada Aparición, vamos a hacer un relato de lo que sucedió durante la oración y durante la Aparición.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los hermanos saben que cada Aparición es diferente, y hoy fue una Aparición muy especial por conmemorarse el año en que Nuestra Señora llegó a Figueira.

Acontecieron muchas cosas durante el trabajo de oración y durante la Aparición. Vamos a contar algunos de esos hechos que sucedieron, de los cuales todos fuimos partícipes. Y cuando decimos todos, todos fueron partícipes incluso los que están coligados por internet.

La Madre hizo realmente un trabajo planetario muy fuerte que quedará grabado en nuestra consciencia para siempre.

En la parte final del proceso de la oración, apareció una escena que vamos a explicar.

Aparecieron, sobre esta área de Figueira, veinticuatro ancianos, cada uno con un libro. Cada anciano estaba concentrado en la tarea que estaba haciendo con ese libro, algunos leían, otros escribían y otros borraban lo que estaba escrito en el libro.

En ese momento, esos veinticuatro ancianos fueron manifestando algunas figuras geométricas que, por la magnitud de la fuerza, no comprendimos muy bien de qué se trataba. Pero, poco a poco, eso se fue manifestando.

Algunas figuras parecían estrellas, otras rombos y otras figuras eran triángulos. Y esas figuras comenzaban a entrelazarse, se conectaban entre sí y se iban colocando sobre este lugar.

En el momento en que los ancianos estaban haciendo el estudio de esos libros, en absoluto silencio, comenzaron a aparecer ejércitos angelicales. Algunos de esos grupos de ángeles eran ángeles alados, y esos ángeles alados asistían a esos veinticuatro ancianos. Era un servicio que ellos les prestaban a esos ancianos; por ejemplo: ayudarlos a borrar lo que estaba escrito en el libro, ayudarlos a señalar diferentes partes del libro. Todo era hecho con mucha delicadeza, con mucho amor y con mucha concentración.

Mientras esa escena estaba aconteciendo, comenzaron a abrirse, a través de esas figuras geométricas, una serie de portales. No sabíamos cuál era cantidad de esos portales, pero llegaban hasta el infinito.

Ese gran portal, sustentado por una gran estrella de seis puntas, comenzó a abrirse por encima de los ancianos. Y allí, una energía celeste comenzó a traspasar ese portal hacia aquí, mientras los ancianos seguían haciendo su tarea.

En un momento, bajamos la mirada y cerramos los ojos; y después, observamos nuevamente si esa situación continuaba. Los ancianos no estaban más, pero ese portal permaneció abierto hacia el infinito, hasta el momento de la Aparición.

Hubo una escena muy hermosa que vamos a relatar, que aconteció previa a la Aparición. A través de ese portal se llegó al Cielo y allí estaba Nuestra Señora preparándose para la Aparición. Con mucha reverencia vamos a decir que parecía una novia.

Había ángeles querubines, ángeles pequeñitos, que fueron colocándose en dos filas hacia este lugar. Y todos estaban arrodillados con sus cabezas sobre el suelo, también había otros ángeles que estaban coronando a Nuestra Señora.

En un momento, cuando dos ángeles le colocaban la corona a Nuestra Señora, aparecieron por encima de Su Manto una gran cantidad de rosas. Cuando vimos mejor esa manifestación, todas las rosas estaban impresas en Su Manto. Era una imagen muy hermosa, porque no solo Ella es bella, sino la ropa que vestía era muy bella. Ella estaba en un estado de una constante oración, con Su Cabeza inclinada un poco hacia abajo, uniendo Sus Manos con el rosario.

Cuando apareció esa imagen con los ángeles y Nuestra Señora, Ella elevó Su Mirada hacia nosotros. Cuando Ella dirigió Su primera Mirada hacia nosotros, una Luz celeste emanó de Sus Ojos, comenzando a invadir el alma de cada uno de nosotros.

Y aconteció también un hecho importante, Ella comenzó a caminar entre esos grupos de querubines. Ella caminaba con mucha delicadeza, dando cada paso lentamente, y abría Sus Manos irradiando Luz hacia abajo. Y cuando caminaba, estaba descalza y, en cada paso que daba, se detenía y los querubines le daban un beso en Su Pie. En cada paso que daba, Ella era besada por los querubines. La grandeza y el amor que esos seres tenían era inexplicable.

Y en ese momento, que Ella comienza a caminar, preparándose para llegar hasta aquí y cruzar ese umbral, llama a cada una de nuestras almas con mucha contundencia y las eleva. En un momento, que Ella estaba con las Manos irradiando Luz hacia abajo, hizo una señal, abriendo y cerrando Sus Manos, llamándonos. A través de ese gesto de Luz, que hizo de forma muy contundente, nuestras almas comenzaron a elevarse hacia donde Ella se encontraba, hasta que Ella llegó aquí y apareció, revelando ese secreto.

Cuando llegó, se posó cerca del árbol, y Su Presencia era más fuerte que ayer. Ella estaba totalmente donada, entregada a nosotros y cada palabra que repetía era una energía de Amor que salía de Sus Labios y que comenzó a invadirnos completamente.

Se creó una atmósfera rosada en torno al árbol, que era generada por cada Palabra que Ella emanaba. Y entonces, sentimos fuertemente la Presencia de Dios y también sentimos fuertemente que no estábamos solos. Ella trajo varias compañías en ese momento; una de ellas fue San José y otra fue Juan Diego, el vidente de Guadalupe.

Cuando Juan Diego se aproximó a Nuestra Señora, vestido muy simplemente. De repente, él tenía la tilma que conocemos, colocada sobre su pecho. En ese momento, supimos que nos iba a mostrar algo, abrió la túnica que llevaba y la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe no estaba gravada sobre esa túnica, sino que apareció sobre su corazón, que emanaba Luz.

 Ahora, inspiremos, porque aún no terminó el relato. Esas son las cosas de Mamá.

En ese momento, nos pidió que nos dirigiéramos hacia el lugar donde se encontraba, porque Ella nos dijo que había recibido la Gracia de poder estar nuevamente sobre Sus hijos. Cuando Ella se colocó muy cerca, sobre los hermanos, Ella trajo la consciencia de toda la humanidad.

Después nos contó que estaba haciendo un recorrido como peregrina por cada parte del planeta, trayendo la consciencia de cada uno de los continentes, de las naciones. Y nos mostraba cómo se manifestaba en cada una de las naciones, con aspectos diferentes de la Madre Universal. Pero había algo que unía a todas esas manifestaciones, que era Su Inmaculado Corazón, Su Espíritu. Ahí supimos que es una única Madre y que Ella transmite diferentes Mensajes para que todos los puedan comprender.

En un momento de la Aparición, llamó a algunos hermanos, como ustedes supieron, para darles la bendición. De forma muy contundente, Ella les dirigió Sus Palabras a algunos hermanos que estaban presentes. Ella les dijo: dale a Mi hija tal Mensaje, dale a aquel hijo otro Mensaje. Entonces, en ese momento, comprendimos que Ella estaba dando indicaciones como Madre.

Cuando llamó a la Comunidad Corazón Sagrado, Ella trajo a Fátima en Su Corazón, la Paz de Fátima, del lugar donde estuvo. Y en un momento, muy rápidamente, Ella unió Europa con América; había algo que unía a los dos continentes que era el Corazón de la Madre.

En el momento en el que Ella llamó al grupo para bendecirlo, dijo: “Recibí otra Gracia especial, volver a Portugal. Estaré allí en noviembre. Y pido permiso para utilizar esa Aparición de noviembre, que acontecería en Figueira, para que sea en Fátima, Portugal”.

Lo último que Ella nos reveló, al comienzo de la Aparición, fue lo siguiente: “Estaré aquí, en principio hasta fin de año, en las fechas que están ya indicadas, pero eso ya está por terminar”. Y, en ese momento, sentimos un gran movimiento interior, y le preguntamos: ¿Será que la Señora no va a venir más aquí? “No, querido hijo, todo está previsto por Dios. Yo vendré aquí a partir del próximo año y también estaré en Aurora, todos los días catorce”.

Entonces nos explicó que habrá Apariciones los días catorce en Aurora y en Figueira, alternadamente, un mes en Aurora y en otro en Figueira, durante el año 2013.


Madre María Shimani de Montserrat:

Bien, creo que no hay nada más que decir, solo que mañana vengamos con el corazón más abierto aún y con mucha gratitud.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!