Miércoles, 6 de mayo de 2020

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No hay mal que pueda prevalecer donde Yo estoy, porque el triunfo de Mi Corazón es una realidad en los corazones que se abren para recibirme y adorarme. Es allí en donde Yo coloco todos  los Códigos y Principios de Dios para que las almas, viviendo la transformación, alcancen la redención.

Es en este momento que eso sucede, en el que todas las almas de la Tierra, independientemente de dónde se encuentren o estén, por medio de este encuentro Conmigo reciban los códigos y los méritos de Mi Pasión y aún más, los méritos alcanzados por su Maestro en el universo, después de la Ascensión.

Hoy vengo a hablarles de ese lugar del universo en donde Me encuentro, una revelación que aún no ha llegado a la raza humana, porque no está escrita en el libro sagrado de la Biblia.

Son ustedes en este tiempo, como Mis siervos y apóstoles que deberán dar continuidad a la historia de su Maestro y Señor en el universo, para que Mi Iglesia Celestial esté más cerca de las almas sedientas de Dios y principalmente de aquellas que aún no encuentran la salida.

Así como ustedes viven aquí, en la superficie de la Tierra, bajo gobiernos que son puramente humanos, en el Universo existe el verdadero Gobierno espiritual, que rige una gran Confederación de consciencias, que en estados puros de ascensión y evolución viven, al igual que ustedes, en el universo material, pero en otros planos de consciencia, en donde esta civilización humana muy, pero muy lentamente ha tomado contacto con esa realidad y sobre todo con esta existencia.

¿Qué les quiero decir con todo esto? Que la vida no termina aquí ni tampoco la vida comienza aquí. La vida original surge del Universo, de la Fuente, y así como la Fuente generó la vida por medio de la Divina Voluntad del Padre, así también el Padre Eterno decidió que existiera un Gobierno Universal del cual ustedes también forman parte, así como muchas otras consciencias que hoy no pueden ver ni percibir.

El Universo espiritual es más real que el universo material. La materia es corrupta y muere, pero es un vehículo fundamental para que la ciencia y la vida de los seres puedan experimentar lo que cada alma necesita para aprender y para evolucionar.

Ese Gobierno Espiritual que existe en el Universo es eterno, poderoso y emblemático, porque su eje principal y primordial es el Amor, que en otras periferias del sistema de vida universal colma a todas las consciencias de sabiduría y unidad.

Ese Gobierno fue asumido por su Maestro y Señor después de la Ascensión, y es desde allí desde donde Yo vendré al mundo, desde donde retornaré para mostrar Mi verdadera Faz, aquella Faz que conocieron los apóstoles, así como Yo les dije en el día de ayer.

A través de ese Gobierno Universal no solo se pueden vivir y cumplir las Leyes, sino que todo lo que es vida y vibración es guiado y conducido por ese Gobierno espiritual.

De ese Gobierno, Moisés recibió los Mandamientos; por ese Gobierno, Abraham fue inspirado a proteger su pueblo; de ese gobierno, Juan, el Bautista, habló, predicó y enseñó a los hombres y mujeres de la Tierra. Y de ese mismo Gobierno espiritual del Universo, Yo traje para ustedes el Evangelio, las parábolas, para que pudieran comprender de una forma más simple lo que verdaderamente existe en el universo y está latente.

Aunque ese Gobierno aún existe en el Universo, y mientras la humanidad aún demora mucho tiempo en ingresar al verdadero sistema de la vida universal para cumplir las leyes y todo lo que de ese Gobierno emana, Yo los estoy preparando en estos últimos tiempos para que todos los seres, que dicen vivir en Cristo y por Cristo, tengan consciencia y conocimiento de esa poderosa emanación del Gobierno Espiritual, al cual su Maestro y Señor rige y acompaña de cerca.

Lo que hoy quiero decirles es que ese Gobierno espiritual fue el que Me envió al mundo no solo hace más de dos mil años, sino que también Me ha enviado en este tiempo final para que, por medio de la Divinidad y del Espíritu de Cristo, las almas tuvieran la Gracia y la oportunidad de encontrar el camino que muchos perdieron a lo largo de estos últimos tiempos.

Todas las consciencias del Universo dependen de ese Gobierno espiritual y ustedes también dependen de ese Gobierno espiritual. Al no estar bajo su gobierno, la humanidad está sufriendo porque pierde la esencia de lo que, en verdad, tiene que realizar y cumplir.

Ese Gobierno espiritual inspiró el surgimiento de esta raza. Desde el principio de todo y hasta los días de hoy, esa aspiración del Gobierno espiritual está latente. Ahora, en este tiempo y en este momento, llamo a todos los corazones para que ingresen con sus consciencias en ese Gobierno espiritual que, desde el principio los viene acompañando y que, a través de los últimos tiempos, después de 1950, ha intervenido en la humanidad para que ella no se volviera a autodestruir como en la Atlántida o en la Lemuria. De esa forma, las almas tienen la oportunidad de liberarse de sus deudas y de la viciada cadena de errores humanos.

Quien está con su consciencia en el Gobierno espiritual, por más que profundamente no lo conozca, pero si lo sintoniza a través del corazón y de la oración es considerado por ese Gobierno espiritual, en este momento final, en todo lo que ese Gobierno realizará en el mundo, especialmente en el momento más difícil de la humanidad, momento que recién comenzó.

No vengo a hablarles de algo abstracto, compañeros, hoy vengo como Portavoz de ese Gobierno espiritual que rige a este universo y a otros, que es un espacio especial de la Consciencia de Dios, en donde el Amor es lo primordial para tomar grandes decisiones, evolutivas e importantes proyectos de vida en todo el universo.

Así como a Abraham y a Moisés ese Gobierno espiritual se les reveló y se les aproximó para fortalecer el Proyecto Sagrado del pueblo de Israel, hoy a través de su Maestro y Señor, Jesucristo, por medio de Su Corazón Misericordioso y Glorificado, las almas tienen la oportunidad esencial y espiritual de ser contempladas y consideradas por ese Gobierno Mayor, para que no solo cada uno de ustedes cumpla con la misión que Dios les confió desde el principio de la Creación, sino también para que se unan a este momento en el que ese Gobierno espiritual del universo se aproxima a la Tierra, para poder socorrerla y ayudarla en este momento crucial.

Esto también es uno de los últimos impulsos que hoy les traigo.

En ese Gobierno espiritual también se encuentra Mi Madre Celeste y todas las consciencias que la acompañan para que pueda llevar adelante su tarea planetaria con cada uno de Sus hijos, con cada una de las naciones, con cada uno de los pueblos, con cada corazón que sufre por no poder encontrar a Dios.

Será este Gobierno espiritual el que volverá a intervenir, en el planeta y en la humanidad, así como lo hizo en otros tiempos, para intentar corregirla y advertirle de lo que la humanidad verdaderamente necesita cumplir y realizar en nombre de Dios; y esto va más allá de cualquier religión o credo. Es una situación espiritual y cósmica que une directamente a cada uno de ustedes con la Fuente mayor de ese Gobierno espiritual.

En los planos internos de la consciencia planetaria, en un lugar poco accesible para cualquier ser humano, en lo alto de los Himalayas, el Gobierno espiritual que Yo rijo y conduzco tiene una base espiritual en el planeta para guiar a la humanidad de cerca.

Consciencias de sabiduría, de amor y de profunda hermandad, se reúnen en ese espacio, de tiempo en tiempo, después de 1950 y hasta el presente, para guiar a la humanidad en los planos internos, para que la humanidad reconozca que no solo perdió su guía a través de la Ley de Dios, sino que también perdió su contacto interno con la Fuente.

Por medio del Gobierno espiritual del universo, hoy su Maestro y Señor vuelve a reintegrar, en lo profundo de las esencias, esa conexión necesaria con el Padre Eterno. Esto no es una Gracia ni un merecimiento, es parte de una gran necesidad planetaria para que por lo menos la mayor parte de la humanidad se pueda salvar y redimir.

Los pilares del conocimiento de la verdad y de la lealtad son las bases fundamentales para la acción de Mi Gobierno espiritual, rodean a estos pilares los grandes principios del amor, de la sabiduría y de la fe.

En este tiempo culminante, esto es posible por las almas que oran a la Fuente de Mi Divina Misericordia, porque lo más importante, compañeros, es lo que las almas necesitan recibir en su interior para poder llevar adelante su compromiso Conmigo.

Ese Gobierno Espiritual se revelará a la humanidad de una forma que nunca nadie ha visto, y el despertar volverá a impulsar a la raza humana para que reconozca lo que aún necesita vivir y cumplir, en este tiempo, para que los nuevos Cristos puedan despertar.

Hoy, bajo esta Consciencia y Sabiduría que los rige, volverán a ofrecerme su Comunión espiritual para que Yo pueda volver a obrar en la humanidad, en los lugares más necesitados de asistencia no solo espiritual, sino también material. Y así, volverán a recibir de Mí los códigos de Luz que necesitan para hacer de sus vidas ejemplos de Mi Obra en la Tierra.

Ante este Gobierno Espiritual que está presente por medio de Cristo, vamos a vaciar nuestros seres completamente, para que los impulsos crísticos colmen nuestros corazones y renueven la vida planetaria en este momento culminante de la humanidad.

Hermanos, por favor, la mesa.

A través de esta celebración eucarística, y por medio de la Comunión espiritual que en este momento podrán vivir las almas del mundo, Yo volveré a traer hacia la Tierra, por medio de Mi Corazón, los pilares del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse en este momento.

“Padre, Tú enviaste a Tu Hijo para que las almas volvieran a aprender sobre el amor y el perdón. A través del sacrificio vivido por Tu Hijo, concédele a este planeta y hasta humanidad, la Gracia extraordinaria de volver a recuperar el sentido y el camino de la evolución para que, a través del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad, las almas despierten a su misión y al sentido y razón de haber venido aquí, a la Tierra, en Tu Nombre. Amén”.

Cuando Yo celebré la Última Cena, los apóstoles conocieron al Gobierno espiritual por medio de la Comunión Conmigo. Esa noche fue definitiva no solo para su Maestro, sino también para toda la humanidad a través de la presencia de los apóstoles.

Hoy vengo a realizar el mismo ejercicio, con una consciencia más amplia en todos, para que no solo recuerden que estoy presente en el Cuerpo y en la Sangre por medio del pan y del vino, sino también que estoy presente en el universo, esperando el gran momento de Mi Retorno a la humanidad.

Fue así que tomé el pan, se lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado y santificado. Enseguida lo partí y lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Y la Luz del conocimiento, de la sabiduría y de la lealtad ingresó en los apóstoles, para que fueran Mis representantes en el planeta hasta los tiempos de hoy.

Enseguida tomé el Cáliz, el que, después de Mi Ascensión, recorrería algunos lugares del planeta, para que el triunfo y la victoria del Sagrado Cáliz del Señor se derramara en toda la humanidad y en las generaciones siguientes, con el fin y el sabio propósito de que, a través del Cáliz, naciera la primera orden religiosa en la humanidad, y de ella surgieran muchas órdenes más, de las cuales Yo Me serviría para cumplir Mi Obra en el planeta.

Elevé el Santo Cáliz para que fuera transubstanciado y santificado. Enseguida se lo ofrecí a los Apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Señor para el perdón de las faltas. Hagan esto en memoria Mía.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre viva de Cristo.

En unión con el Gobierno Espiritual de Nuestro Señor Jesucristo, rezamos la oración que Él nos enseñó.

Padre Nuestro.

Padre Nuestro (repetimos en inglés)

Que la Paz, el Amor y la Sabiduría de Cristo desciendan a la Tierra.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra Tuya bastará para sanarme.

En este momento, unidos a todos nuestros hermanos del mundo, en sus hogares, naciones y grupos, recibimos el Sacramento de la Comunión espiritual y así, reparamos el Corazón de Dios.

Escuchamos tres campanadas.

La forma de Luz de Cristo ha ingresado en las almas que se abrieron para comulgar con el Señor. Amén.

Les dejo la Luz de Mi Gobierno espiritual para que también comulguen con él, para que más almas en el mundo aprendan a vivir en el amor poderoso de la Ley.

Agradezco profunda e internamente a todos los que se autoconvocaron espontáneamente para orar por Mi Divina Misericordia, sabiendo que es urgente y necesario rezar por la cura de la humanidad. Pero recuerden que, en los próximos días, y a través de la Poderosa Novena a San Rafael Arcángel, el Padre Creador volverá a ingresar en el planeta y en la consciencia de la humanidad para llevar adelante la segunda etapa de Su misión espiritual.

Únanse a Rafael Arcángel en esa sagrada misión.

Yo los bendigo bajo la Luz y la Sabiduría del Gobierno Espiritual de su Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Martes, 5 de mayo de 2020

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He llegado en un momento en el cual la humanidad sigue herida. He llegado en el momento en donde todo parece perderse, en donde la fe de muchos de Mis compañeros en el mundo se debilita, en el momento en donde nada tiene sentido. Llego en este momento importante de la humanidad, aunque difícil para millones de almas en el mundo.

A través de Mi Corazón Yo les traigo la presencia del Cielo y del Universo, para que puedan percibir y sentir que Yo estoy aquí con ustedes, aunque aún no llegó el momento de Mi Retorno al mundo.

Traigo para ustedes lo que cada uno de ustedes necesita en este momento. No es nada material, ni siquiera espiritual, es algo profundamente interior que es depositado en cada una de sus esencias para que aprendan, así como Yo les dije, a transitar en el fin de estos tiempos. Aún lo más culminante no llegó, y ustedes se pueden dar cuenta de eso.

Es momento de seguir con mucha obediencia la Ley divina, para que cada una de sus almas esté protegida bajo el Amor de Dios. Es momento de multiplicar el amor en los corazones que más sufren y padecen, porque en este escenario del fin de los tiempos, la humanidad por sí misma no sabe cómo se conducirá.

Por eso, Yo les ofrezco en este momento las Leyes divinas de Dios, desde los conocidos Mandamientos de Moisés, hasta los nuevos Mandamientos que Yo les he traído a través de los años, lo que Yo llamo de Bienaventuranzas.

Necesito que apliquen esas reglas en sus vidas porque, de esa forma, estará protegida la esencia de esta humanidad, aunque la mayoría no lo haga ni lo cumpla. En una menor proporción de la raza humana, esas reglas y Mandamientos se cumplirán e impulsarán a otros corazones y vidas a no solo alcanzar la bienaventuranza, sino también a perseverar en la fe y en la confianza de Dios.

Si Dios no estuviera con Sus ojos en este momento planetario, no hubiera enviado a Su Hijo en esta tarde. ¿Qué sentido tendría para esta humanidad?

El Amor de Dios está por encima de todas las cosas y situaciones, las almas tienen que volverse a Dios en este tiempo y no pueden demorar. Porque será en ese Amor del Padre en donde sus vidas se renovarán y así renovarán a todos los que están a su alrededor.

¿Qué esperan para poder hacerlo? Aún la puerta de la gran convocatoria está abierta, para que las almas sean impulsadas a vivir el apostolado de Cristo en el fin de estos tiempos, por medio de los impulsos y los dones que les trae el Espíritu Santo.

Atención compañeros, escuchen lo que les estoy diciendo, porque no son unas palabras más. Necesito que sean conscientes de que Mi tarea está terminando con ustedes. Y cuando eso suceda, ustedes deberán dar testimonio y ejemplo de que Yo estuve aquí, así como estoy en cada uno de sus corazones siempre que Me lo permiten. Porque es allí en donde prevalecerá la verdad, la sabiduría y el entendimiento que ustedes necesitan en estos tiempos.

Aunque la situación planetaria parezca difícil o imposible de revertir, no pierdan la fe y renueven sus votos y compromisos con el Padre Eterno. Él también tiene abierta la Fuente de Su Divina Misericordia, Su Océano de Amor y de Misericordia está vacío. Todos son invitados a sumergirse en ese Océano de Amor, de un Amor inmaterial y eterno.

Hoy estoy en paz por su respuesta para este encuentro de oración porque ustedes, por sí mismos, perciben que es necesario orar, orar y orar, para que en el mundo descienda una nueva oportunidad, más allá de lo que la Tierra y la humanidad deberá purificar.

Con todo lo que han aprendido Conmigo, compañeros, vivan su apostolado conscientemente, que ya no sea una teoría, sino que sea una práctica. Que sean capaces de ir más allá de ustedes mismos por la humanidad y por el planeta, que hagan triunfar el Amor de Mi Corazón en el mundo y sobre todo en los que más sufren, en la gran soledad de estos tiempos.

Yo siempre vendré a colmarlos de todo lo que necesitan. Mi Amor no tiene fin ni forma. Por eso estoy aquí, como respuesta a su compromiso Conmigo, sabiendo que es el tiempo de la gran decisión.

Jesús acaba de abrir el Libro de la Sabiduría de Dios y una Luz muy fuerte salió de ese Libro, el cual tiene escrito todas las Voluntades del Padre. Contemplémoslo y reconozcámoslo para entender y comprender por qué Jesús lo trae.

Los profetas y los grandes patriarcas conocieron algo sobre este Libro que hoy está entre Mis manos, el Libro de la Sabiduría de Dios, lo que la humanidad necesita alcanzar para darse cuenta de que no solo deberá redimirse, sino también reconciliarse con el Proyecto Original que la creó. Mientras eso no suceda habrá tiempos difíciles. Pero no serán tiempos difíciles que duren para siempre, porque Yo vendré, retornaré y en Mis manos traeré ese Libro Sagrado de Dios, así como los ángeles traerán el Arca de la Santa Alianza.

Aún la Gran Revelación no llegó al mundo. Mi verdadera Faz solo fue conocida por algunos de Mis Apóstoles y ustedes eso lo saben. Cuando Mi Faz se revele a la humanidad en poco tiempo, todo sucederá. No hablo de caos, de catástrofes, ni tampoco de sufrimientos, hablo del gran momento que cada una de sus vidas tendrá ante Mi Presencia Eterna y Cósmica.

Porque en ese momento y en esa hora, será cuando cada uno de ustedes estará ante la Mirada de Dios, para darle una respuesta definitiva. Y por algunos segundos, el mundo entero tendrá consciencia de lo que hizo durante su vida; toda la historia de su encarnación pasará por sus mentes y reconocerán cada una de las escenas y estarán ante su juicio personal.

Pero en esa hora la Bienaventurada Madre, la Virgen María, ya estará en oración, no solo por el mundo sino por cada uno de Sus hijos y bajo la autoridad que el Padre le concedió como Sierva fiel. Ella enviará a muchos de Sus ángeles para que inspire a las almas y las fortalezca en esa decisión.

Será en esa hora y en ese momento que Dios, antes de que retorne Su Hijo a la Tierra en gloria, abrirá el Libro en donde ha escrito la Voluntad para este planeta. Por un instante, la humanidad tomará consciencia de eso, pero también de todos sus pecados y errores cometidos a través de los tiempos, así como la agresión realizada a los Reinos de la Naturaleza.

Muchos corazones sentirán el grito del centro de la Tierra. Las entrañas se abrirán y lo oculto aparecerá. Y allí, ante esa visión y esa consciencia, Dios mostrará su Faz en los que lo sepan reconocer y amar, y delante de los arcángeles, sus almas podrán escribir en ese Libro la respuesta que Dios tanto espera.

El mundo parecerá perdido por su ilusión. Cientos de estrellas fugaces, grandes consciencias del Universo descenderán a la Tierra y todos las reconocerán, aunque no sepan de sus orígenes.

Dios, ante Su propia Voluntad y ante el momento culminante del planeta, que no está tan lejos, se postrará, para que en humildad la Fuente de la Suprema Fuente Divina conceda una Gracia universal para el planeta y para toda la Creación, y todos escucharán en su interior el Eco del Padre. Y aunque exista el corazón más cerrado en el mundo o el ateo más grande de la humanidad, ellos también escucharán, porque Dios entregará Su última Gracia para que las almas, los corazones y las personas recapaciten sus vidas y se rindan, esa será la hora de Mi Retorno al mundo.

Todo lo que hoy les entrego no solo son Mis últimas palabras, sino también Mis últimas revelaciones, porque hay una parte que aún la humanidad no puede saber.

Atesoren estos momentos. Reverencien estos encuentros, porque lo necesitarán.

Dios Me envía al mundo para poder levantarlo. Es urgente y es necesario para que la profecía de la conversión se cumpla.

Vengo a pedirles, nuevamente, la Comunión reparadora durante todos los días del mes de mayo, especialmente la Comunión espiritual, para que Mis últimos impulsos y palabras abarquen a más personas en el mundo. Aún una parte de la humanidad debe saber que Yo estoy aquí para recibirlos, para escucharlos, para absolverlos y para entregarles Mi Misericordia, lo que restaurará y curará sus vidas.

Todas las almas que han muerto, a través de esta pandemia en estos últimos días, han encontrado un lugar en los planos intermedios de consciencia, en donde ya no sufren, porque sus oraciones, en este día, alcanzaron la Misericordia para cada una de ellas.

Aún la Misericordia más profunda de Mi Corazón sigue actuando a través de la Pascua que aconteció en este año. Y a pesar de que ya pasaron algunas semanas, la Fuente de Mi Misericordia está abierta para que las almas se sumerjan en el océano de Mi Amor. Estamos en el tiempo de la última amnistía, valórenlo.

Celebremos este momento con el regocijo de encontrar la Verdad, el Camino y la Vida. Ofrezcamos este momento por la reparación del Corazón del Padre Eterno, en ofrecimiento de cada una de las oraciones y cánticos por esta actual situación planetaria, para que la Gracia de la cura y de la ciencia inspire a los científicos y médicos del mundo a encontrar la respuesta para esta situación.

Incienso.

Podemos traer el altar.

“Señor y Dios del Universo, que escuchas las oraciones de Tus hijos, que renuevas y consagras el alma y la vida de las personas, sírvete, Padre Eterno, de este momento para que Tu insondable Misericordia y Amor descienda a los lugares más necesitados de la humanidad. Amén”.

Que el Señor nos conceda la Gracia, en este momento, de vivir profundamente este Sacramento, para que más Gracias e impulsos de Luz lleguen a todos los corazones, en este ofrecimiento de la Comunión reparadora y de la Comunión espiritual con nuestro Señor.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse.

Que el legado del Amor, de la Eucaristía y de la Sangre de Cristo pueda colmar, como un bálsamo de Luz, a la humanidad y a nuestro planeta. Amén.

Cuando estaba reunido con los doce, así como hoy estoy reunido con cada uno de ustedes, más allá de la distancia, los hago unificarse a Mí para que estén unificados al Padre y también al Espíritu Santo, Quien obra en este momento a través de sus Dones y Gracias.

Tomé el pan, lo elevé y di gracias al Padre por lo que Él Me estaba ofreciendo. Enseguida lo partí, lo entregué a los Apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Tomé el Cáliz y realizando la misma oferta de Corazón, lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado. Enseguida, lo ofrecí a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por los hombres para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sean felices, dice Nuestro Señor, los que son llamados a servirse del Cordero, que fue inmolado y resucitó para darles vida eterna, vida en abundancia.

Oremos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta consagración.

Padre Nuestro

Padre Nuestro (repetimos en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y que la Paz esté en cada corazón. Anunciamos la Paz.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Repetimos en inglés.

Cuando Yo ya no venga al mundo para hablarles e instruirles, tendrán Mi Nuevo Evangelio para encontrar consuelo y fortaleza, pero especialmente tendrán Mi Cuerpo y Mi Sangre para poder sentirme y para que se puedan renovar.

En la bienaventuranza de la Gracia de Dios bendigo, en esta tarde, a todos los que participan de este momento Conmigo, el cual llevo grabado en Mi Corazón como un fuego de amor de cada uno de los corazones valientes y perseverantes. En ellos derramo Mi confianza.

Yo los bendigo y les agradezco. Que la paz esté en la Tierra y que la paz traiga la cura para toda la humanidad. Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cerramos esta transmisión agradeciendo a nuestro Señor Jesucristo y a cada uno de los presentes.

Para cerrar esta transmisión vamos a agradecer:

Gracias, Señor, por cuanto nos das. En este encuentro Te honramos, Señor. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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