Lunes, 6 de noviembre de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN LA 119.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando una Consciencia Divina y Cósmica desciende a la Tierra, tiene la misión, desde los planos superiores, de rescatar a todas las consciencias, más allá de cualquier condición y situación.

Por eso, a la vida nunca pueden mirarla con ojos superficiales, carentes de sentimiento o de sensibilidad; porque la Jerarquía Espiritual, cuando desciende a los mundos inferiores, contempla a través de Su Mirada lo más profundo que hay en cada ser.

En este tiempo, de tanta confusión y engaño, aprendan a mirar como mira la Jerarquía, sin condenación y sin juicio, sino a través de una mirada de compasión y de amor que los ayudará a percibir la realidad de cada ser.

Por eso, las voces que siempre callaron, que ahora hablen. La Jerarquía está con Sus oídos abiertos para poder escuchar a los que siempre estuvieron mudos, por temor a una rebelión.

Nuestro Corazón está abierto a todas las moradas. Nuestro Espíritu está sobre aquellos que confían en Nosotros, para que puedan sentir el abrazo de toda la Hermandad.

Pero, tengan presente lo que les digo en este momento; porque las almas, en este tiempo, necesitan ser consoladas para que puedan vivir paso a paso su consagración, para que se animen a seguir adelante sin temor a equivocarse.

¿Por qué les hablo de esto, compañeros?

Porque deben aprender a sentir y a comprender a quien tienen a su lado, para que la Misericordia Divina sea una realidad en el mundo y en los lugares en donde más se necesita.

Primero, deben aprender a comprender y a amar a quien tienen a su lado, porque no se pueden saltear las reglas de la evolución, las reglas de los aprendizajes, que los harán crecer interiormente como buenas personas, como Hijos de Dios.

Yo vengo con este apelo, aunque parezca que no tiene importancia, porque el valor de la escucha se está perdiendo en el mundo. El diálogo fue esclavizado y sometido, y las consciencias ya no se comprenden.

Pero, con todo lo que Yo les He enseñado, a través de los tiempos y por medio de Mi Dolorosa Pasión, les he dejado Mi Legado y Mi Tesoro para que pudieran imitarme y seguir Mi humilde ejemplo de que algún día sean bienaventurados, aun en la vida cotidiana, en cada nuevo relacionamiento con el semejante para que sea una construcción fraterna y auténtica, alejada del poder y de la autoridad que el ser humano cree tener.

Por eso, compañeros, si el Hijo de Dios, siendo el Hijo del Padre, nunca tuvo a nadie bajo Sus Pies, porque nunca se lo permitiría, por más autoridad que el Padre Me haya dado, ustedes también deben tener esta premisa. Nadie puede estar debajo de sus pies, bajo ninguna autoridad ni bajo ningún poder, porque no estarían Conmigo, así como Yo lo necesito.

Por eso, este es el tiempo, el poco tiempo que resta, para poder redimensionar las actitudes y los aprendizajes, la forma de tratar al semejante; porque todos, en lo más profundo de sus corazones, tienen un valor incalculable para Dios. Y si el Dios Vivo lo contempla en cada corazón humano, ¿cómo ustedes no lo contemplarán?

Es tiempo de cambiar, más de lo que ustedes piensan que ya cambiaron; porque cuando Yo retorne, Mis pilares, a través de las almas, deberán estar firmes y definidos. No podré colocar Mis Comandos, Mis Tesoros y Mis Aspiraciones en tierras movedizas.

Necesito colocar Mi Poder y Mi Amor en el corazón de los simples y de los humildes, que son los que siempre, a través de los tiempos, de las generaciones y de las humanidades, fueron los que concedieron el abrir las puertas de los Cielos en la Tierra, para que toda la humanidad se pudiera salvar una y otra vez.

Yo deseo que vivan el bien en profundidad, no un bien común, sino un bien mayor que les hace comprender la existencia de otra forma, que los coloca de una manera diferente delante de la realidad, sabiendo que es necesario en cada momento llevar Mi Amor al mundo.

Esa debería ser la regla primera: el amor y la escucha, para que se manifieste el diálogo; no un diálogo de indiferencias, sino un diálogo de igualdad, de un bien mayor.

Estas fueron las últimas orientaciones que Yo les hice a Mis apóstoles en el tiempo pasado, porque era necesario que cada uno tuviera bien claro lo que era necesario hacer para cumplir el Proyecto de Cristo en la Tierra. Sin esas bases y sin esos pilares, la Obra de Cristo no se concretaría. Lo mismo hoy, Yo les digo que sin esos pilares y sin esas bases, la Obra de la Misericordia no se concretaría.

Yo necesito que puedan madurar en un amor más expansivo y menos emocional, un amor justo y pacífico, un amor solemne y leal. Así, llevarán Mi Plan adelante con perspectiva y sin tantas oscilaciones, porque lo que Yo vengo a construir en cada uno de sus corazones es algo verdadero y no pasajero, es algo que Yo necesitaré en este tiempo final, cuando Yo los tenga cara a cara y les pida Mis Tesoros para preparar Mi Retorno al mundo, y así cumplir la Aspiración de Dios de manifestar la tan ansiada Tierra Prometida.

Por eso, estoy aquí junto a Mis ángeles, testigos fieles de este momento; junto a sus ángeles de la guarda que también son testigos de este momento, de la importancia de la madurez para todo lo que su Maestro y Señor necesitará llevar adelante en este tiempo final.

Ahora, ¿comprenden la esencia de lo que es el rescate?

Un verdadero apóstol nunca puede interrumpir el camino del prójimo, todos deben sentir la libertad de poder crecer y expresarse. Esto es lo que les permite a ustedes ser verdaderos, sabiendo que cada consciencia y cada corazón tienen su lugar y su espacio en el Corazón de Dios.

Espero que sus hermanos y hermanas, que están en el mismo camino y que se encuentran en Mi Barca, tengan algún día un lugar en sus corazones y no un problema; porque el Amor que Yo les enseño no se refiere a lo tridimensional, el Amor que Yo les enseño se refiere a lo espiritual, a lo verdadero y a lo auténtico, sabiendo cuándo decir sí y cuándo decir no. Por eso, deben hacer un examen de consciencia en ustedes mismos.

No necesito de culpas, necesito de una reflexión madura y consciente, humilde y arrepentida, sabiendo que es lo único que ustedes Me podrán ofrecer para que Yo pueda tener la autoridad de salvar a otras regiones del mundo, a ciertos espacios en donde ya no llega Mi Luz.

Ahora, ¿comprenden la amplitud de Mi Plan de Rescate?

Desde lo más pequeño hasta lo más grande debe ser cuidado y protegido. Desde lo más pequeño hasta lo más grande, todo debe estar bajo una reflexión. Así, Yo les podré confiar más tareas y podré justificar ante la Ley lo que estoy haciendo en este tiempo.

Ya están a las puertas del apostolado maduro, se los vengo diciendo en los últimos tres meses. Ahora es tiempo de vivirlo, es tiempo de concretarlo. Eso es lo que tanto espero, con toda la fuerza de Mi Corazón.

No es nada difícil lo que les pido, ustedes saben que les digo la verdad, porque ahora es necesario preparar Mi Retorno, y cada día que pasa se vuelve más urgente.

Por esa razón, una vez más, Yo estoy aquí no solo para bendecirlos y para alentarlos, sino también para hacerlos consecuentes en Mi Camino de Cristificación, que no se trata de una teología ni de una filosofía, sino que se trata del corazón que ama profundamente la vida, que ama al prójimo, así como es, que ama fervorosamente cumplir la Voluntad de Mi Padre.

Así, Yo les vengo a enseñar lo mismo que les enseñé a Mis apóstoles. Espero que haya una respuesta sensata. Yo conozco el potencial de sus corazones, conozco las virtudes que pueden vivir sus almas, conozco los dones que sus espíritus pueden recibir de Dios.

Por eso hoy, los volveré a sacramentar y, en especial, les volveré a entregar Mi Sagrado Cuerpo y Mi Preciosa Sangre para que sus vidas, en este tiempo final, sean testimonios vivos de Mi Amor para un mundo herido, para que la unidad se establezca, para que la paz sea una realidad, para que los que sufren puedan ser aliviados.

Esta debería ser su aspiración, comenzando con quien tienen a su lado. Así, vivirán en Mi Hermandad Crística.

Les agradezco que hayan respondido tan prontamente para este encuentro. Los animo a caminar en la fe y por la fe, para que la cura sane el corazón humano.

Está todo dicho.

Que Mis Palabras reverberen en lo profundo, para que se pueda cumplir la Voluntad de Dios en la Tierra y en el Cielo.

Y, ahora, celebremos la Santa Comunión para que las almas más sufridas reciban Mi Amor.

Les agradezco.

Continúen en Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Domingo, 5 de noviembre de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN LA 119.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que se escuche la Voz que truena en el Cielo.

Que se escuche la Voz que resuena en el planeta.

Es llegada la hora del cumplimiento de la promesa del Hijo de Dios, porque fue escrito y así se cumplirá.

Que los corazones se preparen en regocijo, que las secuelas del pasado se disuelvan y que las almas se sientan guiadas por el Cetro de Mi Amor que los conducirá hacia el Propósito prometido; porque, cuando lo alcancen y lo vivan, conocerán el poder de la liberación.

Los grilletes de la inercia se romperán, las cadenas del pasado desaparecerán y sus almas estarán prontas para caminar libres, y así esperar con alegría la llegada del Gran Maestro.

Por eso, no le teman a la tempestad de su propia barca, vientos contrarios podrán soplar fuerte, pero la convicción de la fe nunca perecerá.

Crean en el poder que Mi Padre les Ha dado en los Cielos, de sentirse parte de Su Creación y de Su Universo, de poder ser dignos Hijos de Dios.

Este es el tiempo en el que las trompetas de los Cielos seguirán sonando para poder permitir que se siga escribiendo el Divino Propósito en los corazones de los hombres. Aún el Libro de Amor no fue terminado, porque los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos. Esto es una Ley y así se cumplirá; por eso, no se queden en su propio destierro.

A través de Mi Palabra y a través de Mi Mensaje, a través de Mis Parábolas y a través de Mis Enseñanzas, Yo He venido a lo largo de los tiempos a enseñarles sobre el Reino de los Cielos; aquel que reverbera eternamente más allá de las dimensiones y de los planos, aquel que siempre permanecerá presente en el corazón que cree en él.

Por eso, ¡levántense, compañeros! Asuman su propia purificación, no como una condena, sino como su liberación. Porque este no es el tiempo de las víctimas, pero sí es el tiempo de las víctimas de Mi Amor, de aquellos que tienen muy claro en su consciencia y en su corazón qué es lo necesario que hay que hacer en este tiempo y qué es lo que no se debe hacer en este tiempo para no salir de la protección de Mi Mano.

Por eso, yergan sus cabezas hacia los Cielos y vean venir el gran tiempo prometido en el que la esclavitud terminará, en el que los infiernos se cerrarán, para que las almas renazcan en Mi Amor y formen parte del gran momento de Mi Cena Redentora; así como fue antes de Pentecostés con Mis elegidos, Mis apóstoles, porque volveré a partir el pan y volveré a consagrar el vino. Les daré de comer y de beber del Sagrado Sacramento, por medio de las formas luminosas que revelaré en ese gran momento.

Y, en esa hora, el sagrado misterio de la Eucaristía volverá a ser transustanciado; así como la materia corrupta, que se ha desviado a través de los tiempos, también se transustanciará. Y de esto participarán las células y los átomos que impulsarán ese gran acontecimiento espiritual.

Por eso, que la cruz ya no les pese; porque en este tiempo existen cruces más pesadas que no pueden ver con sus propios ojos físicos, pero que sí podrán conocer bajo el espíritu de la oración.

Por eso, una vez Yo les dije que dejaran todo lo que tenían, que cargaran su cruz y que Me siguieran. Esta es la hora en la que ese momento se está cumpliendo.

Nada está fuera de lugar; la humanidad lo está por no animarse a amar lo desconocido, lo que no puede controlar, todo aquello de lo que no se puede apropiar.

Por eso, Yo les enseñé el camino de la humildad y del sacrificio. Este camino es una gran escuela para Mí, y también lo es para aquellos que están decididos a vivirlo. Es simplemente animarse, en espíritu de abnegación y de renuncia, a ir subiendo los escalones hacia los Cielos, siguiendo un único camino y un único principio que es el principio de Mi Amor, que nunca los traicionará, que nunca los abandonará, que nunca se apartará del corazón que lo suplique, del corazón que lo pida más allá de sus errores, más allá de sus miserias, más allá de sus imperfecciones.

Dejen que Mi Amor los pueda transformar un poco más. Necesito vivir en las almas para poder vivir en los corazones, para poder llevar adelante Mis obras de los últimos tiempos, para que sientan Mi cercanía, para que perciban Mi consuelo, para que se refugien en Mi abrazo. Porque Yo les vengo a exigir lo que Me pueden dar y no Me cansaré de repetirlo, por más que lo hayan escuchado de Mí muchas veces.

Yo necesito, a través de los buenos instrumentos, poder intervenir en la humanidad y en el planeta; porque los corazones pueden ser un relicario, en donde Mis Tesoros podrán ser depositados en aquellos que aspiren ser celadores de Mis Reliquias, las Reliquias de Mi Pasión y las Reliquias que Me fueron entregadas después de Mi Ascensión a los Cielos.

¿Aspiran a conocer esos Tesoros Espirituales que Yo tengo para cada uno de los Míos?

¡Qué maravilloso sería que fueran conscientes de todo esto!, para que sus consciencias ya no se mezclen en lo superficial, para que sus consciencias se eleven a través de la humildad, de la intención pura del corazón que ama, que no crítica y que no juzga, que tampoco se permite condenar al prójimo.

Por eso, redimensionen su perspectiva. Sean valientes y acepten el arrepentimiento por aquellos que no se arrepienten, por aquellos que no hacen penitencia; a fin de que el equilibrio de la humanidad se sostenga en este tiempo final, más allá de los riesgos que se viven en esta superficie.

Pero confíen, porque Mis Promesas se cumplen en la hora correcta y en el tiempo correcto. No se adelanten a los acontecimientos.

Sigan construyendo dentro de ustedes la morada que Yo necesito para el momento de Mi Retorno. Porque primero retornará Mi Divinidad a los hombres y mujeres de la Tierra, y Mis servidores y apóstoles se sentirán impulsados por algo desconocido y supremo; para que, en las naciones, en los pueblos o donde sea que se encuentren, anuncien Mi Retorno a la humanidad.

Porque cuando Mi Divinidad ingrese en los corazones definitivamente, así como fue a través de los Dones del Espíritu Santo, las almas hablarán en lenguas. Esto se volverá a cumplir, fue la promesa que Yo les hice a Mis apóstoles después de Mi reaparecimiento en el Santo Cenáculo.

¿Creen que los méritos de Mi Pasión tienen poder?

¿Por qué dudan del camino? Si el Camino está aquí, delante de ustedes; la Vida está aquí, delante de ustedes; la Verdad está aquí, delante de ustedes, en el nombre del Amor y de la Paz; porque el Padre es el que Me envía a ustedes, así como Yo los envío al mundo para que sean testimonio de Mi Palabra, ejemplo de la transformación constante, precursores de la paz hasta en los más pequeños detalles, hasta con los que tienen a su lado.

Yo observo todo, de Mi nada pueden esconder. Como estoy aquí, también estoy en otros lugares en este momento. Estoy en los hogares y en las familias que Me abrieron las puertas en este momento para escucharme.

¿Ven cómo puedo ver todo? Porque Dios Me Ha dado la Gracia de la omnipresencia y de la relación entre los universos. Así, los Rayos del Supremo descienden para aplacar las angustias de las almas, para colocar Mi Mano sobre el corazón de cada uno, para decirles: “Confíen y tengan fe”, porque lo que deberán vivir es porque Dios ya lo tiene previsto.

Sé que para muchos vivir la Divina Voluntad es un desafío, pero no se preocupen por los resultados, no generen expectativas ni ilusiones, entreguen su vida totalmente en las Manos de Dios; así como el Divino Hijo se entregó en la Cruz por ustedes, para que pudieran vivir, para que pudieran renacer, para que hoy pudieran estar aquí escuchándome.
Así como muchas veces Me escucharon en los importantes tiempos de la Tierra Santa, como ese pueblo que escuchó cada una de Mis Parábolas y que hoy las recuerdan, así como hoy pueden recordar Mis Bienaventuranzas, así como pueden recordar la primera vez que les enseñé el Padre Nuestro.

Entonces, nos estamos reencontrando, para que la humanidad se pueda reencontrar en algún momento y tenga consciencia de que así no puede seguir, de que así ya no puede seguir padeciendo, que debemos cortar de una vez y para siempre esta cadena del sufrimiento que sumerge a las almas en sus propios abismos, alejándolas de la Luz de Mi Amor.

Pero, Yo vuelvo a otorgarles esta Luz de Mi Amor incansable para que se fortalezcan en este momento de prueba, como personas, como almas y como planeta, como una civilización que precisa urgentemente redimirse, prepararse y curarse, sanarse del odio, de la venganza y de la impunidad.

Y ustedes, compañeros, son los primeros que lo deben vivir. No pueden más ser impunes, no pueden más criticar, no pueden más juzgar, porque nadie conoce lo que es ser condenado y sentirse en esa difícil prisión espiritual.

Por eso amen, así como Yo los Amo; por eso vivan, así como Yo vivo. No les pido algo inalcanzable, Yo les pido algo real, lo que pueden vivir y lo que pueden hacer.

Por eso, les entregué los Sacramentos, para que Yo pueda estar presente para asistirlos en la Confesión, en el Lavado de los Pies, en la renovación del Bautismo, en la Unción de los enfermos de cuerpo y espíritu.

Las Llagas que Yo recibí, las acepté para poder liberarlos del pecado, para poder liberarlos de sus amarguras; para que, a través de Mi Corazón, en cada momento y en cada paso, sientan la fuerza de la esperanza, el poder de la renovación que les traigo, porque Mi principal tarea es renovarlos a cada momento.

Si ustedes Me dejan que los pueda renovar, comprenderán la vida desde otra óptica. Aprenderán a ver la vida como un gran aprendizaje y como una gran escuela, porque Yo deseo tenerlos a todos en Mi Reino.

Como una muestra amorosa de lo que les digo, hoy llamaré a aquellos que se han postulado para adorarme. Pueden venir, para que Yo los pueda ungir.

Que, a través de ustedes, el mundo recuerde que debe adorar al Señor, porque en el Señor está su vida, está su redención.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nos mantenemos concentrados porque Jesús está aquí.


Hijos y servidores amados, recuerden Conmigo por un momento el Mar de Galilea y el Monte en donde pronuncié las Bienaventuranzas.

¿Recuerdan lo que escucharon de Mi Boca en aquel tiempo y cómo el Santo Espíritu de Dios, por obra de la Divina Misericordia y del sacrificio de Su Amadísimo Hijo, obró, en aquel tiempo, para que sus almas hoy estuvieran aquí, viviendo esta consagración?

¿Ahora, comprenden que todo tiene un sentido en la vida? 

Conozco lo que cada uno vivió a través de los tiempos, pero Yo vengo a fortalecerlos y a animarlos para que se sumerjan en el océano de Mi Amor, a través de la adoración a la Santa Eucaristía.

En este ejercicio, que emprenderán en cada momento de nueva adoración, recuerden, Mis amados, que estarán cerrando las Llagas que este mundo Me ocasiona hoy; estarán besando Mis Manos y Mis Pies, así como lo hicieron las santas mujeres. Sus besos cicatrizaron Mis heridas, porque eran besos de amor consolador, de súplica y de reparación por las almas del mundo.

Bajo este espíritu solemne de paz, Yo vengo a consagrarlos como los adoradores que siempre fueron. Recuerden que, desde el Monte de las Bienaventuranzas, sus almas decidieron adorarme y reconocerme como su único Señor y Maestro.

Por eso hoy, coloco sobre ustedes Mis Manos y, en esta sagrada imposición, le pido al Santo Espíritu de Dios que obre milagros en sus vidas, que puedan ser luz en el mundo que sufre por tanta oscuridad.

Eleven sus corazones a los Cielos, el Señor los recibe en Su Gloria, y así los bendice en esta consagración, agradeciendo que vivan este ejercicio por Mí todos los días, hasta el último momento de sus vidas; porque en esa última hora, Yo estaré del otro lado de la puerta para llevarlos a Mi Reino, porque a algunos no les tocará estar aquí cuando Yo retorne.

Anímense a vivir la santidad, para que el mundo recupere la pureza y la inocencia que ya perdió. La santidad no es vanagloria. La santidad es tener un corazón simple, capaz de ser receptivo al sufrimiento del otro, al dolor del otro, y hacer cualquier cosa para poder aliviarlo; así como Yo los alivio, en este momento, a ustedes que hoy se consagran y a todos sus hermanos aquí presentes.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y en este momento de consagración, para acompañar a los hermanos, aún en la Presencia de Cristo Jesús, vamos a cantar juntos el cántico “Consagración”, para que estos hermanos puedan ver delante de sí mismos el porvenir, esa esperanza que Cristo nos promete a cada uno, más allá de todo lo que estamos viviendo.

Acompañemos al Maestro en esta consagración.


Hermanos, vamos a hacer una oración para terminar este momento de consagración y seguir con la Comunión Espiritual.

Cuando el sacerdote termine de consagrar la Comunión, ustedes se van a acercar para recibirla, ya que va a ser parte del ejercicio de su consagración.

Vamos a hacer una vez la oración al Padre Celestial en portugués.


¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Viernes, 3 de noviembre de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 119.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Por Mis Llagas fueron curados. Por Mi flagelación fueron liberados. Por Mi agonía fueron consagrados. Por cada uno de Mis padecimientos fueron redimidos.

Pero hoy, no puedo sonreírle al mundo porque el mundo sufre en este momento, porque muchos corazones en el mundo no consiguen alcanzar los méritos de Mi Pasión.

Por eso, contemplo un escenario desolador, que invito a Mis apóstoles a atravesarlo, aunque por ustedes mismos crean que no podrán hacerlo. Pero, Yo vine a este mundo a enseñarles el camino, vine a demostrarles la Sagrada Escuela de la Cristificación.

Por esa razón hoy, llevo en Mis Manos el Libro de Dios, en el que algunos nombres aún faltan postularse para la Escuela de la Cristificación. Y esto, compañeros, no es algo solamente espiritual, es algo concreto, porque después del último 8 de agosto todo cambió y sus oídos no pueden escuchar a la Jerarquía como lo hicieron hasta hace poco tiempo.

El escenario del planeta seguirá cambiando y esa será la hora de Mis apóstoles, que irán decididos hacia donde Yo los necesite, no importando el tiempo o el lugar; porque, recuerden que Mi Iglesia en la Tierra está sostenida por un finísimo hilo de Luz, tan frágil que podría romperse en cualquier momento.

¿Ahora, comprenden por qué en este Libro aún Me faltan muchos nombres?

Mi Proyecto se cumplirá con quienes quieran seguirme hasta el final; porque no serán las multitudes que redimirán el planeta, será la poderosa invocación a la Red Suplicante de las almas orantes y honestas, la que paralizará los graves acontecimientos que llegarán al mundo; aunque vean en este tiempo un escenario de destrucción no solo material, sino también espiritual y moral, porque el lenguaje en este mundo está cambiando rápidamente.

Las almas más pequeñas y más inocentes, los niños de este tiempo, ya no aprenden lo que ustedes aprendieron en otros tiempos. ¿Se han dado cuenta de que el lenguaje de la humanidad ha sido tergiversado?

Por eso la importancia, compañeros, de primero proteger de ustedes mismos los valores que Dios le enseñó al sagrado pueblo de Israel. Sin estos valores, la humanidad no podrá reconstruirse.

Los valores y los principios son los Dones de Dios que la humanidad necesita en este tiempo final para saber dónde colocar sus pies, un lugar seguro y protegido, en donde espiritualmente no corra riesgo ni peligro.

Esto significa que, con los pocos que Me responden y Me obedecen, intentaré hacer algo en este mundo, antes de Mi Retorno a la humanidad.

Pero hoy les digo, verdaderamente, que hay una parte que ustedes deberán asumir, aunque no les corresponda, así como su Maestro y Señor la asumió en silencio y en obediencia, sin quejas y sin reclamos.

Porque este sagrado espíritu de fidelidad y de lealtad, que cada corazón humano puede expresar en este tiempo, es la garantía que la Jerarquía Espiritual tendrá para poder intervenir en la humanidad en estos tiempos de emergencia.

Yo no vengo a ofrecerles un jardín de rosas; Yo vengo a ofrecerles un camino de desafíos, de metas, el camino del Propósito que todos deben tener presente en su corazón. Porque aún la humanidad no comprendió el Mensaje de Dios; por esa razón son necesarios los esfuerzos, la determinación imperiosa de servir, la incansable donación de cada servidor.

No quiero que teman lo que les digo, porque aquí hoy se cumple un atributo: solo tener un lugar de reposo, pero no una morada. Porque la morada de cada compañero Mío es en el Corazón de Dios, lugar en donde siempre conocerán y comprenderán los misterios de la Creación, en donde siempre serán colocados para servir en el lugar y en la hora que sean necesarios.

Ahora llegó el momento de que se cumpla el tiempo del apostolado. Que esto no solo sea una necesidad, sino también una realidad que cada uno podrá vivir según le corresponda, así como está escrito en el Corazón de Dios.

Por eso, abracen la Voluntad Divina, aunque les parezca imposible o inalcanzable; porque cuando abracen la Voluntad Divina, entre ustedes y Dios, no habrá miedos, sino concreciones de Sus Deseos más ardientes y profundos para con cada uno de Sus Hijos.

Es así que Yo vengo a prepararlos para el próximo tiempo, así como preparé a Mis apóstoles antes de Mi Ascensión a los Cielos. Tengan muy presente, compañeros, que estamos en ese importante momento. Por eso, pregúntense si están dispuestos a vivir este momento que Yo les presento.

¿Serán capaces de ir a donde Yo los necesite, en las condiciones que Yo necesite, no aferrándose a un lugar o a una tarea?

Porque las almas que son de Dios no tienen propiedades ni tampoco tienen deseos. Las almas que son de Dios tienen la aspiración de servirlo y, en este tiempo final, tienen la ardiente aspiración de preparar el Retorno de Cristo; primero, purificándose a ustedes mismos, para que el mundo sea purificado de la crueldad, de la indiferencia y de la maldad.

Yo deberé dar testimonio, ante Mi Padre, del Amor que Yo les He entregado a través de los tiempos; porque ese Amor que Yo les di en confianza, Mi Sagrado Amor que es el Amor de Dios por todas Sus Criaturas, es el Amor que Yo necesito utilizar en este momento, ante la emergencia del planeta; para que, en lugares recónditos y lejanos como también en lugares cercanos, se cierren las puertas inciertas que sumergen a las naciones y a los pueblos en este momento.

Necesito que Mi Luz llegue a través de Mis apóstoles. Crean que esto es posible, porque Yo cuidaré la purificación de quien confíe en Mí. Pero no se amedrenten, ya no se precipiten, porque son agraciados y benditos ante Mi Padre y esto no lo pueden olvidar.

Todo lo que Yo hago no es en vano. Todo lo que Yo hago tiene un Propósito y Mi Propósito son las almas, Mi Propósito es vivir en el corazón de los hombres y mujeres de la Tierra.
Por eso, ¿qué temerán?, si Yo ya lo tengo todo previsto, si Yo ya conozco el camino de sus almas. Yo ya sé cuál es el destino de sus vidas.

Para que la humanidad no se destruya a sí misma, Yo vengo a pedirles más. Es la única chance que tengo en este momento, ante el desequilibrio de las Leyes en el planeta.

Por eso, la importancia en este momento de los corazones suplicantes que tendrán como premisa, en este tiempo, suplicar y solo suplicar, para que un niño o aun una familia no se vuelvan mártires a causa de la impunidad.

Por eso, Yo les ofrezco este camino crístico, porque ya están en el tiempo de asumir una responsabilidad y de no tener que ser asumidos por nadie; pues Mis Gracias, en estos tiempos, fueron abundantes.

Ahora es el tiempo de romper con la inercia del planeta, antes de que sea demasiado tarde. No quiero ver lo mismo que en Ruanda; que, por no escuchar a la Madre de Dios, se lamentaron.

Nuestra fraterna cercanía, con ustedes y con toda la humanidad, viene a auxiliarlos, a alentarlos y a impulsarlos a seguir adelante, porque aún hay mucho por hacer y ustedes ya tienen las herramientas para poder hacerlo.

Por eso, Yo vengo a pedir al lugar correcto. Vengo a pedir al lugar en donde Me quieren escuchar y saben que Mi tiempo es precioso en este momento, ante las emergencias de la humanidad, ante la imperiosa necesidad de que los valores de la fraternidad humana, del respeto, de la tolerancia y de la paz, no desaparezcan del mundo.

Yo vengo a pedirles, en esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, un voto consecuente de responsabilidad. Esto delineará lo que la Jerarquía podrá hacer; porque ustedes lo harán en nombre de la humanidad, en nombre de las desgracias de estos tiempos que todos estamos viendo y sobre todo lo harán en nombre de Mi Amor, para que Mi Amor triunfe en el mundo y especialmente en donde más se necesite.

Es así que, al igual que a los santos apóstoles, Yo vengo a derramarles el Espíritu Consolador para que sigan caminando al encuentro del Propósito, en la búsqueda incesante de una solución espiritual para esta situación planetaria.

Yo vengo a dejarles Mi Paz y a animarlos para que esta nueva Maratón de oración abra las puertas de los Cielos, toque el Corazón del Padre para que Él derrame Su Misericordia y no Su Justicia, para que todos puedan estar en esta ocasión especial bajo los Rayos de Mi Misericordia, de Mi Sangre y de Mi Agua.

Que esta nueva Maratón de la Misericordia sea un ofertorio, que el templo del corazón de cada compañero Mío esté abierto para poder recibirme y para poder consolarme. Porque vengo a buscar, debajo de esta “Figueira”, un lugar para reposar y para volver a respirar profundo, para seguir adelante junto a los que Me quieran acompañar en este tiempo en el que se debe alcanzar la redención. Esa es Mi aspiración.

Agradezco por las respuestas de los que atendieron a Mi apelo y se dispusieron a servirme.
Ahora, vamos a construir durante estos próximos meses lo que deberá llegar a la humanidad: la fuerza de la esperanza y de la fe para que la cura se establezca, para que la paz se infunda en el mundo.

Yo les agradezco por estar aquí Conmigo, por responder a las Aspiraciones de Dios.
En estos tiempos de tristeza nunca dejen de sonreírle a la vida, para que todo se pueda reparar. La sonrisa es el espejo de Mis apóstoles.

Les agradezco y así los absuelvo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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